ECONOMIA
Los bajos sueldos y la falta de trabajo pasan a ser las principales preocupaciones de los argentinos

A la par de la baja de la inflación, los bajos sueldos y la falta de trabajo pasaron a encabezar una vez más los problemas que más preocupan a los argentinos en el plano económico, político y social. Pese a la mayor estabilidad de los precios en los últimos meses, los datos sugieren que los ingresos no alcanzan para cubrir las necesidades de las familias. ¿Habrá un impacto en las urnas?
En principio, la edición de julio de la encuesta de Satisfacción Política y Opinión Pública (ESPOP) de la Universidad de San Andrés, realizada por el Laboratorio de Observación de la Opinión Pública (LOOP) relevó la opinión de 1.012 personas entre el 11 y el 21 del mes pasado. La muestra es se realiza en 8 regiones: NOA, NEA, Cuyo, Centro, Sur, y Buenos Aires dividida a su vez en CABA, GBA e interior de la Provincia de Buenos Aires. Los datos se ponderan de acuerdo a parámetros de voto en elección de octubre 2023.
En este caso, la encuesta ESPOP encontró que cayó la satisfacción de las personas con la marcha general de las cosas en la Argentina, y que esa baja se dio en todos los segmentos analizados. Creció la insatisfacción y solo el 37% dice estar satisfecho.
A la vez, la insatisfacción no se dio en todas las áreas: el 29% de los encuestados está satisfecho con el desempeño del Ejecutivo, el 28% con el Poder Judicial -un crecimiento importante respecto delmes anterior-, el 17% con el Senado y 15% con Diputados.
Los analistas de UdeSA hablan de «desgaste» por la caída en la satisfacción con el desempeño en todas las áreas. Las áreas peor evaluadas fueron: Salud (19%), Ciencia (20%) y Obras Públicas (21%) A la vez, los entrevistados están más satisfechos con las políticas de Economía (37%), Defensa (34%) y Seguridad (33%).
Sueldos y desempleo, principales problemas de los argentinos
A la vez, en los últimos meses, la inflación dejó su lugar preminente a los bajos sueldos y el desempleo como preocupaciones en las primeras posiciones para los argentinos, empatafas con la inseguridad.
ESPOP de julio 2025 (Fuente: Universidad de San Andrés)
Los principales problemas listados en julio en la ESPOP fueron:
- Bajos Salarios (36%),
- Inseguridad (32%)
- Desempleo (32%)
- Los políticos (27%)
- Corrupción (27%),
- Educación (17%)
- Salud (17%)
- Endeudamiento Externo (16%)
- Inflación (14%)
- Justicia (13%)
- Narcotráfico (13%)
- Acceso a la vivienda (7%)
- Obra Pública (6%)
- Gasto Público (4%)
- Inmigración (2%),
- Policía (2%),
- Villas de emergencia (2%)
- Cambio climático (2%)
- Transporte (1%)
A la vez, en julio siguió cayendo la preocupación por la Inflación hasta tener solo el 14% de las menciones. La percepción es que los sueldos no alcanzan, pese a la estabilización de los precios.
La preocupación por los sueldos bajos había tenido un alza muy pronunciada con la devaluación de diciembre de 2023. Luego se mantuvo oscilante y volvió a tener una subida desde el ESPOP de marzo pasado. El mismo movimiento ocurrió en el relevamiento con la opción de «Falta de Trabajo».
Diego Reynoso, Director. Director de la ESPOP, profesor principal en Universidad de San Andrés e Investigador Independiente del CONICET, mencionó al respecto que «la preocupación acompaña el ciclo económico. La megadevaluación de cuando asumió Javier Milei tuvo un impacto directo sobre los ingresos, lo mismo que las políticas de reducción del trabajo en el sector público. Por eso tanta salarios como empleo vieron entonces un aumento, porque fueron marca central de las políticas del nuevo gobierno. Luego esos problemas se estabilizaron y ahora nuevamente tienen un alza porque, pese a que el Presidente diga que no hay gente muriéndose en la calle (por no llegar a fin de mes) si se están endeudando mucho y crece la morosidad en el pago de las tarjetas.»
