Cuando apoyaba la cabeza en la almohada en su casa, acaso cansado por los entrenamientos en Liniers de Bahía Blanca, un joven Lautaro Martínez probablemente haya soñado alguna vez con hacer un gol como el que metió en la noche del martes en la Bombonera. Agarrarla así, que su foto fuera recortable como una silueta de logo o punta de trofeo de torneo de fútbol, y clavarla en un ángulo.

Tal vez, incluso, haya soñado hacerlo en la Selección Argentina. Ahora bien, lo que probablemente no haya aparecido en las fantasías bahienses de ese pibito, era que ese gol lo haría ya como bicampeón de América y campeón del mundo y, sobre todo, que ese gol le serviría para igualar la marca de un tal Diego Armando Maradona. Sí, el 1-0 de Argentina a Perú, esa obra de arte que firmó LM, fue el grito número 32 del killer y capitán del Inter: la misma cantidad de tantos que anotó D10S con la Celeste y Blanca. O, en realidad, la misma cantidad de tantos que la FIFA le reconoce a Maradó…

Sí, es que en realidad Diego festejó 34 veces con la camiseta argentina, pero hay dos goles que por distintos motivos durante muchos años se los contabilizaron pero que la Federación nunca le reconoció como oficiales. ¿Cuáles son?

El primero de los gritos de Diego que la FIFA no computa es el segundo que hizo Pelusa en la Mayor: el 25/6/1979, a un año del primer Mundial ganado por Argentina, se realizó un partido entre la Selección y un combinado Resto del Mundo: al campeón mundial se le sumaba Maradona, que anotó el 1-0 en el Monumental con un golazo al ángulo en un partido que el equipo de Menotti terminaría perdiendo 1-2. Con el tiempo, ese tanto de DAM fue sacado de las cifras totales porque la FIFA dejó de considerarlo oficial.

El segundo de los 34 goles de Maradona que se restó del conteo oficial fue el cuarto que hizo el Diez: el 30 de abril de 1980, en un amistoso ante Irlanda en el Monumental. Un bombazo de Diego sirvió para que Argentina ganara 1-0 ese ensayo. ¿Por qué la FIFA tampoco lo cuenta? Porque el rival era un combinado local de la liga irlandesa y desde Zurich lo consideraron como un partido de clase B para los registros.

Claro, para llegar a la línea del Diez, el gol de Lautaro Martínez tenía que ser de zurda. Y tenía que ser, desde ya, un golazo.

A los 10’ del segundo tiempo y después de una primera parte en la que no había tenido situaciones, Lautaro abrió la pelota para Tagliafico y se metió al área: el lateral izquierdo descargó con Julián Álvarez, la Araña tocó con Messi y el capitán encaró hacia el área y centró para que el #22 enganchara de zurda una tijera que se desvió levemente en Alexander Callens y se volvió aún más inatajable para Gallese.

Probablemente haya sido el más lindo que hizo en la Mayor: el delantero así quedó 5° con DAM en la lista de los máximos goleadores históricos de la Selección, por detrás de Crespo (35), el Kun Agüero (42), Batistuta (54) y Messi, que tiene la marca insuperable de 112 anotaciones.

En todo caso, la marca de Lautaro resalta más por su promedio de gol (con 70 PJ, tiene casi uno cada dos presentaciones) y por el valor de sus goles: 15 de los tantos del punta de 27 años fueron para anotar el 1-0 de Argentina. Así, de hecho, es el tercer futbolista que más veces puso en ventaja 1-0 a la Selección por detrás de Batistuta (28) y Messi (35).

Le sirve para coronar “un año espectacular en cuanto a rendimiento, goles y partidos jugados” en el que tocó el cielo con uno de los tantos más importantes de toda su carrera para definir ante Colombia la final de la Copa América en Estados Unidos y en el que terminó como uno de los mejores futbolistas del mundo, finalizando séptimo en la votación del Balón de Oro.

“Hay que seguir trabajando, porque mi carrera fue así siempre, siempre elevándose. De eso se trata, hay que ir superándose todo el tiempo”, contó el goleador después del triunfo ante Perú. Y agregó: “Estoy contento porque estaba toda mi familia en la cancha y uno quiere dar siempre lo mejor. El triunfo nos sirve para seguir en la punta en unas Eliminatorias que son difíciles: todos nos quieren ganar, los rivales se te cierran como hoy, pero vamos bien…”.