Fede Bal volvió a quedar en el centro de la polémica por una confesión que dejó a todos con la boca abierta. En una charla privada con Yanina Latorre, el actor reveló sin filtro cómo vive hoy sus relaciones amorosas. La periodista contó cada detalle al aire y expuso la versión más desinhibida del hijo de Carmen Barbieri.

“Yo le digo: ‘¿Me explicás cuántas relaciones sin compromiso tenés al mismo tiempo?’”, relató Yanina entre risas. La respuesta de Fede fue inmediata: “Un montón. Estoy muy suelto, haciéndome cargo de mis deseos, de mi sexo, de mi sinceridad. Y cuando sos así de sincero, se valora muchísimo”.

Durante la charla, Fede también se definió en una etapa distinta de su vida. “Es de verdad el mejor momento de mi vida. No soy mal chabón y muchas veces lastimé porque no podía controlarlo. Ahora ya no. Todos saben por mí el tipo de vínculo que puedo ofrecer”, aseguró el conductor, que se mostró convencido de su nueva filosofía. Latorre destacó que lo notó “seguro y casi desafiante”.

La periodista no se quedó ahí y quiso saber si el actor todavía se enamoraba. “Le pregunté: ‘¿No te enamorás?’”, contó. Fede contestó con total naturalidad: “Bueno, un poco sí, pero se me pasa rápido”. Ante la insistencia de Yanina, que quiso saber si alguna vez volvería a ser monógamo, él fue tajante: “No, creo que nunca más, Yani. Este estado no se compara con nada de lo que sentí antes. Cada mujer es un nuevo universo”.

Las declaraciones causaron revuelo en los programas de espectáculos. En Bendita, Beto Casella ironizó sobre su discurso y comentó: “Puede pasar que tenga algo en los genes del padre, que era imparable”. Edith Hermida, por su parte, fue contundente: “¡A mí me agota Federico! ¡Ya está, me cansa! No me encanta para nada”. El estudio estalló entre risas, aunque nadie negó que sus dichos generaron impacto.

Fede Bal ya había hablado de su vida sentimental unos días antes, cuando se sentó en la mesa de Mirtha Legrand y dijo que ahora vivía vínculos “sexoafectivos basados en la verdad”. En aquel momento confesó que fue infiel y que se cansó de mentir. “Necesito vomitar la verdad”, expresó frente a las cámaras. Con su última confesión, el actor reafirmó que su vida amorosa está lejos de la calma… y más cerca del escándalo permanente.

Donald Trump volvió a generar polémica con sus declaraciones y apuntó directamente contra Bad Bunny. El Presidente estadounidense se mostró indignado por la decisión de la NFL de elegir al artista puertorriqueño para el show del medio tiempo del próximo Super Bowl: “Nunca escuché hablar de él, no sé quién es, no sé por qué lo escogieron, es una locura”.

Durante la charla con el periodista Greg Kelly, el conductor le comentó que el cantante “odia al ICE y acusa de racismo a todo lo que no le gusta”. Luego le preguntó si creía que debían boicotear a la liga por haberlo elegido. Trump respondió sin filtros: “Es absolutamente ridículo”.

El enojo del político coincidió con el anuncio oficial de la liga, que confirmó a Bad Bunny como protagonista del espectáculo musical que se realizará en febrero en Santa Clara, California. La decisión dividió al público estadounidense y generó repercusiones tanto en medios conservadores como en redes sociales. Para Trump, la elección del puertorriqueño representó una provocación: “Me parece totalmente ridículo”.

Bad Bunny, por su parte, respondió a las críticas con ironía. Durante su monólogo en Saturday Night Live, el cantante se refirió al revuelo por su nombramiento. “Y si no entendieron lo que acabo de decir, tienen cuatro meses para aprender«.

LA BRONCA DE DONALD TRUMP

En distintas ocasiones se manifestó en contra de las redadas de ICE y de la discriminación hacia los latinos. La elección de la NFL, que contó con la participación de Apple Music y Roc Nation —la productora de Jay-Z—, fue celebrada por millones de fanáticos y considerada un paso más hacia la diversidad cultural del evento.

Trump mantuvo su discurso firme y los seguidores del cantante lo defendieron con furia. La polémica quedó instalada en el corazón del espectáculo deportivo más visto del mundo, donde el conejo malo prometió dejarlo todo sobre el escenario, sin importar lo que diga el expresidente que lo tildó de “ridículo”.

En las últimas horas, Moria Casán volvió a sacudir el mundo del espectáculo al compartir una foto completamente desnuda, sin filtros ni retoques. La imagen, publicada en su cuenta de X (ex Twitter), pertenece a una producción de los años 80 y la muestra al natural, sobre un caballo, en una playa. Una postal que, una vez más, reafirma su eterna consigna de autenticidad y provocación.

La artista reveló que la foto le fue enviada por el periodista Héctor Maugeri, quien la rescató de los archivos de la revista LIBRE. En su publicación, la One escribió: “Picture enviada por Héctor Maugeri. Revista LIBRE. Sin Photoshop”, dejando en claro que la imagen no tuvo ningún tipo de retoque digital. Como siempre, la diva marcó diferencia con un gesto espontáneo, lejos de la perfección artificial que domina las redes.

La producción original habría sido realizada en 1984, cuando la artista estaba en pareja con el actor y humorista Mario Castiglione, padre de su hija Sofía Gala. En ese entonces, Moria era una figura central del teatro de revistas y encabezaba la obra La mejor revista de la cuadra en el Teatro Estrella, en plena época dorada del espectáculo porteño.

El hallazgo de la foto despertó una ola de nostalgia entre sus seguidores y también un debate sobre los estándares actuales de belleza. Muchos usuarios destacaron su valentía y la vigencia de su mensaje: “Siempre auténtica, sin miedo al paso del tiempo ni a mostrarse como es”, escribió una fan en X, acompañando el post con emojis de fuego y coronas.

LA FOTO DE MORIA CASÁN

A lo largo de su carrera, la One nunca se ajustó a los moldes. En tiempos en que la mayoría busca filtros, ella vuelve a mostrarse al natural y a recordar que la sensualidad no tiene fecha de vencimiento. Una vez más, demostró que no necesita escándalos para generar impacto: su sola presencia basta.

Fiel a su estilo, Moria cerró el tema con una frase que dejó a todos sin palabras: “Yo siempre fui mi propia revolución. No necesito Photoshop, porque nunca necesité máscaras”. Y así, cuarenta años después, sigue confirmando que su fuego no se apaga y que la autenticidad sigue siendo su marca registrada.