INTERNACIONAL
De reclamar Groenlandia a generar una guerra de aranceles: así fueron los 100 días de Trump en el poder

El mundo ya no es el mismo desde que Donald Trump asumió su segundo gobierno el 20 de enero pasado, hace exactamente 100 días.
Más allá de ideologías, afinidades o antipatías, nadie puede dudar de que Trump puso a la Tierra en alerta. Nada es igual al último día de mandato de Joe Biden. En poco más de tres meses de gestión, el magnate neoyorquino simplemente tiene al mundo agarrado del cuello.
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“Trump ha sido mucho más disruptivo de lo que incluso sus mayores críticos habrían anticipado”, dijo a TN el analista Michael Hanna, director del Programa de Estados Unidos del Crisis Group, una ONG comprometida con la prevención y resolución de conflictos.
100 días de Trump: sus principales medidas, el giro político y la guerra comercial que puso en vilo al mundo
Desde su regreso a la Casa Blanca, el presidente republicano dio un giro a la política exterior estadounidense, repartió aranceles indiscriminados, sacudió los mercados y puso en la mira a millones de inmigrantes reconvertidos en enemigos públicos de su administración.
Y todo esto matizado con un discurso radical que tuvo su correlato en la política interna y reversionó la “motosierra” de Javier Milei. Con una salvedad: Trump volvió con un perfil absolutamente proteccionista y un unilateralismo que sacudió los cimientos de la diplomacia y el comercio internacional.
Baja popularidad e incertidumbre global
Los primeros 100 días sacudieron la modorra de los últimos meses de la política estadounidense.
Si bien está haciendo exactamente lo que prometió durante la campaña, comienza a perder popularidad, según reflejan los últimos sondeos de opinión. En especial, la influyente comunidad latina, que en forma creciente lo respaldó en estados clave, empieza a ver que vecinos, allegados, amigos y hasta familiares tienen miedo de ser deportados.
Trump quiere expulsar a un millón de inmigrantes este año. Decenas de miles ya fueron echados. Otros miles recibieron notificaciones que le sugieren abandonar el país antes de que la policía migratoria toque a su puerta. El miedo es la constante que rige la vida de millones de migrantes, ilegales o con permisos precarios o temporales, en su mayoria latinoamericanos. Algunos ya ni siquiera mandan a sus hijos a la escuela por temor a redadas.
En tanto, cientos de supuestos pandilleros fueron deportados a El Salvador. Alli fueron alojados en la megacárcel construida por el gobierno de Nayib Bukele, otro aliado estratégico de la nueva Casa Blanca. Otros, en su mayoría venezolanos, fueron enviados a la prisión de la base naval de Guantánamo, en el este de Cuba, antes de ser embarcados rumbo a su país natal.
Un grupo de reos observa hacia afuera de su celda mientras la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, recorre el Centro de Confinamiento del Terrorismo el miércoles 26 de marzo de 2025, en Tecoluca, El Salvador. (AP Foto/Alex Brandon)
Más allá de las críticas, esta política le generó a Trump un amplio respaldo en los sectores más conservadores de la sociedad, en especial en los estados limítrofes con México, que ven a los migrantes como una amenaza a la seguridad y a su modo de vida.
En ese escenario de discursos extremos y decisiones radicales, Trump tiene el índice de aprobación más bajo en sus primeros 100 días en el gobierno comparado con cualquier otro presidente estadounidense en las últimas siete décadas. Se trata de la “luna de miel” que suele caracterizar este primer período de gestión.
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Según un sondeo de CNN, tiene un 41% de respaldo, pero bajó cuatro puntos desde marzo y siete desde fines de febrero. Alrededor del 45% desaprueba su accionar. Otra encuesta del Washington Post y ABC News sitúa la aprobación un escalón más abajo, en 39%. Muy poco para una “luna de miel”.