Días atrás iProfesional publicó un artículo con datos del Banco Central de la República Argentina y un estudio de la consultora Focus Market, que confirman la tendencia mencionada por el docente de la Universidad de San Andrés: «El stock de deuda bancaria asciende hoy a $22,8 billones, con un promedio de $4.660.549 por hogar endeudado, equivalentes a 2,78 salarios promedio del sector registrado (RIPTE). En 2023, el promedio era de apenas $377.664, o 1,43 salarios promedio. La deuda bancaria incluye préstamos personales, tarjetas de crédito, préstamos hipotecarios, prendarios y adelantos bancarios, reflejando un uso más intensivo del crédito por parte de los hogares.»

ESPOP de julio 2025 (Fuente: Universidad de San Andrés)
Por otra parte, Reynoso mencionó que el porcentaje del sueldo que se debe destinar a gastos fijos como alquiler y servicios está en niveles que refuerzan la percepción de que los salarios no alcanzan. «Esto está impactando en la economía, generando un parate del consumo interno, sobre todo en rubros de bienes como calzado, indumentaria, etc. Aunque esto último está muy segmentado, hay un impacto en la actividad que ya está generando consecuencias en el empleo del sector privado,» añadió.
Este fenómeno sobre la insuficiencia de los ingresos, a diferencia de 2024, se dan junto con la baja de la inflación y de la pobreza, que claramente cayeron en el ranking de preocupaciones de los argentinos medido por la ESPOP. «Desde 2021 que la inflación estaba como la principal preocupación de los argentinos, sobre todo en 2023 como problema acuciante, y luego en la encuesta se derrumba de manera concomitante a la baja en los índices de precios. Es una baja asociada al éxito de las políticas del Gobierno para reducir la inflación, pero como ocurre con cualquier problema, cuando pierde protagonismo otras preocupaciones emergen, porque las personas empiezan a prestarle atención.»
En este sentido, Reynoso remarca que los problemas que emergieron en el orden de prioridades (salarios, empleo o inseguridad) vuelven a ser del orden de las necesidades materiales: «Podrían haber aparecido otros como el medioambiente, la equidad de género, la educación, pero esas son temáticas que emergen en sociedades en las que las cuestiones materiales han sido superadas», dijo citando al cientista político y profesor norteamericano Ronald Inglehart, experto en el esudio del cambio social.
La Inseguridad suele estar en el podio de las preocupaciones principales, y en 2019 estaba al tope de la lista. El informe de UdeSA también remarca una diferencia de quienes perciben hoy problemas de inseguridad: hay mayor nivel de aprobación entre quienes eligieron al actual oficialismo el temas como la inseguridad (42% está a favor).
«Esto también se observa en problemas como la corrupción, que cuenta con un 33% de votos por parte de quienes aprueban el gobierno y un 22% de quienes lo desaprueban. En cambio, en problemas como la falta de trabajo y la pobreza, observamos más votos de quienes desaprueban al gobierno, teniendo un 37% y 33% de votos respectivamente como principales problemas. Aumenta la preocupación por la corrupción y la falta de trabajo y disminuye la preocupación por la educación y la inflación», indicaron los investigadores.
Satisfacción en año de elecciones
Pese a este contexto señalado, Reynoso descarta que este fenómeno respecto de los bajos salarios y el desempleo tenga un impacto negativo significativo para el Gobierno, que enfrentará un duro desafío en los comicios de octubre próximo: «Como la Argentina no tiene las cuestiones materiales superadas, sus preocupaciones son del tipo material y eso domina en la agenda de las personas. Esto podría tener un impacto negativo para el Gobierno pero también tiene otro del lado positivo, por el orden económico. Al menos los indicadores muestran que el alza de los precios no es tan sostenida como en los últimos años.»
A la vez, las ESPOP de julio midió el sentimiento respecto del rumbo de las cosas en la Argentina. Retrospectivamente, la situación del país empeoró en el último año para el 46% de los encuestados y mejoró para el 31%. Esto se ve enfatizado con la situación personal, que para un 49% empeoró, y un 16% indica que su situación personal mejoró. «En este sentido, hay una percepción negativa tanto personal como colectiva», resume UdeSA en su informe.
Prospectivamente, un 36% cree que mejorará y el 39% cree que la situación empeorará. En cuanto a su situación personal, el 30% cree que mejorará y el 36% que empeorará.
