ECONOMIA
Mercados: la Bolsa anota un récord nominal y el riesgo país es el más bajo en nueve meses

Las acciones y los bonos argentinos confirman el momento positivo después de las elecciones de medio término del domingo 26.
A las 11:20 horas, el índice S&P Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires sube 3,2%, en los 2.880.000 puntos, un nuevo máximo nominal medido en pesos, por encima de los 2.843.736 puntos del 9 de enero de este año.
El S&P Merval, que gana más de 40% en dólares desde el lunes, sigue cerca de su máximo nominal intradiario de 2.843.736 puntos del 9 de enero de este año. Medido en dólares “contado con liquidación”, el Merval está superando los 1.900 puntos por primera vez desde mayo.
Entre los ADR y acciones de compañías argentinas que son operados en dólares en Wall Street hay mayoría de alzas, lideradas por Pampa Energía, con un 5,7 por ciento.

Los bonos soberanos en dólares progresan un 1,5% en promedio, en su quinta suba consecutiva tras el triunfo de las listas de La Libertad Avanza en las elecciones legislativas. El riesgo país de JP Morgan descuenta 23 unidades ara la Argentina, en lo 647 puntos básicos, un mínimo desde el 4 de febrero.
“Luego del festejo de las últimas ruedas, los activos domésticos ensayan un respiro, el cual resulta razonable y oportuno en busca de depurar aquellas manos más orientadas al trading que podrían verse tentadas por cerrar apuestas luego de las fuertes subas acumuladas”, afirmó Gustavo Ber, economista del Estudio Ber.
“Aún queda recorrido para alcanzar los niveles mínimos de riesgo país necesarios para pensar en un reacceso a los mercados de deuda. En el relativo, la curva argentina continúa rindiendo por encima de países previamente superados, en un contexto donde los fundamentos y el apoyo político de Estados Unidos son más sólidos que en el pasado”, remarcó la consultora Delphos Investment.
Operadores avizoran una necesaria toma de utilidades en los activos, para el corto plazo, producto de las fuertes ganancias acumuladas.
Los expertos de MegaQM explicaron que “en el segmento Hard Dollar el movimiento también fue muy fuerte. Pareciera que entre el resultado electoral y el firme apoyo de EEUU se disipó de manera plena el riesgo de default de corto plazo y la curva Ley Nueva York volvió a operar luego de mucho tiempo con pendiente positiva».
“Las ganancias en todo el tramo Hard Dollar fueron muy altas, pero las paridades -y el riesgo país-, sieguen estando todavía por debajo de los niveles alcanzados en enero. Todavía hay margen para que siga comprimiendo. El objetivo sería llegar al rango de los 500 puntos de riesgo país para aspirar, luego de una nueva baja de tasas en EEUU, a volver al mercado con una emisión que se logre tasas de un dígito», apuntaron desde MegaQM.
Los expertos de Rava Bursátil señalaron que “el mercado local mantiene el clima de euforia y el índice Merval llegó a la zona de 1.900 puntos. En la licitación del Tesoro se concretó un rollover de 60% y la liberación de pesos al mercado podría traer un alivio a la dinámica de la tasa en pesos. En el mercado de Estados Unidos, la Reserva Federal recortó 25 puntos básicos la tasa de referencia y los inversores asimilan los resultados corporativos».
En el plano externo, “el S&P 500 avanza hacia su sexto mes consecutivo de ganancias, apoyado en los sólidos resultados de Amazon (+13%),que añadió 300 mil millones de dólares en valor bursátil gracias a su mayor crecimiento en la nube en tres años, y de Apple, que superó previsiones y anticipa una temporada navideña fuerte”, comentó Felipe Mendoza, Analista de mercados ATFX Latam.
“Nvidia, por su parte, amplió su rally al concretar alianzas en Corea del Sur para el desarrollo de infraestructura de inteligencia artificial. Los flujos hacia activos de riesgo se mantienen vigorosos: los fondos de renta variable globales captaron 17.200 millones de dólares, mientras que los fondos de oro registraron salidas récord por 7.500 millones, evidenciando un cambio en el apetito inversor”, consideró Felipe Mendoza.
