ECONOMIA
Jubilados: cómo funcionan los nuevos descuentos en compras y cuentas bancarias

Los jubilados y pensionados cuentan desde este mes con un esquema más amplio de beneficios que busca aliviar el gasto en consumo básico. El programa contempla descuentos en supermercados, reintegros bancarios y el acceso a cuentas remuneradas con intereses automáticos. Según la última información oficial, más de siete millones de personas forman parte de este universo de beneficiarios y podrán aprovechar los distintos mecanismos en todo el país.
En lo que respecta a supermercados, las principales cadenas se sumaron al plan con diferentes modalidades de descuento. En los locales de Disco, Jumbo y Vea se otorga un 10% en la mayoría de los rubros y un 20% en artículos de perfumería y limpieza. El beneficio se aplica de manera directa en la línea de cajas y no tiene tope de reintegro, aunque no es acumulable con otras promociones. En Coto y La Anónima también se ofrece un 10% general, sin limitaciones de monto, mientras que en Josimar el descuento asciende al 15% sobre todas las compras. Carrefour, por su parte, aplica un 10% pero con un límite mensual de 35.000 pesos por beneficiario, mientras que en Día la rebaja es del 10% por operación con un tope de 2.000 pesos, con la particularidad de que sí se permite sumar con otras promociones vigentes.
Las cadenas aclararon que en algunos casos hay exclusiones, como cortes de carne, electrodomésticos y ciertas marcas, aunque en general los beneficios alcanzan a la mayoría de los productos de la canasta básica. Además, el plan también incorpora descuentos en farmacias y ópticas, un punto clave para los jubilados que destinan una parte importante de sus ingresos a la compra de medicamentos y productos de salud. Estas rebajas se suman a las que ya reciben algunos afiliados a PAMI y otros programas, ampliando así el alcance de la medida.
Los bancos también cumplen un rol central en este esquema. El Banco Nación ofrece un reintegro adicional del 5% en compras realizadas con BNA+ Modo, tanto con tarjeta de débito como de crédito, con un tope de 20.000 pesos por mes. Este beneficio es acumulable con los descuentos de las cadenas, lo que multiplica el ahorro potencial. Además, las cuentas donde se acreditan los haberes pasan a ser remuneradas, con una tasa nominal anual del 32% sobre saldos de hasta 500.000 pesos, lo que implica que el dinero depositado genera intereses diarios en forma automática.

En paralelo, Banco Galicia se sumó al programa con hasta un 25% de ahorro en supermercados y la posibilidad de abonar en tres cuotas sin interés. El tope mensual es de 20.000 pesos para este rubro y de 12.000 pesos en farmacias y ópticas. Quienes poseen cuentas remuneradas bajo el esquema FIMA reciben un rendimiento del 33,2% nominal anual, en este caso sin límites de saldo.
La implementación del programa exige que las compras se realicen con la tarjeta de débito asociada al cobro de la jubilación o pensión. Los descuentos son absorbidos por las cadenas de supermercados, farmacias y bancos participantes, de modo que no generan costos fiscales adicionales. Según las autoridades, el objetivo es incentivar el consumo en sectores sensibles y motorizar el comercio formal en un contexto de caída de la demanda.
El esquema se enmarca dentro de las medidas previstas en el presupuesto del próximo año, que contempla aumentos de haberes por encima de la inflación proyectada. De esta forma, los jubilados no solo contarán con ajustes en sus ingresos, sino también con herramientas para mejorar el rendimiento de sus compras y de sus cuentas bancarias. El impacto dependerá de la adhesión de los comercios y de la capacidad de los beneficiarios de organizar sus consumos de acuerdo con las condiciones de cada descuento, pero representa un alivio en un momento en el que los gastos fijos ejercen una presión creciente sobre los ingresos.
