Llegó la hora. River sale a jugar esta noche en Belo Horizonte el partido más importante pero también más difícil del 2024. El más bravo entre todos los que disputó en lo que va del año. El primero contra un brasileño desde aquella dolorosa eliminación ante Inter en Porto Alegre en tiempos de Martín Demichelis. Y también el último que afrontará fuera del Monumental en esta edición bien especial de Copa Libertadores en la que definió y definirá todas las series de playoffs en casa y que ya tiene confirmado al Liberti como sede de la final única el 30 de noviembre.

Aunque aquí, entre las montañas de la Serra do Curral, se vive un clima de final anticipada aún cuando en la capital del estado de Minas Gerais se jugarán los primeros 90 minutos de la serie de semifinales.

En un escenario hostil, con poco más de 40 mil torcedores del Atlético Mineiro dispuestos a tirar la casa por la ventana a pesar de las advertencias de las autoridades y de la sanción de Conmebol a la que se exponen por reincidencia tras el uso de bengalas frente a Fluminense en cuartos. Con 4 mil hinchas de River que representarán a millones y que llegaron a BH en las últimas horas por aire pero sobre todo por tierra con una caravana de más de 20 micros. Contra un equipazo que resulta del maridaje entre la tradición brasileña de juntar cracks (Hulk, Paulinho, Scarpa, Arana, Deyverson y compañía) y la idiosincrasia táctica rioplatense que le aporta un Gabriel Milito que conoce muy bien a River y más a un River de Gallardo y que transformó al Galo en un conjunto pragmático. Con el Muñeco en el banco para intentar escribir otra página de gloria en su torneo favorito y en el país que fue escenario recurrente de sus grandes batallas.

La de esta noche, desde las 21.30, será una de esas. Una noche hecha y derecha de Libertadores de la que River buscará salir de pie, entendiendo que en una semana el hervidero será un Monumental con más de 80 mil hinchas del CARP que van a jugar su partido: en Núñez lleva puntaje perfecto en esta CL y también lo arrastra de la edición anterior (cinco triunfos este año y cuatro en 2023, a igual cantidad de juegos). Por eso será clave que se cumpla el propio vaticinio del Muñeco, que su equipo no flaquee ni deje a gamba a todo el colectivo riverplatense en una parada tan complicada. Es que el Mineiro en su nuevo estadio, el Arena MRV, también se hace muy fuerte, con una racha global idéntica de cinco triunfos en cinco partidos en esta CL y con un invicto global que ya tiene casi cuatro meses y 12 PJ (la última derrota, el 3 de julio con Flamengo, su próximo rival en la final de la Copa de Brasil).

Sí, el desafío es muy grande para un River que sigue sin encontrar un juego fluido y que, paradójicamente, desde el regreso de MG parece bastante mejor preparado para los duelos coperos que para el semana a semana del torneo doméstico. Tiene cierta lógica si se lee en clave gallardística. Por un lado, porque los equipos del Muñeco durante su primer ciclo se destacaron mucho más en los enfrentamientos decisivos, en los mano a mano, esos que no tienen mañana, que en los partidos de Liga, que dan revancha domingo tras domingo. Por otro, porque entendiendo que para que el funcionamiento vuele se necesitará de una pretemporada larga, lo que logró aportarle el deté a este plantel en poco tiempo fue lo más urgente, mentalidad para no escaparle a la pelea como ocurría con su antecesor, para no resignarse en canchas incómodas fuera del hábitat y la zona de confort del Monumental: acaso así tenga sentido que a este River le caigan mejor las guerras deportivas de Libertadores, ultradisputadas, de pierna fuerte, que los juegos del fútbol local en los que por jerarquía propia y postura de sus rivales tiene la obligación de ser protagonista, de tomar la iniciativa y de abrir defensas.

Por eso también, pensando en la vuelta, será clave salir fortalecido de Brasil. Para contrarrestar todo el poderío del AM de Milito, el Muñeco evaluará hasta último momento si repite su equipo base de Libertadores o si, como hizo con éxito contra Boca, planta un esquema de tres/cinco defensores con Bustos (ya recuperado de su desgarro de grado uno en el sóleo derecho), Pezzella, Paulo Díaz, el ingreso de González Pirez y Acuña: en ese caso, debería sacrificar a un ofensivo (¿Meza, que volvió falto de ritmo vs. Vélez?).

Por lo demás, necesitará arriba de un Borja mucho más preciso de lo que se lo vio últimamente. El colombiano no deberá fallar las que tenga si River quiere llevarse algo importante de ésta, para muchos una final anticipada para ir por la Gloria Eterna.

Belo Horizonte (enviado especial).

A. Mineiro: Everson; Lyanco, Battaglia, Alonso; Scarpa, Otávio, A. Franco o F. Vera, Arana; Hulk, Paulinho y Deyverson. DT: G. Milito.

River: Armani; Bustos, Pezzella, P. Díaz, Acuña; Simón, Kranevitter, I. Fernández o González Pirez; Meza o González Pirez, Borja y Colidio. DT: M. Gallardo.

Árbitro: Jesús Valenzuela (Ven). VAR: Juan Lara (Chi).

TV: Fox Sports, Telefé y Disney +.