El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, aseguró este viernes que «Ecuador no ha perdido la guerra» contra las bandas criminales sino que «está peleando». Pero remarcó que este «descontrol total» de la violencia no es nuevo, sino que viene desde hace tiempo, posiblemente desde el gobierno de Rafael Correa.

En una entrevista con la emisora colombiana W Radio y otros medios colombianos, el mandatario explicó: «Esto es una guerra, un conflicto armado interno en el cual estamos luchando contra 22 grupos, unos más pequeños y otros más grandes, que tienen decenas de miles de hombres armados, en el cual se financian por narcotráfico, minería ilegal y al mismo tiempo generan terror».

Noboa, que asumió su mandato hace apenas dos meses, en medio de una crisis inédita de seguridad, con el accionar cada vez más sangriento de grupos vinculados con el narcotráfico, también se refirió al auge de Ecuador como puerto de cocaína y drogas ilícitas.

Alegó que Guayaquil es el tercer mayor puerto de Latinoamérica y que al estar la economía dolarizada y tener un buen sistema vial «se vuelve el centro perfecto para trampolín logístico, de sustancias ilícitas».

«La droga que sale de contenedores va principalmente para Europa, pero el espacio marítimo ecuatoriano y de las Islas Galápagos se usa para tránsito hacia México y los Estados Unidos», explicó el presidente, quien recordó que las turísticas islas Galápagos desde hace «cinco o seis años» se han convertido en «un puerto de tránsito, de combustible, así mismo como de droga».

Por eso, subrayó que se están intensificando los controles, poniendo más vigilancia a la petrolera nacional Petroecuador, para que el combustible no acabe sirviendo al narcotráfico y también fortaleciendo el sistema de vigilancia marítima, con la ayuda de Estados Unidos.

En una de las pocas entrevistas que ha concedido desde que se agudizó la violencia que vive Ecuador y decretó la existencia de un conflicto armado interno, Noba señaló que la situación ha empeorado en los últimos seis años y en el último año y medio ha sido un «descontrol total».

Agregó que solo en el año 2023 hubo más de 7.600 víctimas por muertes violentas en el país. Y que en los últimos años estos grupos han tenido el control de las cárceles, desde donde se planifican actos delictivos y de narcotráfico, según citó el sitio Ecuavisa.com

Casi al final de la entrevista, respondió a una pregunta sobre el rol del ex presidente Correa (2007-2027). Pero, deslindó su responsabilidad directa sobre la escalada violencia y más bien aseguró: «Creo que durante el gobierno de él (Correa) empezaron a instaurarse estos grupos narcoterroristas muy poderosos, y se repotenciaron en los siguientes gobiernos», de acuerdo con el diario Primicias.

Noboa recordó que en la administración de Correa, y tras la aprobación de la Constitución de 2008, se retiró la base estadounidense en Manta. «Desde la Constitución se prohíbe la instalación de bases internacionales, pero eso no significa que no pueda existir cooperación y vigilancia internacional».

El presidente aseveró que ya han «neutralizado todas las cárceles del país» y recuperado «170 rehenes sanos y salvos».

«Estamos reorganizando estos centros de privación de libertad en los cuales algunos de estos líderes planificaban crímenes (…) y los estamos moviendo de su zona de confort y desarticulando esas redes de criminalidad y de terrorismo», resaltó.

Noboa aseguró que luchan contra todas esas bandas y con los líderes de ellas, que en algunos casos son más de 10 para cada una, y no solo contra José Adolfo Macías, alias ‘Fito’, el líder de la banda más grande, ‘Los Choneros’ que se escapó a principios de mes de prisión.

En ese sentido, el presidente ecuatoriano quiso resaltar que ‘Fito’ «no es el Pablo Escobar», sino un líder más, y que lo están buscando «en todos los lados internacionalmente».

Este mismo viernes, llegó a Guayaquil deportada la familia de este delincuente fugado, que se encontraba en Córdoba (Argentina), pero el destino de ‘Fito’ sigue siendo incierto.

Ante los rumores de que se podría haber fugado del país a Perú, Bolivia o Colombia, Noboa no descartó que se encuentre en Colombia y aseguró que ha pedido a su homólogo Gustavo Petro «que aplique una búsqueda intensa en el país y que tengamos cooperación entre los dos países e inteligencia entre ejército y policía».