Además, el 38% tiene incertidumbre sobre el futuro político y económico del país contra un 30% que tiene optimismo y un 25% que tiene pesimismo.
UdeSA analizó que los más satisfechos con la marcha general de las cosas son los hombres (43% dice estar satisfecho). Ascendió el nivel de satisfacción de los sectores ABC1 (44%) y medio bajos (44%), ahora son los más satisfechos. Le siguen los sectores medio altos (40%). Y a medida que aumenta la edad, aumenta el nivel de satisfacción: las generaciones de más edad (Boomers +60) son los más satisfechos (42%).
Entre los que se autoubican «a la derecha» política hay un 71% de satisfechos. Los votantes de Milei (64%) y de Bullrich (62%) son los que están mas satisfechos con la marcha general de las cosas, describe el análisis de UdeSA.
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ECONOMIA
Inversores en alerta por el salto del riesgo país: cuáles son las acciones y bonos más afectados

El riesgo país pegó un salto hasta los 829 puntos básicos tras los ruidos políticos y económicos de los últimos días, hecho que cambia el humor en el mercado y enciende su preocupación, debido a que empiezan a verse afectadas varias inversiones domésticas. Por eso, analistas consultados por iProfesional detallan cuáles son las acciones y bonos más afectados y en qué posicionarse ahora.
Es que las escuchas telefónicas que desataron el escándalo de casos de presuntas coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), que salpica a los principales funcionarios del Gobierno, más la escalada de días anteriores de las tasas de interés de hasta el 60% anual en algunas referencias y la suba del precio del dólar, encendieron diversos ruidos en la City.
Sobre todo, se teme que este escenario impacte de lleno en los resultados de las elecciones legislativas de medio término, que tendrán un primer test fuerte ahora en septiembre en la provincia de Buenos Aires, y donde se teme que el Gobierno sufra algunas «heridas» que pongan en riesgo su plan de gestión para los próximos meses.
En consecuencia, toda esta situación incierta en la política y economía generó que este martes haya un salto en el riesgo país de 8% (62 unidades), y que toque los 829 puntos básicos, para ubicarse entre los niveles más altos de la región.
Por ende, tocó la cifra más alta desde el 14 de abril pasado, cuando había llegado a los 896 puntos básicos, en plena negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y salida del cepo cambiario.
«El contexto político (cisne negro) y la volatilidad cambiaria generan inquietud en los inversores, generando un incremento a la aversión al riesgo. Estamos en un periodo eleccionario y esto castiga a los activos financieros en su totalidad. Es una situación coyuntural que, seguramente, se compondrá pasada las elecciones», resume Juan Diedrichs, analista de Capital Markets, a iProfesional.
Al respecto, detalla Gustavo Neffa, economista y analista de RfT, a este medio: «La suba del riesgo país es la consecuencia. No es que si sube el riesgo país las acciones o bonos pueden bajar, sino que es porque bajan los bonos que sube el riesgo país. Es decir, es un spread de riesgo, que es el rendimiento de un bono respecto a los bonos sin riesgo, con lo cual en la diferencia entre ambos se tiene la consecuencia, que es la percepción de conflicto de Argentina en los precios de los bonos, que disparan una tasa de retorno (TIR) muy alta».
Por eso, Pablo Repetto, jefe de Research en Aurum, concluye: «Después de todas las correcciones de tasas y volatilidad ya se había creado un caldo de cultivo complicado para los activos argentinos, a lo que se sumó todo este hecho de las escuchas telefónicas, que le metieron más ruido a todo esto. La realidad es que, hoy por hoy, los activos argentinos están muy castigados y están todos afectados».
Riesgo país e inversiones afectadas
Respecto a cómo quedan posicionadas las acciones y los bonos con esta tensión en el riesgo país, los analistas consultados por iProfesional son contundentes en el impacto en el mercado.
«Hoy las inversiones en renta fija del tramo más corto, obviamente, rinden más que el tramo más largo, por lo que la curva está invertida tanto en dólares como en pesos. En dólares, arranca en 17% y termina en 13% en ley de Argentina; mientras que en ley extranjera entre 16% y 12% anual, aproximadamente», refleja Neffa.
