ECONOMIA
La paradoja del plan para captar los dólares del colchón: ¿Caputo cumplirá el sueño de Cristina Kirchner?

La política argentina tiene esas cosas: a veces, los personajes que parecen más antagónicos pueden terminar coincidiendo de manera insospechada. Es el caso de Luis Caputo y Cristina Kirchner, que públicamente suelen trenzarse en descalificaciones y acusaciones cruzadas, pero a veces terminan pareciéndose en sus posturas.
Quién iba a decir, por ejemplo, que Caputo iba a jactarse de haber «persuadido» a supermercados y grandes empresas alimenticias de dar marcha atrás en sus aumentos de precios, con resultados mucho más efectivos que los que tantas veces intentó Cristina con iniciativas como «Precios Cuidados«.
Ya en sus extensos análisis en los que advertía sobre los peligros que corría el plan económico de Javier Milei, la expresidenta había deslizado algún elogio entrelíneas al reconocer el pragmatismo del nuevo gobierno que, pese a proclamarse liberal, no había caído en la tentación de levantar el cepo cambiario.
Pero acaso la mayor coincidencia haya sido la preocupación por transformar la enorme masa de «dólares del colchón» en dinero que lubrique la actividad económica y que, eventualmente, ayude a engrosar las reservas del BCRA.
Lo cierto es que si hay un tema en el que Cristina Kirchner ha machacado durante su carrera política es «el problema de la economía bimonetaria». Reconoció que fue uno de sus mayores obstáculos durante su presidencia y que también había afectado a gobiernos de todos los signos políticos, por lo que durante la campaña electoral de 2023 había hecho un llamamiento a todas las fuerzas políticas a encontrar una solución.
Igual preocupación, distintas recetas
Su diagnóstico era conocido: el país necesita dólares para industrializarse, dado que las empresas locales dependen en gran medida de insumos y bienes de capital importados. Pero los dólares que entran por la exportación no resultan suficientes, porque en gran medida se van por el turismo y, especialmente, por el ahorro informal. La consecuencia es que, tarde o temprano, los dólares escaseaban y eso llevaba a una crisis.
El año pasado Cristina Kirchner advertía los perjuicios de esa situación -que, según afirmó, solo existe en Argentina: «La utilización de dos monedas, de las cuales la que no emitimos es precisamente la más requerida para atesorar legal o ilegalmente, sustrayéndola del circuito de funcionamiento de la economía y formando activos en el exterior o, en menor medida, guardándolos en el colchón».
Nunca llegó a plantear una propuesta concreta al respecto, pero insinuó la necesidad de crear un nuevo sistema de ahorro que les inspirara confianza a los argentinos, en el sentido de que quedarían a salvo de devaluaciones o confiscaciones.
Y la desregulación que anunció Caputo va justamente en ese sentido: incentivar a los argentinos a que usen los dólares «encanutados».
Claro que la receta a la que apela el gobierno es diferente de la que pretendía Cristina. Mientras Caputo apuesta a una contracción monetaria -de manera que el peso sea una moneda escasa-, Cristina era firme defensora de la política expansiva para incentivar el consumo.
La obsesión de Cristina Kirchner por los «dólares del colchón»
En su presidencia, Cristina hizo todos los intentos para atenuar la captación de dólares por parte de los pequeños ahorristas. Fue incrementando las regulaciones hasta implementar el cepo cambiario, que tuvo una primera versión «light» y luego otra más dura.
Aun así, se seguían perdiendo reservas, por lo cual se decidió encarecer el turismo con la percepción adelantada de impuestos -en los hechos, una devaluación sectorial-.
Después, Guillermo Moreno aportó la idea del Cedin, un certificado que se debía comprar en dólares y que estaba habilitado para cancelar operaciones inmobiliarias. Al principio, se lo había planteado como para que tuviera una circulación masiva -casi como en el sistema bimonetario del CUC cubano convertible al dólar- y que, de paso, reactivara el sector inmobiliario. Fue un rotundo fracaso.
Luego intentó predicar con el ejemplo y ordenó a todos sus ministros a cancelar sus depósitos bancarios en dólares y pasarse a cuentas en pesos. Ahí Cristina detectó hasta qué punto era difícil cambiar una costumbre tan arraigada entre los argentinos: tuvo conatos de rebeldía de funcionarios a los que amonestó en público, como el recordado caso de Aníbal Fernández.
