INTERNACIONAL
El calvario que sufre la paradisíaca isla de Annobón bajo la opresión de Guinea Ecuatorial: “El dictador nos está matando lentamente”

“Es un terror vivir así en tu propia tierra”.
Annobón es una isla de 17 kilómetros cuadrados ubicada en el océano Atlántico, al sur del archipiélago de Santo Tomé y Príncipe, a unos 335 kilómetros de la costa de Gabón. Es una isla volcánica rodeada de aguas muy profundas, con una población estimada entre 11.000 y 12.000 habitantes. No obstante, la mayoría vive en el exilio; apenas unas 3.000 personas permanecen en la isla en deplorables condiciones y bajo la constante opresión de la dictadura de Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, que gobierna con mano de hierro a Guinea Ecuatorial desde hace más de cuatro décadas.
Orlando Cartagena Lagar, exiliado en España, es el primer ministro de Annobón. Desde el día de su nacimiento fue testigo -y víctima- de absolutamente todo. Se salvó de dos epidemias que arrasaron a la isla; en una de ellas perdió a su padre y a sus hermanos, y esos dos episodios lo dejaron prácticamente sin sus amigos. También vivió lo que es “dar la vida” por un simple bolígrafo, y cómo los militares enviados por Obiang llegaban a la isla para adueñarse de los pocos recursos de la población y explotar sexualmente a las niñas y mujeres.
“Nuestro pueblo es el pueblo olvidado (…) Estamos hablando de una isla donde no hay luz, no hay agua potable, y donde la educación y la sanidad prácticamente no existen”, comentó a Infobae durante su reciente viaje a Buenos Aires, donde mantuvo encuentros con funcionarios locales, organizaciones sociales y académicos para exponer las precarias condiciones de vida a las que está sometido su pueblo y cómo la isla vivió prácticamente toda su historia bajo la explotación de terceros.
El abandono por parte de Guinea Ecuatorial, sumado a la explotación de los recursos y la represión llevada a cabo por el régimen de Obiang, ha sumido a la población local en una crisis que afecta gravemente a su supervivencia. Annobón no sólo enfrenta problemas sociales y económicos sino también ecológicos: un informe presentado ante la ONU el año pasado describe a la isla como un vertedero de residuos tóxicos. Frente a este sombrío panorama, hace dos años declararon de forma unilateral la independencia de Annobón, bajo el movimiento de liberación “Ambo Legadu”.
“El dictador nos está matando lentamente de hambre, y contaminando nuestras tierras”, apuntó Cartagena Lagar.
-Para empezar, y antes de hablar sobre Annobón y el conflicto en la isla. ¿Cuál es el motivo de su viaje a Argentina?
-Hemos venido a buscar a nuestros hermanos blancos de Argentina, que tuvimos un pasado colonial, para que el pueblo argentino, el gobierno, y sobre sobre todo las instituciones argentinas medien de alguna forma tanto en la ONU como ante el gobierno español, ante las instituciones internacionales para que nos puedan ayudar en lo que puedan y en lo que deseen. Para que tengan en cuenta que hay un pueblo pidiendo socorro desde hace tiempo y que hoy hemos venido al seno de nuestro país amigo y hermano a pedir lo mismo.

-Antes de ahondar en el conflicto y la situación actual de la isla, ¿qué nos puede contar de Annobón?
-Es una isla que está en el océano Atlántico, al sur de Santo Tomé y Príncipe, cerca del país Gabón, marcada por una vida en solitario, que siempre ha sufrido una invasión colonial extranjera. Vinimos a presentar a Annobón a nuestra hermana Argentina, porque formamos parte del virreinato del Río de la Plata en la colonización de 1778. Si no fuera por una decisión colonial, podríamos haber sido parte de Argentina, pero a mitad de camino la historia nos apartó de nuestros hermanos blancos, como digo yo; o apartó a vosotros de vuestros hermanos africanos. Y desde entonces vivimos en la absoluta soledad, en el absoluto abandono. Hasta que España, de forma unilateral, sin consultar con nuestros pueblos, tuvo que dar una independencia injustamente porque no respetó los derechos de los pueblos bajo su dominio. Y nos sometió a una creación colonial, llamada Guinea Ecuatorial, que por cierto no es un país, no es un estado, sino una creación para la conveniencia de la metrópoli. Y desde entonces, volvemos a estar bajo dominio de otro país colonial, que nos ha apartado de todo tipo de bienes, de la educación, no nos permiten el acceso a estudios superiores… Y a partir de ahí hay un programa de deportación forzada, que obliga a todas las familias a tener que emigrar a otro país, que es Fernando Po, hoy Malabo, para poder continuar con los estudios en unas condiciones de pobreza extrema, porque tampoco hay trabajo y tampoco tenemos una consideración como ciudadanos de ese país. En este contexto, Annobón ha sufrido un abandono total desde la independencia de Guinea Ecuatorial, con un sistema de represión brutal.
El primer barco de Guinea Ecuatorial que fue a Annobón fue 2 años después. No teníamos jabón, no teníamos petróleo; el petróleo es muy importante para nosotros en este contexto porque es lo que usamos para encender las lámparas de bosque que va con una mecha. No hay luz, no hay electricidad y tampoco hay bolígrafo, ni nada que se parezca para sobrevivir. Hemos sobrevivido en Annobón con lo poco que da la tierra, que es malanga, plátano, ñame y pescado. Y sin medicamentos. Los que sobrevivimos a esta tragedia no nos enfermamos porque nos hemos acostumbrado a cada epidemia o a cada enfermedad que haya surgido. De este abandono y de esta falta de salubridad que sufrimos por la carencia de productos, Annobón sufrió una epidemia de cólera en 1973, que arrasó con toda la población. Casi la mitad de la población murió en unas condiciones pésimas. A mí me pilló pequeñito; mi padre murió, mis dos hermanos también murieron. Desde Annobón mandaron un informe a Guinea Ecuatorial, que estaba Francisco Nguema de presidente, a través de un telégrafo, para que se comunicaran con los militares, que siempre han sido fang y la reacción del presidente fue que cada pueblo se buscara la vida, que en Guinea Ecuatorial no había ninguna epidemia. Esto significaba que nos abandonaba, que no tenía ningún interés ni empatía, y además que no tenía ni infraestructuras, porque cuando se dio la independencia, España se fue con sus barcos y sus aviones. Entonces, aquello quedó abandonado también.
-¿Cuánta gente murió y cuántos habitantes eran aproximadamente?
-Éramos unos 3000 habitantes en aquella época, y murieron más de 1500. Al año siguiente, en 1974, nos atacó una epidemia de sarampión. Los niños no estaban vacunados, murieron unos 500. Casi me quedé sin amigos, todos murieron. Y quedamos los cuatro supervivientes, como lo llamo yo.
-O sea que sobrevivió a dos epidemias…
-Sobreviví a estas dos epidemias, y luego nos atacó el mismo año la parálisis infantil, que dejó a muchos niños arrastrándose por el suelo contaminado. Murieron casi todos.