A ello suma Esteban Castro, economista y CEO de Inv.est: «La suba del riesgo país golpea primero a los bonos soberanos largos en dólares, como los globales al año 2035 (GD35) o al 2041 (GD41); y a las acciones bancarias, que son las más sensibles al humor inversor».
Para José Bano, economista y analista financiero, el riesgo país está vinculado a los bonos hard dolár, como todos los AL y los globales (GD), ya que se calcula por el spread entre lo que pagan esos títulos y lo que rinde un bono del Tesoro de Estados Unidos.
«Todos esos bonos van a ir cayendo de precio a medida que vaya subiendo el riesgo país ahora, porque tienen una volatilidad distinta los más cortos, que son los emitidos al 2029 (AL29 y GD29) y 2030 (AL30 y GD30), que podrían tener una baja de precio de 5 puntos porcentuales, por lo que hoy darían igual una tasa a lo largo de un año de 10% de tasa, aún soportando ese escenario negativo. En cambio, los bonos más largos son muchos más volátiles, y podrían dar alguna pérdida», resume Bano.
En cuanto a las acciones, Neffa considera que los bancos son los más golpeados, porque «la suba de encajes al 53% obviamente hace que les dé un costo muy alto de oportunidad que no genera préstamos al sector privado. Y la contrapartida, es que se obliga a los bancos a volver a comprar títulos públicos».
De esta manera, se considera que hasta que no se conozcan los resultados de septiembre en las elecciones en la provincia de Buenos Aires, la volatilidad seguirá latente hasta ese próximo paso.
Oportunidades de inversión
En cuanto a las oportunidades y recomendaciones de inversión ante este escenario de tanta incertidumbre, los analistas consultados por iProfesional llaman a la cautela.
«En el mientras tanto, recomiendo mantener la paciencia, la racionalidad y evitar el trading emocional», sugiere Diedrichs.
A ello acota Neffa: «En pesos, a corto plazo recomiendo no arriesgarse hasta que no pasen las elecciones en la provincia de Buenos Aires. Lo mismo que en acciones. En tanto, en bonos en dólares, propongo seguir con los Bopreales al 2026 y 2027«.
Por su lado, Castro considera que esta situación también «abre oportunidades, sobre todo en los bonos Badlar (BDC28 y PBY26), que hoy rinden cerca de 60% anual, con cupones trimestrales que permiten ingresos frecuentes en pesos, mientras que las Obligaciones Negociables en dólares bajo ley extranjera, como las de IRSA (IRCF0) o YPF (YM34O), funcionan como cobertura en moneda dura».
En acciones, opina que el sector energético (YPF, Pampa, Vista) «resiste mejor» a esta situación, por tener ingresos dolarizados y el potencial exportador de Vaca Muerta.
«Al tener valuaciones menores por las últimas bajas, hay mejores precios de entrada, pero, muchas veces las empresas buenas quedan caras rápido. Por eso, es una oportunidad para posicionarte en las compañías más sólidas, como Vista y Pampa Energía, que son empresas interesantes para estar», concluye Bano.
En definitiva, según las palabras de Repetto, la oportunidad «va a estar dada en la medida en que políticamente el Gobierno pueda recomponerse y tener un resultado electoral lo suficientemente sólido que, hoy por hoy, es menos probable de lo que se vislumbraba hace dos meses atrás, cuando el dólar estaba recontra planchado y el riesgo país cayendo. Pero hoy está todo eso al revés, así que es un buen momento para estar con algún grado de cobertura, como ON en dólares de compañías energéticas».-
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ECONOMIA
Esta es la estación de subte en la que más se usa QR para pagar el boleto

La creciente implementación de nuevos medios de pago con tarjetas de crédito y débito, dispositivos con tecnología NFC y código QR que se registra desde fines de año pasado ha tenido un doble impacto en los servicios del Subte y Premetro.
Por un lado, los viajes abonados con esas modalidades —que actualmente les permiten a los usuarios acceder a bonificaciones del 30% al 100% en el costo del boleto— ya representan casi de 40% de los ingresos diarios de la empresa concesionaria Emova.
