Se terminó el juego. Ya no hay posibilidades de subsistencia en la casa para Zoe Bogach, que cayó en las garras de la temida instancia de eliminación de Gran Hermano y conmocionó a los fanáticos de la primera hora por su salida, luego de cinco meses de convivencia en la competencia.

La joven sufrió las secuelas de esa decisión de la producción de meter a la fuerza a familiares, y amigos, en la última semana. Evidentemente, la influencia de su mamá Aixa le surtió un efecto negativo, que la perjudicó notoriamente, al menos eso sostienen los analistas.

La blonda lloró al escuchar la definición del voto telefónico, sufrió una batidora de emociones al agarrar sus pertenencias y caminar los metros menos deseados, los que la separaban de la puerta de ese lugar en el que transcurrió una montaña de semanas y semanas.

Al producirse su eyección del juego, las redes sociales explotaron con todo tipo de mensaje, pero se destacó uno, que refiere al final de una era, de una etapa, más precisamente de un grupo que se configuró en los primeros días de esta edición del reality: Las superpoderosas.