El PSG hizo historia. Después de tanto luchar, el conjunto parisino consiguió la tan ansiada Champions League con una contundente victoria por 5-0 ante el Inter. Y gran parte de eso es gracias al tremendo equipo que logró conformar Luis Enrique, que supo reinventarse tras la salida de Mbappé y le dio forma a un plantel que se hizo aún más competitivo a pesar de la partida de su gran estrella.

Es así que, ya en el Real Madrid, Mbappé vio cómo su ex equipo levantó la Orejona justo en la temporada siguiente a la que decidió marcharse, y claro que eso no le pasó desapercibido y fue uno de los primeros jugadores en expresarse luego de la impactante goleada contra el Inter.

«Por fin ha llegado el gran día, la victoria y al estilo de todo un club. Felicidades, PSG», escribió el francés en su cuenta de Instagram junto a una imagen de la Champions League.

Así, Mbappé no se olvidó de su ex equipo, con el que tanto intentó alcanzar este logro pero que no pudo cumplir hasta su salida al Real Madrid. De igual modo, el delantero festejó a la distancia la consagración de ese club en el que tantos años pasó y fue la figura año a año.

«Sin Kylian Mbappé seremos mejores», declaraba el técnico español hace un año cuando recién estaba confirmada la llegada del francés al Real Madrid. Claro que en ese tiempo los dichos del DT hicieron ruido, ya que se trataba de la partida de la gran figura del equipo, quien asumía la responsabilidad y guiaba al plantel a luchar por grandes cosas. Pero la realidad es que el tiempo le terminó dando la razón a Luis Enrique.

Y es que el técnico justificaba sus dichos diciendo que «con Mbappé teníamos un jugador que iba por libre. El hecho de tener un jugador que se movía por donde él quería implica que hay situaciones del juego que yo no controlo. Ahora lo controlo todo», explicaba en Movistar+. Y es que justamente el español decía que «si alguien marca 40 goles, desde luego no le cerraremos las puertas, pero si me baso en mi experiencia, es mejor tener cuatro jugadores que marquen 12 goles», algo que hoy consigue de la mano de jugadores como Dembelé, Doué o Kvaratskhelia. Además, con el ex Barcelona consiguió aceitar algo que con Mbappé no podía: asfixiar al rival en la salida, algo que quedó clarísimo en la final contra el Inter.

Así, Luis Enrique disfruta de su segunda Champions como entrenador, 10 años después de alcanzar la gloria con el Barcelona, y eso que ahora no cuenta con las grandes figuras que el equipo tuvo en el pasado. Pero a fin de cuentas, el tiempo igualmente le terminó dando la razón.

Tras la dura derrota en la final de la Champions League ante el PSG, Simone Inzaghi se mostró autocrítico pero también orgulloso del recorrido del equipo. “No parecía mi Inter, y lo sabemos. Pero estoy orgulloso de los chicos y de lo que han hecho a lo largo del camino”, afirmó el técnico.

Inzaghi reconoció que el PSG fue superior en todos los aspectos: “El PSG siempre llegaba primero en los segundos balones. En cuanto encajamos un gol, ampliaron la diferencia y se produjo este amplio resultado. Recibimos goles como nunca antes en nuestra carrera”. El entrenador subrayó que el planteamiento no fue el adecuado y que eso facilitó el dominio del rival: “Lo planteamos mal, el París fue superior y debemos reconocer el mérito del rival”.

A pesar del golpe, el entrenador no quiso minimizar lo logrado en la temporada: “El París se merecía ganar la Copa y este partido. Hay una gran decepción y amargura, pero el camino de los chicos ha sido magnífico. Como entrenador, estoy orgulloso. No jugamos una final de la mejor manera, pero al final les agradecí a los chicos lo que hicieron esta temporada”.

Respecto a su continuidad, Inzaghi no dio certezas: “¿Seguiré de azul y negro o cederé a la tentación del Al Hilal? Ya veremos. Esta noche hay demasiada amargura para pensar”. Y concluyó con una reflexión: “De las derrotas se sale más fuerte. Esta noche duele como en Estambul. Llegamos más cansados que el PSG. Sabíamos que eran más fuertes y teníamos que ser mejores. No lo fuimos, y merecimos la derrota”.

Capitán del barco, líder emocional, gran entrenador y probablemente el principal responsable de la consagración del Paris Saint Germain en la Champions League. Luego del partido, Luis Enrique habló de su trabajo para llevar al PSG a donde se encuentra hoy, pero también regaló unas emocionantes palabras en torno a su hija Xana, fallecida años atrás.

“Nadie se esperaba esto, de hecho, el partido ha estado competido. Hemos entrado bien, gestionado las emociones, jugado a un grandísimo nivel. Todos hemos hecho un trabajo solidario y hemos conseguido que el Inter no encontrara el camino para llegar a nuestra portería”, expresó el DT analizando el partido.

Acerca de haber conseguido el histórico logro de la primera Champions League en la historia del club, manifestó: “Muy contentos, era un gran objetivo, muy ambicioso, lo hemos conseguido y seguro lo vamos a disfrutar”.

Pero lo más emotivo llegó cuando el entrenador español recordó a su hija Xana, quien falleció cuando tenía nueve años y siempre lo acompañado a lo largo de su carrera. “Xana está aquí con nosotros, con la familia y con todos sus amigos, todos los días, cuando uno ama a personas desde el corazón siempre están contigo. Hoy seguro estaría aquí corriendo”, expresó con una gran sonrisa.

Por último, concluyó: “Es un día muy bonito, compartirlo con tantos amigos y familia… Cuando consigues hacer feliz a tantos aficionados es bonito”.

Fue esa misma frase, la que refirió a su hija, la que emocionó a Mariano Closs y Diego Latorre, periodistas que se encontraban a cargo de la transmisión, que quedaron al borde de las lágrimas con lo que dijo el DT.

Mariano Closs, por su parte, se mostró conmovido. “Como seguir sin emocionarse siendo padres, con esta entereza de Luis enrique. Es un hombre muy entero, emocionó a todo el mundo”, expresó casi entre lágrimas.

A su vez, Diego Latorre, necesitó unos segundos para recomponerse y luego reflexionó sobre la frase del DT: “Dame un minuto, es muy fuerte. No se que hizo para transformar ese dolor, uno no puede imaginar un dolor semejante y el ha podido sonreír y estar acá”.