Pero luego, ya con Mauricio Macri en la presidencia, ella misma admitió que había vuelto a ahorrar en dólares por la incertidumbre que le merecía el manejo económico del gobierno macrista.
La fallida ley contra «fugadores»
Cuando volvió al poder como vice de Alberto Fernández, el tema de la economía bimonetaria se transformó en su obsesión. Se quejó en público de que el gobierno permitiera un «festival de importaciones» en vez de priorizar entre las prioritarias y las suntuarias.
También protestó por el hecho de que el Banco Central admitiera que las empresas endeudadas en dólares pudieran acceder a divisas al cambio oficial, en vez de obligarlas a que las consiguieran con un sobreprecio. Eso generó una de las primeras peleas públicas con Martín Guzmán, quien dijo que él había hecho esa propuesta y Máximo Kirchner lo había boicoteado.
Finalmente, Cristina intentó por la vía punitiva: impulsó el proyecto de ley por el cual aquellos que tuvieran dólares en el exterior se les cobrara un impuesto de hasta 35% y que con ese dinero se creara un fondo destinado a los pagos de la deuda externa. Por entonces se negociaba un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y la consigna de Cristina era «que la deuda con el FMI se pague con los dólares de los que se la fugaron, de los que se la llevaron sin pagar impuestos».
Su pretensión era que el propio FMI colaborase en la iniciativa, y en aquel momento se estimó que la cantidad de activos dolarizados de argentinos en el exterior o fuera del sistema bancario superaba los u$s400.000 millones.
El resultado es conocido: la ley no tuvo andamiento y Alberto Fernández negoció un nuevo «stand by», que significó la ruptura definitiva entre el ex presidente y la líder kirchnerista.
Cuánto se puede blanquear
Lo cierto es que, si el plan de Caputo sale bien, tendrá como consecuencia que una parte de los dólares que hoy duermen en cajas de seguridad empiecen a circular y, en algún momento de la cadena, engrosen los depósitos del sistema bancario, que hoy están en torno de u$s32.000 millones.
¿De cuántos dólares «blanqueables» estamos hablando? No se conocen proyecciones oficiales, pero el ministro dejó algunas pistas al respecto: dijo que actualmente la economía tiene un grado muy bajo de monetización -la mitad del promedio histórico- y que necesitará más liquidez para seguir creciendo. Hay muchas definiciones sobre base monetaria, pero si se toma la menos abarcativa, está en $21 billones -equivalente a u$s18.000 millones-.
Es decir, hay desde el punto de vista oficial un margen de crecimiento para la circulación de dólares transaccionales que podría llegar a esa cifra. Los economistas y ejecutivos de bancos creen que el monto que se incorpore en el corto plazo será mucho menor, pero que el alto costo del crédito en pesos garantiza ciertas posibilidades de éxito para el plan oficial.
Por lo pronto, Caputo también ha dado señales de querer aprovechar ese diferencial de tasa. No por casualidad, después de reunirse con ejecutivos de la industria automotriz, aseguró que «todo el que venda en cuotas en dólares va a tener un salto importante en su demanda».
Muchos interpretaron esa frase como el preludio de una política que estimule descuentos para quien pague con dólares cash o menores costos financieros para quien tome un crédito en dólares, algo que ya está en la carpeta de las grandes empresas.
Reaparece Cristina Kirchner
Desde ya, nadie espera que haya elogios desde el kirchnerismo para el nuevo plan desregulador. Más bien al contrario, se han escuchado críticas vinculadas a una amnistía para «fugadores» y a un control más laxo para posibles delitos de lavado de activos. Cristina Kirchner, que reaparecerá en público el próximo 25 de mayo, probablemente retome este tema y no se ahorrará críticas a Caputo, a quien califica como «endeudador serial».
