ECONOMIA
Argentina tendrá menor crecimiento y más inflación en 2025-2026, según el FMI

El organismo proyecta que el PBI crezca 4,5% este año, mientras que la inflación se ubicará en torno al 41,3%, según su último informe
14/10/2025 – 11:49hs
El Fondo Monetario Internacional (FMI) empeoró sus previsiones para la Argentina pronosticando un menor crecimiento para este año, con una mejora de la actividad del 4,5% y una mayor inflación, con una variación anual del 41,3%.
Las previsiones del organismo implican un empeoramiento de las proyecciones trazadas en el último reporte en abril pasado, cuando esperaba un avance del PBI del 5,5% y la estimación inflacionaria era de 35,9%.
De esta manera, el nuevo informe refleja una merma en el crecimiento económico de un punto porcentual por debajo de la esperada en abril y una inflación 5,4 puntos porcentuales por encima del pronóstico previo, lo que exhibe una nueva aceleración.
Crecimiento económico y presión inflacionaria: los números que proyecta el FMI
En cuanto a las perspectivas compartidas para la Argentina en 2026, el organismo espera que siga el crecimiento de la actividad, al estimar un avance del 4%, medio punto porcentual menos de la proyección previa y que se profundice la desaceleración de la variación de precios, previendo un alza del 16,4%, dos puntos porcentuales más que el reporte pasado.
Al comparar los cálculos con las previsiones del Gobierno, explicitadas en el proyecto de Presupuesto 2026, se observan diferencias, ya que los números presentados por el oficialismo son más optimistas previendo que el PBI crezca 5% en 2026 y la inflación llegue al 10%.
Con respecto al nivel de desempleo en la Argentina, el FMI también subió sus previsiones, previendo que alcance 7,5% a fin de año, cuando en abril estimaba que llegue a 6,3%. Mientras que para 2026 proyecta que la desocupación estará en 6,6%, lo que implica 0,6 puntos más que en el pronóstico previo.
El informe de Perspectivas Económicas Mundiales (WEO, por sus siglas en inglés), que el Fondo presentó en Washington, estimó una leve mejora del crecimiento a nivel global previendo un alza del PBI mundial de 3,2% en 2025 y 3,1% en 2026. En tanto que espera que la inflación general disminuya a 4,3% en 2025 y a 3,6% en 2026.
En este sentido, el organismo planteó que dichas previsiones de la actividad económica apenas se modificaron desde el último informe «reflejando una adaptación gradual a las tensiones comerciales, pero se encuentra decididamente por debajo del promedio prepandemia, de 3,7%».
Además remarcó que «la incertidumbre en materia de política comercial sigue siendo elevada en ausencia de acuerdos claros, transparentes y duraderos entre los socios comerciales, y cuando la atención comienza a desviarse del nivel final de los aranceles a su impacto en los precios, la inversión y el consumo».
Sin embargo, consideró que «hasta la fecha, las medidas comerciales más proteccionistas han tenido un impacto limitado en la actividad económica y los precios».
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ECONOMIA
Inflación y dólar: por qué las proyecciones del FMI pueden anticipar una modificación en el esquema cambiario

En medio de las negociaciones con el Tesoro de Estados Unidos, que generan incertidumbre sobre la continuidad del régimen cambiario después de las elecciones del 26 de octubre, el Fondo Monetario Internacional (FMI) cambió las proyecciones de inflación para la Argentina. Y según los analistas puede adelantar lo que sucederá con el dólar.
Con la publicación del último informe de Perspectivas de la Economía Mundial (World Economic Outlook, WEO), el organismo internacional bajó su estimación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) para el acumulado de este año.
Ahora, FMI prevé que los precios al consumidor aumenten 28% en 2025 y 10% en 2026, mientras que en abril había estimado 35,9% y 14,5%, respectivamente. La diferencia refleja una desinflación más rápida de la que el organismo había proyectado al inicio del año.
El cambio se dio a conocer el martes 14 de octubre, el mismo día en que el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) dio a conocer que la inflación de septiembre fue del 2,1%, lo que implicó una aceleración de 0,2 puntos porcentuales (p.p.) respecto a agosto.

