ECONOMIA
Avance de Ley ómnibus no alcanza para quitarle presión al dólar: qué advierte el mercado
El Gobierno formuló modificaciones al proyecto de ley ómnibus concediendo varios reclamos de la oposición, entre ellos dar marcha atrás con la suba de retenciones para las economías regionales y con la eliminación de la fórmula de movilidad jubilatoria, en busca de allanar el camino de su aprobación esta semana en la Cámara de Diputados. En este clima, los dólares financieros arrancaron la semana relativamente estables. Sin embargo, en el mercado advierten que el avance de esta ley no será suficiente para calmar el frente cambiario.
Y es que los analistas plantean que en un escenario donde la brecha cambiaria está al borde del 60%, mantener un crawling peg de 2% mensual frente a una inflación que en diciembre fue del 25% y en enero rondaría en el orden del 20% es insostenible y alimenta las expectativas devaluatorias.
La aprobación de la ley es clave como señal de gobernabilidad y para no sumar más presión sobre los dólares financieros, y puede generar una reacción positiva transitoria pero no implicará un cambio en la tendencia de fondo mientras se mantenga el exceso de pesos y las tasas reales tan negativas.
Y así lo refleja la cotización del dólar oficial en la plaza de futuros, donde el mercado descuenta una leve aceleración del crawling peg a 4,5% en febrero, pero se dispara a más del 11% en marzo y en abril, cuando se espera que comiencen a ingresar las divisas de la cosecha gruesa.
Dólar: ¿qué prevé el mercado?
El dólar mayorista oficial cerró el lunes en $821,40. Si el crawling peg se mantiene en 2% mensual, como ratificó el Banco Central, el tipo de cambio oficial finalizaría en enero en torno a $825, en febrero en $841, y en marzo en $858.
Pero en la actual coyuntura, donde la inflación va erosionando la mejora competitiva que trajo la devaluación, y en las próximas semanas habrá mayor presión sobre las reservas a medida que aumente la demanda de los importadores que irá accediendo gradualmente al MULC, mercado no ve sostenible el actual ritmo del crawling, y crecen las expectativas devaluatorias a partir de marzo.
El mercado esta semana estará atento al avance de la ley ómnibus en el Congreso, que es clave para el rumbo del dólar
La sociedad de Bolsa Cohen indicó que «el salto que tuvo el tipo de cambio nominal en diciembre último permitió que la competitividad del país medida con el tipo de cambio real multilateral (TCRM) alcance el nivel más alto desde 2018″ pero alertó que «este colchón se va perdiendo rápidamente en un contexto en el que el BCRA mantiene un ritmo de devaluación del 2% mensual». Y precisó que «se acumula una caída de casi 17% del TCRM desde la devaluación, y de mantenerse este esquema podría volver al valor pre salto cambiario hacia fines de abril».
El deterioro de las expectativas quedó evidenciado en el cierre de las cotizaciones en la primera rueda de la semana en el mercado futuros donde se registró una suba en la curva de febrero a abril. En la plaza de futuros prevén que el tipo de cambio oficial a fin de enero sea $829,1, en febrero se ubique en $865,5, pero en marzo ya salta a $957, y en abril asciende a $1.077.
Los analistas alegan que un salto en el ritmo devaluatorio entre marzo y abril alentaría la liquidación de divisas en el inicio de la entrada del flujo de la cosecha gruesa en un contexto donde las reservas netas son negativas en torno a u$s7.800 millones.
Dólar: por qué se deterioran las expectativas devaluatorias
La Fundación Capital sostuvo que «ante un próximo trimestre de alta inflación que erosiona rápidamente las ganancias de competitividad tras la devaluación de diciembre, la posibilidad de sostener el crawling peg del tipo de cambio del 2% mensual se ve limitada». Y resaltó que «el ancla cambiaria impuesta por las autoridades no genera la suficiente confianza hacia delante y plantea la duda sobre cuándo saldrán de este esquema y/o cómo lo harán».
El análisis planteó que «el atraso cambiario es vertiginoso y, de no lograrse moderar la inflación rápidamente, dará lugar a la especulación de un nuevo salto cambiario, donde se vuelve relevante la duda sobre si la segunda devaluación puede salir bien o si daría lugar a una peligrosa iteración de devaluación e inflación».
