ECONOMIA
El Gobierno da por hecho el acuerdo con el FMI y prepara cambios para frenar la sangría de divisas
En un escenario de optimismo, el Gobierno cree haber recibido las señales suficientes para considerar que no habrá sorpresas y el acuerdo con el FMI saldrá sin problemas, incluida la aprobación de fondos frescos para fortalecer las reservas.
De hecho, este jueves el ministro de Economía Luis Caputo ratificó que Argentina le pidió al organismo u$s20.000 millones. Más tarde, la portavoz del Fondo Julie Kozack evitó referirse a una cifra concreta, pero aseguró: «Las discusiones sobre un nuevo programa apoyado por el FMI están muy avanzadas y esto incluye conversaciones por un monto considerable».
Lo cierto es que las señales que llegan desde Washington son muy positivas y definiciones como las del presidente francés, Emmanuel Macron, reflejan que las principales potencias mundiales están dispuestas a brindar otra vez su respaldo a la Argentina, es el análisis que hacen en la Casa Rosada.
Acuerdo con el FMI: Luis Caputo prepara cambios para frenar la sangría de reservas
Por eso, Caputo y su equipo trabajan pensando ya en el día después, y apuntan a medidas que permitan ir cerrando la salida de dólares, que se aceleró en las últimas semanas y llevó al Banco Central a vender casi u$s1.400 millones en ocho días.
La renovada presión sobre los dólares financieros y el libre responden a un mayor nerviosismo de los inversores, pero está sobredimensionado, según el diagnóstico del Palacio de Hacienda. En la misma línea, el vocero presidencial, Manuel Adorni, dijo que no se puede hablar de una corrida porque el dólar subió 50 pesos.
En el mercado, la expectativa está depositada en las casi seguras modificaciones al régimen cambiario una vez que se llegue a un nuevo acuerdo con el FMI.
Esas modificaciones incluirían la desaparición del dólar blend y, tal vez, un menor ritmo de intervención sobre los dólares financieros.
Caputo cree que esto, sumado al ingreso de divisas por la cosecha gruesa, permitirán tranquilidad a la plaza cambiaria.
El mercado está tratando de forzar un nuevo piso para los dólares alternativos, en el orden de los $1.300, según la óptica de referentes del mercado financiero.
Con las reservas al borde de perforar los u$s26.000 millones, los cambistas creen que el Banco Central no tiene poder de fuego para dar mucha más pelea.
El dólar libre cerró el miércoles a $1.310, mientras que tanto el dólar MEP como el contado con liquidación finalizaron al borde de los $1.300, que es el techo que salió a defender el Central en las últimas jornadas. Luego de las declaraciones de Caputo sobre el monto que desembolsará el FMI, cedieron levemente este jueves.
Hay certeza, además, de que los fondos frescos que aportará el FMI no podrán ser usados para intervenir en la plaza cambiaria.
La duda es qué margen de maniobra tendrá Caputo para estirar lo que el mercado empieza a considerar un hecho: un nuevo escalón en la cotización de la divisa.
Dólar blend y ritmo de devaluación, bajo la mira del mercado
El Gobierno busca aguantar hasta las elecciones de octubre antes de aceptar una nueva depreciación del peso, pero los analistas consideran que sería una eternidad y sugieren ir introduciendo cambios a la brevedad.
También hay coincidencia en que el Banco Central no puede seguir dándose el lujo de resignar más de u$s1.200 millones por el dólar blend, y que se necesita que esas dividas se canalicen por el mercado único y libre de cambios.
El año pasado los exportadores derivaron al contado con liqui unos u$s17.000 millones, que dejaron de ir a las reservas del Central, lo que se considera uno de los grandes errores de Caputo.
Ahora, ante la necesidad de fortalecer al BCRA, ya no sería viable mantener este esquema.
Otra de las posibilidades respecto a una posible modificación del régimen cambiario es ir a un esquema de bandas, con una zona de no intervención como la que estuvo vigente entre octubre de 2018 y abril de 2019.
El BCRA se compromete a no participar del mercado mientras el dólar se mantenga debajo del techo estipulado y por encima del piso. Se trataría de una suerte de paso intermedio antes de salir del cepo cambiario, que el Gobierno prometió para fin de año.
