ECONOMIA
Por las desregulaciones, se abarató la importación de una remera desde Asia

Por Decreto 236/2025 del lunes pasado fueron bajados los aranceles de ropa y calzado, que pasarán de 35% a 20%: los de telas del 26% al 18%; los distintos hilados de 18%, a 12%, 14% y 16% y los kits de calzado deportivo y capelladas: 10% a 0%.
Sin embargo, estimaciones privadas indican que los precios de las prendas apenas bajarían promedio 3,6%, lo que significa que en el IPC (Índice de Precios al Consumidor), incidirán en 0,2% de descenso en el nivel general, ya que el rubro «Prendas de vestir y calzado» representa aproximadamente 5,7% de la canasta oficial.
La remera made in Bangladesh de 3 dólares tributaba 1,05 dólares antes que bajaran los aranceles y ahora se abarataría 0,6 dólares, que no mueven el IPC ni la hegemonía comercial de las «Saladas» y ferias en el abastecimiento de esta calidad de ropa.
Repercusión en precios internos
El desgloce de la incidencia de la baja arancelaria en los precios internos, según especialistas del rubro textil y de indumentaria, daría caída del 11,1% en el precio de la ropa actualmente importada (15% del total), del -2,7% en los productos que pasarían a ser importados (otros 15%), del -1% en la ropa nacional por abaratamiento de insumos importados, y del -1,2% adicional en la ropa nacional por mayor competencia.
Desde la industria alertan por el impacto sobre la producción y el empleo, en un sector que genera 539.000 puestos de trabajo al considerar toda la cadena de valor.
A juzgar por los antecedentes inmediatos de la apertura a las importaciones, en el primer bimestre de 2025 se ingresó 136% más en unidades de ropa y el valor que se pagó aumentó 41% comparado a enero y febrero de 2024.
Totalizaron 23,3 millones de prendas por u$s90,2 millones, mientras que en los dos primeros meses del año pasado había sido 9,9 millones de artículos por US$ 61,2 millones.
Más de la mitad (52,4%) vino de China, que en el periodo representó 192% interanual en volumen y 89% medido en dólares.
Le siguen otros países asiáticos: 8% de Vietnam (que creció 42% y 84%, respectivamente), 6,4% de Bangladesh (con aumentos de 191% y 176%), 5,4% de Camboya (con 60% y 52%) y 4,5% de Pakistán (con 334% y 271%).
Pesos versus dólar barato
Entre el estímulo a viajar y comprar en el exterior, la apertura aduanera, el dólar barato y los aumentos en los costos internos, como alquileres y servicios, la competencia del ámbito local queda muy en desventaja.
Según un relevamiento previo de Fundar, sobre una canasta de 33 productos textiles, la ropa era en diciembre un 35% más cara en la Argentina que en seis países de la región.
El empresario textil Marco Meloni adujo que factores externos generan una diferencia de hasta 75% entre el valor del producto en la puerta de la fábrica y el que llega a los consumidores.
«¿Por qué un pantalón de gabardina importada, que tiene un costo de producción de $16.000, se comercializa a $80.000 o más?», cuestionó.
Un cálculo tuiteado por el economista Damián Di Pace, simula que vestir un hombre con jeans, camiseta, zapatilla y perfume, y a una mujer, con short, remera, sandalias, perfume y bolso de la misma marca, daría u$s3.110, contra u$s1.049,86 de si se trajera de Estados Unidos, u$s480,58 desde Chile, u$s594,68 desde Paraguay, u$s610,08 de Brasil y u$s751,22 desde Uruguay.
La diferencia salta asimismo en la ecuación de despachar valijas grandes desde Chile llenas de indumentaria comprada en liquidaciones en Temuco, Concepción, Valparaíso, Quilicura, o directamente en Santiago, por valor de 1.000-1.500 dólares, y pagando el pasaje ida y vuelta 280 dólares, se convierten en 4.000 dólares o más limpios de polvo y paja.
