ECONOMIA
Quebró emblemática marca que producía dulce de leche, yogurt y quesos: hay 150 personas en la calle

El juez a cargo del Juzgado en lo Civil y Comercial de Mercedes resolvió la quiebra de Lácteos Conosur S.A., elaboradora de la marca La Suipachense, una de las principales industrias lácteas de la zona norte bonaerense, tras constatar el incumplimiento del acuerdo preventivo que la firma había suscripto con sus acreedores en el marco de su concurso.
Según el fallo, la empresa acumulaba deudas impagas que incluían u$s293.857 en cuotas vencidas del acuerdo homologado, además de pasivos postconcursales por más de $8.458 millones en cheques rechazados y más de $1.000 millones con los gremios y obras sociales del sector, entre ellas ATILRA, OSPIL y AMPIL.
El magistrado consideró que «la ley resulta tajante» y que ante la mera circunstancia del incumplimiento «no cabe más que proceder conforme la normativa señalada y decretar la quiebra».
En su resolución, destacó además que la planta se encontraba paralizada desde hacía tres meses, lo que agravó la situación de los trabajadores y terminó de consolidar el cuadro de insolvencia.
El fallo inhabilitó a la empresa y a su principal directivo, Jorge Luis Borges León, dispuso la intervención de la Sindicatura y ordenó la clausura del establecimiento, así como la intercepción de la correspondencia y el bloqueo de todas las cuentas bancarias y activos a nombre de la firma.
El juez también instruyó a la Sindicatura a dar intervención a la Justicia Penal si se verificaran irregularidades en la administración o eventuales delitos cometidos por los socios. El proceso de verificación de créditos quedó abierto hasta el 10 de febrero de 2026.
Una quiebra más en la industria láctea
El caso de Lácteos Conosur no es aislado. Se suma a una serie de quiebras, suspensiones y cierres temporales que en los últimos meses afectaron a la industria láctea argentina, marcada por altos costos, baja rentabilidad y un fuerte deterioro del consumo interno.
La crisis se agravó luego del cese definitivo de operaciones de Alimentos Refrigerados S.A. (ARSA), la empresa que fabricaba los postres, yogures y flanes con marca SanCor, cuya quiebra fue decretada a fines de octubre. En ese caso, más de 400 empleados quedaron sin empleo y las plantas industriales fueron abandonadas.
Ambos casos exponen la fragilidad estructural del sector, que combina sobreendeudamiento, caída de precios internacionales y atraso en los pagos a productores. Los altos costos energéticos y la suba de las tasas financieras complicaron aún más la ecuación de empresas que operan con márgenes mínimos.
En el caso de Lácteos Conosur, la producción estaba detenida desde mediados de año, y los gremios habían advertido sobre atrasos salariales y falta de aportes. La firma, que procesaba leche y derivados para marcas propias y de terceros, llegó a emplear a unas 150 personas, la mayoría de ellas en la planta de Suipacha.
Otro ejemplo es lo que sucede en Santa Fe con la planta santafesina de Sudamericana de Lácteos, que dejó de pagar la leche que recibe de un pool de 15 tambos ubicados en el departamento de Las Colonias, en pleno corazón lechero de esa provincia. Los productores reclaman deudas correspondientes a los meses de agosto, septiembre y octubre, y la suma ya supera los $350 millones.
Quienes integran ese pool advierten que mientras algunas explotaciones más estructuradas pueden resistir la falta de ingresos, aquellas que ya venían con deudas o sin capital se ven «muy golpeadas». «Tenemos tres meses de deuda: agosto, septiembre y octubre. Esto nos genera un agujero financiero enorme, terrible», reconoció uno de los tamberos.
En este caso, la empresa está parada de pagos respecto del alquiler, los bancos y los sueldos, y los trabajadores de la planta directa e indirectamente se encuentran en estado de alerta. Los productores advierten que la planta sigue recibiendo leche, unos 35.000 a 40.000 litros diarios, pero sin dar señales de cuándo se normalizarán los pagos, lo que complica además la posibilidad de redirección de esa producción hacia otras usinas de la zona.
