Tiro de esquina a favor de Milan, tratando del alcanzar el 2-2. Antes de la ejecución, hubo un tumulto en el área que finalizó con la expulsión de Calabria por agresión a un rival de Inter. Lautaro fue a buscar al victimario y empezaron a discutir entre varios jugadores en el área chica. En un momento, el arquero Maignan -que había ido a cabecear al área de Inter- quedó cara a cara con Martínez. Cruce de palabras y un rapidito cortito (golpe) del ex Racing. La TV lo captó justo. El campeón del mundo se salvó de la expulsión, ya que el árbitro no lo vio y el VAR tampoco se percató de eso. Zafó.

Ya consumada la victoria, con el scudetto alcanzado, el capitán Martínez se tiró al suelo y se puso a llorar de alegría por esta vuelta olímpica. Fue su séptima estrella con el club italiano y la décima en su carrera (tres con la Selección). Además, a los 26 años, lleva 128 goles con Inter y es el octavo máximo goleador de la historia de la institución.

Emocionado también ante los micrófonos, expresó: «Trabajamos mucho y sufrimos mucho. Merecemos esta alegría. Dedico esta victoria a mi familia en Argentina y a mis hijos, que son los Lo más lindo que me ha dado esta vida. Ahora lloraré mucho. Nos encontramos en una situación que nunca antes había sucedido, teníamos que aprovecharla».

También se acordó de los hinchas y le dedicó unas palabras al DT Simone Inzaghi: «La afición siempre nos empuja. La victoria también es para ellos, para nuestro personal y para los directivos. El viaje con Inzaghi fue hermoso y debemos continuar así. Ya he ganado muchos títulos en este club y hay que seguir » .

Y respecto a su futuro, justo cuando se vuelve a hablar de la renovación (tiene vínculo vigente hasta junio de 2026), manifestó: «Necesitamos llegar a un acuerdo con el club, esperemos que ocurra, pero ahora quiero disfrutar del éxito. Con la segunda estrella hicimos historia».