ECONOMIA
Un emblema de los lácteos, cerca de cerrar: 300 pedidos de quiebra y una deuda multimillonaria

El rojo operativo, combinado con una deuda que no deja de acumularse y un concurso de acreedores sin avances, mantiene a SanCor al borde del cierre definitivo. La empresa debe más de $20.000 millones sólo en concepto de sueldos impagos y coberturas sociales y sindicales. Y, según reconocen en torno a la unión de cooperativas, suma más de 300 pedidos de quiebra en su contra. En esa línea, Guillermo Vales, juez a cargo del concurso de la láctea, invitó a los acreedores de la compañía a presentar planes de reactivación para SanCor, en una acción que se considera inédita para ese sector comercial.
En días recientes, la directiva de la empresa presentó ante la Justicia un plan de crisis que propone, a modo de aspecto sobresaliente, el recorte de 304 puestos de trabajo como medida de base para mejorar sus cuentas.
La compañía apenas se sostiene a partir de los contratos a fasón, esto es, la producción para terceros que aún mantiene con firmas como Elcor, Punta del Agua y La Tarantela.
Vales instó a aquellos acreedores interesados a que «presenten al juzgado a cargo de este trámite como ‘amicus curiae’ sus iniciativas, a través de proyectos de explotación y gestión empresarial viables, con aporte específico de conocimiento, capacidades técnicas, industriales y comerciales, de reorganización o modificación necesaria, para hacer económicamente viable la explotación de la concursada y que oportunamente, legitimen las decisiones que se tomen en el presente proceso».
Se multiplican los pedidos de quiebra contra SanCor
Ante esa medida, Aldo Regali, al frente del estudio de abogados que patrocina a un gran número de empleados de SanCor, no dudó en afirmar que ese movimiento representa «un acto desesperado, ya que por no declararle la quiebra (el juez) sacó esto. Los plazos vigentes refieren a la contestación del pedido de quiebra».
«Actualmente hay un poco más de 300 pedidos de quiebra y ahora se le corrió traslado a la empresa, que debe contestar y defenderse de esos pedidos de quiebra», agregó.
En paralelo a este cruce, el 12 de noviembre próximo deberán prestar declaración indagatoria los expresidentes de la concursada, José Pablo Gastaldi (2020-2022) y Alberto Eduardo Sánchez (2022/24), en los autos caratulados «SanCor Cooperativas Unidas Limitadas y otros, sobre infracción a la ley 27.430». Enfrentan un proceso judicial por la presunta evasión de aportes y contribuciones.
SanCor y su plan de achique
A principios del mes pasado, la directiva de la empresa presentó ante la Justicia un plan de crisis que propone, a modo de aspecto sobresaliente, el recorte de 304 empleos como medida concreta para mejorar el presente financiero de la lechera. En los últimos dos años SanCor implementó 370 despidos aunque, más allá del tenor de la medida, la láctea no logró reducir su rojo operativo y financiero.
«El sostenimiento de la marcha del negocio durante el concurso se está tornando dificultoso sin la participación de terceros que aporten capital de trabajo», indicó la firma en el documento que presentó ante el Juzgado Civil y Comercial de la 4ª Nominación de Rafaela, en Santa Fe.
Entre otros aspectos, la compañía propone en su plan desde «reactivar plantas mediante acuerdos con terceros en distintas modalidades» hasta «vender activos no operativos (inmuebles y ex plantas) para reducir pasivos».
Al mismo tiempo, la cúpula de SanCor fija como otra solución «continuar con la reestructuración de personal, que ya redujo un 54% la plantilla desde 2019«.
En su escrito, la láctea señala que la dotación «óptima» de personal debería ubicarse en torno a los 632 operarios, por lo que lo «conveniente» sería recortar 304 puestos de trabajo.
Desde esa perspectiva, SanCor apunta a «alcanzar primero un equilibrio operativo» para, ya en el mediano y largo plazo, «cubrir con ingresos los gastos corrientes; y luego generar un superávit que permita reducir deudas y salir del concurso preventivo».