Un espejo del deterioro productivo
El fallo judicial marca el cierre de una etapa que había comenzado con expectativas de reestructuración, pero terminó convertida en liquidación. En los fundamentos, el magistrado recordó que «el juez no puede ser un fugitivo de la realidad» y que debe considerar «el clima económico-social» que rodea cada caso. Esta quiebra refleja un contexto económico adverso que deja sin salida a muchas pymes industriales del rubro.
En la práctica, la caída de Lácteos Conosur profundiza la crisis de un sector que alguna vez fue símbolo de arraigo productivo en el interior bonaerense. Con las plantas cerradas y los trabajadores en la incertidumbre, la decisión judicial se convierte en una postal más de la recesión que atraviesa la industria láctea argentina, un rubro donde cada vez más empresas sobreviven con dificultades extremas o directamente dejan de producir.
Según el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), el precio promedio de la leche al productor medido por el sistema SIGLeA en septiembre de 2025 fue de $474,60 por litro, con un equivalente de $6.506,73 por kilo de sólidos útiles. Ajustado por inflación, se ubica entre los valores más bajos de los últimos cinco años, y el propio organismo señaló que agosto fue «el peor mes en siete años» para el tambo argentino.
A pesar de una producción nacional que creció cerca del 6% interanual, los márgenes industriales y primarios continúan en terreno negativo, afectando tanto a las usinas como a las cooperativas y productores.
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ECONOMIA
Para qué utilizó la Argentina los dólares del swap de monedas con Estados Unidos que ya fue activado

El Banco Central de la República Argentina (BCRA) concretó en las últimas semanas operaciones de swap de monedas con el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos para restituir dólares previamente utilizados en el mercado cambiario antes de las recientes elecciones de medio término y para efectuar el pago más reciente al Fondo Monetario Internacional (FMI). Así lo había confirmado el viernes Infobae en exclusiva a partir de fuentes con conocimiento directo de la operatoria, quienes solicitaron anonimato debido a la confidencialidad de las transacciones.
El monto involucrado en el acuerdo de estabilización cambiaria entre el BCRA y el Tesoro estadounidense alcanza cerca de USD 2.800 millones, dentro del límite máximo oficializado a finales de octubre, que asciende a USD 20.000 millones, según las mismas fuentes. No se informaron detalles sobre la tasa de interés aplicable, de existir, ni sobre los plazos previstos para la devolución de los fondos.
De ese total, unos USD 796 millones fueron destinados a la adquisición de Derechos Especiales de Giro (DEGs) que posteriormente compró el Tesoro argentino para cancelar, la semana pasada, un vencimiento de intereses con el FMI. Los restantes cerca de USD 1.900 millones corresponden a los pesos que Estados Unidos había adquirido antes de los comicios para contener la presión sobre el tipo de cambio y evitar que la volatilidad impactara en el resultado electoral del Gobierno de Javier Milei. El oficialismo obtuvo una victoria.
El secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Scott Bessent, detalló este martes que el Gobierno argentino activó un tramo del swap de divisas y que esa operación representó una ganancia para el país norteamericano. Así lo informó durante una entrevista con la cadena MSNBC. Bessent precisó: “Se utilizó una pequeña cantidad de la línea de crédito de USD 20.000 millones que Estados Unidos puso a disposición de la Argentina. Obtuvimos ganancias con ello”. El funcionario declaró que Estados Unidos empleó su hoja de balance para “estabilizar a la Argentina”.
Al ser consultados, el Ministerio de Economía, el BCRA y el Tesoro argentino no respondieron a las solicitudes de información de Infobae hasta el cierre de la nota.
La implementación de este swap coloca a la Argentina aún más lejos del cumplimiento de la meta de reservas exigida por el FMI. El país debería sumar más de USD 10.000 millones hasta diciembre para alcanzar dicho objetivo, aunque en el propio organismo consideran que habrá una negociación para un sendero de acumulación “más realista”.