-¿Y cuando llega Obiang al poder tras derrocar a Francisco Macías cómo sigue la situación?
-La situación siguió de mal en peor. Obiang era el que ejecutaba los males de la época de Macías, porque Macías se encontró aún una tendencia de lo que dejaron los españoles: funcionaba un poco la educación, la sanidad… Pero llegó Obiang y quitó la sanidad. Había una especie de economato en aquella época, que cuando va el barco a Annobón, aunque tarde dos años, llevaba unos productos a la pequeña tienda que había ahí, que es una tienda que abastecía durante un mes a la población. Pero por lo menos había algo. Llegó Obiang y lo quitó por su poca empatía hacia el pueblo de Annobón. El barco sigue yendo una vez al año, o cada dos años. Esto ocurrió por lo menos los primeros 40 años de la independencia, lo que nos ha dejado en una situación de pobreza extrema, y además los annoboneses que están en la capital Guinea, cuando va el barco cada uno procura mandar una caja, un cachivache, todos los productos que puedan, bidones de petróleo a su familia. Y las familias que no tienen a nadie en la capital, cada día han ido a peor, muriendo de hambre, sed y demás
-¿Y a qué se debe ese nivel de indiferencia por parte de Guinea Ecuatorial?
-España al dar la independencia anexionó a Annobón a Guinea Ecuatorial para no perder Río Muni, donde había unas inversiones españolas de cacao, café, palmiste y la madera. Por tanto, no le venía bien a España perder Río Muni, y a cambio creó este país llamado Guinea Ecuatorial. Anexionó a Annobón y Fernando Bo, que son las dos islas que tenía allí, a las tribus de Río Muni y les entregó el poder a ellos; el poder político, militar y todo lo demás. Cada vez que va el barco a Annobón llegan al puerto con aranceles; un saco de cemento a un guineano le costaba 6000 francos en aquella época, pero a una persona de Annobón eso le costaba 15.000. Hemos sufrido para construir una casa en Annobón; nuestros padres han estado más de 30 años construyendo una casa que ellos no han podido vivir porque no han podido terminarlo. Nosotros hemos sobrevivido con un sistema en el que, por ejemplo, mi sobrino que estaba en Malabo me mandaba cuatro bolígrafos. Y de esos cuatro bolígrafos mi madre me daba uno. Y se lo tenía que devolver vacío de tinta. ¿Por qué? Para que me puede dar el otro. Esto significa que ese bolígrafo que me había dado mi madre, ningún ser humano me lo podía quitar; daba mi vida por ello, porque no había ninguna tienda en toda la isla para adquirir otro y no había más hasta dentro de 2 años, por tanto cada bolígrafo era una reliquia y era un bien que cada niño de Annobón podía dar su vida por defenderlo. Era de vida o muerte.
-¿La isla tiene recursos que pueden ser explotados? ¿Cuál es la intención del régimen de Obiang de mantener como suyo algo que no le interesa y le es indiferente?
-No le da importancia, no porque no la tenga. Annobón tiene una importancia brutal en lo que son los productos marítimos. Tenemos un atún muy bueno, de los mejores del mundo. Tenemos una pesca abundante. Hay dos empresas españolas que pescaban en Annobón desde entonces, que tenían casi 24 flotas cada una; pescan ahí también empresas japonesas, francesas y chinas. O sea que ahí pescan muchos barcos que redundan en beneficio a los bolsillos de Obiang. Y aparte de esto, estando en la zona del Golfo de África, toda esa zona es de petróleo. Annobón tiene mucho petróleo y minerales, que es el problema principal de estos últimos meses que han estado poniendo explosivos de dinamita para llevarse los minerales. La empresa pirata de Obiang para el blanqueo de dinero, cuando son las 2 de la tarde manda a todos los annoboneses a casa y quedan solo los marroquíes de la empresa, que van cargando camiones directamente al puerto para llevárselo. Nos impiden la información de nuestra propia tierra. Por tanto, Annobón tiene recursos suficientes para la población que tenemos. No necesitamos fabricar arroz ni fabricar latas de atún que es lo que están vendiendo por ahí. Podemos potenciar la isla en cuanto a lo que es el turismo, que tiene unas playas preciosas y unas condiciones inmejorables de clima, que está todo el año a 30, 25 grados, y con esto podemos vivir tranquilamente. El interés de Guinea es llevárselo todo clandestinamente, y además la necesidad de fastidiar, que es lo que mejor saben hacer, porque tampoco avanzan en la economía ni en ningún sector que son los motores de la economía de un país. Hay mucha agresividad, mucha destrucción… En Malabo también han estado sacando petróleo durante los últimos 40 años, y seguimos sin agua potable, sin luz, sin sanidad y sin educación. Por tanto, el interés es hacer lo mismo que han hecho con todos los pueblos que no son fang. Es decir, tenernos bajo su esclavitud.

