La miniserie “El caso Hartung” llega a la pantalla de Netflix para sacudir el género del thriller nórdico con una trama ágil: seis episodios tan intensos que invitan a devorarlos en una sola tarde. Desde su estreno en 2021, esta producción danesa suma adeptos para quienes buscan una serie breve pero contundente.

El arranque es impactante: en los bosques de Copenhague aparece una víctima con una mano amputada y junto a ella una muñeca hecha de castañas. Esa figura inocente, o siniestra, se convierte en pista clave de un caso de desaparición que sacude los cimientos de la política danesa.

La inspectora Naia Thulin y su reticente compañero Mark Hess investigan el crimen, y pronto descubren que la pista del muñeco conecta con la hija de la ministra Rosa Hartung, cuyo regreso al trabajo parecía un intento de recuperar algo de normalidad. Pero nada sale como lo previsto.

Visualmente, “El caso Hartung” abraza el estilo oscuro y atmosférico del noir escandinavo: tonos fríos, paisajes sombríos, silencios prolongados. Esa estética refuerza la sensación de que este no es un simple policial más, sino un viaje inquietante al corazón de los secretos.

LA MINISERIE DE NETFLIX QUE SE VOLVIÓ UN ÉXITO ROTUNDO

El ritmo de Netflix no da tregua: los seis capítulos no necesitan relleno, la trama avanza rápido, y el espectador queda atrapado desde el minuto uno. Ideal para quienes prefieren “maratonear” sin sentir que perdió el tiempo.

El reparto aporta credibilidad: Danica Ćurčić interpreta con convicción a la inspectora Thulin, mientras que Mikkel Boe Følsgaard da vida al torturado Hess. Su química y tensiones internas suman a la carga emocional de la serie. Para los fanáticos del thriller policial, “El caso Hartung” podría ocupar un lugar destacado en su lista de series recomendadas de 2025. Su combinación de investigación, drama personal y clima opresivo lo convierten en una apuesta segura para una maratón.

Así que si estás buscando una nueva serie para ver este finde, cortita pero potente, abierta a sorpresas, “El caso Hartung” en Netflix tiene todos los ingredientes: un asesino en serie, una muñeca de castañas como símbolo perturbador, detectives al límite y un final que lo cambia todo.

El revuelo volvió a encenderse después de que Tamara Pettinato hablara en LAM sobre el video filtrado en el que aparece junto a Alberto Fernández, grabado en plena pandemia mientras él era presidente. Sin esquivar el tema, retomó la polémica y volvió a instalar versiones sobre el vínculo que mantienen.

En el programa, la panelista se mostró firme respecto de la filtración y aclaró que no piensa aportar detalles íntimos. “Era un video privado que decidieron filtrar”, dijo con un tono que dejaba en claro su fastidio. Luego remarcó que no ve motivos para profundizar en un contenido que, según ella, nunca debió hacerse público.

Más adelante, Pettinato reforzó su postura y desestimó cualquier intento de análisis sobre el material viralizado. “No tengo por qué explicar el contexto, qué estábamos haciendo, qué estábamos comiendo o para quién era el video”, sentenció, marcando una frontera entre su vida personal y el consumo mediático.

La mediática también calificó el episodio de manera muy distinta a como lo presentó la opinión pública. Con cierta ironía, restó importancia al asunto y lo encapsuló en dos palabras que hicieron ruido: “ese boludeo”. Para ella, todo se sobredimensionó por tratarse de un momento privado expuesto sin permiso.

TAMARA PETTINARO HABLÓ DE SU RELACIÓN CON ALBERTO FERNÁNDEZ

En otro tramo de la charla, Alberto Fernández volvió a aparecer indirectamente cuando la panelista habló del vínculo que los une. Allí, lejos de esquivar la cercanía que les atribuyen, dejó entrever que no hay misterio ni complicidad oculta, solo una relación que se mantiene a lo largo del tiempo.

Finalmente, y ante la pregunta directa sobre qué siente por él, la panelista lanzó la frase que encendió nuevas suspicacias: “Somos amigos y nos queremos mucho”. Una definición que, aun sin agregar nada más, alcanzó para reavivar rumores y dejar la puerta abierta a múltiples interpretaciones.

La llegada de Beto Casella a América TV parecía un hecho consumado, pero en las últimas horas se conocieron detalles que muestran un clima bastante espeso entre el conductor y las autoridades del canal. Según reveló Juan Etchegoyen en Mitre Live, las negociaciones atraviesan un momento crítico luego del cruce público con Ángel de Brito, lo que habría complicado el desembarco del periodista en la señal de Palermo.

“Quiero comentarte algo importante que tiene que ver con el desembarco de Beto en América, que te lo adelanté hace dos meses. La situación está tensa entre él y las autoridades del canal después del cruce con Ángel de Brito”, aseguró Etchegoyen, dejando entrever que la relación entre las partes no atraviesa su mejor momento.

El conductor de Mitre también aportó información que pinta de cuerpo entero la distancia entre ambos lados de la negociación. “Hasta ayer no les atendía el teléfono y me cuentan de este jueves una reunión clave. Estuvo una semana rechazando las llamadas de América y voy a contar la verdad del contrato”, lanzó, generando más dudas que certezas sobre el futuro Casella.

Según el mismo relato, todavía no hay nada firmado entre las partes, más allá de algún papel provisorio. “Lo que me dicen a mí es que el contrato entre Beto y América no se firmó todavía, que si hay una firma es de un precontrato, nada formal”, sostuvo el comunicador, dejando claro que la tinta aún no llegó al papel.

LAS DUDAS DE BETO CASELLA PARA FIRMAR CON AMÉRICA

La tensión habría aumentado tras el cruce que Casella mantuvo con De Brito en redes sociales, lo que habría generado un marcado desencanto. “A Beto no le gustó nada eso y tomó la decisión de hacer un stand by en las negociaciones”, explicó Etchegoyen.

Y remató con una frase que deja abierta la puerta a nuevas sorpresas: “A mí me dicen que el programa nuevo del conductor está muy verde, porque primero quiere cerrar su equipo, aunque la parte económica ya estaría arreglada con la productora Mandarina”.