Un alza que se explicó en gran medida porque la categoría Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles y Educación tuvieron una variación intermensual del 3,1 (categoría que muestra el mayor aumento (62,2%) en los últimos 12 meses, duplicando el promedio general), seguida por Transporte con 3%.
Este último dato de inflación implicó un variación interanual del 31,8% y un acumulado para los primeros nueve meses del año del 22%, lo que arroja un restante de inflación del 19,3 p.p. en el último trimestre para llegar al nuevo pronóstico del FMI (41,3%).
Es esa amplia diferencia en la proyección de inflación del FMI lo que para los analistas podría adelantar cambios en el régimen de flotación de bandas actual, a pesar de que el equipo económico lo niega.
“Lo decimos hace meses, esas son proyecciones optimistas, en donde se hace una modificación en el régimen cambiario, pero no abrupto para que no se dispare mucho la inflación. El FMI llega más tarde”, sostuvo el economista de EPyCA Consultores, Martín Kalos.
Ante las últimas intervenciones del Tesoro nacional y de Estados Unidos para frenar el dólar, Kalos afirmó que el régimen cambiario no es sustentable y que requerirá alguna modificación que incluya alguna forma de evaluación de tipo de cambio efectivo.
Lo que puede implicar, según su análisis, un corrimiento de las bandas cambiarias o dejarlas atrás para que el dólar flote. Una situación de la que si bien el equipo económico alardea ya no sucede porque el Banco Central de la República Argentina (BCRA) intervino en el medio y volvió la brecha legal entre los tipos de cambios paralelos.

Pero para el socio y economista de Audemus, Gonzalo Guiraldes, el escenario aún no es claro. “Falta ver cómo le va al Gobierno en la elección y cuál es el apoyo concreto de Estados Unidos que a pesar del anuncio de USD 40.000 millones no está claro si es de libre disponibilidad, si hay condicionalidades o demás”, afirmó.
En esa línea sostuvo que la nueva proyección del FMI de que la inflación en 2025 será de 41,3%, no estaría relacionada con un ajuste del tipo de cambio sino con que no esperan que se vuelva a atrasar.
“Si el apoyo no se traduce en algo muy contundente con disponibilidad de fondos en el corto plazo que despejen definitivamente los vencimientos de 2026, al Gobierno no le va a quedar otra que modificar el esquema cambiario”, marcó.
La meta de inflación del presidente Javier Milei es que para mitad del año que viene haya desaparecido, pero con la aceleración del último mes, en las consultoras privadas mantienen un pronósticos menos optimistas.
En el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), que se publicó el 6 de octubre, la mediana de las respuestas arrojó que el IPC se mantendrá con oscilaciones en 2% hasta diciembre y recién en enero de 2026 desaceleraría a 1,9%.
Según la consultora LCG, en lo que va de octubre la inflación en Alimentos y Bebidas acumula un 2%. Luego de que en la tercera semana del mes los precios del rubro tuvieron un alza de 0,9%.
“En lo que va de las últimas cuatro semanas la inflación promedio se aceleró a 2,7% mensual y la inflación punta a punta del periodo se ubicó en 2,9%”, comentaron en el último informe.
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ECONOMIA
Quiénes están detrás de las compras de dólares que suben el precio sin importar el apoyo de Trump

La demanda de dólares parece imparable a pocos días de las elecciones. Las «compras de pesos» por parte del Tesoro de Estados Unidos, que entre otras medidas implican un fuerte apoyo de Donald Trump a Javier Milei, resultan insuficientes para frenar la tendencia dolarizadora del mercado, que busca cubrirse ante eventuales subas del tipo de cambio o modificaciones del esquema cambiario tras los comicios del 26 de octubre.
La inclinación de una parte del mercado por dolarizarse previo a las elecciones se reflejó en los últimos días: en cuatro jornadas, el tipo de cambio oficial repuntó 7,5% hasta ubicarse en $1.450 en el segmento mayorista, a pesar de las ventas de divisas por parte del gobierno de Trump. De esta manera, la cotización quedó apenas 2,7% por debajo del techo de la banda de flotación ($1.489).
