ECONOMIA
Cuál es el modelo que siguen Argentina y EEUU para diseñar el swap por USD 20.000 millones

El hermetismo del equipo económico respecto a las negociaciones con Estados Unidos comenzó a romperse. El presidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Santiago Bausili, le puso fecha a la activación del swap por USD 20.000 millones y reveló qué modelo se negocia.
Luego de que el presidente Donald Trump asegurará que la asistencia depende del resultado electoral del 26 de octubre, cuando se esperaba la letra chica del salvataje, el martes las acciones argentinas en Wall Street cayeron hasta un 8% y los bonos en dólares hasta 7%.
Frente a ello, y en la continuidad de la gira por Washington D.C. ahora en las reuniones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, es que Bausili deslizó detalles del swap.
En cuanto a los tiempos, la cabeza del BCRA aseguró que esperan que la línea de ayuda con Derechos Especiales de Giro (DEG) se active en las próximas dos semanas antes de la elección.
“Eso espero”, fue lo contestó Bausili ante la pregunta de Josh Lipsky, el presidente de Economía Internacional y director senior del Departamento Geo del Atlantic Council. “Hemos estado trabajando durante las últimas dos semanas, básicamente día tras día, con total dedicación para completar la documentación asociada al swap, y esperamos que muy pronto podamos ejecutar el acuerdo de libre mercado que contendrá los términos del swap”, afirmó.
Pero eso no fue lo único sino que también reveló qué modelo trabajan: sobre el swap con México que se activó durante la crisis del Tequila para otorgar liquidez inmediata. “Esa facilidad ha estado en funcionamiento durante casi 30 años. Así que la idea aquí es establecer probablemente una versión más actualizada de una facilidad como esa”, marcó.
Así, el modelo de swap sobre el parten las negociaciones fue otorgado en 1995 por Estados Unidos al Banco Central de México por un monto de USD 9.000 millones, con condicionalidades.
“Era un préstamo corto y con garantías. En paralelo a un stand-by con el FMI, un swap por USD 9.000 millones, vigente durante un plazo de 90 días y como colateral, México se comprometió a depositar los ingresos por las exportaciones de Pemex en una cuenta en la Reserva Federal de Nueva York, como garantía automática“, comentó el director de Eco Go, Sebastián Menescaldi.
Siendo este punto sobre el que aún sobrevuelan dudas, sobre todo luego de las declaraciones del secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, en donde reveló el interés por las tierras raras y el uranio.
“Vimos que China impuso más controles de exportación de tierras raras y Argentina es rica en tierras raras y en uranio. Y creo que están comprometidos con nosotros”, sostuvo Bessent en una entrevista con Fox News.
“No sé qué tipo de garantías podría darle Argentina. YPF no es toda nacional y los bonos no creo que sirvan de garantía”, sostuvo Menescaldi. A su vez, en el caso de la petrolera, Argentina se encuentra enfrentando un juicio en la Corte del Segundo Circuito de Nueva York por la expropiación en 2012.
Ante la consulta de Infobae a fuentes oficiales del BCRA aseguraron no tener información respecto al swap con Estados Unidos que está negociando el equipo económico hace meses. Y que se comunicaran los detalles cuando este cerrado.
“Más allá de las garantías que haya que poner lo interesante serán las condiciones de uso del seguro por USD 20.000 millones. Por ejemplo si es a un determinado tipo de cambio, si se puede utilizar cuando está en el techo de la banda o dentro, si hay un límite por día”, sostuvo el director de C&T Asesores Económicos, Camilo Tiscornia.
“Es una línea de swap tradicional que la Reserva Federal de Estados Unidos hizo con algunos países. Son líneas temporales de intercambio de monedas en caso de estrés cambiario”, lo definió al swap con México el director ejecutivo de LCG, Javier Okseniuk.
Es que en el diagnóstico de Bessent, el problema que enfrenta la Argentina es de liquidez. Eso fue lo que marcó cuando el jueves pasado por primera vez el Tesoro de Estados Unidos intervino en el mercado comprando pesos para evitar que el dólar mayorista toque el techo de la banda.
Y sobre el mismo punto se paró Bausili, quien sostuvo que desde julio el mercado entró en una fase pre-cobertura electoral, como sucede cada dos años después de la elección del 2019 cuando recurrimos al FMI.