Con todo, introducir cambios ahora al esquema cambiario empieza a tornarse razonable. Faltan varios meses para los comicios y en el segundo trimestre entran más dólares de la cosecha. Por lo tanto, esto ayudaría a reducir la presión cambiaria en un contexto de mayor flexibilidad.
Las señales del Gobierno para transmitir tranquilidad al mercado
El Gobierno espera que el nuevo acuerdo con el Fondo sea anunciado en la tercera semana de abril, durante la Asamblea del FMI y el Banco Mundial.
La principal señal que busca transmitir el Gobierno es que se mantendrá a rajatabla la disciplina fiscal, que consideran un capital político a esta altura de los acontecimientos.
A eso buscan sumarle señales más contundentes sobre la desregulación y el achique del Estado -se acaba de publicar una norma que premia a las áreas que más cesantías logren, donde seguirá teniendo un rol clave el ministro Federico Sturzenegger.
Un punto que juega a favor del Gobierno es que la salida del cepo parece cada vez menos traumática porque la demanda de dólares para pagar dividendos se negocia en cuotas y la huida de los pesos en circulación es de naturaleza transaccional.
Dado que el eje de la política económica es el equilibrio fiscal, terminada la transición cambiaria, la Argentina debería adoptar un régimen de flotación, sostuvo el economista Juan Carlos De Pablo.
Advirtió que en política económica no hay nada peor que tener el tiempo en contra y comprometer formalmente al Banco Central (BCRA) a vender dólares a determinado precio.
Dijo que eso «no solamente no generaría confianza, sino que generaría dudas referidas al cumplimiento del compromiso«.
Pero De Pablo advirtió que, a los ruidos propios de la realidad local, en 2025 hay que sumarle el ruido introducido por el demencial uso de los aranceles por parte de Estados Unidos. Igual, dijo que «adoptar compromisos cambiarios locales para neutralizar ruidos internacionales es la mejor manera de poner en tela de juicio la viabilidad de la política económica».
Dijo que el nuevo acuerdo con el Fondo permitirá seguir bajando el riesgo país, impulsar a los inversores institucionales a comprar títulos públicos y que la Argentina pueda renegociar los vencimientos de deuda de 2026.
Además del contacto con Macron, hay canales abiertos de contacto con el gobierno de los Estados Unidos, que tiene un rol central en las decisiones que adopta el FMI. También con Italia, con cuya primera ministra, Georgia Meloni, Milei tiene una relación muy estrecha.
Así, la Argentina, en principio, ya contaría con el apoyo de los países que más gravitan en el Fondo: EEUU, China, Alemania, Italia, Francia y Japón.
El futuro de la política cambiaria recién se conocería cuando se termine de cerrar el acuerdo.
A pesar de la volatilidad de los mercados de estos últimos días, no hay dudas respecto a que el nuevo programa se firmará y que significará un financiamiento importante.
Las negociaciones con otros organismos de crédito, más allá del FMI
En este escenario, trascendió que el Gobierno retomará conversaciones con otros organismos multilaterales, como el BID y el Banco Mundial, para negociar recursos adicionales a los del FMI. Se trata de fondos atados a programas con metas de cumplimiento o bien de libre ejecución que podrían aliviar el frente externo mediante desembolsos superiores al repago de la deuda.
En los próximos 4 años, Argentina debe cancelar vencimientos de capital por u$s14.000 millones con el Fondo y u$s 12.600 millones con los bancos multilaterales. Desde diciembre de 2023 a febrero de 2025, mientras la deuda con el primero se redujo en u$s200 millones (de u$s40.900 a u$s40.700 millones), el pasivo con los otros organismos creció u$s1.500 millones (de u$s33.300 a u$s34.800 millones).
El secretario de Finanzas, Pablo Quirno, viajó a Chile para participar de la asamblea anual del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). La agenda del funcionario podría incluir al titular del BID, Ilan Goldfajn.
El titular del Banco Mundial, Ajay Banga, visitará Buenos Aires el próximo 2 y 3 de abril para reunirse con Milei y Caputo. Las conversaciones en marcha contemplan el apoyo financiero a las reformas, como el ajuste del esquema de subsidios a la energía eléctrica y el transporte público por colectivos para hacerlos más «eficientes», lo que impacta en las tarifas que pagan los consumidores.
