ECONOMIA
Tres claves para entender las nuevas restricciones cambiarias

La vuelta de controles al mercado de cambios implicó una redefinición del acceso y uso del dólar oficial y su relación con los segmentos financieros. Las medidas anunciadas por el Banco Central y el Ministerio de Economía introducen reglas que apuntan a desactivar mecanismos de arbitraje. Aquí van tres claves para entender el alcance de las nuevas restricciones.
La medida central del nuevo esquema es la reinstauración de lo que el mercado conoce como “restricción cruzada”. A partir de la Comunicación “A” 8336 del BCRA, quienes compren dólares en el mercado oficial quedan inhabilitados por 90 días para operar con dólar MEP o contado con liquidación, y viceversa.
El objetivo es desincentivar el arbitraje entre mercados —lo que algunos denominan “rulo cambiario”— donde un actor compra al tipo de cambio oficial y se beneficia revendiéndolos en mercados bursátiles a un precio más alto.
La norma aplica tanto para personas humanas como jurídicas, extendiendo el alcance de restricciones que en algunos casos ya existían para actores financieros específicos. Desde la autoridad monetaria explicaron: “Las personas pueden comprar los dólares para ahorrar, lo que no pueden es ir a abastecer el dólar financiero con esos dólares”.
Este diseño obliga a optar por un canal cambiario, con un costo de oportunidad implícito para quien pretenda circular entre el oficial y el financiero en plazos cortos.
Otra pata de las nuevas restricciones se vincula al rol del Tesoro y del BCRA en incorporar divisas que ingresan al mercado interno, especialmente aquellas provenientes del sector agroexportador. Según el ministro de Economía, Luis Caputo, tras la aplicación del nuevo régimen el Tesoro “compró USD 1.345 millones, de un total que liquidó el agro de USD 1.745 millones”.
Antes de la medida, el Gobierno señala que sólo podía apropiarse del 25% de lo que liquidaba el campo; ahora ese porcentaje ascendió al 77%.

Este aumento en la capacidad de intervención busca reforzar las reservas internacionales y evitar que los dólares ofertados se filtren al circuito financiero. En efecto, en la jornada en que entró en vigencia la restricción cruzada las reservas del Banco Central subieron casi USD 1.889 millones, alcanzando los USD 41.238 millones.
Además, el Tesoro logró captar más de $1,8 billones a través de una licitación, lo que según Caputo muestra que “esos pesos no están yendo a dólar”.
La lógica oficial es que al absorber más divisas internamente, se reduce la presión sobre el tipo de cambio oficial, se contiene el drenaje de reservas y se modulan las distorsiones cambiarias.
Tras el anuncio de las restricciones, el mercado reaccionó con una ampliación significativa de la brecha entre el dólar oficial y los dólares financieros.
Por ejemplo, el dólar “contado con liquidación” subió casi $92 (6,8 %) a $1.462,04, mientras que el dólar MEP avanzó más de $86 (3,5 %) a $1.423,36. En ese contexto, la brecha entre el tipo de cambio oficial —cotizado en el Banco Nación en $1.350— y el “liqui” se amplió a 7,7 %; respecto del MEP, quedó en 5,4 %.

Analistas destacaron que la brecha escaló hasta 10% en ciertos cruces, mientras que el índice de riesgo país subió alrededor de 70 puntos básicos.
El mecanismo de restricción cruzada actúa como una barrera artificial que reduce la liquidez en el mercado bursátil de dólares, dificultando el arbitraje que anteriormente mitigaba tensiones entre mercados.
Un efecto colateral es que los operadores anticipan menos oportunidades de ganancia entre mercados, lo que cambia expectativas de demanda y puede provocar saltos abruptos en las cotizaciones bursátiles. Algunos economistas estiman que sin ese canal de arbitraje, la presión sobre el dólar oficial podría agravarse en momentos de demanda estacional elevada, especialmente cuando el agro liquide fuerte.
Corporate Events,Europe,LEGACY: Financials (TRBC),Financials (TRBC level 1),ZENICA
ECONOMIA
Cómo el trabajo remoto impacta en la productividad y costos para empresas y empleados