Con vistas al corto plazo, el BCRA comunicó a inversores su intención de retomar la compra de reservas el año próximo, siempre que la evolución de la demanda de dinero en el mercado local lo permita. La prioridad oficial es mantener el dólar dentro de las bandas establecidas y permitir cierta recuperación del peso.
Bessent había oficializado antes de las legislativas del 26 de octubre la compra de pesos en el mercado local. Sin embargo, no se difundieron precisiones sobre el volumen de esas intervenciones, cuyo propósito fue contener la volatilidad cambiaria previa a los comicios. El 28 de octubre, este medio confirmó en exclusiva, y con fuentes directas, que esos pesos terminaron en una letra emitida por el BCRA. La autoridad monetaria, liderada por Santiago Bausili, no detalló si esa letra devengaba intereses, si su rendimiento estaba vinculado al tipo de cambio o si tenía naturaleza dual.

El balance del BCRA publicado el miércoles de la semana pasada exhibió una reducción en las letras emitidas en moneda local, equivalentes a USD 1.900 millones, según datos recopilados por la consultora Eco Go al 29 de octubre. Esta cifra coincide con los fondos que habría utilizado Bessent previo a las elecciones. A su vez, el rubro “otros pasivos”, que engloba entre otros ítems las operaciones de swap, aumentó en USD 2.800 millones. Eco Go sostuvo: “Lo más probable es que la diferencia se explique por el último pago de intereses al FMI del año”. En esa línea, el BCRA informó ante la consulta de este medio que se efectuó un pago de USD 796 millones al organismo.
Estas maniobras ponen en evidencia la escasez de reservas que enfrenta la Argentina, una inquietud clave para analistas e inversores. Según Eco Go, “con este nuevo pasivo de corto plazo por la activación del swap, la meta de reservas con el FMI sigue alejándose y hoy estamos a USD 10.200 millones de cumplirla (frente a USD 6.100 millones de distancia registrada un mes atrás) a pesar de las compras pajarito”.
En cuanto al pago al FMI, los registros del organismo internacional constatan que, al 31 de octubre, la Argentina disponía de 670 millones en DEGs, equivalentes a USD 910 millones. Sin embargo, al cierre de septiembre, las reservas nacionales en DEG sumaban apenas 29,6 millones.
“Al incorporar los USD 2.755 millones utilizados del swap como deducibles a corto plazo, las reservas netas caerían a terreno negativo (-USD 1.814 millones) por primera vez desde el 14 de abril (-USD 10.933 millones), justo antes del desembolso del FMI por USD 12.000 millones. Cabe destacar que aún resta un nuevo desembolso del FMI por USD 1.037 millones, previsto para enero 2026 (tras la revisión del segundo semestre). En paralelo, estimamos la liquidez del BCRA en USD17.288 millones (incluyendo DEGs) al 7/11″, detalló Portfolio Personal Inversiones (PPI).
ECONOMIA
Punto clave de la reforma laboral para terminar con la industria del juicio y bajar cargas sociales

Varios ministerios están trabajando a todo vapor para tener listo un proyecto de reforma laboral cuyo principal objetivo será crear puestos de trabajo, algo que la Argentina no logra desde hace 15 años.
El objetivo es incentivar a las empresas a invertir sin que corran el riesgo de caer en la trampa de la industria del juicio, que sigue gozando de buena salud en el país y complica la subsistencia de decenas de pymes cada día.
Contratar un empleado se convirtió en una trampa mortal para muchas empresas que caen en la voracidad de estudios jurídicos dedicados a los juicios laborales.
A pesar de que se aprobó una ley en 2017 que buscaba evitarlos, los juicios laborales siguen creciendo en la Argentina.
Con el fin de incentivar a las compañías a tomar personal, se trabaja en distintos frentes, que incluyen lo impositivo y las leyes laborales.
Reforma laboral: incentivar el trabajo formal con reducción de cargas patronales
A los salarios dinámicos, el banco de horas, los convenios por empresa y el fraccionamiento de indemnizaciones y multas laborales en hasta 12 cuotas, se sumarán otras iniciativas que, desde el punto de vista de la Casa Rosada, permitirá incentivar la contratación de personal.
