Un doblete y una asistencia de Bruno Fernandes evitó un nuevo tropiezo del Manchester United, que sufrió hasta con el colista, un Sheffield United virtualmente descendido, levantando en dos ocasiones el partido para acercarse a puestos europeos rompiendo una mala racha de cuatro partidos sin vencer.

El triunfo era obligado para el Manchester United en Old Trafford y llegó con una buena dosis de sufrimiento. Instalada la perpejlidad en la grada al ver como el Sheffield se adelantaba en dos ocasiones en el marcador. Aprovechando el regalo, uno más, de Onana primero y la debilidad defensiva de un equipo que se levantó desde la individualidad.

Dueño absoluto del balón el conjunto de Erik ten Hag, con hasta un 83% en el primer acto, que no fue acompañado con precisión en fase final. El Sheffield United sólo se jugaba la dignidad y se sostuvo en el partido por la inspiración de su portero, Foderingham, que ya a los 30 segundos volaba para sacar de la escuadra un disparo de Dalot.

Los mejores momentos de los ‘diablos rojos’ llegaron cuando Garnacho y Antony conectaron para aumentar la velocidad y verticalidad. El Sheffield no pensó tanto la jugada. Renunció al balón y cuando lo recuperó, como en una pérdida peligrosa de Garnacho, fue directo a por su rival. Así avisó primero Archer y después Brereton.

El impulso para soñar con un campanazo en Old Trafford del colista de la Premier, llegó desde las intervenciones de Foderingham. Rápido en la salida ante Garnacho para salir vencedor de un mano a mano. Salvador con mano firme al disparo raso y potente de Mainoo. El contraste fue Onana, que regaló un balón en el inicio de jugada y fue castigado por la contundencia de Bogle.

Una vez más, con poco se le hacía mucho daño al Manchester United, daba igual el nombre y la situación del rival. Fue Maguire, más peligroso en área rival que seguro en la suya, el que dio el empate peinando en el primer palo un centro de Garnacho.

El guion se repitió en el segundo acto, con el Sheffield golpeando primero tras buen centro de Osborn en el costado izquierdo y remate de primeras de Berenton que instalaba en lo dantesco al equipo de Mánchester.

No le quedaba otra que lanzarse por la remontada y encontró el líder que tantas veces demandó en partidos esta temporada, en la figura de Bruno Fernandes. Igualó de nuevo el encuentro gracias a un penalti dudoso por agarrón de Holgate a Maguire a la hora de partido que no perdonó el portugués.

Y antes de los goles de la sentencia, Berenton volvió a tener dos ocasiones para firmar un final diferente. En la primera, haciendo daño con simpleza, un balón largo, y velocidad, acarició el poste con un disparo que desvió un rival. La segunda, con Onana ya superado, la salvó la espalda de Maguire.

Ante tanto sufrimiento, Bruno decidió el partido con un zurdazo imparable desde la frontal y un pase perfecto al tanto de Hojlund para dar un triunfo que da aire al Manchester United y le acerca a su objetivo de jugar competición europea el próximo curso.