Desde el confinamiento obligatorio hasta la actualidad, el trabajo remoto pasó de ser una solución urgente a una opción estable, integrándose en modelos mixtos adoptados por muchas empresas. La pregunta central sigue siendo si esta modalidad puede sostenerse más allá del ahorro de costos, sin afectar el nivel de desempeño.
Los últimos datos parecen confirmarlo. Según la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec, la proporción de personas que trabajan desde su domicilio se elevó de 7,8% a 8,5% entre el primer y el segundo trimestre de 2025. Este crecimiento implica un avance del esquema remoto y plantea interrogantes sobre sus resultados concretos en productividad, gestión, costos y bienestar.
La cifra de la EPH confirma la preferencia creciente por el trabajo remoto. En este escenario, comparar estos datos con la experiencia de las empresas y las expectativas de los empleados resulta relevante.
La consultora HuCap relevó que el 80% de las empresas funcionan con esquemas híbridos, el 19% mantiene un formato completamente presencial y apenas 1% trabaja de forma 100% remota. Además, un 21% de las empresas híbridas está considerando volver a la presencialidad completa.
El 80% de las empresas funcionan con esquemas híbridos, y apenas 1% trabaja de forma 100% remota (HubCap)
Por otro lado, Randstad informó que el 83% de los trabajadores argentinos hoy operan en esquema 100% presencial, el 13 % en formato híbrido y solo el 5% en remoto total. Sin embargo, el 51% de los trabajadores escogería un esquema híbrido si pudiera elegir; dentro de ese formato, el 62% preferiría trabajar dos días desde la casa y tres en la oficina”, según el informe de la firma de recursos humanos.
Estos datos muestran que Argentina se encuentra en una fase de transición. Si bien predomina la presencialidad, la demanda de flexibilidad y modelos mixtos crece de forma sostenida.
Una de las principales ventajas del trabajo remoto es el ahorro en gastos, tanto para empresas como para quienes trabajan. Desde el punto de vista corporativo, el informe de Deel destaca que, al reducir la cantidad de personas en las oficinas, disminuyen los costos de alquiler, servicios y equipamiento. “La reducción de costos operativos puede ser significativa”, destaca el reporte, que también resalta la posibilidad de acceder a un “pool global de talentos” sin límites geográficos.

Para los empleados, el trabajo remoto implica menos gastos en transporte y alimentación fuera del hogar, y permite recuperar el tiempo que antes se dedicaba a los traslados. Sin embargo, requiere que el hogar se convierta en un espacio apto para el trabajo, con los costos adicionales que implica la conectividad y el equipamiento.
Especialistas advierten que no todos los gastos desaparecen: existen inversiones necesarias en materia de seguridad informática, capacitación y utilización adecuada de herramientas y protocolos de comunicación.
Existen inversiones necesarias en materia de seguridad informática, capacitación y utilización adecuada de herramientas y protocolos de comunicación
En la mayoría de los casos, esos costos deben ser absorbidos por la empresa para sostener la calidad del trabajo remoto.
La gran pregunta es si este menor costo implica un sacrificio en productividad. Las evidencias disponibles, nacionales e internacionales, muestran que no necesariamente hay una disminución significativa.
El estudio del IAE Business School titulado: “Trabajo remoto: entre la flexibilidad y la confianza”, realizado entre 512 trabajadores corporativos, indica que más del 80% no percibe una merma en su desempeño al trabajar fuera de la oficina. Además, la mayoría no estaría dispuesta a regresar a un esquema totalmente presencial.
Patricia Debeljuh, directora del Centro Conciliación Familia y Empresa (CONFyE) del IAE, dijo a Infobae: “Las empresas que no adopten esquemas híbridos enfrentarán más rotación; las que lo hagan, competirán por el mejor talento. La flexibilidad, basada en la confianza y el trabajo remoto, es hoy una ventaja estratégica: las organizaciones que los integren estarán mejor preparadas para atraer talento y crecer en un contexto donde la modalidad híbrida ha demostrado ser no solo viable, sino altamente efectiva”.

