Dos días después de que su papá dijera que «es el único argentino que tiene la posibilidad de jugar para una selección que tiene cuatro estrellas en la camiseta», algo que generó algunas críticas en las redes, Mateo Retegui volvió a sumar minutos con Italia en esta Eurocopa: ingresó a los 19′ del segundo tiempo, cuando su equipo ya perdía contra España, y poco pudo hacer…

Y no tanto por culpa suya: si bien se mostró activo y movedizo, buscando los espacios entre la buena defensa española, terminó padeciendo lo mismo que Gianluca Scamacca, el centrodelantero titular al que reemplazó, quien tampoco fue asistido ni tuvo remates. Todo un síntoma del flojo partido del equipo, que más allá de que haya mostrado una leve reacción tras el gol recibido, apenas si probó al arco el 20% de las veces que su rival.

Como la posesión siguió siendo española, apenas si el delantero argentino nacionalizado italiano de 25 años pudo completar el único pase que intentó y ganó uno de los dos duelos que se le propuso.

Este fue su segundo ingreso en la Euro: ya había jugado los últimos siete minutos del 2-1 a Albania, también reemplazando a Scamacca. «Me siento italiano. Aunque he vivido toda mi vida en Argentina, cuando vengo aquí, me siento como en casa. Hago lo que dice el entrenador. Para mí, las palabras del entrenador, como siempre me dijo mi padre, son sagradas. Quiere que juegue y ayude al equipo, con o sin pelota», comentó tras ese encuentro.

Y el entrenador, justamente, lo tiene muy bien considerado: no solo lo llevó a este torneo tan importante, sino que lo ve por encima de Giacomo Raspadori -del Nápoli- como principal alternativa a Scamacca y en la conferencia post derrota contra España defendió su ingreso. «Cuando entró Retegui y luego se sumaron otros jugadores frescos físicamente, creamos situaciones que incluso nos podrían haber llevado al empate. Igual, España ganó merecidamente», analizó el DT.