Por primera vez en 40 años, un presidente de Estados Unidoscelebrará su investidura en el interior del Capitolio, y no en las escalinatas, para protegerse del frío polar. Donald Trump romperá así una tradición cuando inicie su nuevo mandato este lunes en medio de varios días de festividades.
Aquí, un repaso por la lista de las personalidades que asistirán a la toma de posesión y lo que se espera en sus primeras horas como 47º presidente de Estados Unidos.
El broche de oro será la investidura el lunes al mediodía, seguida de un discurso del republicano, que vuelve a la Casa Blanca después de haberla ocupado entre 2017 y 2021.
Sin embargo, debido al frío glacial que se espera para estos días, Trump no hablará en las escalinatas del Capitolio, como dicta la tradición, sino en el interior del edificio que fue asaltado por una turba de sus simpatizantes hace poco más de cuatro años, en un intento de impedir la certificación de la victoria de Joe Biden.
Acto seguido se despedirán el presidente saliente Joe Biden y Kamala Harris, vicepresidenta y candidata presidencial que perdió contra Trump en los comicios de noviembre.
Excepcionalmente, ante las gélidas temperaturas que se esperan, la ceremonia de investidura se retransmitirá en el Capital One Arena, la gran sala en el centro de Washington con capacidad para unas 20.000 personas.
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También se hará allí el desfile que tradicionalmente se celebra en la inmensa explanada del Mall, para el que inicialmente se esperaban 7.500 participantes. Donald Trump ha prometido unirse al público tras jurar el cargo.
Esta jornada histórica concluirá por la noche con los tradicionales bailes.
Están previstos tres discursos del nuevo presidente republicano, en diferentes momentos.
Los festejos comenzarán el sábado por la noche con una recepción y un espectáculo de fuegos artificiales en Sterling, uno de sus clubes de golf situado a menos de una hora de Washington (Virginia).
El domingo por la tarde encabezará un acto en Washington ante miles de sus partidarios.
Una ceremonia en la catedral nacional cerrará el capítulo de la toma de posesión el martes.
Inédito despliegue de seguridad
Tras una campaña electoral marcada por la violencia y dos intentos de asesinato contra Trump (el primero en pleno mitin), Washington vive un despliegue de seguridad sin precedentes.
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Con unos 25.000 policías y militares movilizados, 48 km de barreras erigidas, francotiradores en los tejados y drones en el cielo, el Servicio Secreto, encargado de proteger a las personalidades, ha desplegado «un plan de seguridad ligeramente más robusto» que para elecciones anteriores, justificado por «un entorno más amenazador».
Las autoridades esperan manifestaciones, pero mucho más modestas que las de su primera investidura en 2017, cuando congregaron a cientos de miles de personas.
El comienzo del año 2025 se perfila como el más frío de los últimos 40 años en la capital de Estados Unidos, con temperaturas inferiores a 10° bajo cero y vientos helados.
En 1985 el frío polar hizo que Ronald Reagan jurara el cargo en la Rotonda del Capitolio.
Los invitados a la asunción de Donald Trump
Entre los invitados habrá millonarios del mundo de la tecnología.
Además del inevitable Elon Musk, el hombre más rico del mundo convertido en uno de los grandes amigos de Trump y un importante apoyo financiero, se espera la asistencia de los jefes de Amazon, Jeff Bezos, Meta, Mark Zuckerberg, y Apple, Tim Cook.
Entre los políticos habrá dos ausencias en la ceremonia de investidura: la ex primera dama Michelle Obama y la ex presidenta demócrata de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi.
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Sí estará presente Barack Obama, a quien Donald Trump sucedió en su primer mandato en 2017. Al igual que las otras dos ex parejas presidenciales, Bill y Hillary Clinton, y George W. y Laura Bush, según la prensa estadounidense.
Los primeros ministros de la derecha radical de Italia, Giorgia Meloni, y de Hungría, Viktor Orban, han sido invitados.
