La noticia sacudió al mundo del espectáculo internacional: Julian McMahon, el actor que interpretó al recordado Doctor Doom en las películas de Los Cuatro Fantásticos, murió el pasado 2 de julio en la ciudad de Clearwater, Florida. Tenía 56 años y, según confirmaron desde su entorno, atravesó una dura enfermedad que llevó en silencio. La causa fue un cáncer que lo acompañó en sus últimos años de vida y que sólo supo su círculo íntimo. El golpe fue fuerte tanto para sus fans como para sus compañeros de trabajo.

Su esposa, Kelly McMahon, rompió el silencio con un mensaje estremecedor en el que explicó lo que vivió el actor en sus últimos días. “Julian murió en paz esta semana tras un valiente esfuerzo por superar el cáncer. Amaba la vida, a su familia, a sus amigos, su trabajo y a sus fans. Su mayor deseo era llevar alegría a tantas vidas como fuera posible. Pedimos apoyo durante este tiempo para que nuestra familia pueda vivir el duelo de forma privada”, expresó.

Julian había nacido en Sídney, Australia, el 27 de julio de 1968, y creció en el seno de una familia poderosa: su padre, Billy McMahon, fue primer ministro de su país en los años setenta. A pesar de eso, él eligió forjar su camino artístico desde abajo y arrancó como modelo. Poco después se volcó a la actuación con un debut en la novela The Power, the Passion en 1989, seguido por un papel clave en la popular Home and Away. Desde entonces, nunca se bajó de las pantallas.

En Estados Unidos fue ganando terreno y logró papeles importantes en varias ficciones exitosas. Fue parte de la serie policial Profiler, pero el personaje que lo catapultó fue el demoníaco Cole Turner en Charmed, donde brilló durante tres temporadas. Su consagración definitiva llegó con Nip/Tuck, el drama médico en el que interpretó al cirujano Christian Troy. Ese rol le valió una nominación al Globo de Oro y lo transformó en ídolo global.

En la pantalla grande fue el gran villano de Marvel, el temido Doctor Doom, y se puso el traje del enemigo de los superhéroes en dos entregas de Los Cuatro Fantásticos. También protagonizó otras películas y se sumó a FBI: Most Wanted, donde trabajó durante tres temporadas. Fue un actor versátil, amado por el público y respetado por los productores, que destacaron siempre su profesionalismo. Hollywood hoy lo despide con pesar, pero con admiración.

El recuerdo que deja Julian McMahon es enorme y su legado seguirá vivo en cada serie y película que marcó una época. “Con el corazón abierto, deseo compartir con el mundo que mi amado esposo falleció en paz”, repitió su mujer. Los mensajes no pararon de llegar y sus colegas lo recordaron como un tipo sensible, divertido y apasionado por lo que hacía. Se fue en silencio, pero dejó una carrera ruidosa, marcada por el talento y la entrega.