La mochila es pesada, porque Diego Pablo no es solamente su padre y su entrenador, sino también uno de los máximos ídolos de su club, el Atlético Madrid. Giuliano, una de las revelaciones de estos primeros meses de la temporada de la liga español, tuvo que hacerse cargo del apellido Simeone y demostrar, incluso más que cualquier otro futbolista, que contaba con los méritos suficientes para estar donde está. Y vaya si lo hizo…

Se formó en las Inferiores del Colchonero, donde su papá fue uno de los jugadores más destacados de la historia y lleva más de una década siendo el entrenador del primer equipo. Primero se lució en el equipo filial y eso le permitió hacer su debut en Primera en 2022, en un partido ante Granada. Pero el lazo fraternal no lo eyectó a asentarse en el plantel profesional de un día para el otro… Se fue cedido al Zaragoza y después al Alavés, se lució en ambos equipos e incluso en el último debió superar una grave lesión (se fracturó el peroné y se luxó el tobillo izquierdo) durante un amistoso de pretemporada que lo tuvo bastante tiempo fuera de las canchas.

Al poco tiempo de recibir el alta, volvió a jugar, comenzó a destacarse nuevamente y eso le dio la oportunidad de recibir el llamado de Javier Mascherano para las Juveniles de la Selección Argentina, donde brilló en dos amistosos y se transformó en una de las sorpresas de la lista que disputó los Juegos Olímpicos. Su futuro era incierto por aquel 2023, no se sabía qué pasaría después, cuando finalizara su préstamo.

Lo cierto es que luego de terminar su cesión en el Alavés a mediados de 2024, Giuliano tuvo la chance de quedarse en el Atlético para intentar ganarse un lugar y en estos meses alcanzó a disputar 18 encuentros, diez de ellos como parte del equipo titular y con un dato nada menor: cada vez que formó parte de la formación titular, su equipo ganó. Ah, además marcó un gol en el triunfo por 2-0 ante Las Palmas de la Fecha 12ª. “Lo veo todo el tiempo como un jugador, cuando decidí que se quede con nosotros fue la misma decisión que con otros futbolistas. Solo pienso en el equipo, aunque sea mi hijo, y nos puede ayudar”, explicó tiempo después el entrenador, su papá, corriéndose del vínculo familiar.

La realidad es que no solo en tierra española se destacó el menor de los hijos varones del Cholo: en la última Fecha FIFA, Giuliano tuvo la oportunidad de hacer su debut en la Selección Mayor. Si bien inicilamente no integraba la lista de convocados, la baja repentina de Nahuel Molina abrió un hueco y Lionel Scaloni decidió llamarlo. Ingresó unos minutos en la victoria por 1-0 ante Perú, en Lima, en lugar del autor del único gol del encuentro, Lautaro Martínez.

“Como jugador del Atlético tiene una exigencia y una responsabilidad. No tiene nombre, es un futbolista más. Acá los que corren juegan y los que no corren juegan menos… Nosotros no fuimos a buscar a Giuliano, él es un jugador que estaba dentro de la Academia, no fuimos a comprarlo, estaba en la cantera y el entrenador lo ve con posibilidades y entonces lo sube al primer equipo, después hará partidos malos y buenos”, siguió Simeone padre en aquella conferencia de prensa de principios de noviembre.

El hermano de Giovanni y Gianluca, ambos jugadores también, actualmente es uno más del plantel colchonero y, aunque su documento dice que nació en Roma, lleva sangre argentina. “A los dos años ya estaba en Buenos Aires y no hubiera jugado para otra Selección si me hubieran llamado”, le contó a Olé en la previa del viaje a París. De hecho, es normal verlo compartir muchos momentos en el club con dos de sus compatriotas, que ahora también son compañeros de la Selección: Julián Álvarez y Rodrigo De Paul.

En aquella entrevista en la que Giuliano habló de la primera convocatoria a un torneo con Argentina, también se refirió al peso del apellido. “Para mí no es un peso ser Simeone, es un orgullo, pero me gusta que me reconozcan por Giuliano, por lo que soy, lo que transmito, lo que doy y el esfuerzo que hago todos los días en el club en el que estoy”, dijo ya en ese momento el pibe que acaba de celebrar sus 22 años y que el próximo sábado cerrará el año con un verdadero partidazo: este sábado (17 hs de Argentina) el Aleti visitará al Barcelona en el Camp Nou, con la chance de ganar y quedar como único puntero.