Cuando a Marcelo Gallardo le consultaron si le gustaría sumar a Cristiano Ronaldo para el Mundial de Clubes, el entrenador de River se limitó a responder «no hago nombres» y lanzó una sonrisa. Aunque en ese momento pareció ser un tema «out of context», el Muñeco, reacio a algunas preguntas, la tomó con naturalidad. Esa reacción, sumada a la revelación de CR7 sobre hacer recibido llamados desde Argentina para jugar el renovado certamen de la FIFA, es el puntapié inicial a un análisis más profundo: ¿por qué pudo ser el CARP el que lo fue a buscar?

En lo estrictamente futbolístico, en cuanto a necesidades para competir en el Mundial, River no cuenta con un delantero de las características del portugués, que viene cumpliendo un rol predominante. Es que si bien en el Al Nassr se lo puede ver rotar por el frente de ataque, como en sus buenos viejos tiempos, no deja de ser una liga menor en comparación a Europa. Y en la elite, como es el caso de la Nations League, el belga Roberto Martínez le encontró posición: en Portugal juega de #9, como lo demostró en el último gol a Alemania.

Está claro que, por lo que representa su nombre y apellido en el mundo y por el tremendo golpe de efecto que sería incorporarlo, Riquelme también podría haber levantado el teléfono. Pero mientras Boca ya tiene en su plantel a un definidor nato como Edinson Cavani, con Miguel Merentiel y Milton Giménez como otras opciones, MG dejó relegado en el banco al suyo, Miguel Borja, y hoy por hoy la principal referencia de ataque es Sebastián Driussi. El Gordo ha demostrado que puede ocupar esa posición, pero su estilo no es el del típico centroforward.

Aunque a sus 40 años no puede aportar la intensa presión que exige MG, cualidad que el DT pretende en sus atacantes, su mera presencia ya pone nervioso a cualquier defensor en la salida. Y a diferencia de Colibrí, Cristiano aporta un plus en el juego áereo, con enormes saltos que siguen vigentes, y lleva en su ADN el retroceder unos metros a pivotear, asociarse, y enfilar hacia el arco rival.

La relación Ronaldo-Gallardo es otra hipotésis fiable en la búsqueda de descubrir si fue River el que sondeó al inoxidable crack de 40 años. No hay que olvidarse que el Muñe lo enfrentó durante su paso por Arabia y también ¡lo dirigió! Sí, en 2023 enfrentó al PSG de Lionel Messi en un amistoso y al armar el 11 con figuras de la liga local (Riyadh Season) no dudó en darle la cinta de capitán a CR7.

La relación entre ellos fue cordial y amena, tal es así que además del abrazo cuando el #7 fue reemplazado y de las sonrisas en el puñado de prácticas que compartieron, el astro hasta le regaló la camiseta del partido, que llegó a las manos de su hijo Santino.

Desde aquella foto con una camiseta de River allá por 2014, obsequio del club tras ganar la final de la Champions de ese año, Cristiano despertó algo especial en Núñez y los hinchas hasta supieron crear el hashtag #CR7ARIVER. Y 11 años después de aquella postal, quizá haya recibido el llamado para ponerse la Banda…