Pero la realidad es que, desde que Cristina está reclamando una solución para que los argentinos voluntariamente se desprendan de sus dólares del colchón, nadie como Caputo se había mostrado tan en sintonía.
iprofesional, diario, noticias, periodismo, argentina, buenos aires, economía, finanzas,
impuestos, legales, negocios, tecnología, comex, management, marketing, empleos, autos, vinos, life and style,
campus, real estate, newspaper, news, breaking, argentine, politics, economy, finance, taxation, legal, business,
technology, ads, media,dólar,dolarización,ahorristas,depósitos,bancos,colchón,arca,banco central,toto caputo,cristina kirchner
ECONOMIA
El costo oculto que paga el Gobierno para contener al dólar: ya hay señales de freno en el crédito

Si de algo se ha jactado el ministro de economía, Luis Toto Caputo, es de que bajo su gestión «los bancos volvieron a trabajar de bancos». En otras palabras, que la masa de dinero depositada por los ahorristas empezaba a canalizarse al crédito y no a estacionarse en la renta fácil de los pasivos del Banco Central o bonos del Tesoro. Según Caputo, el mérito era del superávit fiscal: como ya el sector público no necesitaba un flujo continuo de pesos para financiar sus gastos corrientes, entonces se había generado la posibilidad de que el crédito al consumo y a las empresas volviera a crecer.
Sin embargo, los analistas del mercado están viendo un posible punto de inflexión. A pesar de que las cuentas fiscales siguen dando superávit, el crédito empieza a sentir un freno. En parte por una saturación del mercado -algo que se refleja en la suba de los índices de morosidad de las familias- pero en parte, también, por la propia política económica, que induce a una gran suba de tasas de interés.
Lo ocurrido en los últimos días es una prueba contundente de que, ante una turbulencia imprevista, el gobierno ha elegido qué objetivos priorizar y cuáles sacrificar. La inflación es el principal argumento electoral de Javier Milei -como quedó en evidencia por la euforia con que se celebró el IPC de 1,6% de junio-. Y, aunque no se lo admita en público, también quedó en claro que la estabilidad cambiaria es otro objetivo innegociable.
Prueba de ello es la contundente intervención del Banco Central en el mercado de futuros, donde llegó a poner contratos por hasta u$s2.700 millones en una sola jornada, con el objetivo de desinflar expectativas de una disparada del dólar. Por más que el discurso oficial del gobierno sostenga que la inflación es causada por el exceso de pesos y niega que exista el fenómeno del «pass through» -el contagio del dólar a los precios-, lo cierto es que, en la práctica, se ha comportado de la manera tradicional. Es decir, recurriendo al dólar como ancla, en un mercado donde las empresas remarcan sus listas de precios ante el menor atisbo devaluatorio.
Es un tema que ha motivado comentarios irónicos por parte de los analistas. Por ejemplo, Javier Okseniuk, de la consultora LCG, publicó un informe muy crítico sobre la política monetaria oficial y, alterando la frase de cabecera de Milei, escribió: «Para el Gobierno, la inflación es siempre y en todo lugar un fenómeno cambiario».
La variable de ajuste
Si no se puede resignar ni la desinflación, ni la estabilidad cambiaria, ni el recorte del gasto ni la recaudación tributaria, alguna variable de ajuste tiene que quedar para el caso de que ocurra un shock imprevisto o que el público se ponga a la defensiva por la típica incertidumbre pre-electoral.
Y esa variable han sido las tasas de interés, que subieron a niveles difícilmente justificables -una tasa efectiva de 47% anual en una economía que prevé una inflación de 20% para los próximos 12 meses-. Semejante diferencial es típico de los momentos en que se desploma la demanda de pesos por la expectativa de una devaluación.
Lo mismo se refleja en las tasas de los bonos CER -que ajustan como la inflación- que está en un llamativo nivel de 14% anual.
En el mercado se debate sobre si estos niveles de tasa serán apenas temporales -hasta que se disipe el temor generado por el «shock de liquidez» tras el desarme de las LEFI- o si será la tónica de los próximos meses.
En todo caso, la consecuencia de tasas muy altas y de menor liquidez bancaria es el de un empeoramiento en las condiciones para el crédito. En aras de llegar a las elecciones sin turbulencia financiera, el gobierno está dispuesto a sacrificar, como variable de ajuste, lo que consideraba uno de sus principales logros.
Para peor, esta situación se da en el marco de una serie de defaults privados, que hacen temer por una nueva ola de incumplimientos ante la imposibilidad que encuentran las empresas de «rollear» sus vencimientos a una tasa aceptable.
¿Un punto de inflexión?
Las cifras empiezan a dar cuenta de un cambio de humor en el mercado. En junio, los préstamos del sector bancario tuvieron un crecimiento mensual real de 2,6%, lo cual implica una ralentización respecto de los meses anteriores, cuando el crecimiento venía a una velocidad de 3,9%.