“Hemos calculado que la demanda de cobertura en los últimos tres meses es equivalente a más de 40 puntos porcentuales de M2, que es la circulación monetaria, lo cual es una cantidad desproporcionada. Y el único que puede proveer ese tipo de cobertura es el Gobierno”, comentó Bausili. Siendo una situación extrema que esperan que se revierta después de la elección del 26 de octubre.
Pese a que fue el propio ministro Caputo quien a principios de julio durante su participación en el IAE Business School mandó a comprar dólares a quienes consideraban que estaba para que no se la perdieran.
economistas,fmi,foros económicos,hombre,interior,ponentes
ECONOMIA
El resultado que esperan las consultoras y el escenario después del domingo: la gobernabilidad es la clave

REUTERS/Agustin Marcarian
Comienza una semana decisiva. Son cinco ruedas hasta las elecciones del domingo. Desde el lunes 27 habrá un país diseñado por el resultado de las urnas. La del domingo 26 es una elección intermedia, pero decide la Gobernabilidad. El presidente Javier Milei la ve como una elección presidencial. La intensidad del apoyo de Estados Unidos está ligada al resultado.
Los mercados tienen dudas y las expresan. La suba del dólar que no pudo ser frenada siquiera por el auxilio excepcional de EEUU, más los apoyos constantes del FMI, demuestran que los inversores no quieren esperar con pesos en sus carteras el resultado electoral. Es una duda que invade a todos y afecta hasta los bonos de la deuda soberana que, pese a tener asegurados, con ayuda de EEUU, el pago de 2026 y 2027, el viernes bajaron más de 3% por ciento. En lo que va del año pierden más de 20% y su paridad se acerca a la mitad de su valor nominal. Su renta, obvio, es muy elevada, llega a casi 20% en dólares.
No hay pesos, pero a los inversores no les importa, prefieren quedarse en dólares y algunos se apalancan en pesos pese a las elevadas tasas. El Tesoro de EEUU intervino el viernes hasta en la plaza de contado con liquidación (CCL) pero no pudo impedir que suba $53 (+3,6%) a $1.540 llevándose por delante la banda cambiaria superior.
En el Mercado Unico y Libre de Cambios (MULC) la intervención ocurrió cuando el dólar tocó $1.480 y quedó a solo $8,30 del techo de la banda, que hubiera perforado si no aparecían en el offer dólares a la venta en $1.450 y en cantidades importantes que hacen pensar que la intervención fue de unos USD 300 millones.
Los pesos que toma el Tesoro los deposita en el BCRA y no aumentan la liquidez de plaza, para no hacer más fuerte la demanda de dólares. Es el plan de contingencia hasta las elecciones, pues no es idea de la administración Trump pulsear diariamente con el mercado.
El Gobierno de Milei tiene que ganar o empatar las elecciones del domingo. Y si hay derrota, que no se sienta, sea por un mínimo margen y no afecte la cantidad de bancas que se obtengan para impedir que la oposición reúna dos tercios para aprobarle proyectos que van contra el plan o rechazar los que envía el Ejecutivo.

Como la minoría propia no alcanza, Milei deberá arriar algunas banderas y cambiar el tono del diálogo, incorporar al Pro al Gobierno, hacer alianzas con otros partidos y hacer concesiones a los Gobernadores.
Por delante, hasta fin de año, la energía, la minería y el campo seguirán siendo fuentes de ingresos del exterior, para acumular reservas y cumplir con las metas del FMI. El agro, según la Bolsa de Comercio de Rosario, aportará menos dólares, porque la gran liquidación la hizo mientras rigió la eliminación de retenciones, que del Tesoro pasaron a manos privadas con las intervenciones para controlar al dólar. Fue otro de los fracasos del objetivo de acumular reservas. En el último trimestre del año por el agro ingresarán USD 3.900 millones.
Por delante, hasta fin de año, la energía, la minería y el campo seguirán siendo fuentes de ingresos del exterior, para acumular reservas y cumplir con las metas del FMI
La bolsa rosarina destaca que en setiembre, por la exención de retenciones, se liquidaron USD 7.100 millones, el doble del promedio de ese mes en los últimos 5 años. Para 2026 el agro espera liquidar USD 31.400 millones por menores precios internacionales, con una cosecha de trigo que ascendería a 23 millones de toneladas e igualaría el récord de 2021/22.