Tras conocer estos sondeos, Trump no se quedó callado y profundizó su guerra contra los medios, otra constante en estos primeros 100 días de gestión. “Están enfermos, no escriben casi nada más que artículos negativos sobre mí, por muy bien que me vaya (…) y son verdaderamente enemigos del pueblo”, dijo en su red Truth Social.
Y fue por más: “Son criminales pesimistas que se disculpan con sus suscriptores y lectores cuando gano las elecciones por un margen amplio, mucho mayor al que mostraron sus encuestas. Pierden mucha credibilidad y luego siguen engañando y mintiendo”, afirmó.
La locomotora Trump puso al mundo patas para arriba
El primer día de gestión fue un aviso de lo que vendría. En su regreso a la Oficina Oval, promulgó un récord de 26 decretos. Entre ellos se destacan el retiro del Acuerdo de París sobre el cambio climático y de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la eliminación de la ciudadanía por nacimiento y el indulto a los asaltantes del Capitolio.
La retórica acompañó lo formal. El presidente profundizó la presión de campaña para controlar el Canal de Panamá, adueñarse de Groenlandia y convertir a Canadá en el 51° Estado de la Unión.
Pero eso fue solo el principio. Pronto cambió el rol estadounidense en la guerra en Ucrania, se acercó a Vladimir Putin y hasta humilló al presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, en una reunión en la Casa Blanca. Washington acorraló a Kiev para que firme un acuerdo comercial que le permita acceder a sus recursos naturales. Ahora, presiona para que el gobierno ucraniano le ceda tierras a Rusia y firme un acuerdo de paz.
Después puso sus ojos sobre Gaza. Flanqueado por Benjamin Netanyahu en la Casa Blanca, anunció que su país tomaría el control de la Franja de Gaza, expulsaría a los palestinos y desarrollaría un proyecto millonario para convertir al enclave en la “Riviera de Medio Oriente”. Y eso no fue todo. Enseguida publicó un video creado con inteligencia artificial para graficar su sueño inmobiliario. Tenía hasta una estatua con su figura de cuerpo entero.
Pero sin dudas fueron los aranceles masivos aplicados a mansalva, a aliados o rivales ideológicos, lo que trastocó el orden mundial.
Sus marchas y contramarchas, amenazas y advertencias causaron un fuerte temblor en los mercados y pusieron a los líderes mundiales a la defensiva y con graves problemas internos.
A principios de abril anunció aranceles globales que afectaron a todo el mundo. No se salvaron ni sus aliados históricos, como la Unión Europea (20%), Corea del Sur (26%) y Japón (24%), ni sus aliados ideológicos, como la Argentina de Milei (10%). Tampoco los países más vulnerables del planeta, como Camboya (49%) y Laos (48%).
Sus socios más cercanos, México y Canadá, quedaron exentos de estos gravámenes, pero aun estan vigentes los aranceles del 25% sobre bienes no cubiertos en el tratado de libre comercio regional de Norteamerica.
A su enemigo comercial e ideológico, la China comunista, le aplicó aranceles de 145%. La represalia no se hizo esperar. El gobierno chino aplicó gravamenes de 125% sobre productos estadounidenses. Trump está empeñado en librar una batalla final contra Beijing por el predominio del comercio mundial.
Los aranceles provocaron un fuerte golpe en los mercados. Ahora, rige una pausa de 90 días, hasta mediados de julio, aunque sostiene el gravamen de 10% de base que aplicó a países como la Argentina.
El objetivo es claro. El presidente estadounidense quiere negociar con cada país en condiciones de absoluta supremacía. La Casa Blanca anunció que más de 75 gobiernos, entre ellos el de Milei, se acercaron para iniciar conversaciones y fijar nuevos parámetros para el intecambio comercial bilateral. A pesar de anuncios en ese sentido salidos desde la Casa Blanca, China respondió que no mantiene un diálogo para una tregua arancelaria con Washington.