Del mismo modo, Santiago Sena, profesor del IAE, sostuvo: “Lo que vemos es que el trabajo remoto es un fenómeno multidimensional: no se trata de un formato único, sino de experiencias diversas que combinan productividad, confianza, bienestar y comunicación. No existe un ‘one size fits all’ que sirva para toda la organización; el gran reto está en que los líderes diseñen políticas diferenciales, adaptadas a las personas, a las áreas y a los equipos”.
Los datos de Deel refuerzan esta visión. En su blog especializado, la firma destaca que dos tercios de los trabajadores reportan sentirse más productivos fuera de la oficina. Además, “el 87% de los empleados híbridos considera que mantiene su productividad en ese esquema”.
Dos tercios de los trabajadores reportan sentirse más productivos fuera de la oficina (Deel)
Forbes Argentina, en un artículo publicado este año, destacó que “el 61% de los empleados afirma ser más productivo trabajando desde casa”. No obstante, reveló la contracara en la visión ejecutiva: “Solo el 34% mantiene niveles de confianza plena”, lo que refleja una brecha entre la percepción de los trabajadores y la de los gerentes.
Los especialistas consideran que haya casos de éxito no garantiza que el teletrabajo funcione para todas las empresas ni para todos los puestos. Para que el menor costo no venga acompañado de pérdida de rendimiento, se necesitan condiciones robustas.
En este punto, remarcan seis claves:
- la confianza de los líderes,
- el diseño de políticas adaptadas a cada área,
- la claridad en los objetivos y métricas,
- el uso adecuado de la comunicación asincrónica,
- la formación tecnológica de equipos y jefes, y
- el cuidado del bienestar y la cultura organizacional.
Cada una de estas dimensiones determina que el teletrabajo no sea solo una reducción de costos, sino una modalidad sostenible.

El panorama regional muestra nuevas tendencias, como la contratación de talento remoto desde el exterior y la competencia global por trabajadores capacitados. Forbes Argentina reportó que Buenos Aires figura entre las ciudades más elegidas globalmente para el trabajo remoto. Esa perspectiva muestra que empresas internacionales pueden acceder a talento argentino y que los equipos locales compiten con estándares globales de calidad.
Por otro lado, en un contexto en que muchas plataformas digitales operan con trabajadores dispersos en múltiples países, el “costo local” ya no es la única variable: cumplir estándares globales de desempeño, infraestructura y respuesta es hoy indispensable.
En materia de gestión, el teletrabajo no es una solución perfecta ni universal. Entre sus desventajas, especialistas advierten el riesgo de segmentación interna entre áreas, la posible reducción de la innovación espontánea por la falta de contacto casual y las desigualdades domésticas: no todos los empleados cuentan con condiciones óptimas de conectividad o espacio.
Esta modalidad también puede dificultar la retención del talento si los lazos culturales dentro de la empresa se debilitan, al tiempo que obliga a reforzar la seguridad informática y a cumplir estrictamente con las normativas laborales en entornos descentralizados.
Varias empresas carecían de suficiente espacio físico para recibir a todos; en ciertos casos, el retorno fue una estrategia velada para reducir estructuras (Melamed)
Alejandro Melamed, consultor en recursos humanos y referente regional, explicó que el regreso a la presencialidad generó tensiones en muchas organizaciones: “Varias empresas carecían de suficiente espacio físico para recibir a todos; en ciertos casos, el retorno fue una estrategia velada para reducir estructuras: quienes no aceptaban regresar quedaban fuera”, señaló Melamed.
Las experiencias de quienes practican el trabajo remoto complementan los datos cuantitativos. Según el IAE, muchos empleados valoran la autonomía y el tiempo recuperado, aunque reconocen que ciertas tareas colaborativas pierden eficiencia sin encuentros presenciales.
Forbes Argentina recogió las impresiones de directivos que manifestaron dificultades para confiar en los resultados ante la ausencia de supervisión directa. “La falta de visibilidad con el equipo genera inquietud sobre el trabajo remoto”, admitieron algunos.
Estas perspectivas muestran que el debate sobre el teletrabajo no tiene una única respuesta: exige un nuevo contrato psicológico, basado en confianza mutua, claridad y adaptabilidad entre empresas y trabajadores.
ECONOMIA
La pobreza fue del 31,6% en el primer semestre de 2025 y registró una significativa baja

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) dio a conocer este jueves el dato de incidencia de la pobreza correspondiente al primer semestre de 2025 en los principales centros urbanos del país, que se ubicó en 31,6%.
En la extrapolación al total del país, esa cifra significa que hay 15,05 millones de argentinos en la pobreza y 3,39 millones en la indigencia, en comparación con el primer semestre de 2024. Si se toma el final de 2023, cuando asumió Javier Milei, hay 4,48 millones de pobres y 2,29 millones de indigentes menos.
Desde el pico de la primea parte de 2024, luego del salto devaluatorio del inicio de esta gestión, cuando la pobreza alcanzó a 24,9 millones de argentinos, 9,9 millones salieron de esa situación.
El dato de hoy representa la menor tasa de pobreza desde el primer semestre de 2018, gobierno de Mauricio Macri, cuando fue de 27,3%; la indigencia es la más baja desde la segunda mitad de 2018 cuando el Indec informó 6,7% de la población.