Boleto de subte: crecen los pagos con tarjeta de crédito y QR de billeteras virtuales
Por otro lado, las estaciones donde se verifican los mayores porcentajes de uso de los nuevos medios de pago son las ubicadas en el microcentro y en las zonas de alta densidad residencial, en contraposición a las que se encuentran en las terminales ferroviarias de Constitución, Retiro, Once y Lacroze donde se dan los niveles más bajos.
El último informe del Observatorio de Tarifas y Subsidios del IIEP (UBA-CONICET) reveló que «en algunas estaciones los pagos abiertos pueden explicar más del 50% de las validaciones registradas durante ciertas horas del día».
Al analizar los lugares de la red de subtes donde más se utilizan los nuevos medios de pago que conviven con la tarjeta SUBE, el informe señaló que el primer puesto corresponde a la estación Catedral, con 42,1% del total de las validaciones diarias.
Luego se ubican las estaciones Perú con 40,3%, Catalinas (39,8%), Emilio Mitre (39,2%), Echeverria (39,1%), Puan y Florida (39,0%), Tribunales (38,7%) y María Moreno e Independencia (38,2%).
Completan el ranking de las estaciones con niveles más altos Correo Central (37,9%), General Belgrano (37,7%), Agüero (37,5%), Bolívar (37,4%), Carabobo (37,2%) y Pueyrredón (37,0%).
En tanto, el listado de las 16 estaciones donde menos se verifican pagos con tarjetas, NFC y QR está encabezado por Palermo (26,7%), Entre Ríos (26,4) y Pasco (25,7%). A continuación, aparecen Patricios con 25%, Avenida de Mayo (24,1%), Lavalle (23,8%), Plaza de los Virreyes (23,1%), San Pedrito (21,7%) y Pueyrredón línea B (20,4%).
En los últimos lugares figuran Hospitales (18,2%), Federico Lacroze 17,1%, Once (16,3%), Plaza Miserere (15,6%), Las Heras (14,5%), Retiro (13,3%) y Constitución (10,6%).
Tras indicar que funcionan en los 275 molinetes que hay en todas las líneas de subte, el trabajo del Observatorio del IIEP destacó que las alternativas de pago «no modifican el costo fiscal de las compensaciones al transporte público que afronta el Tesoro de la Ciudad, dado que los agresivos descuentos son afrontados por las tarjetas, los bancos y billeteras digitales».
«Lo que sí modifican es la composición del financiamiento del sistema, reduciendo parcialmente la carga sobre los usuarios», indicó el trabajo.
Según los cálculos que hicieron que los especialistas del Observatorio, en los primeros seis meses de 2025, la inversión realizada por las empresas y operadoras de los medios alternativos de pago en promociones y descuentos a los usuarios alcanza aproximadamente a unos $ 7.500 millones. Sobre la base de esa estimación, el informe señaló que los pagos abiertos «contribuyen a financiar un 5% de los costos del Subte de Buenos Aires, mientras que el Estado porteño lo hace en un 65% y el 30% restante corresponde a los usuarios».
Transporte: ¿qué sucede con los colectivos y trenes?
En el caso de los colectivos que prestan servicios urbanos y suburbanos, el proceso de incorporación de nuevos medios de pagos se inició en 2024, al sumar otras alternativas al sistema SUBE.
La ampliación de posibilidades de pago incluyó tarjetas de débito, crédito y prepagas de las marcas Visa y Mastercard; celulares y relojes con tecnología NFC y códigos QR generados desde aplicaciones como las billeteras virtuales, Mercado Pago y Modo.
Las tarjetas habilitadas son las de tipo sin contacto y pueden ser de débito, crédito o prepagas, emitidas por cualquier banco, tanto en el país como en el exterior.
En el caso de QR, el pago puede concretarse con la app BNA+, la app de Mercado Pago o directamente desde la app SUBE, seleccionando la opción correspondiente y presentando el código ante el lector del validador.
Los pagos con estos medios no permiten incluir los beneficios y bonificaciones del Régimen de Tarifa Social de la red SUBE. Para acceder al descuento del 55% de ese régimen tarifario especial, los beneficiarios tienen que abonar sus viajes con la tarjeta SUBE física o digital.