El mundo quedó shockeado. Según la BBC, los siguientes son los aranceles que están hoy vigentes:
- 10% a todas las importaciones, salvo las procedentes de Canadá y México incluidas en el acuerdo de libre comercio entre ambos países y Estados Unidos. Aquí se encuentra la Argentina.
- 25% a todas las importaciones de acero y aluminio. Este item también afecta al país.
- 25% a todas las importaciones de automóviles y recambios.
- 145% a todas las importaciones procedentes de China.
“Trump parece decidido a intentar reestructurar el orden global, a menudo mediante acciones radicales como el desmantelamiento de la USAID (Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional)“, dijo Michael Hanna en su diálogo con TN.
Para el analista, “esto dista mucho de ser una versión del aislacionismo; más bien, es una versión de Estados Unidos en el mundo construida sobre el unilateralismo agresivo del mismo Estados Unidos”.
“En las últimas semanas, Trump ha trastocado la economía global con sus aranceles, y esta incertidumbre económica está creando riesgos reales para Trump, Estados Unidos y el mundo. Es posible que esto suponga un verdadero freno a su capacidad para llevar adelante su agenda», alertó.
El rol de Elon Musk: la motosierra versión estadounidense
En el orden interno, Trump parece decidido a transformar el Estado. En una versión recargada de la “motosierra” libertaria de Milei, el presidente le encargó al fundador de Tesla y actual dueño de X, Elon Musk, un ambicioso plan para recortar el gasto público.
El millonario emprendedor de origen sudafricano encabeza una comisión para la eficiencia gubernamental, conocida como DOGE. Sus funciones, según anunció el propio Trump, cesarán en los próximos meses.
Sin embargo, en estos primeros 100 días de gobierno ha dejado su impronta. Su primera medida fue enviar un correo electrónico a 2,3 millones de empleados públicos. Sin medias vueltas, les ofreció un retiro amistoso. Aquellos que rechazaban la oferta debían enviar un mail semanal con el detalle del trabajo hecho en ese período.
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Su objetivo primario era recortar dos billones de dólares en gastos federales. Pero fue rebajando esa cifra y ahora habla de 150.000 millones de dólares. Musk sostiene que hasta ahora le ahorró al Estado unos 65.000 millones de dólares a través de despidos y recortes en programas humanitarios, de diversidad, equidad, inclusión y distintos organismos.
Un informe de la consultora laboral Challenger, Gray & Christmas, publicado en marzo, reveló que los despidos en el sector federal estadounidense desde la asunción de Trump sumaron más de 62.200 en febrero. Los cesanteados trabajaban en 17 agencias diferentes del Gobierno federal. A principios de abril, otros 10.000 trabajadores fueron despedidos en el área de salud. Hoy no hay una cifra precisa de personas desvinculadas del aparato estatal.
La motosierra que le regaló Milei en un acto conservador en la Florida en febrero pasado está funcionando a tiempo completo.

El presidente argentino, Javier Milei, le regala una motosierra a Elon Musk (Foto REUTERS/Nathan Howard)
Según la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos, hay 2,4 millones de empleados públicos en el país. Musk quiere reducir el personal un 10%.
Pero el creador de Tesla no solo ha despedido a decenas de miles de empleados federales. También congeló fondos y subsidios que afectaron planes de ayuda humanitaria a países pobres, préstamos estudiantiles y hasta programas de investigación científica y sanitaria. También desmanteló la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), de la que dependían cientos de ONG, iniciativas humanitarias y medios de comunicación en todo el mundo.
La salida de Musk está pautada para los próximos meses. Su gestión le ha provocado fuertes pérdidas económicas personales. En Europa las ventas de sus autos eléctricos cayeron al piso. No se trata de un capricho del mercado. Es solo una mera retaliación comercial motorizada por campañas y protestas en su contra.