-Por todo esto ustedes hace dos años declararon la independencia unilateralmente. ¿En estos dos años cómo aumentó la represión?
-Aumentó porque en Annobón antes no había tantos militares fang. Por ejemplo, en el 93 había 12 militares. Siempre ha habido cuatro, cinco, seis, pero conforme han ido pasando los años y se han enterado de que en Annobón hay petróleo y hay recursos, pues han ido aumentando poco a poco. Y después de nuestra propuesta de autonomía a Guinea Ecuatorial para poder gestionar por lo menos nuestros recursos, porque no puede ser que no tengamos bachillerato, que la gente se tenga que ir obligatoriamente a otros lugares a buscar la manera de trabajar o de estudiar. También le despertó el interés de, “Oye, vamos a protegerlo más porque estos quieren levantar la cabeza”, y han ido aumentando la agresividad y el número de militares, hasta tal extremo que han hecho más grande el campamento, han creado zulos y celdas en el mismo campamento, donde es enviado cualquier annobonés que levante la voz. Además secuestran niñas y las someten a abuso infantil. Hay un programa monoétnico fang de eliminar a todos los demás para crear un estado de ellos solos. Porque no ha habido integración de lo que es Guinea Ecuatorial. Nuestro pueblo es el pueblo olvidado, es la isla olvidada, es la isla que más lejos está y estamos peor que todos los demás. Estamos mucho peor porque el barco de Guinea llega solo con soldados, pero vacío de todo. Ahora mismo hay 500 y pico de soldados; la poca mercancía que llega a Annobón lo llevan para atender a su gente, a la gente de su tribu y la población está abandonada.
El aeropuerto que han hecho consumió media ciudad de Annobón. Obligaron romper viviendas para poner un aeropuerto que no tiene ningún servicio para el pueblo; a este aeropuerto solo va un avión militar para secuestrar a los annoboneses, como ha pasado hace poco, cuando la gente protestó y además civilizadamente yendo a ver al gobernador porque las dinamitas que estaban poniendo estaban rompiendo viviendas; el gobernador les indicó que tenían que hacerlo por escrito para mandarlo al presidente y cuando por fin lo hicieron, mandaron un avión ahí y secuestraron a todos los que firmaron el documento y están ahora mismo encarcelados de forma salvaje, deportados de Annobón porque los ha llevado al interior de Río Muni y ahí los tienen. Es decir, no solo falta libertad de expresión, sino que tampoco podemos defender lo que es nuestra tierra frente a la salvajada de los extranjeros que no aportan nada sustancial al pueblo ni al conjunto de los guineanos, porque Guinea Ecuatorial con el petróleo, la madera, la pesca que hay, podríamos vivir todos como se debe, pero como son tribus que además entre ellas no se pueden ni ver, la tribu del gobierno del presidente ha acaparado todo, han hecho pobres a los demás y los han hecho esclavos; y todos están ahí sobreviviendo. Es una dictadura que lleva 47 años en el poder discriminando a todos los demás.
-¿Cómo fue el secuestro de esas personas?
-Cuando deportaron a los 19 que detuvieron y secuestraron en Annobón a escondidas por la noche rompiendo viviendas y llevándoselos, en Malabo también continuaron con la represión invadiendo viviendas ajenas y secuestrando a los annoboneses. Entonces, llegaron hasta 45 annoboneses secuestrados. Después, en un intento de lavar la imagen, obligaron a los annoboneses a salir a hablar mal de Ambo Legadu, que es el movimiento de liberación que estamos llevando a cabo. Hay algunos que no accedieron a decir nada contra nosotros porque no les parece bien que una carta al presidente para que cesen las dinamitas, se convierta en un interrogatorio de decir que la liberación no es buena, si estamos mal. Entonces, cinco de las abuelas que secuestraron, que ya no podían más, salieron en la tele grabadas por ellos, por el régimen, diciendo que nos han engañado, que no queremos libertad, que estamos bien. Pero el resto no accedió a esto.
-¿Y los que siguen detenidos en qué condiciones están recluidos?
-Están sometidos a las cárceles de Black Beach, en condiciones infrahumanas. Después de 6 meses llamaron a los familiares para que vayan a recoger los enseres de estos secuestrados. No han permitido ni acceso a los abogados y nadie los ha vuelto a ver hasta hoy. Es decir, sus familiares, sus mujeres, los niños han quedado abandonados en Malabo porque en Guinea Ecuatorial no existe el sistema de educación obligatorio, sino son centros privados que si no tienes dinero, tu hijo se queda en casa y al tener a tantos annoboneses, casi media población encarcelada, pues todos sus niños, todas sus mujeres, todos sus madres están abandonados sin ninguna protección social y evocados a la delincuencia o a la muerte segura porque es lo único que les espera.