A su vez, la consultora EconViews aseveró que «la política monetaria y cambiaria sigue siendo el eslabón más débil de la estabilidad macroeconómica, porque no sólo no contribuye a tratar de dominar la inflación, sino que por el contrario la fogonea». Y afirmó que «el problema es la tasa de interés» ya que «el BCRA la mantiene muy baja en aras de conseguir licuar todas las deudas en pesos (principalmente las leliqs), y esto hace que los inversores busquen refugio en el dólar».
Para el mercado, la principal causa de la tensión en los dólares, es la baja tasa de interés
«De esta realidad surgen dos dudas. Primero, si el BCRA va a mantener tasas de interés reales negativas por mucho tiempo. La segunda duda se refiere a qué va a pasar con el tipo de cambio oficial. En la medida en que el BCRA mantenga la tasa de depreciación al 2% mensual muy pronto volveremos a ver atraso cambiario y aparecerá nuevamente la necesidad de un salto en el tipo de cambio, lo cual le daría un nuevo impulso a la inflación».
Ante este panorama, EconViews advirtió que «la política actual es inconsistente con inflación de dos dígitos» por lo cual prevé que el BCRA «tendrá que acelerar la tasa de depreciación a tasas más razonables, idealmente antes que después, paraevitar el riesgo de un salto grande en el tipo de cambio y un nuevo sacudón inflacionario».
Por qué la Ley ómnibus no alcanza para calmar al dólar
La brecha cambiaria -entre el dólar Contado con Liquidación y el tipo de cambio oficial- se mantiene en torno al 60%, pico en la era Milei. Esta semana el mercado estará con el foco puesto en lo que pase con el tratamiento de la Ley ómnibus, que es un factor crucial para no empeorar el frente cambiario. Sin embargo, los analistas concuerdan que su aprobación, no es suficiente para descomprimir la tensión.
Andrés Reschini, analista de F2 Soluciones Financieras señaló que el avance de la ley «puede que quite presión en la brecha cambiaria y eso, a su vez afecte a los futuros, pero de por sí, el reacomodamiento de variables y el lag de la emisión pasada implica alta inflación y esto con un crawling al 2% mensual revalúa rápidamente el tipo de cambio real». Y por eso el mercado sigue viendo un salto devaluatorio entre marzo y abril.
En ese marco, el analista juzgó calmar las expectativas devaluatorias «como están dadas las cosas es difícil». Y consideró que para eso «se necesitarían una lluvia de dólares o un shock de demanda de pesos pero ambas son improbables en el corto plazo».
Por su parte, el analista financiero Christian Buteler sostuvo esta semana «lo primero que va a mirar el mercado es si sale o no sale la ley, porque si la norma no se aprueba el mercado va a leer que no están pudiendo sacar nada, que la debilidad en el legislativo es muy fuerte, y se pondrán más negativos».
La tensión cambiaria seguirá vigente pese al avance de ley ómnibus, pero si no se aprueba, la brecha empeorará.
Pero enfatizó que el avance de la ley ómnibus «no va a dar vuelta al mercado, la ley es importante como señal, pero no determinante, puede traer tranquilidad dos o tres días pero mientras sigas teniendo las variables desalineadas como inflación y tasa es difícil que eso se pueda prolongar en el tiempo y hacer de eso una tendencia».
«Puede dar una reacción positiva de 48hs-72h, pero de fondo seguís teniendo el mismo problema. Siguen sobrando pesos, sigue cayendo la demanda de dinero por estacionalidad, siguen las tasas negativas, y eso no lo modifica esta ley. Todavía no veo de fondo las medidas que puedan llegar a calmar, porque la ley no modifica de fondo la base del problema», argumentó.
En sintonía, el economista Federico Glustein vinculó la estabilidad que mostraron los dólares financieros «a la expectativa de que con las modificaciones haya un acuerdo y se logre dictamen» y dijo que eso ayuda a «evitar una corrida nueva». Sin embargo, auguró que «la volatilidad va a seguir porque todavía no es efectivo el plan de Gobierno».