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ECONOMIA
Los analistas ya pusieron la vista sobre los vencimientos de deuda de enero

Comienza diciembre, un mes que será de alta volatilidad: los inversores estarán atentos a los movimientos del ministro de Economía, Luis Caputo, en vista de los USD 4.200 millones necesarios para pagar los vencimientos de los bonos soberanos en enero.
La única manera es un préstamo. Los trascendidos indican que se avanza en ese sentido. Caputo está cerrando un Repo con bancos de inversión. Morgan Stanley ya está adentro, falta la confirmación del resto. Analizan los detalles del convenio y se cree que la agonía de diciembre será corta.
Las consultoras centraron su análisis en este evento y el cambio de humor de los inversores locales. que comenzaron a desarmar sus coberturas en dólares.
El menú de opciones es bastante amplio. Todas las cartas están sobre la mesa y el Gobierno las está explorando. Probablemente la solución termine siendo un mix
Para EconViews la consultora que dirige Miguel Kiguel, planteó de inicio: “despejemos la incógnita más importante: no tenemos ninguna duda de que se va a pagar. La voluntad política está y el costo de un traspié sería impensable para el programa actual. La pregunta del millón no es si se paga, sino qué alquimia financiera utilizará el equipo económico para que los dólares aparezcan. El menú de opciones es bastante amplio. Todas las cartas están sobre la mesa y el Gobierno las está explorando. Probablemente la solución termine siendo un mix. Siempre está la posibilidad de levantar el teléfono y gestionar alguna ampliación del swap con el Tesoro de Estados Unidos. Eso mismo fue lo que sucedió con el último pago de intereses al FMI y no descartamos que la carta del tío Scott (Bessent) Secretario del Tesoro de Estados Unidos) se vuelva a jugar”.
El informe agrega que el equipo económico “está explorando otras opciones para no molestar a Scott. Se viene hablando de un nuevo Repo con bancos internacionales. De esto último ya tuvimos una dosis este año. Si bien suele ser deuda de muy corto plazo, puede funcionar como puente financiero para calzar los flujos de caja del verano sin sobresaltos. La contra es que hay que poner títulos como colateral y expone al Tesoro al riesgo de tener que poner más garantías si el precio de los bonos cae. En cualquier caso, tanto el Repo como la ayuda externa implican aumentar los pasivos de corto plazo”.
Para FMyA, consultora de Fernando Marull, “el contexto global siguió positivo para Argentina, con Brasil en modo rebote y la soja sostenida arriba de USD 400 la tonelada. Hay viento de cola para Argentina y lo tiene que aprovechar el Gobierno”.
Según FMyA “el frente dólar debiera seguir tranquilo en diciembre, por mayor oferta de trigo y flujo financiero, y compensar la mayor demanda de turismo y dolarización. El Tesoro compró solo USD 200 millones de los USD 4.200 millones de deuda que emitieron empresas y provincias en noviembre (les queda plazo para liquidar los dólares) ¿Lo bueno? El BCRA y el Tesoro siguen bajando la cobertura cambiaria pre-electoral (redujeron en USD 6.000 millones dollar linked y futuros) pero aún no compran reservas. Para la calma financiera será clave el anuncio del préstamo con bancos para el pago de enero por USD 4.200 millones. El nuevo financiamiento, más las novedades del régimen cambiario (de ocurrir) deberían bajar un escalón el riesgo país”.
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Por su parte, 1816 se pregunta: “¿Puede el Gobierno hacer compras significativas de reservas con este esquema cambiario?“. Esa, dice, ”sigue siendo la principal duda del mercado luego del rotundo triunfo electoral de Milei, dado que el spot sigue incómodamente cerca del techo de la banda y el CCL incluso lo supera”.
Sobre las tasas de interés la consultora señala que “post comicios, suponíamos que las tasas iban a bajar (algo que ocurrió), pero también que se modificaría al menos marginalmente el esquema monetario (algo que no ocurrió). Bajo el esquema actual la tasa a un día tiene piso (lo que paga BCRA en simultáneas), pero no tiene techo. Ese es un riesgo para alargar duration en pesos: si por cualquier razón el tipo de cambio vuelve al techo de la banda (estamos a menos de 5 %), el Gobierno podría dejar que las tasas vuelvan a subir. Esto es especialmente cierto luego de los datos de EMAE del tercer trimestre: es que, pese a que tuvimos tasas activas altísimas, el PBI creció los tres meses (difícil tener una mejor muestra de la baja sensibilidad de la actividad a la tasa)”.