De esta incertidumbre por el resultado electoral se ocuparon las distintas consultoras.
EconViews que dirige Miguel Kiguel indicó que parte del problema es que el Gobierno “perdió el control de la agenda política y no logró contener los embates en el Congreso, a lo que se sumó la fuerte derrota en la provincia de Buenos Aires. Pero también hubo errores de política monetaria que alimentaron la suba del dólar y reforzaron las dudas sobre la capacidad del Gobierno para sostener las bandas cambiarias”.
El informe agrega que “también la política metió la cola, y el resultado electoral se volvió clave, tanto para definir el futuro del apoyo estadounidense como para medir el capital político del Gobierno. Lo paradójico es que, en los números, no hay tanto en juego. El objetivo central del oficialismo es asegurar, junto con el PRO, al menos un tercio de alguna de las dos cámaras para mantener poder de veto. En el Senado eso parece fuera de alcance, pero salvo una catástrofe electoral, en Diputados lo logrará: casi cualquier escenario deja a LLA y al PRO por encima del umbral de los 86 legisladores”.
Según Econviews, el problema no es el resultado, sino lo que reveló el camino: “las fragilidades políticas y económicas del programa. A partir del 27 de octubre, el desafío será pasar de la estabilización al crecimiento. Eso exige reformas estructurales y un esquema cambiario y monetario que permita acumular reservas y bajar el riesgo país”.
Como dato positivo, la consultora observa que en el frente político hay señales de pragmatismo. “En las últimas semanas se vio un mayor grado de dialoguismo (incluso con algunos kirchneristas ayudando a dilatar el tratamiento de una ley) y un mayor entendimiento con Mauricio Macri, que podría ser el punto de partida para una nueva etapa.

En lo económico, en cambio, las señales preocupan. El equipo insiste en que las bandas están bien calibradas y que el programa es sólido, aunque sin el apoyo de Scott Bessent (secretario del Tesoro de EEUU) el esquema difícilmente habría sobrevivido hasta las elecciones. Esa negación del problema alimenta la desconfianza del mercado, que reclama de forma casi unánime un tipo de cambio más flexible y una estrategia de acumulación de reservas más clara. Falta una semana. El Gobierno probablemente salga de las urnas con más poder legislativo que antes y con un apoyo inédito de EEUU. Pero si usa ese capital solo para ganar tiempo y no para corregir los desequilibrios, el rescate y las urnas no habrán servido de nada”.
Según FMyA, la consultora que dirige Fernando Marull, “la demanda de dólares para cobertura seguirá hasta el viernes. El mercado llega dolarizado (y con casi USD 11.000 millones de cobertura cambiaria en bonos dollar linked y futuros por la expectativa de cambio de bandas (que el Gobierno niega) o un escenario electoral muy malo (si saca menos de 30%). En las tasas, el Gobierno tuvo que liberar $2 billones para que descompriman (están en 52% a 30 días). En los bonos soberanos, estuvieron firmes por el apoyo de Bessent (Swap USD 20 mil millones + Fondo por USD 20 mil millones), pero siguen débiles (riesgo país de 1000 puntos), porque hay dudas del apoyo si al Gobierno le va mal en las elecciones (para nosotros es hasta 2027)”.
El informe agrega que “como venimos analizando en todo 2025, la economía llega a las elecciones con una macro más sana, pero le falta la micro (ingresos que no se recuperaron y sectores recesivos). Pero no es una economía en crisis, como lo muestra la continua baja en los niveles de pobreza (30.7%), de casi 4,5 millones personas menos que a fines de 2023”.
Sobre el resultado de las elecciones señala: “nuestro escenario base (de mayor probabilidad) es donde el Gobierno saca en torno a 35%, consigue el poder de veto y mejora el sistema cambiario (recalibrando las bandas y el BCRA acumula reservas) y vuelve el corredor del BCRA de tasas de interés”.
FMyA recuerda que quedó “lejos el escenario de arrasar en las elecciones, por errores políticos y una economía que no le sobra nada, hoy se apunta al 35% que, repetimos, no sería tan malo y el Gobierno tendrá espacio para relanzar su programa económico para 2026-2027”.