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ECONOMIA
El dólar gana terreno en la segunda semana sin cepo

El dólar oficial mayorista registró una apreciación del 5%, mientras que el BCRA se mantiene sin intervenir, con reservas superando los u$s39.000 millones
26/04/2025 – 20:59hs
La segunda semana sin el cepo cambiario cerró con un panorama positivo para el dólar, que mostró un crecimiento significativo frente al peso. El tipo de cambio oficial mayorista subió un 5% en comparación con el lunes, superando el rendimiento de las tasas en pesos y consolidándose como una alternativa atractiva tanto para ahorristas como para inversores.
Este viernes, el dólar mayorista se mantuvo en $1.169. Sin embargo, en relación con los $1.110 que marcaba al comienzo de la semana, registró una apreciación notable. Además, dejó atrás los $1.069 alcanzados a principios de semana, cifra que había sido celebrada por el ministro de Economía, Luis Caputo.
El dólar MEP, por su parte, retrocedió un 0,2% este viernes, cerrando en $1.184. Sin embargo, su variación semanal mostró un incremento del 1,5% respecto al lunes, y se situó un 8,7% por encima del mínimo semanal.
El dólar CCL también mostró una tendencia al alza, alcanzando valores superiores a los $1.200, mientras que el blue cerró en $1.210. En ambos casos, la suba semanal superó el 5%.
Un aspecto interesante es que, tras el avance del dólar oficial a $1.190, la brecha con el MEP pasó a ser negativa: hoy resulta más barato dolarizarse a través de la bolsa que mediante el mercado oficial bancario.
El BCRA sigue sin intervenir en el mercado cambiario
A pesar de los movimientos en los diferentes tipos de cambio, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) sigue sin intervenir directamente en el mercado. La autoridad monetaria tiene la facultad de actuar cuando el dólar toca los extremos de la banda de flotación, pero por el el momento está dejando que el precio se establezca según la oferta y la demanda dentro de este rango, señaló Ámbito.
«Destacamos que el BCRA sigue sin intervenir dentro de la banda, pese a estar habilitado. El equipo económico mantiene la postura de actuar solo en los límites», indicaron desde Portfolio Personal Inversiones.
En cuanto a las reservas internacionales, el BCRA informó que superan los u$s39.000 millones. Este incremento se debe, en parte, a los desembolsos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y otros organismos multilaterales. Además, contribuyeron al crecimiento el aumento en la cotización del oro y el incremento de los depósitos privados en dólares.
Desde Wise Capital señalaron que el BCRA ahora espera un mayor flujo de liquidaciones de exportadores y ventas de importadores. Si esto se concreta, podría ejercer presión sobre el tipo de cambio, acercándolo al piso de los $1.000, lo que abriría la posibilidad de una intervención oficial para adquirir divisas a precios más bajos.
La evolución del dólar en las próximas semanas será fundamental para determinar si el mercado continúa con su relativa calma o si, por el contrario, se reactiva la volatilidad.
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ECONOMIA
El riesgo del carry trade: la City habla del talón de Aquiles que amenaza al plan Caputo

En el gobierno se tomaron en serio la pelea por imponer el mantra «Esta vez es diferente». Al punto que los ideólogos del nuevo plan económico –Federico Furiase, Felipe Núñez y Martín Vauthier– decidieron salir a defender su argumento en todos los campos. Además de las redes sociales, empezaron a aparecer en medios de comunicación y ahora anunciaron que serán panelistas en un programa de streaming del canal Carajo -fundado por el célebre Gordo Dan-, junto a Pablo Pazos, más conocido como «Gordo Pablo» entre las huestes libertarias.
El objetivo, como ya quedó en claro con los esfuerzos didácticos de Furiase en televisión y con las polémicas de Núñez en las redes sociales, es claro y concreto: disipar los temores de que el nuevo esquema de flotación en una banda cambiaria no terminará de manera traumática, como otras experiencias de la propia historia argentina y del escenario internacional.
No es una tarea fácil, dado que muchos economistas, incluyendo algunos que tuvieron experiencia en cargos de gobierno, plantearon dudas sobre el sostenimiento del nuevo esquema. Entre los principales cuestionamientos figura la dificultad del Banco Central para acumular reservas genuinas -es decir, que surjan del ingreso de dólares por inversiones o exportaciones y no por la asistencia del Fondo Monetario Internacional-.
