Apenas un triunfo en los últimos siete partidos. En cinco de esos encuentros no convirtió goles. Las estadísticas son muy contundentes y reflejan con elocuencia cómo se desmoronó la selección de Uruguay después de la Copa América que se disputó en Estados Unidos en 2024. La Celeste sumó 13 puntos de 18 posibles en el arranque de las Eliminatorias, pero luego apenas pudo cosechar 7 unidades de 21 en juego. La caída ante Argentina en el estadio Centenario de Montevideo profundizó lo que ya es una crisis que genera preocupación en la otra vereda del Río de la Plata.

“Lo negativo es la falta de peligrosidad que se hizo evidente. Los momentos en que tuvimos el dominio no los traducimos en situaciones de peligro. En el primer tiempo jugamos un poco más de acuerdo a lo que el equipo es capaz, pero no generamos y en el resto del partido tampoco”, analizó Marcelo Bielsa. Y rescató “los primeros 30 minutos de dominio” ante “una Selección Argentina que no jugó con un equipo suplente, sino con uno titular”.

Su disgusto se percibió con facilidad durante el encuentro. El técnico de 69 años mostró semblante adusto y al principio caminó con intensidad y nerviosismo por el corralito lindante al banco de suplentes. Ya sobre el final se sentó sobre una heladerita y bufó ante la falta de generación de su equipo.

Bielsa no dio nombres, pero anticipó que realizará cambios de cara al partido del mates ante Bolivia en El Alto, situado a 4.150 metros sobre el nivel del mar. “Jugar allá aumenta el nivel de dificultad de un enfrentamiento. Seguramente no van a jugar jugadores que estuvieron ante Argentina. Algunos sí y otros no. El partido lo imagino con el limitante que significa la disminución que genera jugar en esas condiciones. Pero la altura no invalida nuestra posición de ir a ganar el partido y creer que podemos hacerlo”.

El Loco se hizo cargo de la situación y puso sobre su espalda el peso de la mochila: “Reafirmo mi responsabilidad en los momentos en que Uruguay pierde, porque claramente nuestro equipo está diseñado para poder defender sin dejar de atacar en ningún momento. Y también para desequilibrar. Ahora hay que pensar en lo que se nos viene”.

Mientras se jugaba el partido entre Argentina y Uruguay en el Centenario, el futbolista Ricardo Centurión posteó una imagen del escudo de Oriente Petrolero de Bolivia y escribió: «Allá vamos». Ricky, de 32 años, no juega desde abril de 2023, cuando con Barracas Central enfrentó a Vélez. Volvió al Fortín y ni tuvo lugar porque no cumplió con los compromisos con el técnico Gustavo Quinteros, hasta que rescindió. Pero el anuncio sorprendió más cuando se conoció la actualidad del Refinero.

El club estaba presidido por el exfutbolista Ronald Raldes, recordado en Argentina por su paso por Rosario Central y la selección de su país. Pero había sido destituido por la Federación por diversos motivos: inhibiciones de la FIFA, deudas salariales y otros problemas institucionales. Se nombró a una conductora interina, Maricruz Ribera, con el mandato de convocar a elecciones.

Sin embargo, la prensa local asegura que Raldes sigue tomando decisiones. Y una de esas fue la contratación del polémico ex jugador, que además del club de Liniers tuvo problemas en Racing, se fue en conflicto, antes en Boca, y en el Guapo (el DT Gustavo Rondina lo admitió públicamente).

«No puedo creer que Raldes haga esto», escribió un mensaje de Whatsapp un dirigente de Oriente Petrolero. Luego, Olé confirmó la gestión avanzada a través del testimonio de un integrante del cuerpo técnico del club.

Un problema que debería solucionarse en el club de Santa Cruz de la Sierra con la incorporación de Centurión es el cupo de extranjeros: se permiten seis, por lo que uno debería irse. No es un detalle: la Federación no lo habilitaría mientras no se produzca una baja.

De todas maneras, por el escenario actual en el club y por los antecedentes de Ricky, lo sensato es no dar por cerrada la incorporación hasta que se produzca la oficialización por parte de la entidad.

Recordar: Centu también jugó en San Pablo, Genoa de Italia y Atlético San Luis de México. Solía tener mucha exposición en redes sociales y admitió su pasión por la vida nocturna. Se recuerdan varios incidentes, como una pelea en la concentración de Boca y un intento de coima a un policía, que fue grabada por un oficial.

Centu estaba viviendo con su madre y una hermana en Sarandí, sin conceder entrevistas a los medios desde antes de irse de Vélez.