Lo ganó con una movida de ajedrez. Fernando Batista fue el arquitecto que sentó las bases para el triunfo de Venezuela ante Ecuador en el arranque de la Copa América. El técnico argentino de 53 años acertó con los ingresos de Jhonder Cádiz y Eduard Bello, quienes entraron en el segundo tiempo, le dieron frescura al equipo y sellaron los goles de la victoria.

“Lo único que yo quería era no desesperarnos cuando quedamos con uno más. Metí dos variantes y por suerte salieron bien. Tenemos que mantener los pies sobre la tierra. El miércoles, contra México, será una final”, expresó el Bocha. Y se refirió a los cambios con los que cambió el rumbo del encuentro: «Todos los entrenadores intentamos, a veces sale y en otras, no. Esta vez gracias a Dios salió. Los muchachos que entraron estuvieron a la altura».

El técnico de Venezuela insistió en que no se pueden relajar y consideró que se el examen que tendrán por delante será muy duro: «Los tres rivales son difíciles, para mí México tiene buenos jugadores y va a ser un partido apretado. Va a haber un estadio con mucha parcialidad mexicana, tenemos que pensar en Venezuela y en cómo preparar el partido».

Batista levantó a la Vinotinto. La transformó en un equipo muy competitivo. Las estadísticas hablan por sí mismas: cortó una racha de cinco años sin ganar en el certamen continental, marcha cuarto en las Eliminatorias y sufrió apenas dos derrotas en sus 13 partidos al frente del equipo. Y ayer dio vuelta un duelo de Copa América por primera vez en 108 años.

«Es un gran entrenador, identifica muy bien las situaciones. Es muy importante tenerlo acá con nosotros», comentó Rafael Romo, arquero de Venezuela. «Me pidió que esté tranquilo, me dijo que las situaciones iban a aparecer y que el gol iba a llegar», comentó Cádiz, autor del 1-1 parcial de la Vinotinto. Hasta Félix Sánchez Bas, entrenador español de Ecuador, elogió a su colega argentino: “El estratega rival ha sido mejor que yo”.