El BID y el BM tienen programas que exigen el cumplimiento de requisitos -como el avance de obras o la implementación de reformas- y desembolsos de libre ejecución, que suelen depender del guiño de Washington.
En comparación con el BID, el BM permite en teoría desembolsos más rápidos por fuera de los proyectos y con mayor facilidad que la negociación con el Fondo. No obstante, para ese tipo de préstamos, existe un convenio entre la entidad y el FMI, por el cual este último tiene que realizar previamente un asesoramiento macroeconómico. «Se está discutiendo la posibilidad de nuevos aportes», señaló una fuente al tanto de las conversaciones.
El plan del BID es financiar infraestructura, energía, telecomunicaciones, agroindustria, minería, instituciones financieras y empresas que buscan aumentar la producción.
También hay interés en apoyar tres proyectos de litio y cobre, ya que Argentina es considerada un «actor clave» en el suministro de minerales críticos.
iprofesional, diario, noticias, periodismo, argentina, buenos aires, economía, finanzas,
impuestos, legales, negocios, tecnología, comex, management, marketing, empleos, autos, vinos, life and style,
campus, real estate, newspaper, news, breaking, argentine, politics, economy, finance, taxation, legal, business,
technology, ads, media,luis caputo,banco central,dolar,fmi
ECONOMIA
El BCRA no intervino en el mercado, pero las reservas volvieron a retroceder por tercera rueda consecutiva

En el inicio de la cuarta semana desde la salida del cepo, el Central no intervino en el mercado, en una jornada en la que volvió a subir el dólar
05/05/2025 – 16:37hs
En la primera rueda hábil de mayo, las reservas brutas del Banco Central bajaron por tercera jornada seguida al registrar una caída de u$s11 millones con respecto al cierre de abril. Alcanzaron un monto de u$s38.949 millones.
En el inicio de la cuarta semana desde la salida del cepo, el Banco Central no intervino en el mercado oficial de cambios en una jornada en la cual el tipo de cambio en el segmento mayorista finalizó en $1.200 para la venta, con lo cual subió $30 con respecto al cierre del miércoles último.
A su vez, el tipo de cambio A3500 -que es un promedio de los valores negociados durante la rueda- finalizó en $1.178,50, con lo cual subió en relación al cierre del miércoles en $1.172.
Por su parte el dólar minorista en Banco Nación cerró para la venta en $1.205, y en ese mismo valor finalizó también el dólar blue, con lo cual la divisa informal registró una suba de $20 respecto al cierre del miércoles.
NOTICIA EN DESARROLLO
iprofesional, diario, noticias, periodismo, argentina, buenos aires, economía, finanzas,
impuestos, legales, negocios, tecnología, comex, management, marketing, empleos, autos, vinos, life and style,
campus, real estate, newspaper, news, breaking, argentine, politics, economy, finance, taxation, legal, business,
technology, ads, media,banco central,dolar,reservas
ECONOMIA
Se viene una lluvia de dólares por la soja y el mercado teme que el BCRA no acumule reservas

Mayo es uno de los meses preferidos para todos los ministros de economía. Es, históricamente, el mes en el que se produce la mayor entrada de dólares por la exportación de la cosecha gruesa, y por consiguiente cuando se consigue un respiro en los momentos de volatilidad financiera.
Todo indica que este año no será la excepción, salvo por un detalle que tiene preocupado al mercado: ¿se aprovechará el ingreso de divisas para aumentar las reservas del Banco Central, o se seguirá cumpliendo a rajatabla con la promesa de no comprar dólares hasta que la cotización toque el piso de la banda -algo que podría no ocurrir nunca-?
Hablando en números, este mes hay un potencial ingreso de unos u$s3.500 millones por exportación agrícola. Si se mantuviera el comportamiento de los productores visto en abril -cuando las ventas superaron en un 32% el ingreso del año pasado, se llegaría a esa cifra. Y el mismo cálculo, proyectando el mes de junio, daría un adicional de u$s2.600 millones.
Son montos que están por debajo del promedio histórico para esta época del año, pero que tienen el mérito de ocurrir en un momento de baja de los precios agrícolas en el mercado global, lo que implica que, si en vez de medirse en dólares se mide en volúmenes, la suba es mucho mayor.
