Cuando Marcelo Gallardo elegía la mejor cotización pensando en Talleres y empezaba a hacer sus primeras inversiones en este segundo ciclo en River, la bolsa de goles se desplomó abruptamente en Núñez. La inesperada baja de Miguel Ángel Borja por una pequeña lesión muscular en el isquiotibial derecho implica ir a Córdoba sin el delantero de los 26 goles en el año y a eso se suma que es difícil que pueda jugar Facundo Colidio, -principal alternativa con 11 tantos- por una sinovitis en la rodilla derecha. Así, el primer gran desafío del Muñeco será cómo armar una ofensiva potente para la ida de octavos de la Libertadores al no contar con el ataque titular.

Autor de ocho de los últimos nueve goles de River en el año y compitiendo con los mejores delanteros del mundo en este 2024, el Colibrí deja de volar en un momento inoportuno del año, cuando el equipo más lo necesitaba. En este contexto, con poco tiempo de trabajo, al DT se le abren dos caminos y si apuesta al nombre por nombre, la primera opción y la más lógica es Adam Bareiro.

Es cierto que el paraguayo fue un pedido expreso de Martín Demichelis, pero a la vez el ex San Lorenzo tiene incorporado el roce que demandan esta clase de partidos internacionales -jugó la fase de grupos con el Ciclón- y más allá de lo ofensivo tiene un punto a sabor con relación a Borja, que es la presión en la salida del rival. Por detrás aparece Agustín Ruberto, lo que sería una apuesta arriesgada teniendo en cuenta que recién da sus pasos iniciales en Primera.

En 2022, Gallardo pasó por una situación similar y resolvió la baja de Borja de dos formas, apostando por el cambio clásico por Lucas Beltrán y jugando con el cordobés acompañado por Pablo Solari. Justamente el nacido en Arizona es el que se impone -Subiabre bajó a jugar en Reserva y corre de atrás- si finalmente Colidio no llega como se aventura -por el tipo de lesión, depende de su evolución diaria y lo van a esperar hasta último momento- y si es que MG apuesta por dos delanteros definidos.

En el caso de buscar una variante táctica, tiene opciones variadas. Haber probado a Bareiro como único punta en la práctica de este jueves es un indicio de que el Muñe también evalúa la opción de nutrir la zona de volantes para generarle opciones al paraguayo.

Y el abanico es amplio: Mastantuono y Echeverri -se sumó tras los JJ.OO. en París- pueden arrancar libres en 3/4 de cancha con tres volantes por detrás o hasta apostar por un 4-1-4-1, con las joyitas por el medio y extremos que hagan el ida y vuelta (si se cierra lo de Maxi Meza y es inscripto para la Copa, asoma como fija). Sin Borja y prácticamente sin Colidio, ¿con qué ofensiva sorprenderá Gallardo para jugar en el Kempes?