«No confundir reservas compradas con reservas prestadas. Lo primero es tierra firme: reservas a cambio de demanda voluntaria de pesos (por inflación baja y tipo de cambio no desalineado)», advirtió el ex ministro Hernán Lacunza, que en las últimas semanas se transformó en blanco del enojo de Javier Milei.
También hubo advertencias respecto de que las inversiones que realmente sostienen un esquema cambiario son las que hunden capital, y no las que ingresarán para buscar una ganancia financiera de corto plazo y salir antes de las elecciones -por el libre flujo con estadía mínima de seis meses que instauró el BCRA-.
Héctor Torres, es representante argentino ante el FMI, fue explícito sobre el tema: «No hay que confundir carry trade (arbitraje) con inversiones. Como escuché de un banco de inversión: ‘Argentina is tradable but not (yet?) investable’«. La traducción del inglés sería: «Argentina es buena para hacer trading pero no (¿por ahora?) para invertir».
Problemas de flujo
El punto sobre qué tan grave es la dificultad para generar reservas se acrecienta ante las evidentes reticencias de los productores sojeros, que dudan sobre si este sea el momento para exportar sus tenencias. Pero, sobre todo, lo que sigue generando preocupación es el déficit de cuenta corriente, que lleva 10 meses acumulados y con pocas señales de revertirse.
De hecho, en la balanza comercial, donde el gobierno espera un holgado superávit, ya se estaría registrando un déficit de u$s1.112 millones en el primer trimestre si no fuera por el impacto del rubro energético. Pero justamente ese rubro podría resentirse por la caída de los precios en el mercado internacional.
Y las importaciones, que según Toto Caputo se habían adelantado por la especulación de una devaluación, no están dando señales de normalización sino que, por el contrario, en los últimos días se habló en el mercado sobre un incremento en la llegada de productos chinos.
Además, está el problema del turismo emisivo, que, como demuestra la historia reciente, nunca se debe subestimar. De hecho, lo ocurrido en los últimos meses deja en evidencia que el gasto de argentinos en el exterior puede neutralizar y hasta superar el ingreso de u$s8.000 millones por el rubro de petróleo y gas.
En definitiva, las principales críticas apuntan a que, a diferencia de lo que afirma Javier Milei, la economía argentina no tiene solamente «problemas de stocks» -falta de reservas- sino que también está sufriendo «problemas de flujo» -a este tipo de cambio, salen más divisas de las que entran-.
Para el corto plazo, hay cierto consenso respecto de que el BCRA podrá cumplir la exigencia de sumar u$s4.400 millones de reservas. Por más que los productores agrícolas vendan a regañadientes, no deja de ser el momento estacional de la liquidación masiva.
En cambio, la situación empieza a cambiar en la segunda mitad del año, para empezar porque en julio hay un vencimiento fuerte por más de u$s4.500 millones.
¿El dólar flota?
El gobierno tiene su argumento preparado ante cada crítica sobre atraso cambiario: en un régimen de tipo de cambio flotante, el precio lo fija el mercado. Y si en realidad estuviera atrasado, habría saltado al techo de la banda.
Pero también ese punto es objeto de intensa polémica. Para empezar, porque un cambio flotante no es garantía contra una pérdida de competitividad. Es lo que se ha estudiado ampliamente como «enfermedad holandesa» y afecta a muchos países que concentran su exportación en pocos productos.
Pero, sobre todo, porque sigue habiendo cuestionamiento a que el nuevo régimen implique una flotación pura. Por más que el BCRA ya no compre ni venda en el mercado, hay formas indirectas de incidir sobre el cambio, como las operaciones con bonos y los incentivos al carry trade.
«Eso pasa cuando ‘forzás’ un régimen nuevo que recién arranca: corrés el riesgo de sumarle una volatilidad que de otro modo no hubiera tenido y condenarte a tener que seguir forzándolo para aplacarla«, criticó el economista Gabriel Caamaño, en referencia a los movimientos de suba, posterior caída y nueva suba que tuvo el dólar desde que empezó el esquema de banda.