-Ustedes el año pasado presentaron un informe en la ONU en el cual hacen referencia a Annobón como el vertedero de residuos tóxicos. ¿A qué se refieren con esto?
-En 1988 Obiang vendió a unas empresas americanas e inglesas a cambio de casi 1.200.000 dólares. Esos productos tóxicos que echaron -son millones de barriles de residuos tóxicos- han hecho mucho daño desde entonces al ecosistema marino de Annobón y a la poca tierra que tenemos. De hecho, durante los primeros años aparecían cetáceos flotando en el mar por falta de aire, porque se ha recalentado el agua. Ha cambiado el ecosistema por completo y vamos a la pesca y encontramos cetáceos y muchos peces, incluso anguilas, flotando en el mar boca arriba porque les ha faltado el aire para sobrevivir y ha cambiado completamente el ecosistema. Las plantaciones del campo también sufrieron lo mismo, aparecieron hongos, grietas en el suelo, dejó de llover y aumentó la temperatura de la isla. Hay un concepto africano que todos los países africanos construyen con chapas de zinc como cubierta y eso se convierte en un horno para las personas que viven dentro porque no hay aire acondicionado, no hay luz. Por tanto, por la noche cuando vas a dormir es cuando las chapas desprenden el calor y mucha gente muere de asfixia. El dictador nos está matando lentamente de hambre, y contaminando nuestras tierras. Aparte de esto, en 2012, cuando descubrieron que en Annobón había minerales, pusieron un puerto pero en malas condiciones y en una zona no apta para dicho puerto que también acabó con todo el ecosistema de nuestra zona marítima.

-¿Qué respuesta recibieron de la comunidad internacional cuando hicieron esta presentación?
-Hemos enviado denuncias a la comunidad internacional, pero estamos a la espera de la respuesta. Aún no nos han respondido con ninguna firmeza. Sabemos que nuestras denuncias han llegado.
-¿A la ONU?
-Sí, además tenemos un apoyo de la UNPO, que es la organización internacional que nos está apoyando y dando una cobertura internacional. De momento estamos esperando la reacción de la ONU, una respuesta a estas violaciones de derechos humanos, a esta contaminación ambiental, a este atropello a nuestra población.
-¿Considera que Obiang lo que busca es eliminar a toda la población?
-Está demostrado que sí. Porque a una población que le privas de agua, de sanidad, de educación… Si esto se transforma en unas condiciones generales para todos, de alguna forma la población está obligada a abandonar Annobón. Esto, añadido a que a la niña que tiene 12 años, según dijo uno de los que hemos podido llevar al juicio, en su cultura no se le mira por su edad sino por su tamaño, por tanto las someten a abusos sexuales. O sea, antes de los 10 años los tienes que sacar de Annobón. De alguna forma están haciendo una evacuación de annoboneses y llenando la isla de militares. Este mismo año, después de tantas denuncias que estamos haciendo, han estado pagando a las familias fang para que vayan a Annobón a hacer asentamientos. Ahora hay ocho familias fang bajo sueldo de Guinea Ecuatorial, cosa que no había ocurrido en lo que llevamos de la independencia de Guinea, dado las condiciones pésimas que sufrimos. En las escuelas hay ahora mismo más niños fang que annoboneses en menos de 6 meses.

¿Ustedes tienen el reconocimiento de algún miembro de la Unión Africana?
-No. Annobón está en África, pero no es africana. Es decir que no tenemos cultura africana porque nunca hemos ido a ningún país africano, ningún país africano tampoco ha venido a nosotros. Pasamos de las manos de Portugal que lo encontró en su día, tampoco colonizó porque lo convirtió en una cárcel de los que ellos llaman los rebeldes, luego lo pasó a España, que tampoco nos puso en contacto con ningún país africano, y lo terminó anexionando a Guinea Ecuatorial. Contacto con África no tenemos porque no tenemos ni barco, ni avión, ni algún familiar que viva en un sitio para tener contactos con África. Estamos aislados tanto en África como en Europa, estamos perdidos en el océano Atlántico.
-Para terminar. En este contexto de absoluta escasez de todo y opresión, ¿cómo es hoy el día a día de una persona en Annobón?
-En Annobón tenemos una actividad principal que es la pesca para los hombres y el campo para las mujeres. Con tanta agresividad que hay, pues hay pocos hombres en Annobón porque previamente ha habido una deportación forzosa en el 76 porque hemos ido a Gabón con un cayuco, porque en Annobón no hay ninguna actividad económica. Por tanto, para vivir en Annobón con tu hija que no tiene una zapatilla, que no tiene ni una braga, ni nada, te ves obligado a estar en Malabo para poder comprarle algo a tu familia. Los pocos que hay se levantan por la mañana y van a la pesca o a beber el vino barato que llevan los militares para contaminar a la población. Las mujeres tienen un handicap añadido que es el temor de ir a su finca a trabajar porque en el campo pueden ser agredidas sexualmente o su campo puede ser invadido por algún militar que se lleva el plátano o la banana o lo que le da la gana a punta de pistola. Por tanto, ¿qué pasa? Hay un miedo generalizado, es un terror vivir así en tu propia tierra.
gente,hablando,hombre,militares,mirando,políticos,prensa
INTERNACIONAL
GOP push to make Trump’s 2017 tax cuts permanent, say going back would be a ‘dramatic’ change for many
Tax season is done.
And this year, Congressional Republicans converted tax season to «sales» season. Republicans and President Donald Trump are pushing to approve a bill to reauthorize his 2017 tax cut package. Otherwise, those taxes expire later this year.
«We absolutely have to make the tax cuts permanent,» said Rep. Tom Tiffany, R-Wis., on FOX Business.
«We’ve got to get the renewal of the President’s Tax Cuts and Jobs Act. That’s absolutely essential,» said Sen. Mike Rounds, R-S.D., on FOX Business.
Rates for nearly every American spike if Congress doesn’t act within the next few months.
CONFIDENCE IN DEMOCRATS HITS ALL TIME LOW IN NEW POLL