Son cifras que lucen pequeñas en comparación con las de hace un año, cuando el financiamiento a las empresas crecía de volumen a un ritmo de 17% real mensual, mientras que el consumo subía a una velocidad de 10% real. Claro que en aquel momento había razones de peso para que se viera semejante crecimiento: en primer lugar, que se estaba en recuperación de un escenario previo de muy bajo crédito; y en segundo lugar, que había una agresiva política oficial de baja de las tasas de interés.
Ahora, ya hay indicios de un punto de inflexión. Un informe de Julián Muntane para la consultora Di Stefano señala que, desde julio, los préstamos por tarjeta están cayendo a un ritmo de 7,1% mensual, mientras que también disminuyen los depósitos, aunque a un ritmo menor, de 1,4%.
«Por lo tanto, está comenzando un doloroso proceso de cancelación de deudas caras, que en su momento se tomaron a mansalva y sin conciencia. La primera mitad del 2025 puede decirse que no hubo emisión primaria, pero sí emisión secundaria, que es la que se da a través de la creación de dinero ‘de la nada’ a través de los bancos, prestando dinero proveniente de depósitos en cuenta corriente y cajas de ahorro», señala el reporte.
Y la percepción que predomina en el mercado es que esa tendencia se profundizará en los próximos meses. «Posiblemente el gobierno apunte a menores tasas reales hacia adelante, para impulsar crédito y actividad económica, pero que no querría ver, al menos hasta las elecciones, una baja muy significativa», observa un informe de la gestora de fondos SBS.
Medidas que restan liquidez
Por lo pronto, las últimas medidas de política económica refuerzan esa percepción de un freno al crédito. El presidente del Banco Central, Santiago Bausili, justificó medidas que obligarán a los bancos a «un manejo más eficiente de su liquidez», una frase que implica que se fomentará la alocación de pesos en títulos de corto plazo, y que no habrá ayuda del BCRA en forma de colocaciones «overnight» -ni pases pasivos ni las LEFI que pagaban intereses diariamente-.
Y ahí aparece una de las críticas que en el mercado se le hace al gobierno. Tras el levantamiento del cepo, el Banco Central no sólo anunció la muerte de esos pases pasivos, sino que, además, se dejó de ofrecer los llamados «pases activos» -préstamos de efectivo a los bancos en caso de necesidad-. En teoría, esa medida se enmarcaba en la política deliberada de retirar liquidez de la plaza para controlar la inflación y, además, para inducir al uso de los «dólares del colchón».
Pero hubo efectos colaterales: al perder la asistencia de su «prestamista de última instancia», el gerente del banco no puede arriesgarse a tener poco efectivo en caja, porque si ocurre un imprevisto no puede responder ante sus clientes. Y eso lleva a que en el sistema se empezó a juntar liquidez «por las dudas».
Es decir, al revés de lo que argumentaba el gobierno, no toda la captación de depósitos estaba destinada a la expansión del crédito, sino a una previsión por retiros. En la medida en que se consolide un proceso de disminución de depósitos, esa necesidad de liquidez a la mano será más grande. Y en situaciones así sufre el crédito, porque más pesos van a colocaciones financieras de corto plazo.
¿Quién detiene al spread?
En esa misma línea se inscribe el aumento de los encajes para las billeteras electrónicas. Es cierto que, como dice Bausili, había un trato desigual a estas entidades y a los bancos, que permitía que las «fintech» tuvieran el atractivo de remunerar a sus usuarios con tasas promedio de 25% anual.
Ahora, al tener que alojar más liquidez obligatoriamente en encajes, esas financieras tendrán que retirar pesos de los fondos de money market. Estos fondos manejan un volumen de $39 billones, y se estima que más de un 10% de ese monto corresponde a los depósitos de las billeteras virtuales.
¿Cómo reaccionarán los pequeños ahorristas? Es difícil suponer que utilicen las alternativas más sofisticadas, como los bonos del Tesoro. Por lo que sólo hay dos opciones: o se resignan a un premio menor por sus depósitos, o directamente cancelan para refugiarse en dólares.
En todo caso, lo que se está previendo es una mayor distancia entre las tasas que los bancos les cobran a los tomadores de crédito y la que pagan a los ahorristas -el «spread de tasa», en la jerga financiera-.
Los créditos para el consumo pueden llegar a niveles de 160% de costo financiero total, mientras la remuneración de plazos fijos para los ahorristas llega, en los depósitos más largos, al 30% efectivo anual.