En el orden económico interno, más allá de los recortes públicos, la preocupación de los estadounidenses crece ante las alertas de un aumento de la inflación impusada por la política arancelaria. Gran parte de los votantes de Trump lo eligió porque pensaban que sus billetras lucirían mucho más abultadas con él en la Casa Blanca.
Pero las señales comienzan a no ser del todo claras.
“Los consumidores reportan múltiples señales de peligro que elevan el riesgo de una recesión: todas las expectativas relacionadas con las condiciones de las empresas, las finanzas personales, los ingresos, la inflación y el mercado laboral se deterioraron este mes”, precisó Joanne Hsu, directora de encuestas a los consumidores de la Universidad de Mihigan, en un estudio reciente.
La relación con Javier Milei
Más allá de los aranceles que afectan a la Argentina, en el gobierno de Milei están exultantes con la relación personal e ideológica que une al presidente argentino con Trump.
El líder republicano no ha escatimado elogios hacia su par argentino y su gobierno le dio un fuerte respaldo en las negociaciones con el FMI que derivaron en un acuerdo vital para la gestión libertaria con el desembolso inicial de 12.000 millones de dólares.
“Estoy orgulloso de vos”, le dijo Trump a Milei en Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), celebrada a fines de febrero en Washington. “Sé que lo estás haciendo fantástico. Hacer Argentina Grande Otra Vez”, aseguró, en un juego de palabras que forman la sigla MAGA (Make America Great Again, su lema de campaña).
Washington envió fuertes señales de ese acercamiento entre ambas capitales. En los últimos meses hubo varias visitas de funcionarios estadounidenses a la Argentina, como la reciente a cargo del secretario del Tesoro, Scott Bessent, a quien Milei recibió en la Casa Rosada.
El enviado norteamericano respaldó el programa económico del gobierno argentino y el nuevo esquema cambiario tras la salida del cepo. Pero no fue el único en venir hasta Buenos Aires. Esta semana llegó el jefe del Comando sur de los Estados Unidos, el almirante Alvin Holsey.
Desde Balcarse 50 consideran esencial el vínculo con la Casa Blanca. Ahora, buscan negociar un nuevo mecanismo que regule el comercio bilateral para mitigar los aranceles del 10% aplicados por Trump a las exportaciones argentinas. El objetivo de máxima sigue siendo la firma de un acuerdo de libre comercio entre ambos países, trabado por las reglas que rigen el Mercosur que obligan a negociaciones colectivas.
Milei amagó con salir del bloque, aunque finalmente aplacó su discurso. Ahora busca flexibilizar el pacto que conforma con Brasil, Paraguay y Uruguay.
Mientras tanto, Argentina negocia bajar los aranceles al 0% de varios productos en etapas. Washington hizo ocho observaciones vinculadas a tarifas e impuestos, barreras pararancelarias y fitosanitarias, prohibiciones de importaciones, licencias y restricciones de importaciones, acceso al mercado de divisas para importaciones y barreras aduaneras.
En la Casa Rosada confían en resolver estos problemas rápido. Quieren adecuar la legislación argentina a los nuevos requerimientos del presidente norteamericano. En principio, el canciller Gerardo Werthein negocia un arancel cero para 50 productos. Argentina fue de hecho uno de los primeros países en pedir el inicio de negociaciones directas.
Para Milei, el vínculo con Trump es una absoluta prioridad.
Crece la preocupación por las libertades civiles
En un marco de medidas drásticas y declaraciones radicales, han comenzado a sentirse voces que advierten sobre el riesgo que pende sobre los derechos más básicos de la población estadounidense.
Mike Zamore, director de políticas y asuntos gubernamentales de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), dijo que Trump “usa tácticas como las de los gobiernos que hacen retroceder a las democracias y que sabotean los equilibrios de poderes y el imperio de la ley”.
En concreto, Zemore mencionó la guerra declarada por el presidente contra la prestigiosa Universidad de Harvard, a la que acusa de “antisemita” y de estar en manos de la “izquierda radical”. Incluso, ordenó congelar fondos por 2200 millones de dólares destinados a esa casa de estudios.