La consultora F2 de Andrés Reschini indicó que las reservas “siguen siendo un tema de debate y la sensación que queda es que el mercado no se siente cómodo con el nivel actual de cara al cumplimiento de la meta con FMI y sobre todo de los compromisos de deuda en moneda extranjera que se avecinan apenas entrado 2026. La señal que emite el Gobierno es de cautela a la hora de liberar pesos, dado que el BCRA ha logrado bajar tasas y encajes, pero el Tesoro no dejó escapar una gran cantidad de pesos en la licitación de deuda del miércoles y tampoco ha realizado compras de divisas relevantes. En diciembre debe enfrentar vencimientos en pesos por $ 40 billones a lo que puede ayudar la mayor demanda estacional de moneda, pero no deja de ser un vencimiento de gran magnitud que exige prudencia por lo que hay chances de que la acumulación de reservas vía compras de divisas deba esperar un tiempo”.

En diciembre, con el inicio de las sesiones parlamentarias del nuevo Congreso, señala, “la política volverá a ejercer su influencia en los mercados que esperan novedades sobre presupuesto, reforma laboral y tributaria mientras sigue pendiente dar certezas sobre cómo se conseguirán los fondos para hacer frente a los compromisos en moneda extranjera de todo 2026”.
La lenta recuperación del Bitcoin, que ayer estaba por encima de USD 91.000 fue el centro del informe de Buenbit. “El retroceso desde USD 125.000 hasta las zonas de soporte en torno a USD 80.000/USD 86.000 obligó a reexaminar supuestos: el rol de los flujos institucionales, la dependencia del sentimiento minorista, la sensibilidad a la macro y el reacomodamiento entre cohortes on chain. Pero lo que parecía una fase de capitulación se convirtió, casi imperceptiblemente, en una fase de reequilibrio. Ese cambio, respaldado por datos duros, empieza a definir la narrativa que llevará al mercado hacia diciembre”.
En este mes, dice Buenbit, esperan “un BTC estabilizado entre USD 88.000 y 95.000, con una recuperación incipiente pero no confirmada, flujos institucionales que dejaron de ser un factor netamente negativo, y una macro global que se mueve hacia un aterrizaje monetario suave. En este marco, diciembre se perfila como un mes de transición más que como un mes de ruptura”.
El mercado, más allá de esta incomodidad por la acumulación de reservas y el otorgamiento del préstamo para cancelar vencimientos de enero, se muestra optimista y la tendencia positiva de la semana puede repetirse. Son pocos los que piensan salir de bonos y acciones y perderse el repunte que significará el anuncio de la REPO u otra forma de conseguir dólares para cancelar los USD 4.200 millones que vencen en enero.
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ECONOMIA
Martín Redrado: “No veo al Tesoro de Estados Unidos interviniendo nuevamente en el mercado cambiario”

En medio de la relativa paz en el mercado cambiario de los últimos días, el ex director del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Martín Redrado, aludió a las intervenciones del Tesoro de los Estados Unidos que le permitieron al Gobierno, en las jornadas previas a la elección legislativa del 26 de octubre, contener la presión devaluatoria y sostener el esquema de bandas cambiarias.
“Esto es parte análisis y parte información: no veo al Tesoro de Estados Unidos interviniendo nuevamente”, afirmó Redrado durante el fin de semana, en una entrevista con Radio Mitre.
De esta manera, para quien fue el presidente del BCRA entre 2004 y 2010, el secretario norteamericano, Scott Bessent, no volvería a intervenir en el mercado argentino comprando pesos para que el dólar mayorista no toque el techo de la banda.
