El martes por la noche, las cocinas de MasterChef Celebrity vivieron uno de los momentos más tensos de la temporada. Marixa Balli y Germán Martitegui protagonizaron un inesperado cruce que encendió el estudio. Todo comenzó cuando el chef se acercó a supervisar la preparación de la bailarina.

Martitegui no dejó pasar la actitud de la participante y le reprochó que ni siquiera lo mirara a la cara mientras hablaba. “No me diste ni bola cuando pasé por la estación”, lanzó. Balli, lejos de quedarse callada, siguió cocinando mientras intentaba explicar que solo quería concentrarse.

Cuando llegó el momento de presentar su plato, Marixa sorprendió con un comentario que descolocó a todos. A modo de verso, miró fijo a Martitegui y dijo: “Tu mirada es muy penetrante. Tu mirada es muy fuerte. Hoy tuvimos un encuentro en el horno, que fue una cosa… Tremendo”.

Martitegui respondió con su estilo serio y directo, recordándole a Marixa su actitud anterior: “No me diste ni bola cuando pasé por la estación”. Ella, entre risas nerviosas, le juró que no fue su intención ignorarlo. Pero el jurado le dijo: «Que contestadora«. Y la morocha no dudó en retrucar: «No, no. Estoy distendida»

LA TERRIBLE NOCHE DE MARIXA BALLI

Mientras tanto, el desafío de la noche consistió en preparar una milanesa con guarnición en menos de 50 minutos. El jurado explicó que los ingredientes dependían de un juego previo con pelotitas, lo que generó caos y risas. Damián Betular fue el encargado de detallar la dinámica.

En medio de la prueba, Marixa volvió a ser protagonista al mostrarse frustrada por no atrapar ninguna pelotita. El Chino Leunis intentó ayudarla y terminó generando una sanción: la producción lo obligó a devolver las pelotitas por romper las reglas.

La llegada de la serie de ocho episodios de Netflix titulada Reclutas está moviendo el tablero: apenas se estrenó, ya se convirtió en tema obligado de conversación entre maratones y sobremesas.

Lo que hace que “Reclutas” se destaque no es solo su duración compacta, ocho capítulos que se devoran en una tarde, sino el pulso narrativo que combina dramatismo con humor ácido, un combo poco habitual.

Basada en la experiencia real de Greg Cope White, exmiembro de los Marines de Estados Unidos que, en plena década de los 80, desafió prejuicios y barreras por su orientación sexual, la trama de Netflix no se conforma con contar hechos: los dramatiza, los revisita, los destila.

Desde el primer episodio, la tensión se sostiene sin tropiezos: el protagonista navega obediencia militar, autodescubrimiento y el choque cultural de una época donde “ser uno mismo” era una condena silenciosa. Y la serie lo hace sin solemnidad excesiva: fluyen escenas que arrancan risas, excitan el nudo de la trama o cortan el aliento con un giro inesperado.

LA MINSIERIE DE NETFLIX QUE NADIE QUIERE PERDERSE

El elenco acompaña con solvencia; la ambientación ochentosa consigue que uno respire el rigor del cuartel, la tensión de los subordinados y el murmullo de los pasillos cargados de presiones que ofrece Netflix. 

Todo eso mientras “Reclutas” mantiene un ritmo que empuja al televidente a querer el siguiente capítulo antes siquiera de cerrar el anterior. En tiempos donde el “bingewatch” es lo habitual, esta propuesta de ocho entregas aparece como una alternativa perfecta: completa, dinámica y sin relleno. 

Es, en palabras simples, la maratón que podés dar en uno o dos días. Para los fans del drama con fondo histórico, del humor que no subestima, y del storytelling que no se dispersa: “Reclutas” es el nuevo “no me lo pierdo”. Así que sí, ya tiene un lugar reservado en la lista de favoritos de muchos.

Maxi López compartió en MasterChef un detalle íntimo de la vida familiar que sorprendió a los televidentes. Mientras su esposa, Daniela Christiansson, está en Suiza esperando la llegada de su hijo, el futbolista y conductor se encuentra en Argentina grabando el reality culinario. La separación temporal no le impide estar pendiente de los caprichos de su pareja.

Durante la prueba de milanesas en el programa, Maxi se mostró cómodo frente a la cocina y explicó su experiencia con los platos tradicionales. “Es algo en lo que me desenvuelvo bien porque lo hacía siempre para los chicos”, aseguró, dejando en claro que la preparación de la comida no es algo nuevo para él.

El jurado, intrigado por su técnica, le consultó sobre los motivos detrás de su dedicación culinaria. Entonces, Maxi López reveló: “Estoy acostumbrado a hacerlo para mi esposa que está embarazada. Tiene antojo de milanesas y a veces tengo que hacerle a la madrugada”. La confesión provocó risas y comentarios entre los presentes, mostrando su faceta más tierna y familiar.

Lejos de Suiza, Daniela Christiansson transita los últimos meses de su embarazo mientras Maxi mantiene la rutina del programa. La pareja ha sabido equilibrar la distancia gracias a la comunicación constante y pequeños gestos, como enviar fotos de los platos que prepara para ella.

LA CONFESIÓN DE MAXI LÓPEZ

La historia del antojo de milanesas se viralizó rápidamente entre los seguidores del programa, quienes se mostraron divertidos por la dedicación de Maxi hacia su esposa. Muchos comentaron en redes sobre la ternura que genera ver a un hombre tan atento a los deseos de su pareja, incluso desde kilómetros de distancia.

Al cierre de la grabación, Maxi López dejó en claro que, aunque la distancia con Daniela Christiansson se siente, ningún antojo de su esposa se le escapa. Entre risas y delantales manchados de harina, quedó demostrado que el amor también se cocina a fuego lento, incluso a miles de kilómetros de distancia.