Speaker of the House Mike Johnson, R-La., talks with the media after the House passed the budget resolution on Thursday, April 10, 2025. (Tom Williams/CQ-Roll Call, Inc via Getty Images)
«We are trying to avoid tax increases on the most vulnerable populations in our country,» said Rep. Beth Van Duyne, R-Texas, a member of the House Ways and Means Committee which determines tax policy. «I am trying to avoid a recession.»
If Congress stumbles, the non-partisan Tax Foundation estimates that a married couple with two children – earning $165,000 a year – is slapped with an extra $2,400 in taxes. A single parent with no kids making $75,000 annually could see a $1,700 upcharge on their tax bill. A single parent with two children bringing home $52,000 a year gets slapped with an additional $1,400 in taxes a year.
«Pretty significant. That’s an extra mortgage payment or extra rent payment,» said Daniel Bunn of the non-partisan Tax Foundation. «People have been kind of used to living with the policies that are currently in law for almost eight years now. And the shift back to the policy that was prior to the 2017 tax cuts would be a dramatic tax increase for many.»
But technically, Republicans aren’t cutting taxes.
«As simple as I can make this bill. It is about keeping tax rates the same,» said Sen. James Lankford, R-Oklahoma, on Fox.
Congress had to write the 2017 tax reduction bill in a way so that the reductions would expire this year. That was for accounting purposes. Congress didn’t have to count the tax cuts against the deficit thanks to some tricky number-crunching mechanisms – so long as they expired within a multi-year window. But the consequence was that taxes could climb if lawmakers failed to renew the old reductions.
«It sunsets and so you just automatically go back to the tax levels prior to 2017,» said Sen. Chuck Grassley, R-Iowa.
A recent Fox News poll found that 45% of those surveyed – and 44% of independents believe the rich don’t pay enough taxes.
Democrats hope to turn outrage about the perceived tax disparity against Trump.
«He wants his billionaire buddies to get an even bigger tax break. Is that disgraceful?» asked Senate Minority Leader Chuck Schumer, D-N.Y., at a rally in New York.
«Disgrace!» shouted someone in the crowd.
«Disgraceful! Disgraceful!» followed up Schumer.

U.S. Senate Minority Leader Chuck Schumer, D-N.Y., (R) speaks alongside Sen. Jeff Merkley, D-Ore., (L) to reporters during a news conference on the impacts of the Republican budget proposal at the U.S. Capitol on April 10, 2025 in Washington, DC. (Kayla Bartkowski/Getty Images)
Some Republicans are now exploring raising rates on the wealthy or corporations. There’s been chatter on Capitol Hill and in the administration about exploring an additional set of tax brackets.
«I don’t believe the president has made a determination on whether he supports it or not,» said White House spokeswoman Karoline Leavitt.
«We’re going to see where the President is» on this, said Treasury Secretary Scott Bessent while traveling in Argentina. «Everything is on the table.»
A Treasury spokesperson then clarified Bessent’s remarks.
«What’s off the table is a $4.4 trillion tax increase on the American people,» said the spokesperson. «Additionally, corporate tax cuts will set off a manufacturing boom and rapidly grow the U.S. economy again.»
Top Congressional GOP leaders dismissed the idea.
«I’m not a big fan of doing that,» said House Speaker Mike Johnson on Fox. «I mean we’re the Republican party and we’re for tax reduction for everyone.»
FEDERAL JUDGE TEMPORARILY RESTRICTS DOGE ACCESS TO PERSONALIZED SOCIAL SECURITY DATA
«I don’t support that initiative,» said House Majority Leader Steve Scalise, R-La., on FOX Business, before adding «everything’s on the table.»
But if you’re President Donald Trump and the GOP, consider the politics of creating a new corporate tax rate or hiking taxes on the well-to-do.

Sunrise light hits the U.S. Capitol dome on Thursday, January 2, 2025, as the 119th Congress is set to begin Friday. (Bill Clark/CQ-Roll Call, Inc via Getty Images)
The president has expanded the GOP base. Republicans are no longer the party of the «wealthy.» Manual laborers, shop and storekeepers and small business persons now comprise Trump’s GOP. So maintaining these tax cuts helps with that working-class core. Raising taxes on the wealthy would help Republicans pay for the tax cuts and reduce the hit on the deficit. And it would shield Republicans from the Democrats’ argument that the tax cuts are for the rich.
Congress is now in the middle of a two-week recess for Passover and Easter. GOP lawmakers and staff are working behind the scenes to actually write the bill. No one knows exactly what will be in the bill. Trump promised no taxes on tips for food service workers. There is also talk of no taxes on overtime.
WHITE HOUSE PHOTO BLUNTLY SHOWS WHERE PARTIES STAND ON IMMIGRATION AMID ABREGO GARCIA DEPORTATION
Republicans from high-tax states like New York and Pennsylvania want to see a reduction of «SALT.» That’s where taxpayers can write off «state and local taxes.» This provision is crucial to secure the support of Republicans like Reps. Nicole Malliotakis, R-N.Y., and Mike Lawler, R-N.Y. But including the SALT reduction also increases the deficit.
So what will the bill look like?
«Minor adjustments within that are naturally on the table,» said Rounds. «The key though, [is] 218 in the House and 51 in the Senate.»
In other words, it’s about the math. Republicans need to develop the right legislative brew which commands just the right amount of votes in both chambers to pass. That could mean including certain provisions – or dumping others. It’s challenging. Especially with the slim House majority.