Otras figuras de la extrema derecha europea han anunciado su asistencia: los franceses Marion Maréchal y Eric Zemmour, el británico Nigel Farage y uno de los líderes del partido alemán AfD, Tino Chrupalla.
Doble dosis de los Village People: en el mitin del domingo y en uno de los bailes del lunes. Su éxito discotequero «Y.M.C.A.» (1978) se ha convertido en un elemento básico en los mítines de Trump, que se ha aficionado a dar algunos pasos de baile cuando lo escucha.
La cantante de country Carrie Underwood y el tenor Christopher Macchio participarán en la ceremonia de investidura. La primera interpretará la canción patriótica «America The Beautiful» y el segundo el himno estadounidense.
Las promesas del magnate
Inmigración, aranceles a México y Canadá, sus vecinos, y a China, su rival, desregulación desenfrenada en materia energética y climática, indultos a sus partidarios condenados por asaltar el Capitolio… La lista de promesas de Trump es larga.
Durante su campaña, el republicano prometió decisiones impactantes en su primer día de mandato.
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Entre ellas, «el mayor programa de deportaciones de la historia de Estados Unidos» y acabar con «el delirio transgénero».
¿Cumplirá su palabra con un aluvión de decretos a partir del lunes? La respuesta, en pocos días.
El presidente Donald Trump firmó este martes una orden ejecutiva para poner fin a la participación de Estados Unidos en el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas y continuar con la suspensión de fondos para la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA, en inglés).
La firma se produce el mismo día en que Trump tiene previsto reunirse en el Despacho Oval de la Casa Blanca con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien ha sido durante mucho tiempo crítico con la UNRWA y ha acusado al Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas de ser parcial contra Israel.
«Siempre he sentido que la ONU tiene un enorme potencial, pero no está cumpliendo con él en este momento. Durante mucho tiempo ha sido ineficaz. Hay grandes esperanzas en ella, pero, para ser honesto, no está bien gestionada», declaró Trump a la prensa en la Casa Blanca.
Tras sus declaraciones, el mandatario firmó las órdenes ejecutivas con su característico rotulador negro, afirmando que tanto la UNRWA como el Consejo de Derechos Humanos de la ONU deben «poner orden en sus asuntos».
«Tienen que ser justos con aquellos países que merecen justicia», añadió, sin hacer referencia directa a las reclamaciones de Israel.
En un comunicado difundido antes de la firma, la Casa Blanca aseguró que el Consejo de Derechos Humanos de la ONU «ha demostrado un sesgo constante contra Israel» y ha permitido que países como Irán, China y Cuba lo utilicen para «protegerse a sí mismos a pesar de sus graves violaciones y abusos contra los derechos humanos».
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En concreto, la orden ejecutiva sostiene que «varios organismos de la ONU han mostrado un profundo sesgo antiestadounidense» y, por ello, ordena la retirada de EE.UU. del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, así como la congelación de fondos para la UNRWA, que brinda apoyo a más de cinco millones de refugiados palestinos.
Asimismo, el documento exige al secretario de Estado que revise y elabore un informe sobre qué organizaciones internacionales, convenciones o tratados promueven «sentimientos radicales o antiestadounidenses», mencionando específicamente a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) como una de las instituciones que requieren una «revisión acelerada».
Durante su primer mandato (2017-2021), Trump ya retiró a EE.UU. del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el principal foro interestatal de debate sobre derechos humanos en el seno de Naciones Unidas.
Washington se reincorporó a este organismo poco después de la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca en enero de 2021.
En su primer mandato, Trump también suspendió la financiación a la UNRWA, exigiendo a los palestinos retomar las negociaciones de paz con Israel.
Desde que asumió su segundo mandato el pasado 20 de enero, Trump ha ordenado la retirada de EE.UU. de la Organización Mundial de la Salud y del Acuerdo de París sobre el clima, decisiones que ya tomó en su primera etapa en la Casa Blanca.