Quenda es un lateral del Sporting Lisboa, de 18 años. En los festejos de los dos últimos títulos, la Liga y la Copa de Portugal, había mostrado una camiseta con la imagen de su compañero Esgaio y la frase «falas muito. Chupa Caralho». Esto, fue una referencia directa a Nicolás Otamendi, porque sobre el final del partido de los Leones ante el Benfica, el portugués había discutido mal con el zaguero argentino y le gritó ese insulto que traducido es así: «Hablás mucho, chupame el pene».

El Tribunal de Disciplina luso actuó y le dio dos fechas de suspensión a Quenda. Se sumaron dos sanciones: una por mostrar esa imagen al ganar el título de Liga, en el partido contra el Vittoria Guimaraes, y también en el match de la Copa contra Benfica. Antes, Esgaio había recibido dos fechas de sanción porque el referí del clásico lo escuchó cuando insultó a Otamendi.

Esto le agrega un morbo tremendo al próximo clásico entre Benfica y Sporting Lisboa, el 31 de julio, por la Supercopa de Portugal. Aunque tanto Esgaio como Quenda no podrán jugar por la sanción disciplinaria.

La prensa portuguesa insiste con que es muy posible que el argentino, del Lyon (descendido a Ligue 2 por fallas administrativas), pase a las Águilas. Se habla entre 26 y 34 millones de euros por el 80% del pase. De todas maneras, no hay confirmación oficial de los clubes.

Me gustaría retirarme en una cancha”, aseguró Alejandro Gómez hace un tiempo charlando en Clank y hoy aquel anhelo sostenido durante más de un año a fuerza de voluntad, psicólogos y padel, está muy cerca de convertirse en realidad. Es que este viernes el Padova que milita en la Segunda División del fútbol italiano hizo oficial su contratación y antes de fin de año el mediocampista de 37 años podría reaparecer en una cancha.

El Papu fue informado sobre un doping positivo de terbutalina (un broncodilatador prohibido por la Agencia Mundial Antidopaje) a dos días de la final contra Francia del Mundial de Qatar 2022. Teniendo en cuenta el contexto de definición, decidió callarlo. “Esos días me enfermé, tuve fiebre, estuve muy mal. No se lo quise decir a nadie, me parecía muy egoísta de mi parte contarle algo feo a los chicos que estaban por jugar la final del mundo”, relató sobre aquel momento, en donde él ya estaba descartado por la rotura del ligamento deltoideo de su tobillo izquierdo que sufrió ante Australia, en el duelo por los cuartos de final, que al regreso lo obligó a pasar por el quirófano.

Pese a que presentó varios recursos alegando que había olvidado informar que había tomado un jarabe de sus hijos antes del control realizado en noviembre de 2022, en un entrenamiento del Sevilla, la Comisión Española Antidopaje no tuvo piedad y lo sancionó con la máxima pena posible: dos años no solo sin jugar sino también imposibilitado de protagonizar todo tipo de actividad deportiva, por lo que ni siquiera pudo hacer el curso de entrenador como tenía pensado. “Cuando me confirmaron la pena, se me cayó el mundo”, reconoció en aquella entrevista con Juan Pablo Varsky.

El 8 de octubre de 2023, luego de operarse e irse del Sevilla español, el Papu jugó su último partido. Fue con la camiseta del Monza. De ahí en más, la sanción ya ni siquiera le permitió entrenarse con un plantel profesional. Además del refugio en sus seres queridos y en la psicología, para poder superar el momento el argentino siguió entrenándose de forma individual y empezó a competir, con buenos resultados, en padel.

Ahora, a poco de cumplir la sanción, el campeón del mundo entró en la recta final para volver a jugar. El Padova de la Serie B hizo oficial el acuerdo que ya estaba cerrado de palabra hace unos días y el ex Arsenal de Sarandí y San Lorenzo firmó contrato por dos años. Por ahora seguirá entrenándose en forma particular hasta el 19 de agosto, cuando ya esté autorizado a integrarse a un plantel; mientras que deberá esperar al 20 de octubre a ser libre de pisar una cancha nuevamente. ¿Será Padova el last Papu dance?