Uno de los temas más comentados en la antesala del partido entre River y Nacional tuvo que ver con el arbitraje de Anderson Daronco. Si bien será el segundo brasileño en dirigir al equipo de Demichelis en esta edición (ante Táchira y Libertad estuvo Raphael Claus), su nombre era recordado en Núñez por un antecedente lejano y polémico a la vez. Lo cierto es que, en Montevideo, sumó algunas decisiones cuestionables que terminaron provocando el enojo de todo el equipo de Núñez.

El musculoso árbitro de 43 años, nacido en Santa Maria (Río Grande del Sur) y profesor de Educación Física, dirigió tres veces al CARP por Libertadores antes del duelo ante el Bolso: contra Emelec (1-1) en 2017 y en la inolvidable edición de 2018 estuvo presente en la ida de octavos de final ante Racing (0-0) y luego en el 3-1 de cuartos ante Independiente, juego en el que tomó una decisión que se sigue recordando, sobre todo en Avellaneda.

En aquel partido de vuelta en el Monumental, Javier Pinola, hoy uno de los ayudantes de campo de Demichelis, rechazó una pelota adentro del área y en la misma acción le metió la plancha a Martín Benítez, pero ni el árbitro brasileño ni el VAR -estaba a cargo Wilton Sampaio- interpretaron que era penal y decidieron reanudar el juego.

Luego de aquella jugada en la que Daronco no se acercó al monitor como es recomendado en ese tipo de situaciones, el equipo de Gallardo se impuso por 3-1 y el Rojo quedó afuera. En esta edición, casi seis años después, volvió a dirigir a River en Uruguay. Y no pasó inadvertido…

Independiente protestó un poco y esperó que el juez chequeara con sus asisentes del VAR. Ponzio, consciente de que podía ser una jugada determinante, apuraba justamente al juez que lo había expulsado en la ida contra Racing por doble amarilla: «Dale, dale que vamos a jugar, eh», dijo firme, inteligente, marcando cancha.

Después, Daroco mantuvo el diálogo con sus asistentes de VAR, a quienes les había pedido que chequearan si había habido falta. «Ellos chocaron, entonces está correcto», explicó antes de seguir, y mientras el uruguayo Silva esperaba para sacar el lateral.

La recordada acción de Pinola y Martín Benítez

Árbitro: Anderson Daronco.

Árbitro asistente 1: Danilo Manis.

Árbitro asistente 2: Bruno Boschilia.

Cuarto árbitro: Edina Alves.

Un partido que parecía tranquilo para River, con un 2-0 a favor, se terminó calentando en un instante de descontrol. Leandro Lozano se lanzó con los dos pies hacia adelante contra Rodrigo Aliendro. Una acción riesgosa y temeraria que dejó al volante de River en el piso, con los ojos cerrados por el dolor, pidiendo asistencia. Lo que siguió fue un escándalo. Paulo Díaz se lanzó contra Lozano, otros jugadores se sumaron y se armó una trifulca. Todo esto duró casi dos minutos. Cuando finalizó la tangana, el árbitro brasileño Anderson Daronco le sacó una amarilla al autor de la falta. Y fue llamado por el VAR, a cargo de Wagner Reway.

Romero le pegó una trompada en el medio de la cara a Paulo Díaz, escena que se vio nítidamente en el video del VAR. Y, por si eso no hubiera sido suficiente para una roja, en la jugada de la falta a Aliendro, el defensor de Nacional golpeó a Rodrigo Villagra.

Este momento pudo haber cambiado el destino del partido. Es que hasta River estaba 2-0 arriba y pudo haber jugado casi todo el segundo tiempo con dos hombres más. Sin embargo, luego Nacional se lo empató en 70 segundos.

River quedó líder y casi clasificado a octavos, con 10 puntos. Y, con bronca por las decisiones de Daronco. Borja fue uno de los que cuestionó duramente al árbitro. «Hay una jugada que marca el partido, que es roja: no entiendo cómo al árbitro, con más de 500 partidos dirigidos, le cuesta sacar una roja. Si te llaman del VAR no es por una amarilla, es por una roja. Entonces no le puede pesar sacar una roja. Creo que eso influyó mucho, pero bueno. Hay que seguir trabajando, se nos han dado los resultados, pero hay que seguir».