Las autoridades detuvieron al sospechoso por el atentado en Alemania que dejó al menos dos muertos y más de 60 heridos en un mercado navideño. Se trata de un hombre de origen saudí que lleva casi 20 años viviendo en el país.
El ataque tuvo lugar este viernes pasadas las 19 en el mercado de Navidad de Magdeburgo, en el centro este de Alemania, a unos 130 kilómetros de Berlín.
Minutos más tarde fue arrestado un sospechoso, señalado como la persona que conducía la camioneta SUV BMW de color negro que embistió contra la multitud y que dejó al menos un adulto y un niño fallecidos. Condujo unos 400 metros en el mercado.
Se trata de un médico de Arabia Saudita, de unos 50 años, que vive en Alemania desde 2006. No trascendió su nombre.
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Ataque en un mercado navideño en Alemania: hay muertos y heridos
Tamara Zieschang, la ministra del Interior de Sajonia Anhalt, aseguró que el saudí actuó solo y vivía en Bernburg, a unos 50 kilómetros de Magdeburgo.
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«Es un lobo solitario, así que hasta donde sabemos no hay más peligro para la ciudad», apuntó a su vez el presidente de la región de Sajonia Anhalt.
Hasta ahora, el hombre detenido no era sospechoso de ser un extremista islámico, escribió la agencia de noticias DPA, basada en fuentes familiarizadas con el caso.
Según el diario BILD fuerzas fuertemente armadas entraron por la fuerza en una vivienda en una calle de la ciudad, pero de momento se desconoce si la operación estaba relacionada con el atentado.
La BBC, en tanto, sostuvo la versión de que dentro del auto había explosivos.
El video de la detención del sospechoso del atentado en Alemania
El diario Bild y el canal MDR difundieron un video del momento exacto de la detención del sospechoso. En las imágenes se ve a la Policía rodear a un hombre, al lado de un auto negro con la trompa dañada.
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Video: cómo fue la detención del sospechoso del atentado en Alemania
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Los policías le gritan al sospechoso, un hombre de barba, que se arroja de frente al piso y queda reducido.
Segundos después irrumpe una camioneta policial llena de agentes que bajan del vehículo y arrestan al sospechoso.
Tras conocerse la noticia del ataque, la presidenta de la Comisión Europea, la alemana Ursula von der Leyen, pidió que sea «investigado y castigado severamente» el atropello «brutal y cobarde».
Los mercados de Navidad son una atracción turística característica sobre el fin de año en Alemania. Se encuentran en el centro de varias ciudades del país y hace años se encuentran bajo alerta por posibles ataques.
Tras un atentado con muertos el 19 de diciembre de 2016, las autoridades redoblan sus pedidos de precauciones y las medidas de seguridad en estos establecimientos, que reúnen a cientos de personas en las vísperas de Navidad.
A fines del mes pasado, el gobierno alemán había pedido extremar los cuidados en los mercados, aunque habían aclarado que no existía una amenaza declarada por posibles ataques terroristas. Una de las medidas precautorias es la prohibición de llevar un cuchillo en estos lugares, con multas de 10 mil euros.
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, prometió en su primera conferencia de prensa tras las elecciones de noviembre «enderezar» a la prensa «corrupta» de su país, en una actitud que genera preocupación entre los defensores de la libertad de expresión.
El magnate republicano de 78 años, que asumirá el cargo el 20 de enero, tendrá que acudir primero a los tribunales, con una avalancha sin precedentes de demandas por diversos motivos, incluida por difamación.
Ya antes de asumir el cargo esbozó sus primeros esfuerzos para moldear a la prensa a su favor, eligiendo a allegados leales para comandar medios financiados con fondos públicos y lanzando demandas sin precedentes contra periódicos y encuestadores. Para observadores y analistas, estas son señales de una escalada de tácticas de intimidación y censura.
El lunes, el magnate republicano demandó a la encuestadora Ann Selzer, al periódico Des Moines Register y a su empresa matriz Gannett por una encuesta preelectoral que, equivocadamente, el día de los comicios, lo situaba en desventaja en el estado de Iowa.
