A horas del encuentro entre Peñarol y Botafogo por la semifinal de Copa Libertadores, se vive un fuerte clima de violencia en las calles de Río de Janeiro. Un ataque de los torcedores de Botafogo, a los que se sumaron algunos de Fluminense y Flamengo, provocó un caos generalizado que terminó con más de 200 uruguayos detenidos y expulsados fuera de Río por la Policía carioca, que volvió a reprimir con todo su arsenal.

El conflicto entre manyas y locales comenzó en la noche del martes. Tras la clásica tirada de fuegos artificiales de los hinchas brasileños en el hotel del plantel de Peñarol, los hinchas de Botafogo fueron corridos del lugar por fanáticos del Manya que estaban hospedándose también allí.

Ya el miércoles, alrededor del mediodía, comenzó una escalada de violencia que terminó con las calles de Río convirtiéndose casi en una zona de guerra. Todo ocurrió en el oeste de la ciudad, más precisamente en Recreio dos Bandeirantes, la zona que estaba asignada por la organización para el encuentro de hinchas del conjunto uruguayo.

En principio, hay que aclarar que el enfrentamiento tuvo distintos episodios. Primero, el de la Policía Militar con los hinchas de Peñarol, luego de que los uniformados detuvieran a un fanático uruguayo que habría robado un celular en una panadería. Allí se desató un enfrentamiento entre los seguidores del Manya y algunos pocos oficiales que se encontraban en esa zona.

Pero también, hubo enfrentamientos entre los hinchas de Peñarol y los de Botafogo, que contaron incluso con la participación de fanáticos de Fluminense, Flamengo y Vasco da Gama. Estos hinchas brasileños, de hecho, hasta atacaron a un micro de seguidores del Manya, al que robaron y prendieron fuego. Todos esos líos terminaron finalmente con una fuerte represión policial que derivó en más de 200 detenidos, todos fanas de Peñarol.

La Policía Militar comunicó en sus redes sociales los «hinchas de Peñarol iniciaron un disturbio con un grupo de personas, además de cometer una serie de actos vandálicos, saqueos y vandalismo a establecimientos comerciales y vehículos». Mientras que Cláudio Castro, gobernador de Río, publicó también en sus redes que «Río no es un lugar para problemas. Ordené a la policía arrestar, llevar a la comisaría y escoltar fuera de Río de Janeiro a los hinchas de Peñarol que están causando gran confusión en la Zona Oeste. Ya estamos llevando a más de 200 detenidos a la Ciudad Policial».

En redes sociales circularon imágenes de Guillermo Varela, jugador de la selección de Uruguay y Flamengo, demorado por la Policía. Además, también se vio envuelto en el conflicto a Edgardo Lasalvia, ex representante de Federico Valverde, Darwin Núñez y Facundo Pellistri, entre otros; «la Policía liberó la zona y nos dieron como loco. Vine porque hay que defender a la gente de bien», comentó el Chino con Hablemos de Fútbol, un programa uruguayo.

El representante no solo se refería a la fuerte represión de la Policía carioca, que volvió a cargar duramente contra los visitantes como suele ocurrir. Su comentario también se trata de la supuesta aparición en el lugar de torcedores de los cuatro grandes de Río: Botafogo, Vasco da Gama, Flamengo y Fluminense.