En el sector corporativo las tasas son menores, pero aun así muy por encima de la inflación prevista. El rubro agrícola, por ejemplo, que suele obtener mejores tasas por su condición de exportador, se puede obtener crédito al 50%, pero sigue siendo un monto que los productores ven como caro, dada la disminución de sus márgenes de rentabilidad.
iprofesional, diario, noticias, periodismo, argentina, buenos aires, economía, finanzas,
impuestos, legales, negocios, tecnología, comex, management, marketing, empleos, autos, vinos, life and style,
campus, real estate, newspaper, news, breaking, argentine, politics, economy, finance, taxation, legal, business,
technology, ads, media,pesos,dólares,tasas,interés,bancos,crédito,financiación,depósitos,préstamos,ahorro,banco central,toto caputo
ECONOMIA
La actividad económica frenó su recuperación mensual, pero creció 5% interanual

Luego de haber mejorado 1,8% mensual en abril, la actividad económica frenó su crecimiento en mayo, aunque mantuvo una tasa positiva en la variación interanual.
Así lo informó este lunes el INDEC, al dar a conocer el Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) del quinto mes del año. El dato fue analizado por el ministro de Economía Luis Caputo, quien señaló que pese a la caída, la actividad se encuentra en el mismo nivel de abril.
La actividad económica frenó su recuperación mensual en mayo
En mayo, el EMAE registró una suba de 5,0% en la comparación interanual (ia) y una caída de 0,1% respecto a abril en la medición desestacionalizada (s.e.), según informó INDEC.
Así, en los primeros cinco meses del año, acumula una mejora del 6,1% frente al mismo período del 2024.
Con relación a igual mes de 2024, trece de los sectores de actividad que conforman el EMAE registraron subas en mayo, entre los que se destacan Intermediación financiera (25,8% ia) y Pesca (12,2% ia).
La actividad de Comercio mayorista, minorista y reparaciones (10,0% ia) fue la de mayor incidencia positiva en la variación interanual del EMAE, seguida de Intermediación financiera (25,8% ia) e Industria manufacturera (5,0% ia).
Por su parte, dos sectores de actividad registraron caídas en la comparación interanual: Electricidad, gas y agua (-9,0% ia) y Administración pública y defensa; planes de seguridad social de afiliación obligatoria (-0,9% ia). Estas actividades le restan 0,20 puntos porcentuales al crecimiento interanual del EMAE.
Al repasar los datos, Caputo aclaró: «Hubo corrección de los dos meses anteriores: marzo de -1,9% a -1,7% y abril de +1,9% a +1,8%. Esto hace que, a pesar de la baja de 0,1% en mayo, el indicador quede en el mismo nivel que tenía en abril pasado».
Perspectivas de consumo a la baja, una señal de alerta para el Gobierno
En un contexto de un mayor apretón monetario y una política de ingresos contenida, con las paritarias corriendo por debajo de la inflación, el consumo llegará a las elecciones con un nivel pinchado.
La estrategia de que el crédito se convierta en el empuje de la actividad económica quedó ahora en crisis, tras el encarecimiento de las cuotas.
Un informe del Banco Central acaba de revelar que las familias ya tienen comprometido el 19% de sus ingresos en el pago de cuotas. Eso significa que no existe demasiado espacio para seguir tomando deuda para consumir.
La economía «de contado» sigue en niveles históricamente bajos, a pesar de que la inflación mensual va para abajo.
Justamente, en las grandes compañías fabricantes de alimentos, bebidas y productos de higiene personal y limpieza, consultadas por iProfesional, admiten que no tienen margen para trasladar la suba de sus costos dolarizados (materias primas) a los precios finales.
«Privilegiamos no perder volumen de ventas. Aunque el margen de rentabilidad ya se encuentra en mínimos históricos», resumió el director de una alimenticia líder.
Así, más allá del crecimiento interanual, el ruido político y financiero puede afectar tanto el consumo como la actividad económica en los próximos meses.
iprofesional, diario, noticias, periodismo, argentina, buenos aires, economía, finanzas,
impuestos, legales, negocios, tecnología, comex, management, marketing, empleos, autos, vinos, life and style,
campus, real estate, newspaper, news, breaking, argentine, politics, economy, finance, taxation, legal, business,
technology, ads, media,consumo,industria,indec
ECONOMIA
La mirada de Redrado sobre el dólar: qué dijo su consultora sobre una posible corrida cambiaria

En los últimos días, hubo ruido en la política monetaria y cambiaria debido a medidas del equipo económico que luego corrigió. En este sentido, la Fundación Capital, dirigida por Martín Redrado y Carlos Pérez, resaltan, en su último informe, que «en el marco de la salida parcial del cepo, no existe posibilidad de corrida cambiaria», descartando el escenario más temido por los inversores y ahorristas.
