Cuando parecía que todo iba por el carril habitual rumbo a una nueva gala de eliminación, Gran Hermano volvió a sorprender con un mensaje inesperado que cambió el clima dentro de la casa. Lo que se perfilaba como otra noche de tensión por las votaciones, derivó en un reto y castigo generalizado que dejó a todos los jugadores en completo shock.

El primer anuncio llegó de la mano de Santiago del Moro, que antes de la gala del domingo advirtió que, al comenzar el programa, habría un comunicado especial. Lo dijo con su estilo habitual, sin dar demasiadas pistas pero con un detalle muy contundente: “¡Así no!”. Pero lo cierto es que nadie esperaba lo que vino después.

Si bien se intuía que se trataba de una fuerte penalización, la sorpresa llegó minutos después de comenzar la emisión de esta noche. En ese momento, Del Moro confirmó que se venía un comunicado por parte del Big luego de que un grupo escuche una serie de gritos que llegaron desde el exterior.

Ya con todos reunidos en el living, la voz de Gran Hermano tomó la palabra. Firme y sin vueltas, comenzó a hablarle a los participantes que siguen en carrera: “En los últimos días, se registraron diversos gritos, provenientes del exterior. No en todos los casos se respetó el protocolo, que ordena regresar inmediatamente al interior de la casa”.

EL CASTIGO DE GRAN HERMANO A TODA LA CASA POR ESCUCHAR LOS GRITOS DEL EXTERIOR

“Fueron muchas las transgresiones en este sentido, pero quiero detenerme en una situación, yo diría muy grosera. Protagonizada por un grupo de personas, quienes tras un grito permanecieron en el jardín durante varios segundos, con el propósito de escuchar la totalidad del mensaje procedente del afuera”, siguió el comunicado, ya apuntando directamente al grupo de Santiago ‘Tato’ Algorta, Luz Tito y Lucía Patrone, el hoy Tridente.

Esta serie de situaciones, como parte de un cúmulo de desobediencias, no le cayeron nada bien al dueño de la casa. “De más está decirles que no acepto este tipo de picardía o artimañas. Los protocolos están para ser respetados, quien no lo entienda, estará en problemas”, continúo la voz de Gran Hermano.

¿La sanción? Contundente. Y colectiva. “He decidido lo siguiente: le descontaré la mitad del presupuesto para la compra de esta semana. De ganar la prueba, tendrán el 50% del presupuesto, si la pierden, solo el 25%”. La reacción y el fastidio fue total, ya que si bien nadie se hizo cargo de escuchar los gritos, el presupuesto para la compra semanal recibirá una fuerte baja y ahora habrá que surfear la ola con poca comida.