El apetito por el dólar también se reflejó en las cotizaciones del MEP y CCL: entre el martes y el viernes, repuntaron hasta 9,3% para ubicarse cómodamente por encima de $1.500 al cierre de la semana y la brecha respecto al oficial mayorista se amplió a 6,5%. La escalada también se dio a pesar de la «compra de pesos» que realizó en este mercado el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent.
En el mercado llamó la atención que la demanda de dólares no se detuvo aún tras la fuerte señal de respaldo político y financiero por parte de la administración de Trump, que no sólo «compró pesos» en varias de las últimas jornadas y ratificó la línea de crédito swap por u$s20.000 millones, sino que además anunció que están trabajando para otorgar financiamiento adicional por otros u$s20.000 millones a través de entidades financieras privadas.
La tendencia dolarizadora implica cautela y desconfianza en el mercado: muchos creen que después del 26 de octubre puede haber un ajuste en el tipo de cambio, a pesar de que el Gobierno afirma que el esquema cambiario seguirá vigente. También juega en contra las declaraciones de Trump respecto a las condiciones del respaldo financiero a la Argentina, que causan confusión y suman más incertidumbre a corto y mediano plazo.
Quiénes son los principales compradores de dólares
En diálogo con iProfesional, Pedro Siaba, líder de research de Portfolio Personal Inversiones, estima que la fuerte presión sobre el tipo de cambio obedece principalmente a demanda local en busca de cobertura, impulsada más por el sector minorista que por el corporativo. A la espera de registros oficiales, advierte que seguramente el dato de Formación de Activos Externos (FAE) de octubre confirmará un monto muy elevado.
Los analistas de Max Capital afirman que una parte importante de las compras de dólares en los mercados de cambios en los últimos días no es puramente «especulativa», sino que está vinculada principalmente a importadores que adelantan la demanda de divisas y ahorristas que se pasan a moneda dura. Ambos, con el objetivo de cubrirse ante una eventual suba de la cotización después de los comicios.
De acuerdo con el bróker de bolsa, esto hace que la «compra de pesos» por parte del Tesoro de Estados Unidos, si bien es una señal muy fuerte, sea insuficiente por sí sola para detener la tendencia alcista del tipo de cambio. Por lo tanto, resalta, se necesitaría mayor oferta en el mercado de cambios para abastecer a la demanda y aliviar así la presión sobre la moneda.
El analista Gustavo Ber coincide en que buena parte de la presión cambiaria la están produciendo las compras minoristas de dólares. Si fuera por las empresas, explica, la brecha entre el tipo de cambio oficial y los dólares financieros sería mucho mayor a la actual (menos del 10%), ya que muchas aún no pueden acceder al mercado oficial y para dolarizarse lo hacen a través del MEP y, sobre todo, el CCL.
«La búsqueda de cobertura en dólares parece que sigue muy sostenida, alimentada desde colocaciones en pesos en el actual clima de incertidumbre. Las ventas de divisas en los mercados de cambios por parte del Tesoro de Estados Unidos en esta etapa apenas están logrando morigerar el reacomodamiento alcista de las cotizaciones del dólar», agrega Ber en diálogo con iProfesional.
¿Todo el mercado dolarizándose?
Ian Colombo, asesor financiero de Cocos Gold, afirma que, más allá de los sectores que más demandan dólares en este momento, casi todo el mercado lo está haciendo porque espera una corrección del tipo de cambio o modificaciones en el esquema de bandas de flotación después del 26 de octubre. Por lo tanto, el «mercado está muy dolarizado».
Colombo sostiene ante iProfesional que en los últimos días muchos inversores y ahorristas desarmaron posiciones en moneda local para pasarse a dólares o activos dolarizados. Por ese motivo, en la última semana casi todos los instrumentos en pesos sufrieron volatilidad y «cualquier suba de precios de bonos en pesos fue aprovechada para venderlos y pasarse a dólares».
Pablo Lazzati, CEO de Insider Finance, resalta que a todo lo anterior se suma que este viernes el Tesoro Nacional liberó más de $2 billones en el mercado financiero, producto de lo que no renovó en la última licitación de deuda local para no convalidar tasas de interés más altas. Afirma que, si bien muchos de esos pesos terminan en otros instrumentos en moneda doméstica, una parte importante va al dólar.