“Lo más grave ha sido la mera idea de que el gobierno puede elegir a su antojo las ideas que merecen ser expresadas. Hay un grave peligro de que solo se admitan los puntos de vista favorables al Gobierno y esto en último término infringe las libertades y la competencia de ideas. Este ataque a la libertad académica es, además, un atropello al libre discurso, central en el sistema constitucional de Estados Unidos”, advirtió, citado por EFE.
Para el activista, “en menos de cien días, esta administración ha llevado a cabo una noción de vigilancia del pensamiento y la expresión espeluznante en el mundo académico, pero que afecta a franjas mucho más amplias de la sociedad y que, de cierto modo, recuerda mucho a lo que pasó durante el macartismo”.
“Trump no repite esquemas”
Trump ha sido, en estos 100 días, fuertemente cuestionado en todo el mundo. Pero hay otra visión del nuevo Estados Unidos que pretende construir en su segundo mandato.
El analista boliviano Erick Fajardo, consultor en comunicación política radicado en ese país y asesor del condado de Arlington (Virginia), dijo a TN que en estos primeros 100 días de gobierno “las acciones que ha tomado Trump en economía, en seguridad interna y en seguridad exterior son todo menos aquello que hubiese encajado dentro de la lógica de políticas públicas” tradicionales del bipartismo estadounidense.
“Entonces, Donald Trump hizo todo menos lo que se suponía que debía hacer desde la perspectiva del establishment: garantizar la continuidad del modelo taxativo rentista como fuente del financiamiento de un pantagruélico aparato estatal”, indicó.
Para Fajardo, “sus acciones están lejos de repetir el patrón de políticas que construyen la percepción sobre lo expectable (asumido y encuadrado por la media tradicional como el parámetro de ´lo correcto´) y lo que jamás ningún otro de los últimos cuatro gobernantes de los Estados Unidos había hecho (es decir, lo políticamente incorrecto)“.
El presidente estadounidense Donald Trump llega a la Casa Blanca, en Washington, el domingo 27 de abril de 2025. (AP Foto/Manuel Balce Ceneta)
En ese escenario, el analista opinó: “Entonces, si hemos coincidido, al menos en que Trump no volvió a repetir esquemas, a darle continuidad al establishment y a ser políticamente correcto, nos resultará más fácil asumir que los indicadores de éxito/fracaso y los parámetros del establishment sobre cuán bien o cuán mal sus primeros cien días fueron son simplemente irrelevantes y reflejan apenas la frustración de un sistema político que Trump vino a destruir desde la base misma de todo estado: la economía”.
En su diálogo con TN, Fajardo dijo que “la doctrina MAGA sobre un sistema de comercio exterior basado en aranceles recíprocos golpea el sistema de recaudación que sostenía a los seis grupos financieros más poderosos (las industrias de las armas, los fármacos, los alimentos, la cooperación, la seguridad y las Hi-Tech)”.
Además, señaló que la oposición a Trump mantiene un aceitado mecanismo para desacreditar, a su juicio, cualquier logro del proyecto republicano. “Su modelo económico, sus legisladores, su burocracia estatal, sus medios de información, sus verificadoras de veracidad, sus encuestadoras y sus grupos de activistas callejeros atacan con coordinación de jauría hambrienta la posibilidad de que se consolide una percepción positiva sobre cambios estructurales gigantescos sin resultados inmediatos, pero que responden a la agenda con la que ganó las elecciones de noviembre de 2024″.
“En suma, los 100 días de Trump, necesitan ser medidos desde un parámetro completamente diferente y no desde el airado lamento de los clientes de ese sistema condenado por las reformas económicas de Trump. Los cambios introducidos por Trump no pueden ser medidos ni en la báscula ni con los indicadores del sistema globalista y sus agentes en Estados Unidos porque los cambios de Trump cambiaron todo el sistema métrico. Tan simple como eso», concluyó.