People attend a press conference and rally in support of fair taxation near the U.S. Capitol in Washington, D.C. on April 10, 2025. (Bryan Dozier / Middle East Images / Middle East Images via AFP)
«There were trade-offs and offsets within that bill that many people are dissatisfied with,» said Bunn of the 2017 bill. «And it’s not clear how the package is going to come together with those various trade-offs.»
Johnson wants the bill complete by Memorial Day. Republicans know this enterprise can’t drag on too late into the year. Taxpayers would see a tax increase – even if it’s temporary – if working out the bill stretches into the fall when the IRS begins to prepare for the next tax season.
It’s also thought that finishing this sooner rather than later would provide some stability to the volatile stock markets. Establishing tax policy for next year would calm anxieties about the nation’s economic outlook.
«The big, beautiful bill,» Trump calls it, adding he wants the legislation done «soon.»
CLICK HERE TO GET THE FOX NEWS APP
And that’s why tax season is now sales season. Both to the lawmakers. And to the public.
Politics,Taxes,Congress,Donald Trump
INTERNACIONAL
“Rusia contra el mundo”: el libro que expone el Estado-mafia de Putin y su guerra de mentiras

Marc Marginedas, periodista y corresponsal de guerra español con experiencia directa en zonas de conflicto, ofrece en “Rusia contra el mundo” un análisis implacable y meticulosamente documentado sobre la naturaleza del régimen de Vladimir Putin.
A través de nueve capítulos y un revelador epílogo, Marginedas construye un expediente demoledor que vincula al Kremlin con operaciones de falsa bandera, asesinatos políticos y complicidad con grupos terroristas, desplegando un relato estremecedor de Rusia como un Estado-mafia con ambiciones imperiales.
La obra combina el rigor periodístico con una narrativa personal, fruto de los años que el autor fue corresponsal en Rusia y su experiencia en conflictos como el de Siria, donde fue secuestrado por el Estado Islámico en 2013.

El libro comienza con un episodio fundacional del putinismo: los atentados de 1999 en Moscú y Riazán, atribuidos inicialmente a terroristas chechenos pero que, como revela Marginedas, fueron probablemente obra del FSB (el servicio de seguridad ruso) para justificar la segunda guerra de Chechenia y catapultar a Putin a la presidencia. “¿Y si los atentados no tuvieran nada que ver con la guerra caucásica y sí con la inminencia de unas elecciones legislativas y presidenciales en las que se dirimiría el relevo de Borís Yeltsin?”, se pregunta el autor.
Marginedas reconstruye cómo agentes del FSB fueron detenidos colocando explosivos en Riazán, aunque posteriormente el gobierno insistió en que se trataba de un “ejercicio de entrenamiento”.
El periodista español argumenta que esta operación de bandera falsa estableció un patrón de impunidad que ha caracterizado al régimen durante más de dos décadas: “Cada nuevo crimen de Putin ha sido aceptado o incluso recompensado por Occidente”, cita Marginedas al intelectual ucraniano Mykola Ryabchuk.
La obra también aborda la corrupción sistémica en Rusia, desde los privilegios de la élite en el tráfico —“En Rusia, el segundo ayudante del fiscal del distrito tiene más privilegios en la carretera que Angela Merkel”, señala el experto Mijaíl Blinkin— hasta la impunidad en casos como el de Anna Shabénkova , hija de una funcionaria, que atropelló y mató a una mujer en Irkutsk y evitó la cárcel gracias a conexiones políticas. “Si el asunto llega al juzgado, allí ustedes van a lograr poco”, le advirtió la madre de Anna a la familia de la víctima, según el abogado Víktor Grígorov.
Esta cultura de privilegios se extiende al sector inmobiliario, donde Marginedas expone cómo los residentes de Moscú son desalojados forzosamente de sus viviendas para beneficiar a constructoras vinculadas al poder, utilizando informes falsos y un sistema judicial corrupto. “La corrupción en Rusia no es un problema, es un negocio”, cita el autor a la economista Aleksandra Kalinina.

Uno de los aspectos más inquietantes del libro es el análisis de cómo Rusia manipula a periodistas extranjeros. Marginedas recuerda el caso de Walter Duranty, corresponsal del New York Times que en los años 20 del siglo pasado negó el Holodomor ucraniano mientras en privado admitía que “la gente moría como moscas”. Este patrón persiste hoy con periodistas comprados o coaccionados en Bulgaria, España y Oriente Medio.
En Bulgaria, por ejemplo, Rusia pagaba a prominentes periodistas 2.000 euros al mes para difundir narrativas prorrusas, revela el libro. La autora búlgara Maria Cheresheva denuncia que solo en Bulgaria existen más de 300 sitios web que reproducen materiales alineados con el Kremlin.
“La importancia de los medios no militares para fines políticos excede, en algunos casos, la efectividad de las armas”, cita Marginedas al general Valeri Guerásimov, artífice de la doctrina militar rusa moderna, en una frase que resume la importancia de etas tácticas para el Kremlin.
Marginedas subraya cómo Rusia ha logrado manipular las narrativas en su propio beneficio, a través de la creación de una “realidad paralela” que engaña tanto a la población rusa como a sectores de Occidente.
La obra también destaca la brutalidad del Ejército ruso en conflictos como Chechenia, Siria y Ucrania, donde se repiten patrones de violencia: bombardeos a hospitales, double tap (bombardear dos veces para matar a los rescatistas)) y masacres como la de Bucha.
“Que las tres guerras de Putin se asemejen como gotas de agua no es de extrañar, si uno presta atención a los nombres de los comandantes militares que las han dirigido”, señala el autor, subrayando la continuidad en las tácticas brutales empleadas por el ejército ruso.
“Chechenia, Siria y Ucrania son las tres guerras de Putin, unidas por un cordón umbilical e iniciadas —semántica oficial de Moscú aparte— de acuerdo con una misma justificación: recuperar para Rusia el estatus de superpotencia imperial que un día detentó la URSS», observa Marginedas.

Marginedas señala que estas guerras no son solo enfrentamientos militares, sino que son utilizadas por el Kremlin para cimentar su poder, tanto en el ámbito interno como en el internacional. En este contexto, analiza cómo el régimen ha logrado utilizar el discurso de “defender a los rusos” en el extranjero para justificar sus agresiones y, al mismo tiempo, fortalecer su apoyo dentro del país.
El capítulo sobre el envenenamiento de Alexei Navalny es particularmente revelador. Marginedas viajó a Tomsk, donde el opositor fue intoxicado con Novichok, y describe el miedo que imperaba: “Nadie se acordaba de nada, nadie admitía haber visto nada”. Había “una suerte de amnesia colectiva acerca de lo sucedido”.
El autor detalla cómo el hospital en Omsk Navalny fue tomado por agentes del FSB, mientras los médicos emitían diagnósticos falsos. “Estaban bajo presión; entendían que algo muy importante estaba sucediendo en su hospital”, le cuenta a Marginedas el corresponsal Tom Vennik. Tres de esos médicos murieron después en circunstancias sospechosas.

