Cuando Ambrosino le preguntó «cómo le caía esta relación», Sabrina fue contundente: «me chupa soberanamente un huevo», respondió sin dejar dudas. Después, remarcó una y otra vez que para las tareas del hogar como arreglar tuercas o caños «Castro es muy malo y me tenía que arreglar yo solita literalmente» pero en otras cuestiones «domésticas» mucho más íntimas «hace cosas muuuuy buenas. Todas las que pasamos por ahí damos fe de eso».

LAS CHICANAS DE SABRINA ROJAS PARA HABLAR DE LA RELACION DE LUCIANO CASTRO Y GRISELDA SICILIANI

«No tengo idea ni tampoco me interesa mucho cuándo empezaron a salir o si están hace tres semanas o más. Cada uno hace si vida y listo, que sean felices. ¿Ella? No se, nada…» siguió con sus «palitos ninguneadores» hacia la pareja que hace hablar a la farándula entera. «Honestamente, me sorprendió un poco. Pensé que el Gordo iba a estar más tiempo soltero. Tiene sus necesidades, obvio, pero pensé que iba a atender esas necesidades, no a ponerse de novio tan rápido. Es como que está poco tiempo soltero».

Poco después, entrevistada por Socios en el espectáculo, Sabrina siguió con la misma actitud y prácticamente descartó la posibilidad de tener una buena relación con Griselda. «Naaaa…. amiga de las novias de mi ex pareja, no, para nada. Para nada. Como eso de hacer un viaje… pero ni a palos. No da, no nada. Ellos que hagan lo que quieran pero a mi que me dejan hacer mi vida».