En el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), las líneas que están bajo la órbita de la administración porteña que aceptan los nuevos medios son las siguientes: 4, 7, 12, 23, 25, 26, 34, 39, 42, 44, 47, 50, 61, 62, 64, 65, 68, 76, 84, 90, 99, 102, 106, 107, 108, 109, 115, 118, 132 y 151.
A ellas se añaden las siguientes líneas metropolitanas que pertenecen a la jurisdicción nacional: 1, 2, 8, 9, 10, 15, 17, 20, 21, 22, 24, 28, 29, 31, 37, 41, 53, 56, 67, 70, 71, 80, 85, 91, 92, 95, 96, 98, 100, 101, 103, 105, 110, 114, 117, 123, 124, 126, 129, 134, 135, 136, 143, 145, 146, 150, 160, 161, 163, 164, 166, 168, 178, 181, 182, 185 y 188.
A su vez, entre las líneas que pertenecen a la provincia de Buenos Aires se encuentran las siguientes: 203, 205, 238, 252, 271, 283, 288, 297, 299, 311, 312, 314, 322, 324, 327, 329, 336, 338, 354, 373, 384, 392, 406 y 422.
En tanto, en las líneas municipales de Conurbano figuran, entre otras, las siguientes: 500D (Merlo), 500 (General Rodríguez), 501G (Moreno), 503A (Merlo), 501E, 504C y 505 (Florencio Varela), 515 (Almirante Brown), 523 (Lanús), 570 (Avellaneda) y 583 (Quilmes).
En el interior del país, la aceptación de los nuevos medios de pago está vigente en las ciudades de Tornquist, Tandil, Azul, Mar del Plata, Rosario, Rafaela, Córdoba, Río Cuarto, Villa Allende y Villa María.
También se encuentran habilitados pagos sin contacto y QR en Mendoza, San Rafael, San Luis, San Miguel de Tucumán, San Martín de los Andes, Bariloche y en varias líneas provinciales de Jujuy, Catamarca y Neuquén.
A diferencia de colectivos y subes, en los trenes metropolitanos y regionales de pasajeros no es posible abonar los boletos con tarjetas bancarias, teléfonos y QR. Hasta ahora solo se admite la tarjeta del sistema SUBE y no hay una fecha cierta para el debut de otros medios de pago.
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ECONOMIA
Esto necesitás gastar para mudarte a un departamento: totalmente equipado o solo con lo necesario

Mudarse solo es una mezcla de emoción y vértigo: además de los trámites y las despedidas, la independencia viene con una lista interminable de compras que van desde lo básico —una cama, una heladera— hasta esos detalles que hacen la vida más cómoda, como un sofá mullido y un televisor para ver series.
Ahora bien, ¿cuánto dinero hace falta para cumplir el objetivo? iProfesional relevó precios en sitios oficiales de cadenas de retail y electrodomésticos como Frávega, Musimundo, Cetrogar, Megatone, Carrefour, Easy, Sodimac y Mercado Libre, y armó dos canastas de referencia: una «para empezar» y otra «full».
Cuánto sale equipar solo un departamento con electrodomésticos
Los precios se tomaron de productos de gama media, accesibles —no marcas prémium ni artículos de lujo—, lo que hace que los montos sean más representativos del mercado masivo.
Aun así, la diferencia de valores es muy amplia según la marca, el modelo y el local: en casi todos los rubros aparecen rangos de precios que sorprenden. Y si bien la mayoría de las cadenas ofrecen financiación en cuotas sin interés, el total a pagar puede estar muy por encima de las posibilidades de un trabajador promedio en la Argentina.
La canasta «para empezar»: lo indispensable
La canasta con lo indispensable para mudarse solo
Incluye lo mínimo para sobrevivir sin pedirle prestado nada a nadie: cama, heladera, mesa con sillas, microondas y algunos básicos de cocina y limpieza.
Un sommier de una plaza y media con colchón arranca en $230.000 en Mercado Libre, mientras que uno de mayor calidad trepa a $380.000. Un juego de sábanas, frazada y almohada cuesta entre $56.000 y $96.000 en Carrefour y Musimundo.
Para sentarse a comer, una mesa pequeña con 2 a 4 sillas va de $360.000 a $600.000, según Easy o Sodimac. Una heladera bajo mesada o mediana, típica de departamentos chicos, está entre $320.000 y $500.000. El microondas, infaltable en cualquier hogar joven, arranca en $140.000 y llega a $240.000.