Créditos
Diseño de gráficos e infografías: Damián Mugnolo
Diseño de portada: Sebastián Neduchal
Edición: Agustina López
Donald Trump
INTERNACIONAL
Trump’s ‘big, beautiful bill’ faces Republican family feud as Senate reveals its final text

NEWYou can now listen to Fox News articles!
Senate Republicans unveiled their long-awaited version of President Donald Trump’s «big, beautiful bill,» but its survival is not guaranteed.
Senate Budget Committee Chair Lindsey Graham, R-S.C., revealed the stitched-together text of the colossal bill late Firday night.
The final product from the upper chamber is the culmination of a roughly month-long sprint to take the House GOP’s version of the bill and mold and change it. The colossal package includes separate pieces and parts from 10 Senate committees. With the introduction of the bill, a simple procedural hurdle must be passed in order to begin the countdown to final passage.
When that comes remains an open question. Senate Republicans left their daily lunch on Friday under the assumption that a vote could be teed up as early as noon on Saturday.
HOUSE CONSERVATIVES GO TO WAR WITH SENATE OVER TRUMP’S ‘BIG, BEAUTIFUL BILL’
President Donald Trump on June 18, 2025. (BRENDAN SMIALOWSKI/AFP via Getty Images)
Sen. John Kennedy, R-La., told Fox News Digital that he had «strongly encouraged» Senate Majority Leader John Thune, R-S.D., to put the bill on the floor for a vote Saturday afternoon.
«If you’re unhappy with that, you’re welcome to fill out a hurt feelings report, and we will review it carefully later,» Kennedy said. «But in the meantime, it’s time to start voting.»
But Senate Republicans’ desire to impose their will on the package and make changes to already divisive policy tweaks in the House GOP’s offering could doom the bill and derail Thune’s ambitious timeline to get it on Trump’s desk by the July 4 deadline.
However, Thune has remained firm that lawmakers would stay on course and deliver the bill to Trump by Independence Day.
When asked if he had the vote to move the package forward, Thune said «we’ll find out tomorrow.»
TOP TRUMP HEALTH OFFICIAL SLAMS DEMOCRATS FOR ‘MISLEADING’ CLAIMS ABOUT MEDICAID REFORM
But it wasn’t just lawmakers who nearly derailed the bill. The Senate parliamentarian, the true final arbiter of the bill, ruled that numerous GOP-authored provisions did not pass muster with Senate rules.
Any item in the «big, beautiful bill» must comport with the Byrd Rule, which governs the budget reconciliation process and allows for a party in power to ram legislation through the Senate while skirting the 60-vote filibuster threshold.

Senate Majority Leader John Thune speaks during a news conference following the weekly Senate Republican policy luncheon at the U.S. Capitol on June 17, 2025, in Washington. (Getty Images)
That sent lawmakers back to the drawing board on a slew of policy tweaks, including the Senate’s changes to the Medicaid provider tax rate, cost-sharing for food benefits and others.
Republican leaders, the White House and disparate factions within the Senate and House GOP have been meeting to find middle ground on other pain points, like tweaking the caps on state and local tax (SALT) deductions.
While the controversial Medicaid provider tax rate change remained largely the same, a $25 billion rural hospital stabilization fund was included in the bill to help attract possible holdouts that have raised concerns that the rate change would shutter rural hospitals throughout the country.
On the SALT front, there appeared to be a breakthrough on Friday. A source told Fox News that the White House and House were on board with a new plan that would keep the $40,000 cap from the House’s bill and have it reduced back down to $10,000 after five years.
But Senate Republicans are the ones that must accept it at this stage. Sen. Markwayne Mullin, R-Okla., has acted as the mediator in those negotiations, and said that he was unsure if any of his colleagues «love it.»
«But I think, as I’ve said before, I want to make sure we have enough that people can vote for than to vote against,» he said.