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ECONOMIA
El Banco Central aprovechó la calma del dólar para bajar una tasa de interés clave que afecta a préstamos y plazos fijos

El Banco Central (BCRA) bajó de 25% a 22% la tasa de la rueda de simultáneas de BYMA, el instrumento con el que había puesto piso a los rendimientos en pesos durante los días más volátiles del dólar luego del fin de las LEFI y en la previa electoral. La movida es una señal de que el titular de la entidad, Santiago Bausili, está cómodo con el repunte de la demanda de dinero y no teme en lo inmediato a una estabilidad del dólar cerca del techo de la banda de flotación. La cotización mayorista retrocede hoy 0,5% a $1.451 por unidad.
La modificación de la tasa de la rueda de simultáneas apunta a fijar nuevos parámetros para los instrumentos de deuda en moneda local. El descenso en la tasa de interés afecta las condiciones en la plaza financiera y repercute directamente en la valuación de títulos, operaciones de caución y opciones de repo, que acompañan la tendencia descendente que se consolida tras las elecciones nacionales.
El proceso arranca después de una serie de semanas en las cuales la inquietud por la escalada del dólar y la pérdida de herramientas típicas como las LEFI impulsaron al BCRA y a su presidente a intervenir en la microestructura del mercado. El organismo utilizó los instrumentos disponibles y fijó una barrera sobre los miles de millones de pesos invertidos en la plaza short. Con la actualización en el valor de la tasa de referencia, la estrategia se orienta hacia una política monetaria que busca mantener la estabilidad, evitando shocks bruscos en un contexto caracterizado por la reaparición del crédito.
Las tasas en pesos cayeron más de 20 puntos en el tramo posterior a las elecciones y varios agentes de mercado recibieron la noticia como una oportunidad para ajustar sus portafolios. Una menor tasa de referencia provoca, en ese contexto, que los títulos públicos experimenten una compresión en sus rendimientos, reflejando el nuevo piso dispuesto desde la cúpula de la autoridad monetaria.
De acuerdo a la dinámica de la plaza, la decisión del BCRA incide en la evolución de los instrumentos más demandados por el segmento mayorista, principalmente las operaciones de caución y los repos, que muestran una paulatina baja en la tasa a partir de la modificación formalizada por la entidad. Los analistas destacan que, con tasas en descenso, el volumen operado en títulos de deuda y otros instrumentos de corto plazo ayuda a recomponer la liquidez en manos privadas y tiende a normalizar aún más la situación monetaria.
Los actores del mercado interpretan que la reducción en el rendimiento del dinero en pesos contribuye a una apreciación de la demanda de activos domésticos. Con una inflación bajo cierto control y la aparición de nuevos límites a la flotación del dólar mayorista, las colocaciones en instrumentos locales se presentan como una alternativa más atractiva para los inversores institucionales y empresas.
El titular del Banco Central, Santiago Bausili, definió la reducción en la tasa como una respuesta directa a la mayor tenencia de pesos en manos de los agentes económicos. Desde su gestión, las medidas buscan fortalecer el vínculo entre la banca comercial, el ahorro privado y el financiamiento productivo. La caída de la tasa de referencia va en la línea con el objetivo de reactivar el crédito en la economía real, después de un largo tramo caracterizado por la predominancia de operaciones cortas y tasas elevadas.
En la práctica, el recorte de la tasa en la rueda simultánea se traslada rápidamente al resto de los instrumentos de financiamiento y cobertura en la plaza doméstica. Tanto la caución como los acuerdos de recompra (repo) ajustan sus rendimientos en el mismo sentido, impactando en los balances de bancos, compañías aseguradoras y fondos comunes de inversión. El flujo de liquidez se adapta a las nuevas condiciones, forzando una revalorización de los títulos ofertados por el sector público y generando una competencia más fuerte entre el financiamiento estatal y privado.
La medida cobró relevancia luego de constatarse que, durante la transición electoral, el BCRA había defendido un nivel mínimo de tasa para anclar la expectativa de los operadores. El descenso anunciado ahora deja atrás el piso anterior y abre espacio para que los retornos de los instrumentos en pesos vuelvan a ajustarse en función de las señales de política monetaria.
