El VAR enfrenta su mayor desafío en Noruega, donde 19 de los 32 clubes de las dos principales divisiones votaron esta semana a favor de su abolición “en cuanto sea posible”. Si bien esta decisión no es vinculante, pone presión sobre la Federación Noruega de Fútbol (NFF), que abordará el tema en su asamblea general los próximos 1 y 2 de marzo. La medida, impulsada por el Tromsø LL, refleja un creciente descontento tanto de los clubes como de los hinchas hacia un sistema que consideran defectuoso.

Cato Haug, presidente de la liga noruega, explicó el sentir de los clubes tras la votación: “La tecnología tiene potencial, pero la mayoría de nuestros clubes consideran que la versión actual del VAR no funciona lo suficientemente bien”. Este descontento se ha visto reflejado en incidentes recientes durante partidos, donde hinchas manifestaron su rechazo lanzando pelotas de tenis, pasteles de pescado y bombas de humo al campo en protesta contra la tecnología.

El informe del VAR presentado en noviembre de 2024 también generó críticas hacia la NFF por su “estilo de comunicación” y los procedimientos poco claros al implementar el sistema. Aunque los jugadores reconocen que el VAR ha aumentado la imparcialidad en las decisiones arbitrales, exigen “una mejor gestión del tiempo y procedimientos más predecibles”, según el documento. Este descontento no es exclusivo de Noruega: en Suecia, por ejemplo, los clubes rechazaron introducir el VAR tras fuertes protestas de los hinchas, y en Inglaterra, hubo intentos recientes por eliminarlo durante una Asamblea General anual.

A pesar de las críticas, 13 clubes votaron a favor de mantener el sistema, argumentando que elimina errores graves y aporta justicia al deporte. Sin embargo, los detractores consideran que su impacto negativo supera los beneficios. La falta de consistencia en las decisiones, los largos tiempos de espera para revisar jugadas y su impacto en la dinámica de los partidos son algunos de los argumentos principales en contra.

“Queremos evitar decisiones apresuradas. La tecnología tiene potencial, pero debemos evaluar cuidadosamente su impacto antes de tomar una postura definitiva”, afirmó Haug en relación a las preocupaciones sobre los plazos para implementar un cambio tan significativo. Aunque la intención inicial de los clubes era comenzar la temporada 2025 sin VAR, el presidente aclaró que el proceso requerirá tiempo y una transición gradual.

La decisión final recaerá en el Parlamento del Fútbol de Noruega, que discutirá el tema en marzo. Mientras tanto, el debate sobre el VAR pone de manifiesto la compleja relación entre el avance tecnológico y la pasión por el fútbol, un deporte donde las decisiones arbitrales siempre han estado en el centro de las polémicas. Para muchos, el VAR prometió resolver injusticias históricas, pero su aplicación ha generado nuevas controversias que desafían su continuidad.