«Si la ley no se logra, el salto cambiario será mucho mayor de lo que vimos, un dólar financiero de pánico con mayor ampliación de brecha. Y si se aprueba, se podrán estabilizar algunas variables cambiarias aunque no creo que sea con una baja importante (de los dólares) porque la inflación sigue alta y el ajuste tiene un rezago de impacto», evaluó.
A su vez, el analista financiero Gustavo Ber consideró que «la expectativa por avances parlamentarios en la Ley Ómnibus, podrían abrir espacio a una etapa de mayor calma en los dólares financieros» pero auguró que «en caso de no aprobarse se podría testear una brecha del orden del 70%, equivalente a unos $1.400 en el corto plazo».
A su vez, la sociedad de bolsa Cohen aludió a la importancia de la ley al remarcar que «la mitad del ajuste fiscal previsto para este año debe aprobarse en el Congreso y es aquí donde el gobierno tiene el mayor desafío». En ese sentido, destacó que la suba de retenciones y la ley de movilidad de jubilaciones son los puntos más conflictivos para lograr acuerdo pero «también los que más incidencia tienen en las cuentas públicas», con lo cual «el mercado sigue expectante, pero la ansiedad va ganando terreno en un contexto en el que las tasas de interés reales siguen muy negativas y el Bopreal no termina de arrancar».
ECONOMIA
MARA completa una oferta de 1.000 millones de dólares en bonos convertibles senior al 0% con vencimiento en 2030 Por Investing.com
MARA Holdings, Inc. (MARA) («MARA» o la «Compañía»), líder global en el aprovechamiento de la computación de activos digitales para apoyar la transformación energética, anunció hoy el cierre, el 20 de noviembre de 2024, de su oferta de bonos convertibles senior al 0,00% con vencimiento en 2030 (los «bonos»). El monto principal agregado de los bonos vendidos en la oferta fue de 1.000 millones de dólares, que incluye 150 millones de dólares de monto principal agregado de bonos emitidos de acuerdo a una opción de compra, dentro de un período de 13 días comenzando en, e incluyendo, la fecha en que los bonos fueron emitidos por primera vez, otorgada a los compradores iniciales bajo el acuerdo de compra, que los compradores iniciales ejercieron en su totalidad el 19 de noviembre de 2024 y cuya compra adicional se completó el 20 de noviembre de 2024. Los bonos se vendieron en una oferta privada a personas razonablemente consideradas como compradores institucionales calificados en virtud de la Regla 144A de la Ley de Valores de 1933, según enmendada (la «Ley de Valores»).
Los ingresos netos de la venta de los bonos fueron aproximadamente 980 millones de dólares, después de deducir los descuentos y comisiones de los compradores iniciales, pero antes de los gastos estimados de la oferta pagaderos por MARA. MARA espera utilizar aproximadamente 199 millones de dólares de los ingresos netos de la venta de los bonos para recomprar 212 millones de dólares en monto principal agregado de sus bonos convertibles existentes con vencimiento en 2026 (los «bonos convertibles existentes de 2026») en transacciones negociadas de forma privada, y el resto de los ingresos netos se utilizará para adquirir bitcoin adicional y para fines corporativos generales, que pueden incluir capital de trabajo, adquisiciones estratégicas, expansión de activos existentes y pago de deuda adicional y otras obligaciones pendientes.
Los bonos son obligaciones senior no garantizadas de MARA. Los bonos no devengarán intereses regulares y el monto principal de los bonos no se acumulará. MARA puede pagar intereses especiales, si los hubiera, a su elección como único recurso por incumplimiento de sus obligaciones de informes y bajo ciertas otras circunstancias, cada una de acuerdo con la escritura de emisión. Los intereses especiales, si los hubiera, sobre los bonos serán pagaderos semestralmente en forma vencida el 1 de marzo y el 1 de septiembre de cada año, comenzando el 1 de marzo de 2025 (si y en la medida en que los intereses especiales sean entonces pagaderos sobre los bonos). Los bonos vencerán el 1 de marzo de 2030, a menos que sean recomprados, redimidos o convertidos antes de acuerdo con sus términos. Sujeto a ciertas condiciones, a partir del 5 de marzo de 2028, MARA puede redimir en efectivo la totalidad o una parte de los bonos a un precio de redención igual al 100% del monto principal de los bonos a ser redimidos, más los intereses especiales acumulados y no pagados, si los hubiera, hasta, pero excluyendo, la fecha de redención, si el último precio de venta reportado de las acciones comunes de MARA ha sido al menos el 130% del precio de conversión entonces vigente durante un período de tiempo específico que termina en, e incluyendo, el día de negociación inmediatamente anterior a la fecha en que MARA proporciona el aviso de redención. Si MARA redime menos que todos los bonos en circulación, al menos 75 millones de dólares de monto principal agregado de bonos deben estar en circulación y no sujetos a redención a la fecha relevante del aviso de redención.
