La figura de Carlos Saúl Menem volvió a instalarse en la conversación pública gracias a la serie que recorre su vida, con Leonardo Sbaraglia, Juan Minujín y Griselda Siciliani como protagonistas. Este regreso no solo desempolvó viejas internas políticas y anécdotas del poder, sino que también puso la lupa en su costado más íntimo.

En ese contexto, Carlos Ruckauf, exvicepresidente y figura central del peronismo, sorprendió al contar en el programa Desayuno Americano (América TV) cuál fue el verdadero gran amor del expresidente: “El gran amor de Carlos fue Zulema”, lanzó sin vueltas, y dejó helado al estudio.

Según explicó, esta confesión no fue un comentario casual, sino parte de una charla profunda que tuvo con Menem dos años antes de su muerte: “Me dijo tres cosas que jamás voy a olvidar. La primera fue: ‘El amor de mi vida fue Zulema’”, reveló con total firmeza.

La historia de Carlos Saúl Menem y Zulema Yoma estuvo atravesada por el poder, los medios y también el dolor. Su relación fue noticia durante años: desde las disputas en la residencia presidencial hasta la trágica muerte de su hijo Carlitos Jr. Pero, detrás del show mediático, sobrevivió un lazo que ni el tiempo ni los escándalos pudieron borrar.

Ruckauf también recordó una escena doméstica que reflejó la complicidad de la pareja: un almuerzo en el que Menem, entre risas, decía que llevaban muchos años casados, y Zulema lo corregía al mencionar las “interrupciones” que habían tenido.

La anécdota despertó carcajadas en el piso y dejó ver una faceta desconocida del expresidente. Hoy, mientras la biopic sobre su vida invita a revisar su figura desde nuevas miradas, este testimonio aporta humanidad a uno de los personajes más controversiales de la historia argentina.

Al final, entre tantos recuerdos de poder y fama, eligió quedarse con un solo nombre: Zulema. En la memoria de Carlos Menem, por encima de los viajes en avión presidencial y las tapas de revista, quedó grabado el vínculo que marcó su vida.

Wanda Nara, después de mantener un silencio prudente, decidió romperlo respondiendo a las preguntas que le hacen sus seguidores por las redes sociales. Como era de esperarse, no se limitó en su opinión y habló de todos, desde su situación sentimental, hasta de los conflictos que enfrenta con los padre de sus hijos.

Wanda Nara ha mantenido una de las peleas más terribles y mediáticas con Mauro Icardi, algo muy similar a lo que vivió con Maxi López cuando se separó de este. Sin embargo, con el correr de los años, las cosas con el padre de sus hijos varones ha mejorado muchísimo, pero los rumores de un supuesto cruce se hicieron latentes.

El universo River deambula entre sensaciones agrias por su eliminación en el Mundial de Clubes 2025, de Estados Unidos, por la ambivalencia de resultados adversos y rendimientos positivos, que podrían haber impulsado su avance a los octavos de final de la competencia.

Esa derrota ante Bayern Munich decretó la salida del Millonario de este torneo novedoso, que recibe las miradas del mundo entero. Además, ese cotejo significó la última gala de Franco Mastantuono con la casaca del elenco de Núñez, con todo el simbolismo que eso conlleva.

El crack de diecisiete años se despidió con un lenguaje de impotencia, de bronca por no lograr el objetivo de permanecer en competición. Asimismo, el hincha padeció la angustia de no disfrutar más del habilidoso joven, que brotó de las canteras del Millonario.

A la espera de cumplir la mayoría de edad para estampar su firma con el Real Madrid, por cuestiones reglamentarias, y ser presentado en sociedad en España, el oriundo de Azul abrió las puertas de su departamento en Buenos Aires y recibió a Gastón Edul.

En una entrevista muy extensa, Franco exhibió un rincón llamativo de su hogar, que se vincula con la disponibilidad de un tocadisco, un formato de otras épocas y que no se condice tanto con su edad. Así, Mastantuono transmitió sus gustos musicales y sorprendió a todos.

«Me gusta Joaquín, creo que mucho por mi vieja”, contó. Y luego se sumergió en una vieja, y caduca, grieta del rock nacional y eligió entre dos gigantes: “Soda Stereo me encanta, mis viejos son más ricoteros». En cuanto a la banda sonora del vestuario de River, Franco confesó: «Nacho Fernández es muy rockero, Germán Pezzella también, el Huevo (Acuña), aunque suena mucha cumbia”.