Maxi Salas lo levantó en andas una vez finalizado el encuentro de cara a la popular. El delantero entendió que él, uno de los hombres que más sufrió para llegar a la gran final de la Copa Sudamericana, se merecía la ovación por parte de la gente. Símbolo de Racing, Gustavo Costas está a un pasito de lograr el mayor objetivo de su carrera deportiva: llevar al club de sus amores a quedar a un pasito de ser campeón.

De chiquito fue la mascota del equipo, como jugador fue el que más presencias tuvo en la rica historia (337 encuentros y nueve goles) y hoy, como entrenador, lo dejó a un partido de coronarse. A Costas nadie le tiene que explicar lo que significa dar la cara en las malas y aportar su granito en las buenas. Claro, si debutó en 1981, se bancó el descenso, tuvo revancha siendo capitán en la vuelta a Primera y, además fue campeón de la Supercopa Sudamericana e Interamericana del 88.

Ya como DT, Gustavo tuvo dos pasos (2000 y 2007) y, ante la necesidad de darle un sello racinguista al equipo luego de la salida de Fernando Gago, lo llamaron y le dieron la responsabilidad de agarrar un fierro bien caliente. No todo fue color de rosa. Sí, porque tuvo momentos complicados en la temporada y hasta se rumoreó con la posibilidad de que diera un paso al costado. Sin embargo, lejos de tirar la toalla, se quedó, puso el pecho y realizó un camino rumbo a la final casi perfecto (goleó en el global a Huachipato y Paranaense, y dio una muestra de carácter con el conjunto de Ramón Díaz).

“No ganamos nada todavía. Llegar al a final es hermoso. Pero las finales no se juegan, se ganan”, fue la primera reflexión de Costas en conferencia de prensa, al mismo tiempo que confesó que su sueño es “lograr algo con Racing a nivel internacional”, algo que quedó “a un paso”.

Y agregó: “Hay que seguir juntos, como fue hoy. Lo de la gente fue extraordinario, el recibimiento fue conmovedor. Se lo ganaron ellos (por los jugadores). Estoy orgulloso de este grupo que. a pesar de todos los palazos, pudo levantarse”.

-«Ahora hay que disfrutar. No ganamos nada todavía. Llegar al a final es hermoso. Las finales no se juegan, se ganan».

-«Era llegar y lograr algo con Racing de manera internacional. El sueño de llevar a Racing está a un paso».

-«Hay que seguir juntos. Lo de la gente fue extraordinario. el recibimiento fue conmovedor».

-«Se lo ganaron ellos. Nos mataron de todos lados, pero ellos se levantaron. Estoy orgulloso de este grupo».

-«Racing necesita algo internacional».

-«Acá no importa Costas, ningún técnico. Tenemos que llevar a Racing a lo más alto. Tenemos que ser conscientes que no logramos muchas cosas».

-«Lo más importante es Racing, que no piense en Costas».

-«El grupo es lo más importante, lo defiendo. Me dieron todo. Hicimos un partido inteligente contra un gran equipo. Cerramos los espacios que habíamos dejado abierto en el primer tiempo».