Esa demanda se produjo después de que la cadena televisiva ABC aceptara pagar 15 millones de dólares, más los honorarios legales, para resolver una demanda por difamación luego de que uno de sus periodistas dijera repetidamente que Trump había sido declarado culpable de «violación», cuando de hecho había sido responsabilizado por abuso sexual.
Varios expertos legales argumentaron que el medio probablemente habría prevalecido en los tribunales contra Trump.
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El personal de ABC se quejó ante otros medios estadounidenses de que el canal estaba sentando un precedente de que la prensa debe someterse a Trump, una señal potencialmente preocupante, pues la cadena no es la única que ha sido demandada.
Los abogados de Trump también pusieron en su mira al famoso periodista de investigación Bob Woodward, por publicar entrevistas grabadas con el presidente. Trump sostiene que Woodward -quien reveló el escándalo Watergate que hizo caer a Richard Nixon en 1974- estaba autorizado a grabarlas con fines periodísticos, pero no a difundir los audios.
La CBS, por su parte, fue demandada después de que Trump afirmara que esa cadena editó una entrevista con su rival electoral Kamala Harris de forma de favorecerla.
Trump calificó el proceder de «un intento descarado de interferir en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2024».
El experto en asuntos de libertad de expresión Charles Tobin, hablando con la CNN, calificó la demanda de «peligrosa y frívola».
Miedo y desconfianza entre los periodistas
Incluso aunque Trump pierda en la justicia, su disposición a iniciar demandas «crea un efecto paralizante», declaró a la AFP Melissa Camacho, profesora de Comunicación de la Universidad Estatal de San Francisco.
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«Lo que ocurre es que los medios de comunicación empiezan a practicar la autocensura», opinó.
Khadijah Costley White, profesora adjunta de periodismo y estudios de medios de comunicación en la Universidad Rutgers, sostuvo que las demandas también podrían presionar hacia una cobertura de prensa más favorable al presidente.
«Si obtiene una concesión como la que tuvo con el reciente acuerdo con ABC News, conseguirá que sus supuestos adversarios den marcha atrás o asustar a la prensa para que sólo haga coberturas en su favor. Todas esas son victorias», explicó.
También hay formas no procesales en las que Trump puede luchar contra la prensa.
Durante su primer mandato (2017-2021), su gobierno llegó a pasar más de 300 días sin dar una rueda de prensa oficial a cargo del secretario de prensa de la Casa Blanca.
Incluso si la Casa Blanca de Trump celebrara las conferencias de prensa diarias, podría deshacerse de los asientos reservados para los medios tradicionales.
«Que sea el primero en llegar, el primero en ser atendido. No hay ninguna razón para que a estos grupos de izquierda se les garantice un asiento», escribió el ex secretario de prensa de la Casa Blanca Sean Spicer en una reciente nota de opinión para el periódico conservador The Washington Times.
Esos supuestos grupos «de izquierda» son las cadenas NBC, CBS, CNN y los diarios The New York Times y The Washington Post, medios que a veces se consideran de tendencia liberal y están entre los más respetados del país.
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La ironía es que, incluso si su gobierno bloquea a los medios tradicionales, el propio Trump, que tiene inclinación por dialogar con periodistas, podría seguir hablando con ellos aún más que el presidente saliente, el demócrata Joe Biden, que en gran medida evitó entrevistas con los medios nacionales.
Medios que trabajan fuera de Estados Unidos también pueden esperar cambios.
Trump eligió a Kari Lake, de la línea dura de la campaña electoral, como nueva directora de la Voz de América, una red de alcance mundial y programación en diversos idiomas africanos, asiáticos y europeos.
Según Trump, Lake ayudará a «garantizar que los valores estadounidenses de libertad y autonomía se transmitan por todo el mundo de manera JUSTA y PRECISA, a diferencia de las mentiras difundidas por los medios de noticias falsas».