El informe, titulado “Incidencia de la pobreza y la indigencia en 31 aglomerados urbanos”, ofrece una radiografía actualizada sobre el alcance de la pobreza en la Argentina.
El organismo destaco:
- El porcentaje de hogares por debajo de la línea de pobreza (LP) alcanzó el 24,1%; en ellos reside el 31,6% de las personas. Dentro de este conjunto, el 5,6% de los hogares están por debajo de la línea de indigencia (LI), que incluyen al 6,9% de las personas. Esto implica que, para el universo de los 31 aglomerados urbanos de la EPH, por debajo de la LP se encuentran 2.456.090 hogares, que incluyen a 9.451.018 personas; y, dentro de ese conjunto, 565.821 hogares se encuentran por debajo de la LI, lo que representa 2.051.984 personas indigentes.
- Con respecto al segundo semestre de 2024, la incidencia de la pobreza registró un descenso tanto en los hogares como en las personas, de 4,5 y 6,5 puntos porcentuales (p.p.), respectivamente. En el caso de la indigencia, mostró una disminución de 0,8 p.p. en los hogares y de 1,3 p.p. en las personas.
- A nivel regional se observó una disminución de la pobreza y la indigencia en todas las regiones.
- En cuanto a los grupos de edad según condición de pobreza, se destaca que 45,4% de las personas de 0
- a 14 años formaron parte de hogares bajo la línea de pobreza.
- El porcentaje total de personas bajo la línea de pobreza para los grupos de 15 a 29 años y de 30 a 64 años
- fue de 37,0% y 27,7%, respectivamente. En la población de 65 años y más, el 10,8% de las personas se ubicó bajo la LP.
- Las mayores incidencias de la pobreza en personas se observaron en las regiones Noreste (NEA), 39,0%; y
- Cuyo, 33,8%. Las menores, por su parte, se registraron en las regiones Patagonia, 27,0%; y Pampeana, 30,5%.
- En los aglomerados de 500.000 y más habitantes se observó un descenso de la pobreza de 6,0 p.p., con respecto al segundo semestre de 2024. Mientras que en los aglomerados de menos de 500.000, la reducción fue de 8,8 p.p., entre los mismos períodos.
El último dato disponible, presentado a fines de marzo, había registrado un 38,1% de pobreza para el segundo semestre de 2024. En esa oportunidad, el índice mostró una importante reducción tras el 52,9% del semestre anterior, según los datos oficiales.
De acuerdo con el informe previo, la baja anterior implicó que unas 17,2 millones de personas en áreas urbanas se encontraban bajo la línea de pobreza entre julio y diciembre de 2024. Además, en ese informe, la indigencia se situó en 9,6%, alcanzando a cerca de 4,3 millones de individuos.
La publicación difundida este jueves también detalla la evolución reciente sobre la indigencia y otros indicadores sociales, permitiendo comparar el desempeño actual frente a los trimestres anteriores, así como analizar los factores que inciden en la dinámica social del país.
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ECONOMIA
Turismo internacional: en agosto, salieron 372 millones de dólares más de los que entraron

En medio de los esfuerzos del Gobierno nacional por engrosar las reservas y mantener a raya el mercado cambiario, el turismo internacional dejó un saldo de -USD 371,9 millones. Así lo informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) en su último reporte de la Encuesta de Turismo Internacional (ETI), correspondiente a agosto de 2025.
Según el relevamiento oficial, los turistas residentes en la Argentina que viajaron al exterior realizaron gastos por USD 618,9 millones, mientras que los no residentes que ingresaron al país desembolsaron USD 247 millones. La diferencia negativa fue de casi USD 372 millones, lo que explica el rojo en la balanza de turismo internacional durante el mes.
El Indec detalló que los turistas emisivos alcanzaron los 480,3 mil en agosto, con un gasto diario promedio de USD 95,2 por persona y una estadía media de 13,5 noches. En contrapartida, los arribos internacionales sumaron 232,2 mil turistas no residentes, que gastaron en promedio USD 83,6 diarios y permanecieron 12,7 noches en el país.
El informe remarca que Brasil fue el origen más relevante del turismo receptivo, con 68,9 mil visitantes en el mes, seguido por el bloque denominado “Resto de América” (41,4 mil) y Europa (34 mil). El gasto diario más elevado se observó en los visitantes brasileños, con USD 117 por persona, por encima del promedio general.