Según la visión mayoritaria en la plaza, el tipo de cambio se mantuvo estable en el rango fijado por el Gobierno, lo que ofreció margen suficiente para que la autoridad monetaria redujera el costo financiero sin mayor presión sobre las reservas. La cotización del dólar mayorista experimentó una baja del 0,5%, ubicándose en 1.451 pesos por unidad y consolidando la percepción de calma en el mercado cambiario oficial.
El impacto inmediato de la merma de tasas se notó tanto en la curva de bonos soberanos en pesos como en instrumentos corporativos. El avance de la demanda de moneda nacional se refleja en la compresión de los spreads (diferenciales) de los títulos más negociados, así como en el incremento de la base de liquidez disponible para otorgar créditos a empresas y hogares.
La reducción alcanza también al mercado secundario de letras y pagarés, donde las nuevas condiciones motivan una reorganización de los portafolios institucionales. Los gestores de fondos y entidades financieras reevalúan su exposición a riesgo de tasa, mientras algunos apuestan por un incremento futuro de la colocación en activos privados a medida que la economía busca consolidar señales de recuperación.
El desplome de las tasas suma un ingrediente adicional al debate sobre los desafíos pendientes para la política económica local en los próximos meses. El sector financiero espera que la tendencia descendente continúe mientras la demanda de pesos no exhiba desvíos que modifiquen el actual equilibrio. El Banco Central, con la mira puesta en la estabilidad del sistema y la reactivación del crédito, continuará monitoreando la evolución de las colocaciones y los flujos de fondos.
Desde la perspectiva del sector privado, la caída de las tasas mejora el acceso a financiamiento y puede allanar el camino para nuevas inversiones productivas. La banca local comenzó a ajustar su oferta de préstamos, reflejando la nueva relación entre costo del dinero y riesgo crediticio. El ajuste beneficia tanto a grandes empresas como a pymes y familias que buscan financiar consumo o capital de trabajo.
Las expectativas del mercado se orientan al seguimiento de próximos pasos de la entidad monetaria, que podría volver a intervenir si las condiciones macroeconómicas lo requieren. Por ahora, la decisión de bajar la tasa clave se interpreta como una apuesta por preservar la estabilidad cambiaria y fortalecer la plaza financiera local tras la incertidumbre que prevaleció durante la etapa electoral.
El contexto financiero permanece atento a los movimientos del BCRA, que ajusta permanentemente los incentivos para los principales actores del mercado. La reciente modificación deja al sistema con un piso de tasas más bajo y con señales de reactivación en el circuito de préstamos y operaciones de financiación.
La evolución del escenario dependerá tanto de la dinámica global como de eventos domésticos, en especial el comportamiento de los precios, la política cambiaria y la capacidad del sistema para sostener el actual equilibrio entre demanda y oferta de pesos. La baja de la tasa de las simultáneas se suma a un ciclo de gradual normalización, en el que los instrumentos en moneda local vuelven a ganar protagonismo para agentes económicos y operadores institucionales.
Noticia en desarrollo
Corporate Events,South America / Central America,BUENOS AIRES
ECONOMIA
Dólar post legislativas: por qué volvió la presión y qué camino tomará el tipo de cambio

El dólar oficial opera este miércoles 5 de noviembre con una baja de diez pesos, a $1475, en la pizarra del Banco Nación. En el segmento mayorista, la divisa se negocia a $1465. En cuanto a los dólares financieros, el contado con liquidación se vende $1505 (-0,5%), y el MEP se ubica a $1485 (-0,7%). Por último, en el segmento informal, el blue se negocia con una baja de cinco pesos, en $1460.
