La épica victoria con la que el Al Hilal eliminó al Manchester City en los octavos de final del Mundial de Clubes claramente puede llevar el título de hazaña por el peso propio de los equipos. Sin embargo, a la hora de analizar los planteles y de ver la inversión que se tuvo que hacer para sus conformaciones, la diferencia entre las millonadas gastadas por ambos equipos durante los últimos mercados de pases no es tan marcada.

En las últimas dos temporadas, el conjunto árabe gastó un total de €480.000.000 en refuerzos, cifra que claramente resulta inferior a los €632.000.000 invertidos por el City en sus últimos cinco mercados de pases, pero que deja en evidencia lo costoso que fue armar un plantel que cuenta con varias estrellas en sus filas.

La inversión fuerte del equipo árabe se dio durante la temporada 2023/2024, donde el Al Hilal cerró varias llegadas millonarias. El primero de ellos fue Neymar, por quien el conjunto asiático pagó €90.000.000 para traerlo del PSG.

Al fichaje del brasileño le siguieron los de varios jugadores que hicieron historia frente al Manchester City: Malcom (llegó del Zenit a cambio de €60.000.000), Rubén Neves (se lo compró por €55.000.000 al Wolverhampton), Aleksandar Mitrović (llegó del Fulham por €52.600.000), Sergej Milinković-Savić (comprado por €40.000.000 a la Lazio), Renan Lodi (pagó €23.000.000 para que salga del Olympique de Marsella), Kalidou Koulibay (otro que costó €23.000.000), Bono (pagó €21.000.000 al Sevilla) y Hassan Tambakti (fichado a cambio de €11.500.000).

Tras este fuerte mercado, el Al Hilal también jugó fuerte en las ventanas de la temporada pasada (2024/2025). Allí, el conjunto árabe cerró las llegadas de Marcos Leonardo, quien convirtió dos goles en la victoria frente al conjunto inglés y que llegó procedente del Benfica por €40.000.000, Joao Cancelo, por quien pagó €25.000.000 al Manchester City, Moteb Al-Harbi, quien costó €29.000.000, y Kaio César, extremo que salió por €9.000.000 del Vitória Guimaraes.

Manchester City: Ederson (€40M); Matheus Nunes (€62M), Rúben Dias (€71M), Josko Gvardiol (€90M), Rayan Ait-Nouri (€37M); Bernardo Silva (€50M), Tijjani Reijnders (€55M), Ilkay Gundogan (libre); Savinho (€25M), Jeremy Doku (€60M) y Erling Haaland (€60M). Coste total: €550.000.000.

Al Hilal: Bono (€21M) Joao Cancelo (€29M), Kalidou Koulibaly (€23M), Renan Lodi (€23M), Moteb Al-Harbi (€29M); Sergej Milinković-Savić (€40M), Rúben Neves (€55M), Mohamed Kanno (libre); Nasser Al-Dawsari (salido del club), Malcom (€60M) y Marcos Leonardo (€40M). Coste total: €320.000.000.

Ansu Fati se proyectaba como la gran promesa del Barcelona e, incluso, como el sucesor de Lionel Messi. Debutó en la Primera del club con sólo 16 años y 298 días, convirtiéndose así en el segundo jugador más joven en la historia del club en estrenarse en la máxima categoría (ahora es el tercero, luego de que Lamine Yamal se quedara con el primer lugar). Pero nunca logró rendir al nivel que se esperaba, además de varias lesiones, y ahora se marchará cedido al futbol francés.

Si bien el atacante español firmó una renovación con el Blaugrana hasta el 30 de junio de 2028, ya acordó su salida al Mnaco, donde buscará relanzar su carrera luego de cargar con el peso de tener la 10 en la espalda tras la salida de Messi. La cesión es por un año y cuenta con una opción de compra. El número no es oficial, pero medios galos indican que podría ser de 13 millones de dólares.

«AS Monaco se complace en anunciar la llegada de Ansi Fati. El delantero internacional español de 22 años llega cedido por FC Barcelona para la temporada 2025-2026, con una opción de compra», anunció el club en un comunicado.

No llega solo. El equipo del principado se está armando fuerte de cara a la próxima Champions League. Ya rompió el mercado con la incorporación de Paul Pogba, que llegó libre tras una larga inactividad por un doping positivo. También sumaron a Eric Dier, procedente de Bayern Munich.

Ansu Fati irrumpió con fuerza en el Barcelona en 2019, convirtiéndose con apenas 16 años en el goleador más joven del club y en el debutante más joven en la Champions. Su ascenso fue meteórico y prometedor, pero una rotura de meniscos en noviembre de 2020 frenó su carrera. Aunque el club le dio el 10 de Messi y renovó su contrato, las lesiones y la falta de continuidad impidieron que volviera a su mejor nivel. Varios de sus récords luego fueron superados por Lamine Yamal.