Si se toma el caso de la soja, el producto más representativo de la exportación argentina, la cotización en Chicago viene mostrando variaciones en torno de u$s380, con algunas caídas marcadas a inicios de año como consecuencia del «efecto Trump». En cambio, hace un año, la tonelada de soja cotizaba a u$s450, y en 2023 superaba los u$s530.
Todo indica que, a pesar de las protestas iniciales, finalmente la estrategia de Toto Caputo de rebajar las retenciones -con advertencia de que la medida sólo durará hasta mitad de año- surtió su efecto. Es cierto que la liquidación había sido lenta en marzo -ventas promedio de u$s61 millones por día- en coincidencia con el peor momento de incertidumbre cambiaria -y, además, dificultades logísticas en el campo-. Pero las ventas de abril dieron un salto al nivel de u$s77 millones diarios.
Un otoño con u$s6.000 millones
En definitiva, si no ocurren imprevistos económicos ni climáticos, todo indicar que están dadas las condiciones como para que, entre mayo y junio, haya un nivel de exportación agrícola por u$s6.000 millones.
Es un ingreso que debería traer tranquilidad al equipo de Toto Caputo, por varios motivos. Antes que nada, porque consolidaría la certidumbre en el sensible tema cambiario. Con ese nivel de ingreso de divisas, resulta difícil pensar en un salto del dólar dentro de la banda, sobre todo si, además, el gobierno acentúa su política de restricción monetaria y de incentivo para que los ahorristas utilicen los «dólares del colchón» para realizar transacciones cotidianas.
Pero, además, el ingreso masivo de los «sojadólares» debería ser una ayuda para que se pueda cumplir con uno de los principales objetivos de política económica asumidos con el Fondo Monetario Internacional: la acumulación de u$s4.400 millones en las reservas del BCRA.
No por casualidad, el Central suele tener en los meses de otoño su «zafra» en la que compra divisas, mientras que se torna vendedor neto a partir del segundo semestre. Esa reversión suele ser más marcada en los momentos en que hay apreciación del peso y se produce un voluminoso «rojo» en la cuenta de servicios del balance cambiario -con protagonismo estelar para los gastos por turismo emisivo-.
Sin embargo, este año hay un condimento especial. Para reforzar su discurso de disciplina monetaria y para ayudar a reducir la volatilidad cambiaria, el gobierno ha dicho que no hará uso de su potestad para comprar dólares dentro de la banda de flotación. Aun cuando esa posibilidad estaba aceptada en el texto del acuerdo con el FMI, Javier Milei fue enfático en el sentido de que únicamente se comprará cuando la cotización caiga al piso de la banda -que en el promedio de mayo será de $990-.
¿Los pesos irán al crédito o al dólar?
La fundamentación técnica del plan fue explicada por Federico Furiase, el ideólogo del plan de «las tres anclas» -fiscal, monetaria y cambiaria-. Su argumento es que la única forma de que la inflación baje es con una estricta política monetaria que «cierre la canilla» de pesos. Si el BCRA se pusiera a comprar dólares ahora, estaría inyectando pesos que no necesariamente son demandados por la economía.
Es también por eso que le resta gravedad al hecho de que, en las últimas licitaciones, el Tesoro no haya logrado el «rolleo» de la deuda que vence. El argumento es que si un banco prefiere recuperar liquidez antes que cambiar un bono viejo por un bono nuevo, es porque necesita los pesos para darles crédito a sus clientes. Es decir, un aumento en la monetización de la economía por motivos genuinos y no forzado por el BCRA.
El argumento de Furiase está lejos de concitar unanimidad. Lo que varios economistas creen es que es factible que el tipo de cambio nunca llegue al piso de la banda, porque si cayera desde su actual nivel de $1.170, los ahorristas e importadores podrían ver una oportunidad de compra y mantenerlo siempre algo por encima del piso.
Uno de quienes cuestionó el argumento fue Gabriel Rubinstein, ex viceministro de Sergio Massa, quien en una declaración «con espíritu constructivo» le recordó a Furiase que el hecho de que haya un congelamiento monetario no es garantía contra una corrida cambiaria. Lo que objeta Rubinstein es que un «rolleo» inferior al 100% en las licitaciones del Tesoro puede implicar una mayor demanda de pesos por crecimiento del crédito, pero también podría porque resurge el apetito por los dólares.
