El Inter venció por 2-0 a River este miércoles por la noche en el Lumen Field de Seattle, en el marco del cierre del grupo E del Mundial de Clubes. Y como Rayados de Monterrey le ganó, al mismo tiempo, a Urawa Red Diamonds por 4-0, el Millonario quedó eliminado del certamen y los que se metieron a octavos fueron los italianos y los mexicanos. Más allá de las cargadas de los usuarios en redes a los de Marcelo Gallardo, hubo también una del Neroazzurro que se viralizó rápidamente…

Es que la cuenta oficial del Inter tuiteó el emoji de un pollo, sin ninguna foto ni texto que lo acompañe, a modo de gastar a River por el triunfo. Un palo en relación al apodo «Gallina» del Millo, claro está.

Una cargada que se sumó a lo que fue un final caliente para River. Porque Marcos Acuña terminó pasado de revoluciones. Tanto es así que no sólo protagonizó un cruce verbal con el deté de Inter, Cristian Chivu, sino que a la vez acabó yendo a buscar a Denzel Dumfries, figura del cuadro italiano a la que anuló.

El tackle/maul de rugby que Franco Armani, Leandro González Pirez y Nicolo Barrella debieron hacerle a Acuña para evitar que el Huevo alcanzara al neerlandés corporizó el nivel de bronca que el neuquino tenía contenida. Cargado por la adrenalina que le metió a su propio partido (con métricas impecables: gano el 70% de los duelos, no falló un pase largo y tuvo un timing impresionante) y también por las discusiones que se dieron en el fragor del cierre del encuentro.

Porque cuando el partido ya se extinguía a la par de las chances de River de clasificar, el lateral tuvo un cruce verbal tanto con Dumfries como con Cristian Chivu. Tanto es así que Acuña acabó quedando prácticamente cara a cara con el rumano, al mismo tiempo que desde las gradas bajaba el «olé, olé, olé, Huevo, Huevo».

Esas primeras líneas de fiebre nerviosa fueron síntoma de lo que ocurriría después. Un segundo careo con Dumfries -de quien viene de arrastre una bronca de Qatar 2022: hubo pica en el cruce ante Países Bajos- que acabó en borbollón y roja a Gonzalo Montiel por doble amarilla. Y una erupción casi volcánica luego de que el uzbeko Ilgiz Tantashev marcó el final del partido y de la ilusión millonaria en la Copa del Mundo.

Instantáneamente, Acuña fue directamente a buscar a Dumfries. Lo corrió hasta casi el túnel antes de ser derribado por dos de sus compañeros, un rival y hasta integrantes de la seguridad privada. Todo mientras Armani y Chivu lo intentaban hacer entrar en razón, casi como haciéndole entender que no tenía sentido seguir con esa furia.

Fue la última imagen de Franco Mastantuono en una cancha con el escudo de River. Salió detrás de Matías Kranevitter y casi al lado de Sebastiano Esposito. Lo hizo con un indisimulable dolor por un adiós que no esperaba bajo ningún punto de vista por la eliminación en general y su actuación en particular. Y por eso, por todo, hubo lágrimas en esa caminata rumbo al vestuario del Lumen Fielld de Seattle.

Apenas terminó el partido, y mientras el Huevo Acuña perseguía a Dumfries en un final furioso tras la eliminación millonaria del Mundial de Clubes, Mastantuono cambió camiseta con Lautaro Martínez, quien luego tuvo palabras muy afectuosas tras compartir unos días de entrenamiento en la Selección.

Tras ese saludo y varios más, Mastantuono enfiló rumbo a los vestuarios junto al resto de los jugadores a ambos equipos y ahí, justo ahí, se lo vio con lágrimas en los ojos al comprender que era su última vez con la camiseta de River. A los 17 años apenas…

Fueron 64 partidos y 10 goles con la banda roja. Los últimos tres encuentros, tras su debut con récord en la Selección y luego de confirmarse oficialmente su venta al Real Madrid en una cifra total de €63,2 millones. Tres encuentros en los que le costó casi todo y apenas mostró destellos de su talento.

Apagado ante un Urawa Red Diamonds que lo marcó de forma escalonada y hasta con un lateral izquierdo a perfil cambiado para tapar sus enganches de derecha al medio, frente a Monterrey dejó una mejor imagen con el zurdazo y el tiro libre que encontraron a un firme Andrada, siendo picante y vertical cuando arrancó por el centro.

Intentó dejar a River en lo más alto, pero la prueba final no la aprobó. Ubicado más al centro para dejarle la banda libre a Gonzalo Montiel, entre las más peligrosas tuvo un remate de media distancia a las manos de Sommer y un tiro libre bajo que generó un buscapié, pero quedó en el debe con una pifia en una posición inmejorable, un disparo alto apresurado -con metros para encarar- y un contragolpe que inició bien y terminó mal, sumado a que su gambeta no fue desequilibrante y perdió en velocidad ante el despliegue físico del Neroazzurro.

Ahora lo espera el Real Madrid nada menos. A partir del 14 de agosto, cuando Mastantuono cumpla 18 años y puede sumarse formalmente al ciclo de Xabi Alonso. Un Real Madrid que hizo una inversión importante por un jovencito que le deja a River un huevo muy grande de cara a lo que viene.

«Es un tema muy difícil de opinar porque yo tengo una opinión muy personal, después están las decisiones también, las decisiones del mercado que te ponen ante estas situaciones, es así. Y a través de eso nosotros somos un club formador de buenos valores que cada vez nos cuesta más sostener», sostuvo el Muñeco, que antes del partido había sostenido que era muy difícil decirle que no al Real Madrid.