El principal eje busca incentivar la formalización del empleo mediante la reducción de cargas patronales. En eso trabaja el Ministerio de Economía, para que sea más atractivo para una empresa tomar personal.
En esa línea, se evalúa bajar las cargas patronales y reemplazarlas por un fondo de cese, de manera que a los empleadores no les cueste más dinero, pero tengan mayor certidumbre respecto a la disminución de sus costos y de la litigiosidad laboral.
La propuesta busca dar previsibilidad sin aumentar erogaciones y, de paso, reducir los conflictos judiciales laborales.
Además, se trabaja en el régimen de deducciones del impuesto a las Ganancias, para permitir que cualquier contribuyente pueda descontar más ítems.
Esto, creen en Economía, brindará más incentivos para pedir factura y eso formalizará todavía más la economía, que es uno de los grandes objetivos de la reforma laboral.
Para el Palacio de Hacienda, ampliar el universo de bienes y servicios deducibles promoverá mayor transparencia en las transacciones y acelerará la bancarización.
Las principales iniciativas que impulsa el Gobierno con la reforma laboral
Régimen de nuevo empleo, uno de los ejes del proyecto de reforma laboral
Otro de los ejes está vinculado con la creación de un régimen de nuevo empleo.
En Economía dicen que será muy ventajoso para los empleadores. Y recuerdan que en la Argentina no se crea empleo desde 2011.
Sostienen que reducir la carga tributaria requiere primero crecimiento económico y mayor formalidad en una economía donde el 30 por ciento de la actividad está en negro.
Los funcionarios dicen que, para bajar impuestos, se necesita que el país crezca, y ratifican que subir impuestos no es una opción.
En esa línea, se apunta a que crezca el nivel de formalidad y la economía. Si crece la base, habrá muchos más recursos para bajar impuestos, razonan.
Según un estudio del centro Cippec, desde 2010 se atraviesa un estancamiento en la creación de empleo registrado privado y un cambio estructural hacia actividades de menor productividad.
A pesar de los ciclos de crecimiento y caída, el número de asalariados formales se mantuvo casi igual, lo que redujo su peso dentro del total de ocupados de casi el 60% a menos del 50%.
En paralelo, el sector manufacturero perdió participación y crecieron el comercio minorista y otros servicios de baja productividad.
También aumentaron los monotributistas (64%) y la informalidad, consolidando a la Argentina entre los países con mayor caída de productividad laboral en la región.
En conjunto, la tendencia revela que el país no logra crecer económica ni laboralmente.
Crecimiento económico y legislatura moderna para apuntalar el aumento del empleo
El desafío es cómo lograr que más argentinos tengan trabajo decente en un contexto de alta informalidad y escasa creación de empleo.
El motor del empleo es el crecimiento económico, pero una legislación moderna puede acompañarlo, hacerlo más productivo y facilitar la contratación, señala el trabajo.
Y advierte que cuando las reglas son inciertas, los costos poco claros o la justicia imprevisible, el resultado es siempre el mismo: menos empleo formal y más precaución.
En esa lógica, la política laboral tiene tres patas: las leyes, la negociación colectiva y la justicia.
El Cippec considera que la negociación colectiva debe modernizarse para incorporar nuevas formas de organización y producción.
Y el sistema judicial tiene que ser más eficiente y previsible. De nada sirve cambiar las leyes si las interpretaciones judiciales siguen generando incertidumbre o si los convenios no se adaptan a los cambios tecnológicos y productivos, advierte.
Y coincide con que uno de los puntos más sensibles del sistema es la alta litigiosidad.
Juicios laborales, un tema clave que dificulta la contratación de empleados
Los juicios laborales se multiplican y para muchas pymes representan un riesgo que pone en jaque su continuidad. La ambigüedad legal genera costos que perjudican a empleadores y trabajadores.
Definir conceptos salariales y multas que den previsibilidad a los fallos de la justicia puede reducir la litigiosidad. Cuando las normas son predecibles y las obligaciones están bien definidas, las relaciones laborales son más estables y crece la confianza.