Según pudo saber Infobae, las versiones vendrían desde Washington DC, pues el gobierno norteamericano considera que ya no hay disrupciones políticas o eventos electorales que alteren el mercado de cambios como sí sucedió en octubre. En esas jornadas tanto el BCRA -en el techo de la banda- como el Tesoro de EEUU -en el interior, pero muy cerca del techo- vendieron dólares y “compraron” pesos para sostener la moneda argentina y evitar una devaluación que hubiera sido políticamente ruinosa para el gobierno.
Se estima que el Tesoro norteamericano, a instancias de su jefe, Scott Bessent, compró pesos por el equivalente a más de USD 1.000 millones, según afirmó el viernes 24 de octubre (último día hábil previo a la jornada electoral), con estimaciones que oscilaron entre USD 1.400 y 1.700 millones.
Esos dólares ya están nuevamente en poder del Tesoro, pues luego de que los pesos fueran colocados en letras del BCRA -con una tasa que todavía no se conoce-, fueron pasados otra vez a dólares a partir de la activación del tramo del swap por USD 2.500 millones por parte de la Argentina, que a su vez sirvió para pagar un vencimiento al Fondo Monetario Internacional (FMI).
“El 40% de los billetes y monedas que los argentinos tenían en circulación más los depósitos a la vista se pasó de pesos a dólares por el proceso de incertidumbre que sin dudas se va a revertir en noviembre”, destacó Redrado Sobre el cierre de la semana pasada, el BCRA dio a conocer que en octubre los argentinos compraron USD 4.669 millones, lo que acumula un total de más de USD 20.000 millones desde la apertura parcial del cepo cambiario.
“La macroeconomía se compone de varias patas. Una pata fiscal que sin duda está sólida y de otras cuatro para darle solidez a la macroeconómica y previsibilidad al sector privado: un horizonte de largo plazo a la política cambiaria y a las políticas monetaria y financiera. Hasta que eso no ocurra, no vamos a ver una disminución de la compra de divisas por parte de pequeños y medianos ahorristas. Pero es un número preocupante y del cual hay que ocuparse”, marcó el expresidente del BCRA.
En esa línea, sostuvo, que la manera de empezar a ocuparse sería sacar las restricciones que hay en el mercado cambiario. Y aunque celebró la medida de la Comisión Nacional de Valores (CNV) para que los residentes extranjeros puedan comprar y vender títulos públicos, aseguró, que todavía queda una “maraña de restricciones que no le dan tranquilidad y previsibilidad al mercado cambiario”.
Las declaraciones de Redrado, de que Bessent ya no intervendría en el mercado argentino comprando pesos, se dan luego de que días atrás el Wall Street Journal publicara que el préstamo por USD 20.000 millones de bancos norteamericanos a Argentina se habría caído y que ahora sería por apenas USD 5.000 millones para enfrentar los vencimientos de enero.
“Si no se le da previsibilidad al sector financiero cómo Argentina se va a financiar, como vamos a pagar los USD 4.500 millones que vencen en enero. Esa es la principal incertidumbre que se debe disipar. Creo que la va a disipar, pero lo están haciendo con decisiones financieras cuando la Argentina necesita reservas en el BCRA”, marcó. Siendo un punto sobre el que viene insistiendo.
Durante su participación en la Conferencia Industrial, Redrado sostuvo que cuando le preguntan cuál es la política monetaria y cambiaria que se necesita, la respuesta es la de acumulación de reservas más allá de discutir las bandas. Pese a que horas antes, por el mismo escenario, había pasado el ministro de Economía, Luis Caputo, quien les aseguró a los empresarios presentes que no debían preocuparse por la meta de acumulación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) -de USD -2.600 millones- porque ya estaba resuelto con el swap con Estados Unidos.
“Dicen que van a acumular en la medida que crezca la demanda de dinero, que el BCRA irá en esa dirección, pero el Tesoro, que tiene superávit todos los meses, esos pesos hay que dedicarlos a comprar reservas”, afirmó. Cuando las reservas netas se encuentran en USD -16.000 millones y cuando en la región todos los países tienen una relación reservas contra Producto Bruto Interno (PBI) que duplica el nuestro. “Argentina tiene 6,3% de reservas brutas contra el PBI y todos los países de América Latina de mínimo tienen 14% y Perú tiene 30%”, agregó.