Según la consultora F2, de Andrés Reschini, “con la inflación que proyecta el mercado de bonos el tipo de cambio real solo tiene por delante un sendero de apreciación bajo el esquema cambiario actual y con el Tesoro sin reservas y el BCRA con reservas netas negativas el mercado sigue buscando cobertura dado que esto complica más la acumulación, más aún luego de que Trump manifestara que la ayuda estaría sujeta a un triunfo oficialista el 26 de octubre”.
Para la consultora, “todo indica que la semana que resta para llegar al 26 de octubre será desafiante, tanto para la Argentina como para el Tesoro de EEUU. Probablemente, este último mantenga la estrategia de incrementar su influencia en la Argentina dado que es una cuestión geopolítica, pero quedan muchas dudas acerca de si la pata financiera de esta estrategia se mantendrá inalterada si el oficialismo no tiene una buena performance el domingo. Con apoyo, el esquema cambiario actual tiene más chances, aunque esto no significa que no vaya a modificarse de todas maneras, pero sin apoyo luce insostenible”.
Inversiones Pergamino destaca por su parte que el mercado “está en pausa. No en calma, sino en modo reconocimiento. Los de adentro se cubren. Los de afuera tantean. Y en el medio, Scott Bessent, el hombre de confianza del Tesoro americano, juega en silencio el rol más importante del momento: preparar el terreno. Después de meses de ruido político, de fotos, anuncios y promesas cruzadas, el mercado parece haber entendido que el verdadero evento no es el resultado electoral en sí, sino qué capacidad tendrá Milei de gobernar después del 26 de octubre. En otras palabras: si podrá sostener el veto y, sobre todo, si se anima a armar una nueva etapa de gobierno con oxigenación política y técnica real, no sólo cambio de nombres”.
De la dolarización el informe señala que “no hay euforia ni confianza ciega. Hay prudencia. El mercado entiende que el ancla de la banda cambiaria depende de una arquitectura externa que hoy no se ve en los hechos, y por eso prefieren mirar desde la orilla. En el fondo, la lectura es una sola: podés creer en el programa, pero no con tu capital. La brecha acotada sostiene la sensación de equilibrio, pero no hay flujos nuevos genuinos”.
Inversiones Pergamino agrega que el plan Bessent consiste en: primero, interviene el Tesoro para estabilizar. Después, entran los fondos financieros para hacer carry trade y al final llegan las inversiones reales, las que necesitan estabilidad sostenida: energía, minería, agro y economía del conocimiento».
Por detrás de esta arquitectura financiera aparecen los verdaderos carry players del momento: Caputo y Bessent, uno desde el BCRA y otro desde el Tesoro norteamericano, coordinando un esquema que busca estabilizar el peso y construir confianza a través del flujo financiero. Si la Argentina dolariza, desaparece el instrumento: no hay tasa en pesos, no hay diferencial, no hay negocio. El peso, controlado y respaldado, es la herramienta perfecta del carry trade. Lo que se busca no es eliminarlo, sino anclarlo”.
El mercado ya decidió una cosa, concluye el informe: ”el 26 de octubre no será el final de nada. Será, en todo caso, el comienzo de una segunda temporada de gobernabilidad o el retorno al viejo libreto”.
A la luz de los informes se percibe que las cartas están echadas. Todo lo que se opere en esta semana será con incertidumbre. El resultado de las elecciones dejará grandes ganadores y perdedores no solo en el Gobierno, sino en el mercado.
Corporate Events,Financials (Legacy),Financials (TRBC level 1),LEGACY: Financials (TRBC),South America / Central America,Government / Politics,BUENOS AIRES
ECONOMIA
Dólar: la pulseada entre el Tesoro de EEUU y el mercado queda con final abierto

Los analistas buscan anticiparse a los movimientos del mercado y el futuro de la economía post electoral, luego de la puesta en marcha de la histórica intervención directa del Tesoro de EEUU en la plaza cambiaria local y la confirmación de un paquete de socorro financiero por un total de 40.000 millones de dólares.
La imagen más potente para el electorado y también el mercado fue el martes 14, cuando el presidente Javier Milei fue recibido en Washington por su par estadounidense Donald Trump en la Casa Blanca, en momentos en que se celebraron las “Reuniones Anuales 2025″ del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional.
