Emma, Bauti y Nico no sólo se disputarán la corona del campeón. Al mismo tiempo jugarán por los premios económicos y materiales que les corresponden en orden decreciente a los finalistas del realitie. El ganador se llevará los 50 millones asignados al primero más los dividendos otorgados por una empresa de pagos (se calcula un total de 71 millones), una casa, una moto y un año de cerveza gratis. Para el subcampeón hay 10 millones de mangos, una moto y un año de cerveza gratis, y para quien complete el podio 5 millones, una moto y un año de cerveza gratis. Segundo y tercero podrán canjear ese dinero por una casa.

LAS ENCUESTAS DE GRAN HERMANO ANTICIPAN QUIEN SERA EL CAMPEON DE 2024

Nobleza obliga: en este punto, hay que hacerle un reconocimiento a Fefe Bongiorno, una de las dos «suricatas» de LAM, quien en un mar de encuestas que evalúan a Gran Hermano ha hecho desde la primera semana las más creíbles y multitudinarias. Con un nivel de aciertos que ha logrado superar ampliamente el de los sondeos que se encargan para analizar y anticipar las elecciones nacionales, por ejemplo, sus «bocas de urna» han ido adelantado con notable precisión cada salida. Aplauso, medalla y beso para sus compulsas, pues.

En la de esta semana, en la que el voto es positivo (es decir, se elige «quién querés que gane Gran Hermano» y no «quién querés que se vaya de la Casa») participaron nada más y nada menos que 100.000 personas, una verdadera locura. Y los números, cómo siempre, son bastante claros. No caben dudas de que viene tercero y muy muy lejos de los otros dos Nicolás Grosman, el muchacho de Ramos Mejía. Recibe tan sólo el 3,4 por ciento de los votos (menos inclusive que la opción «no sabe/no contesta», elegida por el 6,7 por ciento de la gente). En la pelea por la corona hay un fuerte y recontra pareja «cabeza a cabeza» ya que segundo está Bautista Mascia con el 43, 7 por ciento y quien está liderando y hoy sería el campeón es Emma Vich con el 46,2 por ciento de los votos.

Como se dijo siempre, desde la primera vez, estos son «bocas de urna» y no la realidad, que está sólo en los votos que recibe Telefe y que van al sobre de Santiago del Moro. ¡La última encuesta! Una mezcla de alegría y de tristeza, de alivio y de melancolía, de calma y de sensación de vacío. ¡Hasta el próximo GH!