Paulo Dybala vivió una atípica situación este domingo en el partido de la Roma. El volante argentino ingresó desde el banco en el segundo tiempo, pero fue reemplazado en el minuto 92 de juego, instantes antes del final. Rápidamente se encendieron todas las alarmas en el predio de Ezeiza, pero su salida no habría tenido nada que ver con una lesión…

Lo cierto es que la Joya había ingresado al campo a los 63′, en lugar de Lorenzo Pellegrini, y su equipo se vio revitalizado. A los 72′ Leandro Paredes se fue expulsado por un exceso verbal con el árbitro y a los 79′ llegaría el 1-0 de Romelu Lukaku. Ya en tiempo de adición, De Rossi decidió sacar a Paulo, quien totalizó 29 minutos en cancha frente al Genoa de Mateo Retegui.

La decisión del técnico italiano causó sorpresa en Dybala, quien dejó la cancha con bronca, y también en el estadio Olímpico: su salida no fue anunciada por megafonía.

“Dybala está muy bien. No tuvo más de 30 minutos en cancha pero solo lo saqué por una cuestión táctica. Gilardino (DT del Genoa) puso a un chico alto y yo quería poner a Rasmus (Kristensen), por eso hice el cambio», explicó más tarde De Rossi en diálogo con Dazn.

A falta de una fecha para el final de la Serie A, Roma quedó en la sexta posición y no podrá entrar a la próxima Champions por tabla, pero podría lograr la clasificación si se dan dos cosas: necesita que Atalanta le gane la final de la Europa League al Bayer Leverkusen y, además, que el equipo de Bérgamo finalice en la quinta posición y libere un cupo.

En la última jornada, Roma visitará a un Empoli que se juega el descenso y deberá esperar para conocer su suerte, ya que Atalanta tiene un partido pendiente. Caso contrario, deberá conformarse con la Europa League.