En cuanto al turismo emisivo, Europa fue el principal destino de los argentinos, con 110,5 mil turistas residentes. Le siguieron Brasil (100,1 mil) y Estados Unidos y Canadá (61,2 mil). El gasto diario promedio más alto se dio en estos últimos, con USD 109,2, por encima de la media de quienes viajaron al exterior.
El detalle por países muestra que desde Uruguay llegaron 25,4 mil turistas, desde Chile 26 mil y desde Estados Unidos y Canadá 22,1 mil. En tanto, entre los residentes argentinos que viajaron al exterior, 67,3 mil lo hicieron a Chile y 33,7 mil a Uruguay.
La comparación con agosto de 2024 refleja tendencias dispares. El turismo receptivo cayó un 5% interanual, mientras que el emisivo creció un 55,4%, lo que explica en gran medida la ampliación del déficit.
En el desglose por país, el ingreso de turistas desde Brasil retrocedió un 13% interanual, mientras que la llegada de europeos creció un 12,4%. En paralelo, los viajes de argentinos a Brasil se duplicaron (con un salto del 101,6%), y los destinos europeos también mostraron un alza significativa del 35,4%.
Los turistas provenientes de Estados Unidos y Canadá registraron una caída del 1,4%, mientras que desde el bloque de “Resto de América” llegaron un 8,3% menos. En contraste, los arribos desde el “Resto del mundo” subieron un 30,5%, aunque en números absolutos representaron apenas 10,3 mil visitantes.
El Indec informó que más de la mitad de los turistas ingresaron al país por vía aérea (55,2%), mientras que un 33,2% lo hizo por pasos terrestres y un 11,7% por vías fluviales o marítimas. En el caso de los residentes argentinos que viajaron al exterior, un 54% utilizó la vía aérea, un 38,1% la terrestre y un 7,9% la fluvial o marítima.

En cuanto a los principales puntos de entrada y salida, Ezeiza y Aeroparque concentraron el 45,6% de las llegadas internacionales y el 46,6% de las partidas al exterior. También se destacaron los pasos fronterizos con Chile, como el Cristo Redentor, y los aeropuertos de Córdoba y Mendoza.
Durante agosto, por Ezeiza y Aeroparque arribaron 181,3 mil turistas no residentes, mientras que 371,8 mil residentes salieron del país por esas terminales. En Mendoza, los arribos fueron 13,8 mil y las partidas 14,7 mil. Córdoba, en tanto, registró 6,2 mil llegadas y 30,8 mil salidas.
En términos de gasto, el turismo receptivo dejó ingresos por USD 246,9 millones, con mayor incidencia de Brasil (USD 69,4 millones) y Europa (USD 46,7 millones). Los turistas de Estados Unidos y Canadá aportaron USD 28,2 millones, mientras que los de Chile dejaron USD 15,6 millones.
Entre las actividades más frecuentes de los visitantes extranjeros estuvieron las compras, la asistencia a espectáculos culturales, la gastronomía y el enoturismo. También se destacaron las visitas a parques y áreas naturales protegidas, así como la participación en actividades de esparcimiento nocturno.

Del lado emisivo, el gasto de los argentinos en el exterior trepó a USD 618,9 millones, concentrado en destinos de Europa, Brasil, Estados Unidos y Chile. En este caso, el gasto más elevado en términos absolutos correspondió a Europa, con USD 225,5 millones, seguido por Estados Unidos y Canadá, con USD 103,1 millones.
El informe también señala que el saldo negativo no solo se dio en el rubro de turistas, sino también en el de excursionistas, es decir, personas que viajan sin pernoctar. En agosto, ingresaron al país 267 mil excursionistas no residentes, pero salieron 562,8 mil argentinos bajo esta modalidad. El déficit fue de 295,8 mil personas.
En el total de visitantes —sumando turistas y excursionistas—, el saldo también fue negativo, con 696,7 mil personas menos. Este resultado consolidó un escenario en el que los egresos superaron ampliamente a los ingresos tanto en cantidad de viajeros como en el flujo de divisas.
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