Lo cierto es que hay un debate en el mercado respecto de cuáles son las condiciones para hacer el carry trade aprovechando las tasas altas. Hay quienes argumentaron que Caputo diseñó el plan de forma tal que el dólar se recostara sobre el piso de la banda, dado que la entrada de inversores dolarizados en busca de renta reforzaría el fenómeno de la «escasez de pesos».
Sin embargo, hay quienes hacen el razonamiento opuesto: que el carry trade sólo tiene sentido cuando el dólar está cerca del techo, porque es cuando tiene poco margen de volatilidad. Así, una cotización inferior a los $1.250 es riesgosa, porque cualquier salto dentro de la banda anulará las ganancias de un título a seis meses con tasa nominal de 35%.
El fantasma de 2018
Pero, sobre todo, lo que quiere remarcar el gobierno es la diferencia con otras experiencias parecidas. En particular, la más reciente, aplicada en 2018 con la venia del FMI, durante la gestión de Mauricio Macri, y con Guido Sandleris al frente del Banco Central.
La banda implicaba que el BCRA sólo intervendría cuando el tipo de cambio tocara el techo, y se abstendría de vender dólares mientras el tipo de cambio flotara dentro de los límites. Hubo un primer momento exitoso, en el que el dólar se recostó contra el piso e incluso lo perforó -algo que llevó a que el Central, durante algunas semanas, volviera a comprar divisas-.
La estrategia se complementaba con una fuerte contracción monetaria y con una suba de tasas de interés, algo que aceleró la tendencia recesiva de la economía. Un alto costo desde lo social y lo político, pero lo cierto es que, al inicio, con la banda de flotación se logró eliminar la volatilidad.
Sin embargo, el sistema reveló problemas. La diferencia entre el piso y el techo de la banda era de 25%, algo que el mercado veía como demasiado amplio. Bastaba con cualquier cambio de expectativas en las condiciones externas para que el dólar se despegara del piso, sin que el BCRA pudiera intervenir. Fue así que el FMI dio concesiones al plan original. Se permitió que el Tesoro licitara dólares hasta u$s60 millones diarios. Y, cuando eso resultó insuficiente, se corrigió la pendiente de la banda cambiaria, que dejó de ser ascendente y quedó «congelada». Era algo que, en los hechos, acercaba el límite para que el BCRA tuviera posibilidad de intervenir.
Pero tampoco fue suficiente: en un contexto de incertidumbre política -era un año electoral y el kirchnerismo avanzaba en los sondeos-, los inversores reaccionaron con pánico y dolarizaron sus portafolios mientras los productores agropecuarios ralentizaron sus liquidaciones.
Finalmente, el FMI tomó una decisión que, en los hechos, daba por terminada la vigencia de la banda cambiaria: autorizó a que el BCRA interviniera a discreción en el mercado. Mientras duró la ese sistema, se liberaron desembolsos adicionales por u$19.000 millones.
Parecidos pero diferentes
Una demostración de la preocupación del gobierno es la disposición de los funcionarios a polemizar en las redes sociales. Como Felipe Núñez, quien se trenzó en una discusión con el trader «Juancito Nieve».
El inversor le recordó que en la experiencia macrista, el Central había logrado comprar reservas por u$s560 millones en el piso de la banda, a un precio que, traído a términos de hoy, equivale a $1.700 y una tasa de interés que duplica a la actual. En ese momento, las reservas superaban a las actuales en un 70% y también había una política de «emisión cero».
Núñez planteó el argumento oficial: no hay comparación posible entre la banda cambiaria de 2018 y la de hoy, porque tanto el contexto político como el financiero son diferentes.
«Es todo lo opuesto a lo que sucede hoy: el ajuste ya lo hicimos por nuestra propia voluntad, la posición técnica es muy buena y la imagen del Javo es super sólida + la oposición es un desastre y por lo tanto no hay expectativa de que vuelvan», planteó el funcionario.
Pero su argumento central es que en el gobierno de Macri todavía se emitían pasivos remunerados, y que por eso no puede argumentarse que había una base monetaria fija como la actual. Y que el gasto público era de 45% del PBI, mientras que ahora es de 34,5%.