Still, a laundry list of other pocket issues and concerns over just how deep spending cuts in the bill go have conservatives and moderates in the House GOP and Senate pounding their chests and vowing to vote against the bill.
Republican leaders remain adamant that they will finish the mammoth package and are gambling that some lawmakers standing against the bill will buckle under the pressure from the White House and the desire to leave Washington for a short break.
Once a motion to proceed is passed, which only requires a simple majority, then begins 20 hours of debate evenly divided between both sides of the aisle.
‘BABY STEPS’: LEADER THUNE DETAILS HIS WORK TO CORRAL REPUBLICANS BEHIND TRUMP’S LEGISLATIVE VISION

House Speaker Mike Johnson speaks during a news conference at the U.S. Capitol Building on April 1, 2025, in Washington. (Anna Moneymaker/Getty Images)
Democratic lawmakers are expected to spend the entirety of their 10 allotted hours, while Republicans will likely clock in well below their limit. From there starts the «vote-a-rama» process, when lawmakers can submit a near-endless number of amendments to the bill. Democrats will likely try to extract as much pain as possible with messaging amendments that won’t actually pass but will add more and more time to the process.
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Once that is complete, lawmakers will move to a final vote. If successful, the «big, beautiful bill» will again make its way back to the House, where House Speaker Mike Johnson, R-La., will again have to corral dissidents to support the legislation. It barely advanced last month, squeaking by on a one-vote margin.
Treasury Secretary Scott Bessent hammered on the importance of passing Trump’s bill on time. He met with Senate Republicans during their closed-door lunch and spread the message that advancing the colossal tax package would go a long way to giving businesses more certainty in the wake of the president’s tariffs.
«We need certainty,» he said. «With so much uncertainty, and having the bill on the president’s desk by July 4 will give us great tax certainty, and I believe, accelerate the economy in the third quarter of the year.»
INTERNACIONAL
Un hidrogel con cianobacterias podría ser una solución para combatir el cambio climático

Un material puede hacer que las paredes de un edificio ayuden a limpiar el aire que las rodea y a mitigar el problema del cambio climático. Eso no es magia: es el resultado de un avance científico real realizado en una universidad pública de Suiza.
Fue realizado por investigadores de ETH Zurich, la institución que fue fundada en 1855 y tuvo como alumnos al físico Albert Einstein y a otros 21 ganadores de Premios Nobel. Incluyeron cianobacterias dentro de un hidrogel, que es un polímero inerte, y obtuvieron un material vivo artificial.
El nuevo material es capaz de capturar dióxido de carbono (CO₂) de manera eficaz, mientras genera minerales que lo almacenan de forma estable. Los resultados fueron publicados en la revista Nature Communications.

Significa que, además de transformar el CO2 en biomasa a través de la fotosíntesis, las cianobacterias inducen la formación de minerales y así se consigue un almacenamiento mucho más duradero y seguro del carbono capturado en el propio material.
Consideran que la innovación podría ofrecer una solución escalable y sostenible que elimina el CO₂ de la atmósfera al emplear procesos naturales.

El dióxido de carbono siempre ha estado presente en la atmósfera. Es parte natural del aire que se respira y del ciclo del carbono del planeta.
Pero su presencia aumentó por actividades humanas como la quema de combustibles fósiles (petróleo, gas, carbón) y la deforestación.
Este exceso de CO₂ atrapa calor en la atmósfera y eso condujo a que las temperaturas globales suban, los glaciares se derritan, los océanos se calienten, entre otros impactos.
El CO₂ no es “malo” en sí mismo: las plantas lo necesitan para hacer fotosíntesis. Pero en exceso desequilibra el sistema.
Científicos de todo el mundo buscan formas efectivas de capturar ese CO₂ para defender la salud del planeta.

La mayoría de los métodos conocidos hasta ahora son costosos, requieren mucha energía o no consiguen guardar el carbono durante mucho tiempo.