Sin embargo, la postal no dejó el mensaje esperado, luego de que Trump pareció condicionar la ayuda financiera al resultado electoral del domingo 26. Eso llevó a que el día siguiente el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, adelantara que se planea un paquete total de USD 40.000 millones, compuesto por un swap -intercambio de monedas- de USD 20.000 millones y otro tramo de USD 20.000 millones que provendría de bancos y fondos de inversión.
El apoyo estadounidense a la gestión del presidente libertario se concretó dos semanas antes de la elección legislativa en la que el oficialismo buscará aumentar su presencia en el Congreso, donde cuenta con minoría.
Los tiempos se acortaron después las ventas oficiales en el mercado por más de USD 3.000 millones en menos de un mes, cuando la cotización del dólar “testeó” insistentemente el techo de las bandas de flotación.
El Tesoro norteamericano habría efectuado ventas por unos USD 400 millones en total en cinco de las últimas seis cambiarias para mantener el precio de la divisa, aún cerca del techo de las bandas.
Su poder de intervención es enorme, mientras que la demanda local debería estar limitada, por cuanto los analistas ven probable que disminuya su presión después de los comicios del próximo domingo.
El Tesoro norteamericano habría efectuado ventas por unos USD 400 millones en total en cinco de las últimas seis cambiarias para mantener el precio de la divisa
Pero al mismo tiempo esa fortaleza puede ser leída como una debilidad, pues para los analitas el Banco Central hoy no cuenta con reservas propias líquidas para defender las bandas. ¿Qué pasará si el Tesoro norteamericano se retira de la plaza?
Max Capital consideró que “una parte importante de las compras en el mercado cambiario no fue puramente ‘especulativa’, sino que respondió a importaciones adelantadas y a la dolarización de ahorros individuales. Esto hace que la señal del Tesoro estadounidense sea fuerte, aunque insuficiente por sí sola. Se necesita algo de liquidez para aliviar la presión sobre la moneda”.
La ayuda financiera de EEUU fue comprometida para actuar en varios flancos: el swap para reforzar reservas, intervención del dólar en el mercado de contado y futuros, además de compra de bonos, que ayudaría a bajar el riesgo país -hoy sobre los 1.100 puntos básicos- e, indirectamente, retraer los precios de los dólares bursátiles.
Pensando hacia adelante, la sostenibilidad del régimen cambiario depende exclusivamente de la continuidad del apoyo estadounidense (1816)
“El uso específico de esos recursos no está claro, y la reacción del mercado fue moderada, lo que sugiere que las valuaciones actuales ya incorporan un menor riesgo de evento crediticio en 2026–2027. Ahora los inversores centran su atención en los ajustes de política pendientes -el énfasis del Gobierno en las bandas cambiarias, en lugar de un esquema de flotación pura, no ayuda- y en las elecciones, donde las encuestas muestran una ventaja para La Libertad Avanza, aunque de solo 2 a 3 puntos en promedio», añadió Max Capital.
“Cuando un post en ‘X’ o una declaración puede hacer que los bonos suban o bajen 10% o 20%, en lo inmediato no tiene mucho sentido detenerse a analizar los fundamentos macro y, al menos hasta el lunes 27 de octubre, hay que operar ‘esperando el próximo tuit’”, observaron los analistas de la Consultora 1816.

“Pensando hacia adelante, la sostenibilidad del régimen cambiario depende exclusivamente de la continuidad del apoyo estadounidense: mientras Bessent quiera apuntalar al peso, en el nivel que él considere apropiado, no se va a quedar sin dólares para hacerlo. Cualquiera sea el régimen cambiario post elecciones, que la inflación siga en la zona de 2% con la reciente volatilidad cambiaria es una buena señal”, apuntaron desde 1816.
En el Atlantic Council de Washington, el presidente del BCRA, Santiago Bausili, defendió la continuidad de las bandas como “apropiada y en proceso de ensanchamiento gradual” y atribuyó la incesante demanda cambiaria a un “shock preelectoral desproporcionado” que se disipará después de las elecciones.
