La conflictividad permanece latente y siempre a flor de piel en esa convivencia forzada con desconocidos, que además implica la competencia entre un grupo de personas por atrapar un premio enorme y gigante en lo económico, que ronda los ochenta millones de pesos.

Gran Hermano demuestra la capacidad del ser humano para tejer alianza y pergeñar tácticas para desestabilizar al rival, usando todos los artilugios posibles, sin mediar en la afectación emocional y de la psiquis. En ese sentido, Catalina y Gabriela cruzaron un límite.

Se acaban de viralizar imágenes tremendas, absolutamente impactantes en las redes sociales, que muchos fanáticos consideran una prueba fehaciente para exigir la expulsión de esas dos participantes. Todo este accionar se vincula con una maldad muy peligrosa contra Tato.

Cata y Gabriela se aliaron para perjudicar al uruguayo, uno de los grandes candidatos, pero en pos de menoscabar su fortaleza y su apoyo del público, estas concursantes llevaron a cabo una actividad sumamente dañina que incluye meterse con la salud.

CATA QUISO LASTIMAR A TATO EN GRAN HERMANO

Resulta que Algorta se predispuso a cocinar un bizcochuelo para la merienda, pero con la salvedad que no puede consumir gluten, dado que es extremadamente perjudicial para su cuerpo. En ese proceso, Gorostidi y Gianatassio intervinieron el horno para en principio quemarle la preparación.

Lo más repudiable se produjo cuando Cata lo sacó de las llamas y le añadió condimentos para que Tato comiera, sin saberlo, elementos que lastiman su cuerpo. Por eso, el charrúa explicó: “Me cayó como una patada en el pecho”. Más tarde un familiar del uruguayo confirmó el padecimiento: “Él no consume gluten por un tema de salud. No es por elección. Lo que tiene son temas autoinmunes (uveitis e hipotiroidismo) y consumir gluten le hace mal”.

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En las últimas horas se viralizó un video donde se lo observaba a L Gante agrediendo a su representante, Maximiliano Barbacia, más conocido como Maxi el Brother.

El manager de L Gante habló del conflicto que tuvo con su jefe: «Todo tranqui, fue una discusión entre nosotros, debe haber temas que L Gante no habla, se recarga con cosas».

La reacción de Lizy Tagliani en plena calle sorprendió a todos. Y es que, mientras hablaba con la prensa sobre las gravísimas denuncias que le hizo Viviana Canosa, una mujer la interrumpió con un grito inesperado que la descolocó por completo. “¡Te amo, Lizy!”, se escuchó de fondo y la conductora no dudó en responderle en vivo.

Lizy venía de terminar su programa de radio cuando se encontró con varios cronistas esperándola en la puerta. Con anteojos de sol y cara seria, aceptó hablar sobre el escándalo que enfrenta. “Desde el minuto uno, estoy a disposición de la Justicia. Quiero dejar en claro que jamás en mi vida tuve contacto íntimo con un menor de edad, nunca, bajo ningún punto de vista. Tampoco robé. Son barbaridades lo que están diciendo”, lanzó sin filtro.

Mientras hablaba, la tensión se cortó cuando una señora volvió a gritarle con fuerza: “¡Gracias por existir, Lizy, sos lo más grande que hay!”. Ella se quebró y respondió con una sonrisa: “Gracias, mi amor. Por suerte tengo el apoyo de la gente, que es lo único real en medio de todo esto”. La frase dejó en claro cómo está emocionalmente frente a esta situación.

A pesar del cariño que recibió en la calle, Lizy se mostró firme. “La pedofilia se debe investigar y se debe castigar con la mayor rigurosidad de la ley. Que se investigue a fondo, porque con los chicos no”, dijo tajante. Y agregó: “Voy a seguir en la justicia. No voy a parar hasta que mi nombre quede donde tiene que quedar”.

Con la voz quebrada, recordó su propia historia. “Jamás estuve con un menor, ni en chiste. Porque yo lo padecí desde los cinco años. No puedo despertarme un día y encontrarme con esta atrocidad”, confesó. En ese momento, otro grito la interrumpió: “¡Fuerza, Lizy, estamos con vos!”. Y ella, emocionada, solo atinó a levantar la mano en señal de agradecimiento.

Para cerrar, dejó en claro su decisión: “Confío en la justicia argentina, pero si no me da la respuesta que espero, voy a ir hasta la Corte Interamericana de Derechos Humanos. No voy a permitir que se me ensucie así. Yo trabajo desde 1985 sin faltar un solo día. Que alguien venga a decir lo contrario, pero con pruebas”.

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