«Hay que ser cuidadosos: podría ser contra remonetización, pero también contra dólar (como pasó entre abril y julio de 2024) o simplemente convalidar una inflación aún muy alejada del 0% (como ha venido pasando desde julio 2024 hasta ahora)», advirtió el ex viceministro.
¿Cómo comprar dólares sin emitir?
En todo caso, el interrogante que hoy se plantea el mercado es qué pasará si, tal como muchos creen, el tipo de cambio nunca toca el piso de la banda. Pese al levantamiento del cepo, los exportadores siguen obligados a liquidar las divisas en el mercado oficial. Si el BCRA no compra, ¿quién lo hará? ¿Los propios productores para financiar el costo de la próxima cosecha? ¿Los importadores que se vean tentados a volver a adelantar compras para acumular stock? ¿Los pequeños ahorristas que vean la oportunidad del bajo costo?
Todo esto es altamente factible, y hasta es posible que, por vía indirecta esto ayude a las reservas -por ejemplo, si se produce un aumento en los depósitos bancarios en dólares, que desde el fin del cepo detuvieron su caída y están creciendo otra vez-.
Pero lo cierto es que la forma de aumentar de manera sustancial las reservas es mediante la compra directa del Central, que hoy en su resumen diario de variables financieras exhibe la frase «El BCRA no intervino en el mercado de cambios».
Los analistas más inquietos por esa situación siguen de cerca el índice de riesgo país, al que consideran todavía demasiado elevado después del refuerzo financiero de u$s12.000 millones que supuso el acuerdo con el FMI. El índice está hoy en torno de 740 puntos, lo cual es un logro después del registro de 978 ocurrido en la primera semana de abril.
Pero eso está lejos de ser un consuelo: ese nivel de abril correspondía a un momento defensivo del mercado, con ventas masivas de bonos de deuda soberana, y una expectativa de inminente eliminación del «crawling peg». Y, sobre todo, se condecía con una situación de sangría de reservas del BCRA -que el viernes del levantamiento del cepo había vendido u$s398 millones-.
El nivel de riesgo país es considerado en este momento un dato fundamental, porque marca qué tan lejana es la posibilidad de que Caputo salga a buscar financiamiento al mercado internacional y obtener ofertas a tasas pagables. Es algo que requiere que el índice caiga por debajo de los 500 puntos.
Según los analistas, si el índice de riesgo país muestra reticencia en caer de manera más marcada es, justamente, por la duda sobre cómo hará el BCRA para acumular reservas.
Y es ahí donde aparecen las clásicas especulaciones entre los operadores de la city. Hay quienes creen que las compras de divisas se harán de todas formas, pero no será el Central quien figure como comprador sino otras dependencias estatales. También puede haber intervención en el mercado de bonos que haga subir el precio de la deuda soberana -y, por ende, contribuir a una caída del riesgo país-.
Eventualmente, el Tesoro podría contar con dólares, vendérselos al Central y luego depositar esos pesos en su cuenta, por si necesitara cancelar deuda en una licitación en la que no se llegue al «rolleo» mínimo.
No sería una situación que el FMI objetara -dado que el punto que más le importa al organismo es el incremento de reservas, sea por el método que sea- pero el gobierno se preocupa en cuidar las formas, para que no se lo acuse de estar infringiendo su autoimpuesta promesa de no emitir pesos en el marco de la batalla anti inflacionaria.
iprofesional, diario, noticias, periodismo, argentina, buenos aires, economía, finanzas,
impuestos, legales, negocios, tecnología, comex, management, marketing, empleos, autos, vinos, life and style,
campus, real estate, newspaper, news, breaking, argentine, politics, economy, finance, taxation, legal, business,
technology, ads, media,dólar,banco central,reservas,flotación,tipo de cambio,exportación,soja,campo,luis caputo
ECONOMIA
La UTA ratificó el paro nacional de colectivos y el gobierno pide tiempo para «buscar soluciones»

Trabajo convocó al gremio y los empresarios a una reunión para destrabar el conflicto. La huelga está prevista para este martes, por 24 horas.
