La última vez que Jonás Gutiérrez había pisado el campo de juego del St. James’ Park había sido a fines de 2015, cuando con un gol sobre el final del partido salvó de descenso a Newcastle. Este sábado, la historia de amor entre el Galgo y los Geordies vivió un ansiado reencuentro cuando fue de visita, recibió un merecido homenaje y el público le brindó una profunda ovación, igual que había ocurrido hace casi una década, en la que fue su despedida.

“La verdad fue algo muy especial lo que viví al volver después de nueve años. Estar en Newcastle es estar en mi casa. El amor de la gente me hizo sentir como un hincha más, como un hijo de la ciudad, y estoy feliz de estar de vuelta”, soltó emocionado el Galgo charlando a la distancia y en exclusiva con Olé.

Gutiérrez participó el jueves por la noche de un evento a beneficio de la lucha contra la leucemia en un conocido teatro de la ciudad inglesa y este sábado se hizo presente desde bien temprano en el St. James’ Park. Lógicamente, su presencia en el estadio revolucionó a los hinchas, que apenas lo vieron comenzaron a pedirles fotos y autógrafos en las inmediaciones de la cancha.

Jonás observó el empate 1-1 ante el Brighton desde el palco oficial y durante el entretiempo ingresó al campo de juego para el reconocimiento que le tenían preparado. No estuvo solo sino que lo acompañó otro visitante de lujo: el senegales Pappis Cissé, con el que compartió plantel en aquella segunda década de los 2000.

El ex futbolista, hoy manager de Almagro, llegó a Newcastle en 2008 y terminó por convertirse en un referente del equipo. Incluso, llegó a ser parte de la Selección Argentina, cuando nada menos que Diego Maradona lo eligió para ser parte de los futbolistas argentinos que disputaron el Mundial de Sudáfrica.

Sin embargo, la gran carrera que el surgido en Vélez estaba llevando a cabo en Inglaterra se vio interrumpida cuando le detectaron un cáncer testicular tras un choque en un partido ante el Arsenal. Debió pasar un año, quimioterapia y hasta un paso con poca continuidad por el Norwich para que Jonás volviera a ponerse la camiseta del Newcastle.

El día de su regreso, en marzo de 2015, fue cargado de emoción. Ingresó a los 15 minutos del complemento en medio de una ovación y mientras su amigo, Fabricio Coloccini, le cedía la cinta de capitán. Pero el destino le tenía escrito un momento único que le otorgaría la idolatría absoluta: en la última fecha de la temporada, las Urracas se jugaban la permanencia en un apretado partido ante el West Ham y a poco del final fue el propio Jonás quien convirtió el gol del 2-0 definitivo que le dio al Newcastle la permanencia en la Premier League.

Pese al amor recíproco que existió siempre entre Jonás y los hinchas del Newcastle, su salida del club en aquel 2015 no fue la esperada. Las autoridades del club acordaron con el entrenador Alan Pardew “congelarlo” cuando llegó al partido 78 y evitar que llegara a los 80 encuentros, hecho que hubiera obligado a una renovación automática de contrato… Desde aquella vez no había regresado a la que supo ser su segunda casa, pero en su vuelta quedó demostrado que el afecto está intacto.