Wanda Nara volvió a dar tema en el chat de vecinos del Chateau Libertador luego del escandaloso viernes en el que durante horas se resistió a entregarle sus hijas a Mauro Icardi. Fueron alrededor de diez horas de constante presencia policial, de personal judicial, del SAME, de los medios. Camionetas, cables, cámaras, ¡un dron!.. y curiosos, que siempre están. 

“Un circo”, se quejaron los residentes del coqueto edificio de Núñez, que vivieron desde adentro este nuevo capítulo del WandaGate, y que ya manifestaron su intenso malestar en el ida y vuelta de mensajes de su grupo de chat interno, que está que arde porque nadie quiere que se vea «de más» qué pasa detrás de ese pórtico digno de un palacete parisino. 

Y luego del operativo, en DDM (América) filtraron algunas de las conversaciones de los vecinos de Wanda que, en principio, no quieren saber nada con pagar de su bolsillo las horas extras del personal de seguridad que trabajó de más en el Chateau durante todo ese viernes.

“Hola, buenos días. Les cuento que llamé a la administración por un tema particular y también pedí explicaciones por el vergonzoso episodio del día viernes. Yo, como propietario y toda mi familia, no nos vamos a hacer cargo de las horas extras del jefe de seguridad”, aseguró uno de los vecinos. 

LAS QUEJAS Y RECLAMOS DE LOS VECINOS DE WANDA NARA EN EL CHATEAU LIBERTADOR

¿Uno de los principales motivos de queja? El modo en el que atentaron contra la intimidad de los residentes. “Es una vergüenza que no puedo entrar y salir de mi casa con privacidad”, reclamó uno, según leyó Santiago Sposato en el programa que conduce Mariana Fabbiani. 

“El 99 por ciento de los chats de los vecinos eran contra los periodistas”, señaló el panelista, que destacó que en el chat, como está Nora Colosimo, la mamá de Wanda, se cuidan de hablar mal de la mediática. La exposición también fue un tema que preocupó a la gente del Chateau.

“Chicas, es peligroso además. Ni ustedes ni yo somos mediáticas. No me interesa que nadie sepa cómo vivimos, con tanta gente muriéndose de hambre. Es una exposición innecesaria para todos… y encima por algo tan triste. La vecina que esté mandando fotos del edificio… sin palabras», lanzó otra, una de las tantas indignadas con la situación que los sacudió el 27 de junio, un circo mediático en el que Wanda, una vez más, fue la estrella.

La China Suárez está en el medio del escándalo que vivieron el día viernes Mauro Icardi y Wanda Nara. A estas alturas, es bien sabido que la empresaria estuvo a punto de ser privada de su libertad por desobedecer a la justicia y no querer entregar a las niñas, tal y como se había pactado días atrás.

La China Suárez, es una de las principales razones por las que Wanda no quiere que Francesca e Isabella compartan tiempo con Mauro Icardi. Sin embargo, se supo que el Ministerio Tutelar, encargado de llevar adelante el enfrentamiento que los famosos tienen, se entrevistó con la actriz y las primeras impresiones fueron muy buenas.

Wanda Nara vuelve a estar en el ojo del huracán. En las últimas horas, la empresaria fue protagonista de un nuevo escándalo familiar que terminó en caos, gritos, móviles policiales… y mensajes que helaron la sangre.

Todo comenzó cuando decidió no entregarle a sus hijas a su ex pareja, Mauro Icardi, en el horario acordado el pasado viernes 27 de junio. Pero lo que parecía ser un episodio íntimo, se volvió una bomba pública.

La escena tuvo lugar en el lujoso complejo Chateau Libertador, donde reside Wanda junto a sus hijos. Según trascendió, Mauro se presentó allí acompañado de sus abogadas para retirar a Isabella y Francesca, las dos niñas que tiene con la mediática.

Pero Wanda, firme en su postura, se negó a que las nenas salieran del departamento, argumentando razones personales y, al parecer, emocionales. Los videos que se filtraron horas y días más tarde demostraron que la situación se había salido de las manos de todos.

Esa tarde dicen que la situación escaló rápidamente. Algunos testigos aseguraron que hubo momentos de fuerte tensión, no solo entre los adultos involucrados, sino también con personal de seguridad del edificio y hasta vecinos, que fueron testigos del revuelo. Alguien llamó a la policía, y minutos más tarde, móviles oficiales se hicieron presentes en el lugar.

Pero lo más inquietante llegó después. Cuando el caso se viralizó en redes y portales de noticias, Wanda comenzó a recibir una catarata de mensajes privados en sus cuentas de Instagram y WhatsApp. Algunos eran simples insultos, otros amenazas directas. Incluso, aparecieron frases sumamente violentas que preocuparon a su círculo más íntimo.

UNA AVALANCHA DE VIOLENCIA DIGITAL

“Te merecés que te saquen todo”, “No sos madre, sos un monstruo”, y “Alguien te tiene que parar”, fueron solo algunos de los textos que comenzaron a circular en capturas de pantalla. La mayoría provenía de cuentas falsas o anónimas, pero eso no restó gravedad al asunto. En total, según allegados, habría recibido más de 200 mensajes agresivos en pocas horas.

Desde el entorno de Icardi dejaron trascender que el futbolista planea iniciar acciones legales para exigir un régimen de visitas más estricto. “No puede ser que cada encuentro con sus hijas dependa del humor o los tiempos de Wanda”, habrían expresado desde su círculo. Mientras tanto, la mediática no solo sostiene su versión, sino que también considera que él usa a las niñas para presionarla emocionalmente.

Ante esta situación, Wanda habría reforzado la seguridad en su domicilio y estaría evaluando realizar una denuncia formal por acoso digital. Además, fuentes cercanas aseguraron que se encuentra “abatida y enojada”, pero decidida a defender lo que considera justo para sus hijas.

Este enfrentamiento es solo uno más en la larga lista de idas y vueltas que protagoniza la ex pareja. Recordemos que, aunque intentaron varias veces recomponer la relación, la distancia, los celos y las terceras personas –como La China Suárez, quien aún es mencionada en algunos comentarios– terminaron dinamitando cualquier intento de reconciliación.

ICARDI QUIERE CUSTODIA, WANDA NO CEDE

Mientras tanto, las redes arden, los medios especulan y Wanda, una vez más, enfrenta el huracán con la frente en alto. Pero esta vez, las amenazas cruzaron un límite que nadie esperaba.

“No voy a permitir que nadie me diga cómo ser madre”, habría dicho Wanda a su círculo íntimo tras leer los mensajes más agresivos.