El libro vincula los casos de Navalny, Aleksándr Litvinenko y Víktor Yúshchenko, señalando la impunidad con la que actúa el FSB incluso en territorio occidental.
“No querían asustarme, querían matarme”, cita a Yúshchenko sobre su envenenamiento con dioxinas en 2004.
A lo largo del libro, el autor no solo se limita a describir los actos de represión, sino que también reflexiona sobre las consecuencias a nivel social y psicológico. La sociedad rusa, según Marginedas, vive bajo un clima de miedo constante, donde la disidencia se paga caro.

Un capítulo revelador examina la fusión entre el crimen organizado y el Estado ruso, documentando la operación policial “Caso Troika” en España contra la mafia Tambóvskaya y sus conexiones con altos funcionarios del Kremlin.
“Desde su llegada al poder con el cambio de siglo, Gobierno y mafia en la Federación Rusa se habían fusionado en un todo, convirtiendo en la práctica a la segunda potencia nuclear del planeta en un Estado gobernado por gentes con mentalidad y actitudes propias del crimen organizado”, escribe Marginedas.
Las investigaciones judiciales en España fracasaron por la desestimación de pruebas y la fuga de los acusados a Rusia, ilustrando la capacidad del Kremlin para proteger a sus operadores criminales en el extranjero.
Quizás el aspecto más perturbador del libro es la documentación de cómo Rusia habría utilizado el terrorismo como instrumento político. Marginedas analiza los asaltos al teatro Dubrovka (2002) y a la escuela de Beslán (2004), sugiriendo la complicidad del FSB con los terroristas chechenos.
“Los rehenes fallecidos fueron víctimas de un ataque terrorista que el Estado ruso conocía con antelación… un acto que probablemente contó con el apoyo de algún sector de los servicios secretos rusos”, afirma el autor.

El libro también examina la cooperación rusa con el régimen sirio en la radicalización de prisioneros, creando lo que un testigo describe como “una escuela de yihadismo” en la prisión de Sednaya.
Marginedas incluso sugiere posibles vínculos entre Rusia y el ataque de Hamas a Israel en 2023.
“Rusia no solo considera al fenómeno del terrorismo islámico como un enemigo, sino como un instrumento en su lucha contra Occidente”, escribe Marginedas, aludiendo a cómo el Kremlin ha utilizado el terrorismo para justificar sus agresiones tanto dentro como fuera de sus fronteras.
Marginedas relata su secuestro en 2013 por el Estado Islámico en Siria, donde pasó seis meses en condiciones brutales junto a otros rehenes occidentales. “A lo máximo a lo que puede aspirar uno es a dejarse llevar por un ligero duermevela, en una vigilia plagada de sobresaltos”, describe sobre las noches vigiladas por yihadistas armados. Un detalle clave fue su interacción con un comandante del ISIS de origen ruso, quien lo amenazó: “Tú has entrado dos veces anteriores a Siria y te ha salido bien; pero ahora te vamos a matar”. Marginedas sospecha que este hombre podría ser un agente infiltrado del Kremlin, dada su retórica similar a la de las autoridades rusas.
La conexión rusa con el terrorismo se profundiza con investigaciones que revelan cómo Moscú facilitó pasaportes a yihadistas para que viajaran a Siria entre 2013-2014. Marginedas destaca la paradoja: aunque fue interrogado por gobiernos occidentales tras su liberación, “en ningún momento las fuerzas de seguridad rusas […] me inquirieron para una simple sesión informativa”. Su contacto en Moscú lo resumió: “No tienes nada que enseñarles acerca del Estado Islámico”.
El libro repasa históricos secuestros vinculados a Rusia, como el de los ingenieros de Granger Telecom en Chechenia (1998), decapitados tras ser acusados falsamente de espionaje. Documentos citados por el periódico Nóvaya Gazeta sugieren que el líder yihadista Arbi Baráyev —responsable del crimen— actuaba como agente doble: “Viajaba tranquilamente por Chechenia […] con un conductor del FSB”. Médicos Sin Fronteras también sufrió ataques, como el secuestro de Arjan Erkel (2002-2004) en Daguestán. Pruebas mostraron llamadas desde su teléfono a cuarteles del FSB, pero las autoridades rusas cerraron el caso. “Es un escándalo que […] nuestro colega esté aún desaparecido”, denunció la ONG.
En Ucrania, los métodos son más directos: bombardeos a hoteles de periodistas y el asesinato de la reportera rusa Oksana Baulina en 2022. Testigos como el fotógrafo Ricardo García Vilanova señalan que su muerte fue una “ejecución” con un dron, no un accidente bélico. Marginedas concluye que Rusia usa el terrorismo y el secuestro como herramientas geopolíticas, desde Chechenia hasta Siria, con un patrón común: “Ahuyentar a testigos molestos de sus excesos”. La impunidad, advierte, alimenta ciclos de violencia. “Lo que verdaderamente empodera a Rusia es la sensación de que pueden salirse con la suya”, remarca, citando al experto David Satter.
El autor concluye examinando si Rusia bajo Putin puede ser clasificada como “Estado terrorista”. Marginedas destaca patrones del Kremlin: desde la represión interna hasta ataques híbridos contra Occidente, como asesinatos de disidentes, desinformación y apoyo a regímenes como el sirio. Cita al periodista David Satter, quien afirma que Rusia actúa con impunidad porque “sus crímenes no son expuestos”. El libro también revela la ambivalencia rusa en casos como el atentado de Boston (2013), donde Moscú advirtió sobre los autores pero no colaboró con EE.UU., y la persecución de exiliados chechenos en Europa, como la activista Khazman Umarova, detenida injustamente en Francia tras los ataques a Charlie Hebdo.