La elección de medio término reacomodó expectativas y dejó una pregunta central para hogares, empresas e inversores: qué viene para el dólar en el muy corto plazo y durante las próximas semanas. La reacción inicial combinó alivio por la continuidad del programa económico con cautela por los frentes que siguen abiertos: el equilibrio entre oferta y demanda en el mercado de cambios, el calendario de pagos con organismos y la normalización de tasas tras meses de hiperactividad defensiva. En este marco, el comportamiento diario del MULC volvió a ser termómetro de humor, mientras la banda cambiaria continuó actuando como referencia psicológica para operadores y minoristas.
El punto de partida es claro: la presión cambiaria reciente no se explica únicamente por la acción oficial, sino por un mix de factores estacionales y de portafolio que reavivaron la dolarización de corto plazo. El fin de mes, el cobro de salarios y la necesidad de cubrir pagos potenciaron la demanda privada, justo cuando la oferta luce acotada por factores transitorios. A la par, el Gobierno comenzó a enviar señales de gradual normalización monetaria para bajar la volatilidad y moderar el costo del dinero, un paso indispensable si se busca impulsar actividad sin desanclar expectativas.
El frente externo agrega otra capa. Un contexto internacional más laxo por parte de la Reserva Federal, si se consolida, podría ayudar a recomponer acceso a los mercados en los próximos meses. Sin embargo, ese puente solo se cruza con riesgo país en compresión y con políticas domésticas que afiancen credibilidad. La coordinación entre Tesoro y BCRA seguirá bajo la lupa, en especial cuando el tipo de cambio oficial se acerca al techo de la banda y cada intervención o retiro estatal puede amplificar los movimientos intradiarios.
Este informe combina en partes iguales las miradas de Invecq (50%) y Portfolio Personal Inversiones, PPI (50%) para responder, con datos y lógica de mercado, qué puede pasar con el dólar tras el resultado electoral y cómo se acomodan las piezas clave: demanda privada, pagos al FMI, tasas, encajes, licitaciones del Tesoro y condiciones financieras externas.
Demanda privada en primer plano y depósitos del Tesoro
Desde PPI señalaron que la suba reciente del tipo de cambio no encuentra respaldo en compras oficiales de magnitud. Circularon versiones de una adquisición por parte del Tesoro cercana a US$700 millones al Banco Central, pero los datos monetarios no acompañan esa hipótesis.
Los especialistas del bróker detallaron que los depósitos en dólares del Tesoro no aumentaron; por el contrario, cayeron en US$4 millones, ubicándose en US$79 millones, sin movimientos compensatorios en las cuentas en pesos. De allí concluyeron que no hubo flujo oficial que justificara la presión vista en la plaza cambiaria.
Para PPI, la demanda privada fue el motor central de la presión sobre el dólar. El cobro de sueldos y los compromisos de fin de mes suelen gatillar una dolarización transitoria de portafolios minoristas, moviendo el amperímetro del MULC cuando la oferta no crece en la misma proporción.
En ese encuadre, los expertos del bróker explicaron que el oficial llegó a coquetear con el techo de la banda, un nivel que tiende a elevar la sensibilidad del mercado ante cualquier flujo adicional, y que obliga a monitorear con mayor precisión las entradas y salidas de divisas de corto plazo.
Normalización monetaria, encajes y tasas
Para Invecq, el gran desafío poscomicios es reducir la volatilidad y reacomodar las tasas luego del pico observado entre agosto y octubre. Sus analistas apuntaron que el proceso de normalización ya tiene las primeras marcas, con decisiones que buscan suavizar tensiones sin comprometer el anclaje nominal.
Desde la consultora explicaron que el BCRA dio un paso al bajar encajes en el margen y modificar el cómputo del efectivo mínimo, que volvió a ser mensual, con una exigencia de 95% al cierre de cada jornada, en lugar del 100% anterior. Aun así, resaltaron que la exigencia sigue en niveles máximos desde enero de 1993.
Invecq remarcó que algunas tasas de muy corto plazo ya reaccionaron: la caución cerró en torno al 20% y los repo cerca del 30%, señales de distensión incipiente. Sin embargo, advirtieron que falta que el resto de las tasas del sistema converjan a niveles más razonables para destrabar crédito y actividad.
