En un reflejo de la preocupación por el avance del narcotráfico, por primera vez el centenar de obispos de todo el país que delibera esta semana en Pilar le dedicaron una jornada al análisis del flagelo, que consideraron “está ganando” en el país a partir de la connivencia política, judicial, de las fuerzas de seguridad y la creciente tolerancia al consumo de drogas.

“¿Por qué nos está ganando la droga, con su correlato que es el narcotráfico, con su contenido de dinero negro, de poderosas armas de fuego, ostentación, lujo, violencia y muerte? ¿Qué connivencia social, política, judicial, de las fuerzas de seguridad nos ha llevado hasta aquí”, se preguntó el arzobispo de Rosario, Eduardo Martín en la misa de apertura.

También se interrogó: “¿Qué sociedad estamos configurando, que en muchos ámbitos se tolera y promueve el consumo bajo el eufemismo de ‘consumo recreativo’ cuando el 40% de la población vive en la pobreza? No olvidemos que el placer obtenido en dicho ‘recreos’ se obtienen con la sangre de mucha gente, y lo más terrible, hasta con la de niños inocentes, como hemos dicho más arriba”.

Y además se preguntó: “¿Cómo se han generado esos corazones crueles que llegan al asesinato e intento de hacer desaparecer personas, como se vivió en estos días en Rosario dejando enlutada a una familia entera con la muerte de su hijo? ¿Qué ideales nobles hemos dejado de inculcar y testimoniar con el ejemplo para que tantos, especialmente jóvenes, busquen en las drogas alcanzar esa necesidad de ‘estar bien’? “.

El arzobispo expresó la “inmensa gratitud” al Papa y al Papa por el acompañamiento a los rosarinos a través del video mensaje que envió días pasados Francisco como también la carta de las autoridades de la Conferencia Episcopal y la iniciativa del arzobispo de Mercedes-Luján de rezar el Rosario desde la basílica de la Patrona de los argentinos y por parte de toda la región Litoral, orando en todas las parroquias el «Rosario por la paz”.

En el inicio expusieron el fiscal federal Sebastián Basso; el periodista Germán de los Santos, y el presbítero Fabián Belay, responsable de la Pastoral por la Drogadependencia en la arquidiócesis de Rosario y que está al frente de numerosos centros de rehabilitación de adictos e iniciativas de inclusión social y educativa en barriadas populares.

«Sin complicidades de un sector del poder político, policial, judicial, económico y financiero no sería posible llegar a la situación» actual, advirtió hace tres semanas e su video mensaje el pontífice, quien hace unos años había también señalado el riesgo de que la Argentina “se mexicanice” si seguía creciendo el narcotráfico.

Si bien consideró que «en un momento de crisis como los que vive la ciudad de Rosario, comprendemos la necesidad de la presencia de las fuerzas de seguridad para llevar tranquilidad a la comunidad”, subrayó que “en el camino de la paz se deben transitar respuestas complejas e integrales, con la colaboración de todas las instituciones que conforman la vida de una sociedad».

«Todos los sectores políticos están llamados a transitar el gran camino del consenso y del diálogo para generar leyes y políticas públicas que acompañen un proceso de recuperación del entramado social. La alternancia de las gestiones debe sostener la continuidad de los procesos de cambio», señaló Francisco.