Lo concreto es que el esquema de bandas impidió la compra de reservas desde que entro en vigencia hace seis meses, obligó a ventas de la entidad monetaria -USD 1.110 millones entre el 17 y el 19 de septiembre- más otros USD 2.100 millones por parte del Tesoro argentino, hasta el rescate de Bessent. E igualmente, el tipo de cambio oficial sigue cerca de la banda superior, ahora en los $1.450 -con un máximo nominal de $1.476 el viernes 17-, frente a un techo de las bandas en 1.489 pesos.
Tampoco los analistas ven un escenario que justifique el pánico inversor, incluso con una eventual dura derrota del oficialismo en las urnas. El tipo de cambio real está en una zona de equilibrio para la cuenta corriente de la balanza de pagos -intercambio de bienes y servicios con el exterior- y los depósitos privados en dólares anotaron esta semana un nuevo récord de casi 35.000 millones de dólares.
“Existe expectativa por conocer la estrategia de las intervenciones en el mercado cambiario, tanto antes como después de las elecciones, y cómo encuadraría con una postura oficial de compra de reservas. También como se aplicaría un programa de compra de deuda en dólares -más allá del respaldo frente a los próximos vencimientos- dado que ello podría actuar como un nuevo driver para los inversores que permita impulsar una decidida convergencia del riesgo país -hacia los 500 puntos básicos- y así lograr recuperar capacidad para renovar los vencimientos», enfatizó el economista Gustavo Ber, director del Estudio Ber.
Ignacio Morales, Chief Investments Officer de Wise Capital, recordó que “la volatilidad volvió a dominar el mercado financiero luego de que el presidente de EEUU, Donald Trump, dejara en duda el apoyo prometido a la Argentina si el Gobierno de Javier Milei sufre una derrota en las legislativas del 26 de octubre. La reacción fue inmediata: las tasas de interés se dispararon por encima del 100%. El clima de tensión ya se percibía desde comienzos de semana, cuando el Tesoro estadounidense intervino en el mercado cambiario comprando pesos para contener al dólar. Pero los dichos de Trump encendieron las alarmas entre los inversores”.
“El respaldo de Washington alienta una tregua financiera, pero no garantiza gobernabilidad ni sostenibilidad: es un salvavidas, no una brújula”, resumió el economista Luis Secco.
“El apoyo estadounidense solo se aprovechará completamente si Argentina logra forjar un consenso político más amplio y se ajusta el régimen cambiario”, definió un informe de la banca JP Morgan. “El régimen cambiario es adecuado para el momento, pero después de las elecciones será necesario introducir ajustes”, estimó.
“Más allá del inusual mecanismo financiero, lo central del anuncio radica en su dimensión y efectos potenciales sobre la estabilidad. La línea de swap por USD 20.000 millones y la intervención directa en el mercado cambiario constituyen medidas contundentes para modificar las expectativas en el corto plazo”, evaluó Eric Ritondale, economista del agente de liquidación y compensación Puente.
“El respaldo directo del Tesoro estadounidense no solo aporta liquidez, sino también validación política y credibilidad externa a las reformas en curso”, agregó.
El apoyo estadounidense solo se aprovechará completamente si Argentina logra forjar un consenso político más amplio y se ajusta el régimen cambiario (JP Morgan)
Para los analistas de Adcap Grupo Financiero, “el apoyo fue histórico y contundente. La magnitud del nuevo financiamiento equivale al último programa con el FMI”.
Además consideró que “la alineación ideológica y geopolítica de Argentina con Washington resultó clave para que el Gobierno de Trump anunciara semejante respaldo” que ”claramente le otorga más tiempo al régimen de bandas cambiarias, que incluso el secretario del Tesoro (Bessent) mencionó que le parecían adecuadas en este contexto”.
“Consideramos que en parte se trata de una muy fuerte campaña de expectativas a favor de la estabilidad financiera en Argentina y por consiguiente de su Gobierno actual”, destacó Vatnet Financial Research.
“La idea sería llegar a las elecciones del domingo sin mayores sobresaltos; en el futuro será indispensable lograr un flujo de divisas positivo para atender los compromisos básicos, incluyendo los intereses de la deuda externa”, agregó.
bessent,caputo
ECONOMIA
Ajuste fiscal: el gasto público crece menos que la economía y se profundizan los recortes en subsidios y empleo estatal

En los primeros nueve meses de 2025, la ejecución presupuestaria de la Administración Pública Nacional mostró una caída real del gasto total del 31% respecto de 2023, según el último informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA). El impacto abarcó a casi todos los sectores del Estado, con recortes profundos en salud, educación, ciencia, seguridad social y desarrollo productivo.