El próximo martes, el Ieral de la Fundación Mediterránea y la Fundación Capital completarán públicamente una alianza institucional para trabajar en conjunto temas de la economía argentina. En un evento en Buenos Aires expondrán el presidente del Banco Central y Reserva del Perú, Julio Velarde, el propio Redrado y Osvaldo Giordano, presidente del Ieral de la Mediterránea.
Redrado alertó sobre el panorama inminente de demanda de dólares. “Hay dos períodos: en diciembre aumenta la demanda de pesos para pagar aguinaldo, sueldos. Pero desde el 15 de enero el proceso se revierte: la gente sale al exterior. Y eso coincide con el pago a acreedores privados de USD 4.500 millones. Hay que clarificar cómo se va a pagar y cuánto el BCRA va a comprar de reservas, qué política monetaria va a tener el BCRA”, marcó.
ECONOMIA
Inversiones 2026: los 5 fundamentos que anticipan un escenario alcista para acciones y bonos argentinos

Los activos financieros vienen de larga data con números positivos. El índice S&P Merval de la Bolsa de Buenos Aires fue el que cosechó mayores beneficios en la comparación global entre 2022 y 2024.
En 2025 se dio una previsible pausa en esta carrera, con acciones que en promedio llegaron a descontar un 40% en dólares desde el récord de enero (2.386 puntos en dólares “contado con liqui” el 9 de enero), en medio de una fuerte tensión política y cambiaria que alcanzó su punto máximo en septiembre.
En este escenario, sorprendió el rally alcista que se desató en las ruedas previas a las elecciones de medio término y que se acentuó conocido el resultado que favoreció a los candidatos de La Libertad Avanza.
Superada la euforia inicial, las cotizaciones se estabilizaron en noviembre, marcando un nuevo punto de comparación con vistas al futuro. Con el S&P Merval cerca de 2.000 puntos en dólares (y en récord nominal de 3.000.000 de puntos en pesos), el índice se mantiene “plano” en el año y los bonos soberanos en dólares promedian una mejora de 4% en la comparación interanual.
Los analistas observan cinco fundamentos que pueden abrir la puerta a un nuevo ciclo de ganancias y precios máximos en 2026.
1) Crece el PBI. La actividad económica dio síntomas de mejora, según el último informe del Indec correspondiente a septiembre. Este dato fue mejor que las proyecciones de estancamiento de los análisis privados y despejó los temores a a posible recesión en una economía aún muy vulnerable.
Una economía que crece ofrece un panorama optimista para las acciones y bonos, pues anticipa mejores números en los balances corporativos y recaudación creciente para las arcas públicas.

“La economía logró esquivar la recesión al mostrar una mejora en el tercer trimestre frente al período previo. El Indec revisó al alza siete de los ocho datos anteriores y confirmó un nuevo avance de la actividad en septiembre, desestimando así los pronósticos negativos que manejaba buena parte de las consultoras privadas. El EMAE (Estimador Mensual de Actividad Económica) registró un incremento del 0,5% en comparación con agosto. Esta suba permitió que el promedio del tercer trimestre también resultara 0,5% superior al del segundo”, dijo Ignacio Morales, Chief Investments Officer de Wise Capital.
Morales detalló que “las correcciones del Indec modificaron el panorama reciente: donde antes se informaba un menor rebote en agosto y caídas en julio y junio, ahora todas esas cifras fueron ajustadas, ubicando la serie desestacionalizada en su nivel más alto desde junio de 2022. En la comparación interanual, la actividad mostró un crecimiento del 5 por ciento”.
Desde Max Capital describieron: “La economía parece haber dejado atrás el período de estancamiento observado en el primer semestre de 2025, recuperándose a niveles superiores a los de diciembre de 2024, pero el dato no ha sido suficiente para impulsar los precios de los activos”.
2) “Pax cambiaria”. Superado el evento electoral, la cotización del dólar se estabilizó en la zona de $1.500 -cerca del techo de las bandas cambiarias, sin intervención oficial. El Tesoro incluso compró divisas. Además, se proyecta que el proceso de desinflación cobre impulso, buscando que el IPC suavice su tasa anual del 30% y converja, a futuro, con la inflación regional del 5% anual.