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ECONOMIA
Gustavo Salinas, de Toyota: “La coyuntura no incide en forma directa en nuestras decisiones, aunque sí estamos atentos”

Desde Mar del Plata – El presidente de Toyota Argentina, Gustavo Salinas, pasó por el stand de Infobae en el 61 Coloquio de IDEA. Habló de la industria automotriz, del impacto del crédito y la coyuntura en el sector y también de sus proyecciones para el 2025, tanto para
— Argentina está pasando por un contexto económico con mucha volatilidad e inestabilidad. ¿Cómo lo ven desde la compañía y cómo lo gestiona como CEO de una empresa central del mercado automotriz en el país?
— En realidad, siempre tenemos una mirada de largo plazo en las decisiones estratégicas y en el planeamiento del negocio. Por supuesto, la coyuntura hay que gestionarla, pero no impacta en las grandes decisiones que tomamos. Tenemos una operación en Argentina que produce 180.000 unidades por año, de las cuales el 80% es para exportación. Ese compromiso de largo plazo se sostiene, y la coyuntura no incide en forma directa sobre esas decisiones, aunque sí estamos atentos. La gestión diaria construye ese camino. Esta industria requiere inversión permanente en tecnología y nuevos modelos, y ya proyectamos los próximos diez o quince años.
— ¿Cómo ve el panorama macroeconómico argentino?
— La Argentina viene transitando un camino de ordenamiento macroeconómico que era absolutamente necesario para proyectar el crecimiento del país y de las empresas. Ese ordenamiento es necesario pero, para que el crecimiento sea suficiente, hay que sumar otros factores, y creo que forman parte de la agenda. Este Coloquio de IDEA pone foco en la competitividad. La competitividad dentro de las empresas y hacia el exterior del país es determinante para una etapa de crecimiento. Es fundamental que el sector público y el sector privado tengan una visión unificada como política de estado, que fortalezca al empresariado argentino y construya condiciones para proyectarnos internacionalmente, generando empleo, inversión y progreso.
— ¿Qué industria automotriz vamos a tener en 2025?
— La industria se viene recuperando. Comparada con el año pasado, crecerá un cincuenta por ciento. Si se piensa en la industria que debería tener la Argentina, todavía existe una brecha. El trabajo para los próximos años es que el país tenga un parque automotor actualizado, no solo para que las personas accedan a vehículos nuevos, sino para que el parque sea más seguro y también más responsable con el medio ambiente, un desafío clave para la industria.
— Por estos vaivenes económicos, el crédito para el sector también es inestable: aparece, crece y luego se reduce. ¿Cómo incide esto en la venta de autos y qué opinás de esa situación?
— La recuperación del mercado automotriz, en gran parte, se respaldó en la reaparición del crédito. Si se ordena la macroeconomía y se reducen inflación y tasa de interés, eso ayuda mucho. Recientemente vimos un incremento en la tasa de interés, que impacta en el mercado. Creemos que esto es coyuntural. Mientras continúe la estabilidad y la macroeconomía ordenada, y la tasa de interés vuelva a disminuir, el crédito crecerá nuevamente porque fue uno de los principales impulsores del mercado.
— ¿Qué ofrece Toyota en términos de financiamiento?
— Tenemos una compañía financiera propia con distintos planes de financiación. Además, hay alternativas para que el cliente no pague el vehículo de contado: leasing, planes de ahorro y un servicio de movilidad llamado Kinto, presentado hace unos años. Permite utilizar un vehículo por el tiempo que elijas, un día, un mes, un año, facilitando el acceso a distintos mecanismos de utilización para personas que no pueden comprar de contado.
— Para finalizar, ¿cuáles son los planes de la compañía para este año?
— Próximamente lanzaremos el Yaris Cross, un SUV compacto dentro del segmento B, que tendrá motorización híbrida, una novedad para ese segmento. Esperamos acercar la marca Toyota a nuevos públicos. También estamos preparando renovaciones de modelos para que los clientes actuales puedan seguir eligiendo Toyota.
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