Algunos grupos han probado con técnicas químicas y otros con organismos vivos como plantas y algas.
Pero, hasta este avance, no se había combinado con éxito un material inerte y un organismo vivo que sigue activo dentro del hidrogel y tiene capacidad de almacenar carbono en formas estables.
El equipo de ETH Zurich decidió enfrentar el desafío de hacer algo muy diferente.

Para fabricar el nuevo material, el equipo usó un hidrogel, que es como una esponja blanda hecha con polímeros. Este gel deja pasar agua, luz y CO₂.
Dentro del hidrogel colocaron millones de cianobacterias, microorganismos que viven en la Tierra desde hace millones de años y pueden hacer fotosíntesis.
Las cianobacterias usan la luz solar para transformar el CO₂ del aire en alimento y oxígeno. También producen una reacción especial: su actividad provoca la formación de minerales sólidos, como la cal, que guarda el CO₂ por mucho tiempo dentro del gel.
El equipo utilizó impresión 3D para dar forma al material y optimizar la entrada de luz, agua y nutrientes. Así crearon piezas y bloques que funcionan bien para proyectos grandes.

Dalia Dranseike, quien fue primera autora del trabajo junto con Yifan Cui, explicó: “El material tiene estructuras que dejan pasar luz y distribuyen el líquido con nutrientes gracias a la capilaridad”.
El material logró resultados increíbles: en el laboratorio, pudo atrapar CO₂ de forma constante durante 400 días.
Cada gramo retuvo 26 miligramos de CO₂, y superó a otros métodos como el llamado “hormigón reciclado”. Los minerales que se forman en su interior vuelven el material más fuerte y resistente.
Las posibles aplicaciones van más allá de los experimentos. Los investigadores imaginan que el nuevo material se podría usar en edificios, fachadas y objetos urbanos para limpiar el aire y ayudar a combatir el cambio climático.

Después de los éxitos en el laboratorio, el equipo de ETH Zurich llevó su material a exposiciones internacionales de arquitectura. Andrea Shin Ling, arquitecta y miembro del equipo, fue clave en este paso.
En la Bienal de Arquitectura de Venecia montaron troncos de hasta tres metros de alto, formados por el material vivo que contiene cianobacterias. Cada tronco puede capturar 18 kilos de CO₂ por año, similar a lo que absorbe un pino adulto.
La arquitecta contó que el mayor desafío fue escalar el proceso, ya que fabricar piezas grandes es muy diferente al trabajo de laboratorio.
En tanto, en la Trienal de Milán, cubrieron tejas de madera con el hidrogel y las cianobacterias. Con el tiempo, formaron una “piel” verde sobre la madera, un signo claro de que las bacterias seguían vivas y activas capturando CO₂.
Observar el cambio de color y el trabajo de las cianobacterias resultó emocionante para el equipo.

En diálogo con Infobae, la doctora Graciela Salerno, investigadora superior del Conicet en cianobacterias y biotecnología, profesora emérita de la Universidad Nacional de Mar del Plata y vicepresidente del Comité Ejecutivo de la Fundación para Investigaciones Biológicas Aplicadas (FIBA), comentó: “Se busca desde hace varias décadas en diferentes laboratorios, el desarrollo de métodos de secuestro de dióxido de carbono a través de materiales fotosintéticos”.

Tras leer el estudio publicado en Nature Communications, la doctora Salerno, quien no participó en la investigación, opinó que los investigadores de Suiza “le han dado una vuelta interesante y desarrollaron una innovación que combina el poder de las cianobacterias con ingeniería de materiales”.
Además, la científica expresó: “Si bien falta aún escalar la producción y evaluar su implementación práctica, el hidrogel podría ser una estrategia más para combatir al cambio climático. Por supuesto, también se necesita que se reduzcan las emisiones de gases de efecto de invernadero para no seguir agravando el problema”.
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