Entre los organismos más afectados figuran la Superintendencia de Servicios de Salud, con una reducción del 70% de su presupuesto, y varios hospitales nacionales con bajas que van del 30% al 38%. El Instituto Malbrán perdió el 22% de su ejecución, y la Anmat, encargada de fiscalizar medicamentos y alimentos, un 28%. El Incucai fue una de las pocas excepciones, con un incremento del 42% en sus partidas.
En el área científica, el Programa de Promoción de la Investigación e Innovación tuvo una baja de 83%, mientras el Conicet, la Conace, el Servicio Meteorológico Nacional y el Servicio Geológico Minero Argentino registraron caídas de entre 19% y 35%. En el ámbito educativo: programas clave como Conectar Igualdad y el Fondo Nacional de Incentivo Docente directamente no tuvieron ejecución, y los fondos para becas, formación docente y fortalecimiento edilicio cayeron hasta un 89 por ciento.
Los organismos de desarrollo productivo tampoco escaparon al ajuste. La Secretaría de Industria y Desarrollo Productivo redujo su gasto 78%, el INTA 38% y el INTI 45%, lo que afectó directamente la investigación aplicada, la innovación tecnológica y la asistencia técnica al sector industrial y agropecuario. La Comisión Nacional de Energía Atómica retrocedió un 44%, el ENRE un 22% y el Enargas un 28%, mientrasa persiste la discusión sobre la política energética y tarifaria nacional.

El área social también sufrió recortes de magnitud. La Anses redujo su ejecución en 7%, y la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia en 72%. Los fondos destinados al Inaes se contrajeron 74%, y programas como Economía Social, Protección Social y Primera Infancia directamente dejaron de ejecutarse o registraron caídas del 100% al 88%, según el estudio privado. Los comedores comunitarios y merenderos tuvieron un ajuste del 63 por ciento.
El Ministerio de Capital Humano, que concentró buena parte de las áreas sociales y educativas, fue el más afectado dentro de la estructura estatal. La caída del gasto en Educación fue del 49%, mientras que en Niñez y Familia alcanzó el 72%. Los recortes también alcanzaron al Ministerio de Economía (51%), las Obligaciones a Cargo del Tesoro (53%) y el Ministerio de Relaciones Exteriores (21 por ciento).
Por el contrario, el gasto en inteligencia del Estado aumentó un 35% respecto de 2023.
El proyecto de Presupuesto 2026 elaborado por el Ministerio de Economía y analizado por el CEPA proyecta la continuidad del ajuste con un nuevo marco normativo que consolida el “blindaje fiscal”.
El texto establece que si la recaudación supera lo previsto, el Gobierno reducirá impuestos; pero si los ingresos caen, deberá recortar el gasto discrecional, es decir, el destinado a áreas como salud, educación y desarrollo social.
El Presupuesto mantiene la meta de equilibrio financiero, con un superávit primario del 1,5% del PBI y un resultado financiero positivo del 0,3% del PBI. La proyección de crecimiento económico con 5% se ubica moderadamente por encima del consenso del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central, del 4,4 por ciento.
Del lado del gasto se consolida una política de recorte estructural en áreas sensibles. En educación, las partidas aumentan 4% nominal respecto de 2025. Las universidades nacionales siguen con recursos limitados, mientras los programas de becas estudiantiles muestran una caída acumulada del 76% desde 2023. En el Conicet, el recorte interanual será del 5,4%, acumulando una reducción de casi el 40% en tres años.
La Conae tendrá una partida 34% menor a la de 2025, mientras el INTA y el INTI registran caídas acumuladas del 44% y 49%, respectivamente. La Comisión Nacional de Energía Atómica perderá otro 13% interanual.
En el área social, la Agencia Nacional de Discapacidad sufrirá un nuevo recorte del 7,3%, mientras la Prestación Alimentar y los fondos para comedores comunitarios retrocederán 2% y 17%, respectivamente, ante la baja observada en los índices de pobreza e indigencia.