El diagnóstico de la consultora es que la actividad permanece estancada desde febrero y que una baja gradual y ordenada del costo del dinero sería un catalizador relevante. El ritmo de esa flexibilización dependerá de la demanda de cobertura, que empieza a moderarse, y de la oferta de divisas, condicionada por adelantos del agro y por el pulso del sector público.
Licitación del Tesoro y señales de curva: lo que marcó Invecq
Los expertos de Invecq destacaron que la primera licitación tras las legislativas dejó un balance positivo y un guiño para la construcción de una curva más estable. El dato más saliente fue que la tasa promedio ponderada de las LECAP se ubicó en 2,87% mensual, un nivel que no se veía desde marzo de 2025, en línea con el mercado secundario.
Sus analistas apuntaron que, en términos de montos, el Tesoro adjudicó $6,9 billones frente a vencimientos por $11 billones, lo que implicó un rollover del 60%. No cubrió todo, pero liberó liquidez al sistema, algo valioso en un contexto todavía dominado por tasas extraordinariamente elevadas.
Para Invecq, el 100% de la colocación a tasa fija y la extensión de duration hacia 2026 y 2027 marcan un cambio respecto de las licitaciones preelectorales, donde los dollar-linked ganaban protagonismo. La preferencia por tasa fija sugiere una incipiente desactivación de la demanda de cobertura cambiaria.
La recompra de títulos por parte del Tesoro reforzó esa inyección de liquidez y, según la consultora, suma a la normalización monetaria, siempre que el proceso no ponga en riesgo la expectativa inflacionaria ni el delicado equilibrio del mercado de cambios.
Pagos al FMI y mecánica de divisas
Los especialistas de PPI recordaron que el Tesoro enfrenta esta semana pagos por US$853 millones al FMI, correspondientes a cargos e intereses. Con el oficial cerca del techo de la banda, comprar dólares en el mercado para cumplir con esa obligación luce improbable.
Desde el bróker subrayaron que, en ese marco, el Tesoro probablemente vuelva a adquirir divisas directamente del BCRA para atender el compromiso, tal como sucedió el 14 de octubre, cuando compró US$123 millones destinados a cancelar pagos con organismos internacionales.
PPI remarcó que esta mecánica evita sumar presión sobre el MULC en días sensibles, aunque implica un impacto sobre las reservas del Banco Central que el mercado monitorea al detalle. Cada movimiento se traduce en señales que los agentes incorporan a sus decisiones de cobertura.
Para el bróker, el equilibrio de corto plazo dependerá de que la demanda privada pierda intensidad a medida que pasa el pico salarial y de que el flujo oficial se administre con previsibilidad. En ese caso, la presión sobre el dólar tendería a moderarse, siempre que no aparezcan shocks exógenos.
Viento externo y acceso a mercados
Desde Invecq señalaron que un entorno internacional más benigno, apalancado en una política monetaria más laxa por parte de la Reserva Federal, podría favorecer que el Gobierno retome gradualmente el acceso a los mercados internacionales en los próximos meses.
Sus analistas apuntaron que esa posibilidad depende de que el riesgo país continúe comprimiéndose hacia la zona de 400–500 puntos básicos. Mientras tanto, subrayan que cualquier mejora en ese indicador tendría un efecto positivo sobre el costo de financiamiento soberano y corporativo.
Para Invecq, si ese canal se abre, aliviaría la dependencia de las fuentes locales y de la emisión monetaria, reforzando la estabilidad cambiaria. Pero remarcan que no es automático: requiere consistencia en la política económica y señales claras de consolidación.
En paralelo, advierten que, aunque la tensión disminuyó respecto de los picos previos, no puede descartarse algún ajuste en el esquema cambiario si los flujos se desalinean. Por eso, recomiendan monitorear con atención el accionar del Tesoro de EE.UU. y la oferta/ demanda en el MULC doméstico.
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