«La ley laboral debe servir de marco, no de obstáculo. Tiene que proteger al trabajador, pero también permitir que las empresas crezcan y produzcan. En la Argentina conviven sectores muy distintos -industria, agro, servicios, economía del conocimiento-, y pretender una única norma para todos es un error», señala el trabajo.
Por eso, considera que la ley debería establecer principios generales y dejar que cada sector, mediante la negociación colectiva, adapte sus reglas.
Un caso emblemático es el empleo joven, ya que los menores de 24 años muestran tasas de desempleo e informalidad muy superiores al promedio, lo que revela una dificultad estructural para acceder a empleos formales.
Aquí, según el Cippec, el desafío central es fortalecer la formación profesional, articular educación, empresas y sindicatos, y ordenar los incentivos a la contratación, priorizando a las MiPymes y sectores de baja productividad.
También hace falta mejorar la intermediación laboral mediante Oficinas de Empleo más activas y crear espacios de diálogo tripartito que adapten las políticas a las realidades locales.
Por eso, considera clave avanzar hacia medidas de fondo, como segmentar las cargas sociales por tamaño de empresa o nivel salarial, para introducir progresividad en los costos laborales.
En la actualidad, una pyme paga prácticamente la misma proporción que una multinacional, y un trabajador de bajos ingresos aporta igual que uno de altos.
Existen alivios parciales, pero no una estructura progresiva que dé aire a las pymes y mejore la distribución del esfuerzo contributivo. Ese esquema regresivo desalienta la formalización. Un sistema más progresivo permitiría aliviar a las empresas chicas, impulsar nuevas contrataciones y distribuir mejor la carga.
Hacia allí parece apuntar el gobierno con los cambios que irán al Congreso a mediados de diciembre.
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ECONOMIA
Dólar hoy en vivo: la cotización minorista anota una nueva baja

El dólar Banco Nación extiende la baja
Al promediar la jornada, el dólar Banco Nación recorta otros cinco pesos y se ubica en $1.435, profundizando la baja que ya presentaba en las primeras operaciones. Esta disminución impacta directamente en el valor del dólar tarjeta, que queda en $1.865,50 por el ajuste sobre la base imponible del minorista. Las demás referencias principales permanecen estables, con el dólar libre sin cambios en $1.440 y el dólar mayorista en $1.413, mientras el riesgo país se sostiene en 597 puntos básicos.
ADR argentinos en Wall Street: variaciones mixtas en la mañana
Poco antes del mediodía, las empresas argentinas que cotizan en Wall Street mostraban movimientos dispares en sus ADR. Edenor encabezaba las subas con una variación positiva del 4,2%, mientras que Loma Negra avanzaba 3,7% y Banco Macro sumaba 3,6%. Banco Supervielle, a su vez, experimentaba una caída del -6% y BBVA retrocedía -10,7%. Entre las energéticas, Pampa Energía y Transportadora de Gas del Sur operaban con alzas moderadas, en tanto que Tenaris y Central Puerto se mantenían cerca de la estabilidad con leves bajas. Otras firmas, como Mercado Libre y Corporación América, también se movían en terreno positivo, aunque con variaciones más acotadas.
El mercado local inicia la jornada con alzas, bajo expectativa por la inflación
La apertura de los mercados argentinos mostró subas en acciones y bonos, mientras los inversores esperan la difusión del índice de inflación de octubre. Según estimaciones recopiladas por Reuters, la medición se ubicaría en 2,2%, apenas por encima del mes previo. El índice S&P Merval alcanzó una mejora del 0,87% luego del avance registrado tras las elecciones legislativas, que dejaron un escenario más previsible luego del resultado obtenido por el presidente Javier Milei. Los bonos soberanos presentaron leves alzas en el segmento local y el riesgo país continuó por debajo de las 600 unidades.