Portfolio Personal Inversiones advirtió sobre la debilidad de las reservas en el BCRA y el riesgo de incumplimiento del acuerdo de facilidades extendidas con el Fondo Monetario Internacional (FMI): “La probabilidad de requerir un nuevo waiver se incrementa cada vez más. Si bien esto no implica una diferencia insalvable en el corto plazo, sigue poniendo blanco sobre negro la tensión existente entre acumular reservas y que el dólar se mantenga alejado del techo de la banda”.

Max Capital agregó: “Pese al dato favorable y de una secuencia de emisiones de deuda externa, el peso sigue bajo presión, probablemente debido a las compras de fin de año impulsadas por el turismo al exterior y por la dolarización de portafolios por parte de empresas de cara al giro de dividendos 2025, la primera oportunidad en seis años más allá del uso de Bopreal u otros canales alternativos”,
3) Superávit gemelos. La administración libertaria enfatiza el mantenimiento del superávit fiscal primario, que coincidió con una balanza comercial positiva que ya lleva dos años.
La falta de reservas netas en el Banco Central y el siempre desafiante déficit de la cuenta de servicios pueden mantener la tensión en el frente cambiario, pero los ingreses por de divisas por bienes y la cuenta capital -con amplio flujo de dólares por la colocación de Obligaciones Negociables- pueden también compensarlo.

MegaQM analizó: “Siguen muy activas las emisiones de deuda corporativa. Las tasas de interés que van apareciendo son en la mayoría de los casos muy atractivas, pero claramente se percibe una preferencia de los inversores por las empresas con excelente track record (historial de proyectos) y negocios probados. Al segundo escalón le cuesta un poco más lograr el volumen o acceder a tasas razonables. Es un mercado que debería seguir ganando nombres, volumen y liquidez”.
4) Base política. El resultado de las elecciones legislativas le brindó al Gobierno un respaldo ciudadano que hasta octubre no tenía contraparte con una mayor presencia de legisladores oficialistas en el Congreso. Esta base política le da pie a Javier Milei para poder negociar una serie de reformas económicas que puso como objetivos de gestión -tributaria, laboral, desregulaciones de distintas actividades- y conseguir la sanción del Presupuesto 2026.
Un informe de Marcos Cohen Arazi e Imanol Gastiazoro, economistas del Ieral de Fundación Mediterránea, resalta: “La mejora en la competitividad viene siendo muy moderada, manteniendo importantes desbalances de costos en porciones significativas de bienes y servicios que son claves para la producción. Esto resulta más notorio si se tiene en cuenta el importante reajuste en la cotización del dólar en Argentina desde julio, hecho que refuerza la urgencia de avanzar en reformas que permitan reducir de manera significativa los costos de la producción de bienes y servicios en el país”.
5) Expectativas financieras. El comportamiento de los inversores depende en gran medida de las expectativas, y en cuanto a la inserción financiera internacional de Argentina se prevé en el corto plazo la posibilidad del reingreso en el índice MSCI Mercados Emergentes desde la marginal posición de “standalone”. Además, una reducción de 200 puntos básicos en el riesgo país haría sostenible una nueva emisión de bonos soberanos en Wall Street después de ocho años. En ambos casos se trataría de un renovado flujo de dólares por la cuenta capital que beneficiaría al desempeño de los activos argentinos.
“Nuestras proyecciones de crecimiento son congruentes con un moderado déficit de cuenta corriente, sin que ello implique una alerta sobre la salud de la macroeconomía. La razón radica, esencialmente, en el superávit fiscal. Las transacciones entre residentes y no residentes se dan entre privados, es decir, no implican un aumento del endeudamiento del sector público por financiar un déficit fiscal o sostener artificialmente un tipo de cambio fijo (atraso cambiario)”, puntualizó un informe de IEB.
“Por el contrario, el déficit de la cuenta corriente se cubre con un superávit de la cuenta financiera impulsado principalmente por la inversión extranjera directa. Los últimos datos disponibles (segundo semestre) indican un saldo de cuenta financiera de USD 2.835 millones, y USD 2.866 millones de inversión extranjera directa”, completó el reporte de IEB.
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