Un set básico de ollas y sartén ronda entre $40.000 y $100.000; platos, vasos, cubiertos y tazas (mínimo dos de cada uno) van de $23.000 a $50.000. Elementos de limpieza (escoba, balde, repasadores y toallas) suman entre $34.000 y $83.000. A eso se le agregan un ventilador ($70.000 a $100.000) y un calefactor ($40.000 a $60.000).
La cuenta final sorprende: entre $1.313.000 y $2.209.000 para arrancar.
La canasta «full»: instalarse más cómodo de entrada

La canasta ‘full’ con todo lo necesario para equipar un departamento desde cero
Para quienes quieran instalarse con todo —cama grande, lavarropas, televisor smart y escritorio para home office—, la canasta «full» asciende a un rango de $2.932.068 a $6.064.642.
El sommier de dos plazas con colchón de buena calidad cuesta entre $280.000 y $430.000. Un Cannon, por ejemplo, supera los $400.000. Dos juegos de sábanas y un acolchado oscilan entre $109.000 y $220.000.
Una mesa de comedor con 4 sillas va de $280.000 a $600.000. Un sofá de dos cuerpos cuesta desde $380.000 en Mercado Libre (tapizado en chenille) hasta $600.000 en Sodimac. El home office requiere escritorio y silla ergonómica, que juntos arrancan en $100.000 y trepan a $220.000.
La heladera no frost mediana (~300 L) va de $597.999 a $950.000; el microondas se mantiene en $140.000 a $240.000. Una pava eléctrica o cafetera oscila entre $31.999 y $334.599: la diferencia entre una Philips básica y una Nespresso de cápsulas de alta gama es abismal.
El lavarropas automático mediano cuesta entre $479.999 y $922.099. El televisor Smart de 43 pulgadas o más va de $304.999 a $429.999. En cocina, un juego de ollas de buena calidad ronda entre $42.999 y $199.999; utensilios básicos como cuchillos, cucharón y colador, entre $20.000 y $49.999.
También aparecen extras como un set completo de vajilla para 4 a 6 personas ($30.225 a $175.699), tuppers para guardar comida ($23.000 a $140.000), escoba y trapos ($13.450 a $62.059) o un par de lámparas de pie o mesa ($26.399 a $296.000). En cuanto a climatización, un ventilador de pie cuesta entre $40.000 y $130.000, y un calefactor portátil entre $31.999 y $64.189.
Sin pagar en cuotas, se hace difícil
En la mayoría de los comercios y tiendas online se puede pagar en cuotas sin interés, lo que ayuda a descomprimir el costo inicial. Pero en una economía con ingresos deprimidos a veces ni la financiación es suficiente y se deben postergar decisiones de compra por algo sencillo: no hay plata.
En junio, el RIPTE —que mide el salario promedio de los trabajadores registrados estables— fue de $1.468.135,75, con una suba mensual del 2,8%. Este indicador, que sirve de referencia para jubilaciones, topes de aportes e indemnizaciones, refleja la evolución de los ingresos formales de quienes tienen al menos 13 meses continuos de aportes.
Ese promedio es más alto que el ingreso real de la mayoría, porque deja afuera a informales, cuentapropistas y temporarios
Algunos precios de las canastas pueden sonar bajos —un sofá a $380.000, un sommier a $230.000—, pero la explicación es que se tomaron opciones de gama media en sitios de venta masiva. Los valores pueden dispararse según la marca y el modelo: un sillón de diseño italiano supera el millón de pesos, y un colchón prémium trepa todavía más.
Además, la inflación en equipamiento y mantenimiento del hogar trepó alrededor del 39% interanual, de acuerdo con el informe de junio del Indec, en línea con el nivel general de precios. Eso significa que postergar una compra puede implicar pagar bastante más apenas semanas después.
Por eso, cada vez más jóvenes optan por comprar lo mínimo indispensable y sumar muebles o electrodomésticos de a poco, incluso recurriendo al mercado de segunda mano para abaratar. La decisión depende tanto del bolsillo como del deseo de comodidad inmediata. La independencia cuesta, y no poco.
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