«Ansu necesita jugar. En el vestuario todos lo quieren. Veremos si el año que viene tiene minutos o hay que buscar otra solución mejor para él», había dicho Joan Laporta, presidente del Barsa, en TV3 al finalizar la temporada.

Ahora, el dorsal 10 vuelve a quedar libre y todo indica que Lamine Yamal será el próximo en heredarlo.

Fati ya tuvo antes una cesión: fue al Brighton, en la temporada 2023/4, donde compartió equipo, por ejemplo, con Valentín el Colo Barco. Aunque allí tampoco logró un gran rendimiento: jugó 27 partidos, marcó cuatro goles y brindó una asistencia.

En el Barcelona, en total, lleva disputados 123 partidos, con 29 goles anotados y ocho asistencias repartidas.

La crisis del Inter parece que no es sólo futbolística. El equipo italiano quedó eliminado del Mundial de Clubes al caer 2-0 con Fluminense en los octavos de final y continúa de mal en peor: llegó al certamen tras haber perdido 5-0 la final de la Champions ante el PSG y de habérsele escapado el Scudetto a manos del Napoli, además de ser eliminado por el Milan en la semi de la Copa Italia.

Como si eso fuera poco, las fuertes declaraciones de Lautaro Martínez post derrota ante el Flu con un mensaje hacia el vestuario («Vi cosas que no me gustaron, el que no quiera quedarse que se vaya») desataron un conflicto interno, potenciado por las frases de Giuseppe Marotta, presidente del club, quien apuntó directamente a un jugador: «Lautaro no lo dijo pero fue por Calhanoglu».

El delantero argentino, como capitán del equipo, alzó la voz tras la eliminación y exhibió un mensaje duro con un destinatario puertas adentro.

«No quiero perder, porque luchamos por objetivos. Soy el capitán y quiero seguir en la cima; para ganar títulos, hay que tener ganas. Llevamos una camiseta importante y queremos una mentalidad excelente. El mensaje acá es claro: quien quiera quedarse, que se quede. Quien quiera irse, que se vaya», disparó.

.Al rato, como para agregarle más leña al fuego, Marotta, actual presidente del neroazzurro, agregó: «¿El mensaje de Lautaro sobre los jugadores que no quieren quedarse? No lo dijo… pero lo diré. Era para Çalhanoglu… Hablaremos con Hakan. Si hay condiciones para que deje el club, lo haremos sin problema».

El volante turco, que lleva cuatro temporadas en el club tras haber llegado directamente del Milan, es uno de los habituales titulares del equipo pero no jugó un solo minuto en este Mundial de Clubes debido a una lesión que sufrió en la final de la Champions ante el Paris Saint Germain.

La primera en reaccionar fue Sinem Gundogdu, la esposa del mediocampista de 31 años. A través de sus redes sociales, ella escribió un mensaje para su marido: «Algunas personas no te son leales. Son leales cuando te necesitan. Cuando sus necesidades cambian, también cambia su lealtad». Un tiro por elevación supuestamente para Lautaro y para Marotta.

Pero la voz que faltaba en esta novela era la del propio Calhanoglu. Y el futbolista también utilizó sus redes para realizar su descargo al estar en el centro de la discordia:

«Después de la lesión sufrida en la final de la Champions, decidí ir a Estados Unidos de todas formas. Estar allí, incluso sin jugar, era importante para mí. Quería estar cerca del grupo, darle mi apoyo. Por desgracia sufrí otra lesión en una zona diferente. El diagnóstico era claro: un desgarro muscular. Por eso no pude jugar. Nada más».

«Me dolió la derrota. Lo viví con tristeza, no sólo como futbolista, sino como alguien a quien realmente le importa este equipo. A pesar de la lesión, inmediatamente después del pitido final llamé a algunos de mis compañeros para hacerles sentir mi apoyo. Porque cuando te preocupas, eso es lo que haces. Pero lo que más me impactó fueron las palabras que vinieron después. Palabras duras. Palabras que dividen, no que unen».

«Nunca he traicionado esta camiseta. Nunca he dicho que no soy feliz en el Inter. En el pasado recibí ofertas, incluso muy importantes, pero elegí quedarme. Porque sé lo que representa esta camiseta. Y creo que mis elecciones hablan por sí solas. Aprendí que el verdadero líder es el que está al lado de sus compañeros, no el que busca un culpable cuando es más fácil hacerlo».

«Respeto todas las opiniones, tanto las de un compañero como las del presidente del club. Creo que en el fútbol, como en la vida, la verdadera fuerza reside en mostrar respeto, especialmente cuando las emociones están a flor de piel. Nunca he traicionado a este club. La historia siempre recuerda a los que se mantuvieron firmes, no a los que gritaron más fuerte».