El peso mayorista continuó en $1.415 por dólar, manteniéndose dentro de la banda de fluctuación establecida para la jornada. Analistas de mercado subrayaron que, si bien persiste el optimismo por el resultado oficialista, la atención seguirá puesta en las reformas que el Ejecutivo eleve al Congreso y en las nuevas medidas económicas previstas para las próximas semanas.
Crédito: Fotos Cristian Gastón Taylor
En medio de las versiones sobre modificaciones en el régimen cambiario, que les habría adelantado el ministro de Economía, Luis Caputo, a inversores en los Estados Unidos, volvió a aparecer el ex ministro Domingo Cavallo, y apuntó contra la sostenibilidad del modelo de bandas por el nivel de reservas que actualmente tiene el Banco Central (BCRA).
Las primeras referencias del día en el mercado cambiario
En el inicio de la rueda, el dólar Banco Nación y el dólar libre mostraron coincidencia en $1.440, mientras que el dólar mayorista comenzó en $1.413. El dólar MEP se fijó en $1.455,92 y el contado con liquidación llegó a $1.477,86. El dólar tarjeta inició la jornada en $1.872 y el riesgo país descendió a 597 puntos básicos, reflejando un clima de leve ajuste en los primeros movimientos del mercado.
Relevamiento de los valores clave al cierre de la última rueda
La jornada anterior dejó al dólar Banco Nación en $1.445, al tiempo que el dólar mayorista concluyó en $1.420,50. Entre las cotizaciones alternativas, el dólar MEP finalizó en $1.456,05 y el contado con liquidación alcanzó los $1.477,23, mientras que el dólar libre se ubicó en $1.440. El dólar tarjeta quedó en $1.878,50. El cierre financiero del día mostró al riesgo país en 599 puntos básicos, confirmando la tendencia de las últimas ruedas.
Dólar estable y suba de acciones en la jornada previa
En la rueda financiera de ayer, se registró una estabilidad en el precio del dólar oficial y un avance en los mercados de acciones y bonos soberanos. El dólar minorista se mantuvo en $1.445 para la venta en el Banco Nación, mientras que el tipo de cambio mayorista retrocedió a $1.413 en un contexto de bajo volumen por el feriado en Estados Unidos. El Mercado Libre de Cambios (MLC) operó apenas USD 191 millones, lo que reflejó la escasa actividad registrada.
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) no intervino en la jornada, ya que la cotización de la divisa finalizó 5,89% por debajo del techo de la banda cambiaria, actualmente fijado en $1.501,49. En paralelo, los dólares financieros mostraron pequeñas bajas: el MEP culminó en $1.456,05, mientras que el contado con liquidación (CCL) descendió un 0,36% y cerró en $1.477,23. En sentido inverso, el dólar blue subió hasta $1.440.

Según detalló Infobae, el mercado bursátil acompañó la jornada positiva. El S&P Merval sumó un 0,2% en pesos y un 0,3% en dólares, con subas destacadas en papeles de empresas locales como Sociedad Comercial del Plata (14,8%), Transener (5,5%) e IRSA (4,3%). Algunas acciones moderaron los avances, entre ellas BYMA (-3,8%) y Banco Supervielle (-1,4%).
Los bonos soberanos en dólares cerraron al alza con incrementos de hasta 1% diario, lo que ayudó a sostener el riesgo país por debajo de los 600 puntos básicos, un nivel que según analistas sería necesario reducir aún más para habilitar el retorno a los mercados internacionales de deuda.
De acuerdo con lo consignado por Infobae, las reservas internacionales del BCRA aumentaron en USD 95 millones y alcanzaron los USD 40.497 millones, mientras el mercado financiero espera novedades sobre eventuales cambios en el esquema cambiario, previstos para este mes.

En la segunda rueda de la semana, el dólar minorista conservó el mismo valor que el lunes al cerrar a $1.445 para la venta en el Banco Nación. Por un feriado en Estados Unidos, el segmento mayorista presentó bajo volumen de negociación y retrocedió a $1.413. En tanto, las acciones y los bonos operaron mayormente al alza, con el riesgo país estable por debajo de los 600 puntos básicos.
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