«Nuestro argumento siempre fue que este modelo cierra con una apreciación del tipo de cambio», afirmó el ideólogo del plan «de las tres anclas», que defiende la noción de que hay un cambio de paradigma en la economía argentina. Un argumento que, de momento, está lejos de generar unanimidad en un mercado desconfiado.
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ECONOMIA
El mejor método para pagar la tarjeta de crédito para evitar recargos en consumos en dólares

Con la implementación del nuevo esquema cambiario, liberando el cepo para personas humanas y «parcialmente» para las empresas, se modificaron algunas restricciones que regían en la adquisición y pagos en moneda extranjera.
No obstante, los consumos con tarjeta en el exterior siguen alcanzados por la percepción de Ganancias del 30%, lo que mantiene vigente la diferencia entre abonar el resumen en pesos o pagar directamente en dólares.
Pagar en dólares permite ahorrar dinero al no incurrir en recargos
A partir de los cambios anunciados por el Gobierno, se eliminó completamente el límite para las personas con respecto al dólar oficial. Es decir, el límite mensual de 200 dólares para ahorro quedó eliminado.
Asimismo, se levantaron las restricciones asociadas a la condición del comprador con relación a los subsidios que tiene, si es empleado en el sector público, entre otros.
Sin embargo, el tratamiento fiscal de los consumos con tarjeta en moneda extranjera no fue modificado y mantiene la percepción de Ganancias del 30%. En esta línea, se genera una situación en el que, dependiendo de cómo se abone, es el costo final a pagar.
Por ejemplo, si un usuario utiliza su tarjeta para pagar un consumo de 1.000 dólares en el exterior y elige pagarlo en pesos, deberá enfrentar un recargo del 30% sobre el dólar oficial.
Sin embargo, aquellos usuarios que tengan dólares en una cuenta bancaria o abonen el resumen directamente en billete físico desde su homebanking, pueden abonar el monto original sin el recargo.
En paralelo, aquellos que tienen dólares en su cuenta de banco o pagan el resumen directamente con dólares físicos desde su homebanking, pueden cancelar el monto original sin ningún tipo de recargo.
Esta diferencia permite generar un ahorro significativo. Además, al estar la posibilidad de acceder al dólar oficial, se puede pagar al tipo de cambio más bajo del mercado.
Cómo vendrán los resúmenes bancarios luego de la salida del cepo cambiario
Desde las entidades bancarias, comentaron que los resúmenes de las tarjetas de crédito seguirán detallando los consumos en dólares más el recargo del 30% en caso de que el cliente opte por pagar en pesos.
En este sentido, los bancos ofrecen la alternativa de abonar directamente en dólares desde una cuenta en moneda extranjera del mismo titular, como, por ejemplo, una caja de ahorro en dólares.
Este procedimiento, el cual puede realizarse a través del canal online, permite evitar el recargo, ya que el pago se toma por el monto original sin percepciones adicionales. Por ejemplo, se puede notificar al banco que los consumos en moneda extranjera con tarjeta de débito se tomen desde la caja de ahorro o cuenta corriente en dólares.
La coexistencia de estas dos formas de pago genera una cotización diferencial que impacta directamente en el bolsillo de quienes realizan operaciones fuera del país o contratan servicios online en dólares.
Cabe mencionar que, si el usuario no tiene los dólares suficientes en su cuenta, el débito se realiza en pesos al tipo de cambio oficial más el 30% correspondiente.
¿Qué se tiene que saber sobre el dólar tarjeta?
En pocas palabras, a la hora de pagar gastos en dólares se debe tener lo presente:
- Si se pagan los consumos en dólares con dólares: se debe descontar el Impuesto a las Ganancias de tus consumos en pesos y pagar el resto. Si la tarjeta se encuentra adherida al débito automático, se debe hacer el Stop Debit entre el día posterior al cierre y el vencimiento desde: «Pago > Detener débito automático»
- No pagar el resumen antes del cierre: si se va a pagar con dólares, se debe hacer entre el día posterior al cierre y el vencimiento.
- Si se abona con pesos los consumos en dólares, corresponde pagar los impuestos
Por último, cabe recordar que, desde el Gobierno, recientemente señalaron la eliminación de la percepción para determinados gastos en dólares, como el de las plataformas de juegos como Steam y PlayStation Network.
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