Los titulares de los bonos pueden exigir a MARA que recompre en efectivo la totalidad o cualquier parte de sus bonos el 1 de diciembre de 2027 o ante la ocurrencia de ciertos eventos que constituyan un cambio fundamental según la escritura de emisión que rige los bonos, a un precio de recompra igual al 100% del monto principal de los bonos a ser recomprados, más los intereses especiales acumulados y no pagados, si los hubiera, hasta, pero excluyendo, la fecha de recompra. En relación con ciertos eventos corporativos o si MARA llama a cualquier bono para su redención, estará obligada, bajo ciertas circunstancias, a aumentar la tasa de conversión para los titulares que elijan convertir sus bonos en relación con dicho evento corporativo o aviso de redención.
Los bonos son convertibles en efectivo, acciones comunes de MARA, o una combinación de efectivo y acciones comunes de MARA, a elección de MARA. Antes del 1 de diciembre de 2029, los bonos son convertibles solo ante la ocurrencia de ciertos eventos y durante ciertos períodos, y posteriormente, en cualquier momento hasta el cierre de operaciones del segundo día de negociación programado inmediatamente anterior a la fecha de vencimiento.
La tasa de conversión inicial de los bonos es de 38.5902 acciones comunes de MARA por cada 1.000 dólares de monto principal de bonos, lo que equivale a un precio de conversión inicial de aproximadamente 25.9133 dólares por acción. El precio de conversión inicial de los bonos representa una prima de aproximadamente 42,5% sobre el precio promedio ponderado por volumen compuesto de EE.UU. de las acciones comunes de MARA desde las 2:00 p.m. hasta las 4:00 p.m. hora del este del lunes 18 de noviembre de 2024, que fue de 18.1848 dólares. La tasa de conversión está sujeta a ajustes ante la ocurrencia de ciertos eventos.
En relación con cualquier recompra de los bonos convertibles existentes de 2026, MARA espera que los titulares de los bonos convertibles existentes de 2026 que acuerden que sus bonos sean recomprados y que hayan cubierto su riesgo de precio de capital con respecto a dichos bonos (los «titulares cubiertos») deshagan todas o parte de sus posiciones de cobertura comprando acciones comunes de MARA y/o entrando o deshaciendo varias transacciones derivadas con respecto a las acciones comunes de MARA. La cantidad de acciones comunes de MARA a ser compradas por los titulares cubiertos o en relación con dichas transacciones derivadas puede ser sustancial en relación con el volumen promedio diario histórico de negociación de las acciones comunes de MARA. Esta actividad por parte de los titulares cubiertos podría aumentar (o reducir el tamaño de cualquier disminución en) el precio de mercado de las acciones comunes de MARA, incluso simultáneamente con la fijación del precio de los bonos, resultando en un precio de conversión efectivo más alto de los bonos. MARA no puede predecir la magnitud de dicha actividad de mercado ni el efecto general que tendrá en el precio de los bonos o las acciones comunes de MARA.
Los bonos se vendieron a personas razonablemente consideradas como compradores institucionales calificados de conformidad con la Regla 144A de la Ley de Valores. La oferta y venta de los bonos y las acciones comunes de MARA que se puedan emitir al convertir los bonos, si las hubiera, no han sido y no serán registradas bajo la Ley de Valores o las leyes de valores de cualquier otra jurisdicción, y los bonos y dichas acciones no pueden ser ofrecidos ni vendidos en los Estados Unidos sin registro o una exención aplicable de dichos requisitos de registro. La oferta de los bonos se realizó únicamente mediante un memorando de oferta privada.
Este artículo ha sido generado y traducido con el apoyo de AI y revisado por un editor. Para más información, consulte nuestros T&C.
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