El CEPA advierte que el Presupuesto 2026 no solo mantiene el sesgo contractivo del gasto público, sino que incorpora medidas estructurales que agravan la situación de los organismos. Entre ellas, la derogación del carácter móvil de las asignaciones familiares, la eliminación del 6% del PBI garantizado para educación, del 1% para ciencia y tecnología y del Fondef (Fondo de Defensa Nacional).
Según Hernán Letcher, director del CEPA, “La lógica del desfinanciamiento no se limita a la reducción del gasto, sino que afecta las capacidades institucionales del Estado: Cuando el Estado deja de invertir en innovación, en control o en salud, no solo achica su estructura, también pierde soberanía técnica y científica”.
Desde una óptica más fiscal, Nadin Argañaraz, presidente del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), sostuvo que el proceso actual combina dos dinámicas: “El gasto total crece, pero por debajo del PBI, por lo que el Estado va perdiendo peso relativo en la economía”. En los primeros nueve meses del año, el gasto indexado -incluye jubilaciones y pensiones- aumentó 18% en términos reales, mientras el gasto no indexado, donde se concentran salarios, obra pública y subsidios, cayó 10% real.
“Lo que más está cayendo son los subsidios a la energía, la obra pública, los salarios públicos y los subsidios al transporte”, detalló Argañaraz, quien advirtió que esa combinación genera un efecto multiplicador negativo: “El menor poder adquisitivo de los empleados públicos se traduce en menor consumo, y la caída de la obra pública implica menos actividad económica en ese sector y en las cadenas que dependen de él”.

Según los cálculos del Iaraf, el gasto total crecería este año un 2,1% real, por debajo del ritmo de expansión de la economía. Eso implica que el gasto público pierde incidencia en el PBI y, al mismo tiempo, que el superávit fiscal se sostiene a costa de un ajuste cada vez más profundo.
Para alcanzar la meta del 1,6% del PBI acordada con el FMI, el Gobierno debería intensificar los recortes: “Debería bajar un 16% real el gasto no indexado en el último trimestre, cuando ya venía cayendo 10%”, apuntó.
Después de un ajuste grueso, tiene que venir una sintonía fina (Argañaraz)
Argañaraz aclaró, sin embargo, que el desafío de fondo no es solo cuantitativo sino cualitativo: “Después de un ajuste grueso, tiene que venir una sintonía fina. Si la reducción de gastos provoca una caída directa en los servicios que presta el Estado y la demanda social se mantiene, aparecen los cuellos de botella”. En ese punto, advirtió que la eficiencia no se mide únicamente por cuánto se gasta, sino por la capacidad de mantener los servicios públicos funcionando con menor presupuesto.
Daniel Garro, director de Value International Group, interpretó el desfinanciamiento como parte de una estrategia deliberada del Gobierno para “cerrar o debilitar organismos considerados ineficientes o redundantes”. Según explicó, “cuando la Ley Bases salió recortada y el Congreso o la Justicia impidieron avanzar con el cierre de ciertas dependencias, el Ejecutivo optó por desfinanciarlas”.
“El mensaje es claro -sostuvo Garro-: si no me permiten avanzar con la reestructuración, les saco la comida, la luz y el gas. Es una forma indirecta de cerrar los organismos. Se trata de una decisión política y fiscal: no hay plata, y si no se puede achicar por decreto, se achica por asfixia presupuestaria”.
En su análisis, el recorte no generará grandes disfunciones: “Muchos de esos organismos cumplen tareas que pueden hacer los privados, o son cajas políticas. Por eso, no habrá un impacto relevante en la actividad económica. Lo que el Gobierno busca es obligarlos a ajustarse, auditar sus gastos y eliminar ineficiencias”, conluyó Daniel Garro.
- CHIMENTOS1 día ago
La fuerte actitud de Manu Urcera con Indiana Cubero que reveló la verdad de la interna familiar: “El saludo del piloto a la hija de Nicole Neumann por su cumpleaños”
- POLITICA1 día ago
“El Pollo” Carvajal revela cómo Chávez pagaba a Kirchner, Lula y Petro con dinero del narcotráfico
- POLITICA2 días ago
Denunciaron a dos periodistas por “inducir al engaño” a los votantes de La Libertad Avanza