05/05/2025 – 09:51hs
El diálogo entre el gobierno y la conducción de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) sigue abierto, a pesar de la ratificación del cese de tareas por 24 horas dispuesto para este martes. El jefe de gabinete, Guillermo Francos, se refirió al respecto y pidió a la dirigencia sindical «suspender unos días el paro y sentarnos con el nuevo secretario para analizar el tema». Sucede que la medida de fuerza se da en medio de la renuncia del secretario de Transporte Franco Mogetta reemplazado por Luis Pierrini.
Más allá de los dichos de Francos, este lunes a las 14, la secretaría de Trabajo convocó a la UTA, liderada por Roberto Fernández, y los directivos de las cámaras de la actividad, a una audiencia, como última posibilidad para evitar la huelga, ya que se vencieron los plazos legales para dictar la conciliación obligatoria.
La conciliación obligatoria está agotada: una paritaria compleja
La realidad indica que sólo un principio de acuerdo salarial podría levantar la medida de fuerza, ya que la conducción de la UTA está cuestionada por diferentes agrupaciones. Además, quedó en el ojo de la tormenta cuando no adhirió al último paro dispuesto por la Confederación General del Trabajo (CGT), justamente por estar bajo la conciliación obligatoria, lo que le impide realizar cualquier tipo de protesta.
Así y todo, Francos insistió y pidió tiempo por el cambio de nombres en la Secretaría de Transporte y exhortó «ver qué alternativas podemos encontrar para solucionar el problema salarial».
La paritaria de la UTA es una de las más complejas, donde Transporte no tiene una intervención relevante desde la llegada del gobierno libertario, sino que las decisiones pasan por el ministerio de Economía, ya que además está la variable de los subsidios y el valor del boleto de pasajeros.
Cambios en la Secretaría de Transporte
Sobre el desempeño de Mogetta, Francos sostuvo que «ha hecho un trabajo enorme en un momento de crisis en todos los sectores, ese trabajo ha sido apreciado; pero hay veces que las gestiones se agotan producto de esa intensidad. Los funcionarios dicen, estoy llegando hasta acá».
Pierrini es un empresario mendocino del rubro de seguros, al que no se le conocen antecedentes en la actividad del transporte de pasajeros. El nuevo secretario definirá este lunes su equipo, con la mirada puesta en la continuidad o no del actual subsecretario de Transporte Automotor, Mariano Plencovich.
El cese de actividades por 24 horas afectará a 9.000.000 de usuarios de todo el país, paralizando a más de 300 líneas de colectivos en el AMBA, así como servicios en provincias del interior como Córdoba, Rosario, Mendoza y Tucumán.
Cuánto reclama la UTA de aumento salarial
Desde la UTA, en tanto, confirmaron la huelga de este martes, aunque informaron que asistirán a la reunión convocada por la Secretaría de Trabajo para este lunes. Afirmaron que «lo único que reclamamos es cobrar lo que necesitamos para vivir con dignidad» y agregaron que «se agotaron todas las instancias de diálogo; esta es la última, por eso vamos al paro».
El gremio viene solicitando una actualización salarial en línea con la suba de la inflación, por lo que pidió llevar el sueldo básico de 1.200.000 pesos a 1.700.000 pesos mensuales. En cuanto a la contraoferta de las cámaras patronales, revelaron que «consistió en la inclusión de bonos y sumas no remunerativas, lo que para nosotros es una burla».
Vista la posición de las partes, la llave para destrabar el conflicto parece estar, en primer término, en el empresariado, mientras que el gobierno evaluará costos tanto sociales como económicos para abrir la caja de los subsidios al tiempo que evaluará la continuidad del cuadro tarifario del boleto de colectivos.
iprofesional, diario, noticias, periodismo, argentina, buenos aires, economía, finanzas,
impuestos, legales, negocios, tecnología, comex, management, marketing, empleos, autos, vinos, life and style,
campus, real estate, newspaper, news, breaking, argentine, politics, economy, finance, taxation, legal, business,
technology, ads, media,colectivos,paro
-
POLITICA3 días ago
El peronismo consiguió los votos para avanzar con la reelección indefinida de legisladores bonaerenses
-
POLITICA5 horas ago
Antes del juicio oral, confirman una prueba demoledora contra Cristina y Máximo Kirchner en un caso por lavado
-
SOCIEDAD2 días ago
Cuándo es el paro de colectivos de mayo y a qué líneas afecta