Esto surge del análisis de la oferta y demanda potencial de dólares. La primera ronda los u$s3.000 millones, siendo que las reservas internacionales brutas superan los u$s40.000 millones, y a se le debe quitar u$s13.000 millones del swap con China, que son un derecho a pedir su uso, y otros u$s14.000 millones adicionales por los encajes de los depósitos en dólares.
La clave es acumular reservas, según la consultora de Martín Redrado
Por el lado de la demanda, la fundación destaca que principalmente se da por los depósitos a plazo fijo y los títulos del Tesoro que tienen las personas físicas, sumando unos $19 billones. «Esto ayuda a que el mercado considere que el techo de la banda cambiaria es creíble, ya que la autoridad monetaria puede vender divisas cuando toca el límite superior. Aún más, cuanto más cerca del techo de la banda, si el mercado tiene confianza en la misma, debería tender a posicionarse en pesos, lo que haría que aparezca cierta oferta y no se perfore el límite superior», se menciona en el trabajo.
No obstante, hacia delante, al acercarse a las elecciones, habrá períodos en los que suele haber una dolarización de carteras más significativa, a la vez que se aleja el período de mayor estacionalidad de los agrodólares. Así, «será muy importante que continúe el sendero de acumulación de reservas para mostrar mayor previsibilidad cambiaria y generar confianza», mencionan.
En ese marco, el Tesoro habría vuelto a comprar divisas dentro de la banda la semana pasada. Con relación a un tema clave y motivo de debate entre los economistas, esta menciona que «si bien las reservas internacionales netas todavía se encuentran lejos de la meta del Fondo Monetario Internacional, estas compras del Tesoro Nacional y el cambio de actitud respecto a lo expresado en el mes de mayo (que no comprarían dentro de las bandas), muestran el retorno al camino de posible acumulación de reservas.
«Esta decisión parece estar en línea con la reunión reciente con el equipo técnico del organismo y una búsqueda del desembolso por US$ 2.000 millones pautado para julio de este año (hay otro desembolso pactado para noviembre por u$s1.000 millones)», resaltaron.
El escenario del dólar cerca de las elecciones
Frente a una etapa de menor afluencia de agrodólares, con los comicios más cerca y reservas que van aumentando, aunque de forma muy moderada, el escenario del dólar buscando el techo de la banda tiene 50% de probabilidad de ocurrencia. Allí, la economía crecerá en torno al 5%, la inflación terminará el año en el 29,6% i.a. en diciembre y el tipo de cambio seguirá con unos meses de deslizamiento como el observado (44,6% i.a. en diciembre).
A su vez, teniendo presente que el objetivo de las autoridades es el de calma cambiaria y desinflación, motivo por el cual pusieron en juego diversas herramientas con dicho fin, el escenario del Gobierno tampoco puede descartarse, con un 40% de probabilidad de ocurrencia. En este escenario, el deslizamiento del tipo de cambio oficial se calma, bajo el supuesto de mayor acumulación de dólares por diversas vías, concluyendo el año con un incremento del 32% i.a., una inflación del 26% i.a. en el último mes del año y un aumento de la actividad económica del 5,2%.
iprofesional, diario, noticias, periodismo, argentina, buenos aires, economía, finanzas,
impuestos, legales, negocios, tecnología, comex, management, marketing, empleos, autos, vinos, life and style,
campus, real estate, newspaper, news, breaking, argentine, politics, economy, finance, taxation, legal, business,
technology, ads, media,martín redrado,reservas,dólar
- POLITICA2 días ago
Juan Carlos Maqueda defendió la condena contra Cristina Kirchner: “Hay una sensación de que se hizo Justicia y que no hay impunidad”
- POLITICA1 día ago
Expulsada del Gobierno, Victoria Villarruel empieza a tomar distancia, pero no tiene proyecto político para este año
- ECONOMIA2 días ago
YPF aplica un nuevo aumento en los combustibles desde la medianoche: a cuánto sube el litro de nafta