Aunque el Parlamento Europeo y el Senado de EE.UU. han declarado a Rusia “Estado patrocinador del terrorismo”, Marginedas señala que falta acción concreta. El Departamento de Estado evita incluirlo en su lista oficial por temor a fracturar la coalición antirrusa.
El autor cierra con un homenaje a colegas asesinados y un llamado a no ignorar las complicidades del Kremlin con el terrorismo: “Este libro es mi granito de arena para romper el muro de silencio”.
Politics,Europe
INTERNACIONAL
Carlos Benavídez, escultor de monumentos: “Ahora están queriendo hacer que cualquiera sea un artista”

El polvillo talco orbita sobre una enorme figura de San Martín, el susurro de una lija sobre un cuerpo reverbera entre cientos de bustos alineados sobre unos estantes: a golpe de vista hacen fila Carlos Bianchi, Néstor Kirchner, el Cura Brochero, el Che Guevara, Juan y Eva Perón, Agustín Tosco, César Milstein, Borges, Hipólito Irigoyen, Cortázar, Valentino Rossi o el Burrito Ortega. Y la lista, impredescible, continúa.
El escultor Carlos Benavídez (Córdoba, 1965), reconocido por su enfoque monumental, limpia una de sus manos rugosas con un trapo antes de estrecharla. Su taller, en San Telmo, es un enorme galpón que reúne personajes reconocidos y algunos ignotos, trabajos que hizo por encago o gusto, que poseen un punto en común, el despliegue del detalle, una gestualidad que trasciende la mera reproducción.
Sobre una de las paredes, sobre unas tárimas, se alistan figuras surgidas de fotografías icónicas, en diferentes etapas de su vida, de Maradona, en un rincón aparece Messi, encargo de un diario español para un trofeo-estatuilla que se le entregó al jugador para reconocerle como “el mejor de todos los tiempos” al lado de un ensayo de un proyecto de estatua del Dibu Martínez para su ciudad natal, Mar del Plata.

Benavídez recibe a Infobae Cultura mientras se prepara para inaugurar una de sus obras más ambiciosas: el Monumento a Las Libertades Correntinas, que será emplazado en Corrientes, en la que busca capturar la esencia cultural y simbólica de la región a través de elementos representativos como los ríos Paraná y Uruguay, el pez dorado y la figura de la República.
En sí, el taller está plagado de maquetas, algunas en pequeña escala y otras ya en el tamaño final, todas conforman lo siginfica el proceso del desarrollo escultórico. “Soy de la vieja escuela y me encanta el tema de la materia, es lo que me gusta. No voy a dejar de hacerlo así. Claro que podés sumar un render perfecto, pero como complemento. Mientras más imágenes sumes, fotografías, perspectivas y todo eso, la seducción es mayor”, comenta.
Benavídez trabaja modelando la arcilla a mano, de la que luego se realizan moldes y de allí va a una fundición. “La maqueta se pueden hacer en resina o también en cemento, depende del material en que quieran terminar la pieza. Si hay que hacer un mármol lo mandas a un taller donde lo van a tallar. Enviás ese original y lo calcan, algo que en algunos lugares ya lo hacen las máquinas”, cuenta.
Desde el inicio de su carrera en 2002, ya se emplazaron alrededor de 30 esculturas y monumentos en diferentes ciudades de Argentina y el mundo, siendo alguna de las más reconocidas los homenajes a Juan Domingo Perón, la única que puede encontrarse en la Ciudad de Buenos Aires; Raúl Alfonsín, con esculturas en localidades como La Plata, Paraná y San Salvador de Jujuy; Diego Maradona, en Bahía Blanca y Santiago del Estero o Juana Azurduy, en Jujuy.

Benavídez es un artista particular, casi sin formación académica, ingresó al mundo escultórico en su juventud, casi por erros, casi como un juego, pero fue recién a los 38 años cuando comenzó a dedicarse a pleno en medio de una crisis laboral.
“Siempre tuve la cualidad de dibujar, me salía natural. Hice arquitectura un par de años y después pasé por la Escuela de Artes y ahí descubrí la escultura. Hasta los 22 años nunca había hecho nada con arcilla. La primera vez hice un pie pequeño y me di cuenta de que podía hacer cualquier cosa, que la información estaba en mí porque había observado mucho. Después empecé a trabajar para una revista haciendo dibujo publicitario, me hice letrista, hacía mucha cartelería de ruta. Armé una empresa y había hecho algunas inversiones que no fueron bien, estaba totalmente endeudado y no sabía para dónde salir. Y bueno, la vida me fue llevando a caer de vuelta en un pedazo de arcilla e hice una obra que fue un busto de Rodin. Fue la primera”, explica.
El escultor también ha llevado su arte más allá de las fronteras argentinas, con creaciones como la escultura de Maurice Ferré en Miami, el monumento a Louis Daguerre, creador del daguerrotipo, en Francia y la representación de San José y el Niño Jesús en Uruguay.
Su camino comenzó con una estrategia de oferta y demanda a pequeña escala en su provincia, llevada adelante por su socia y esposa Adriana García de Benavidez, con la Serie Homenaje, que en la actualidad reúne a un conjunto de 41 bustos de 20 centímetros que representan a personalidades influyentes de diversos ámbitos culturales.

“Empecé con pequeños bustos de diferentes personajes. Mi cualidad es poder sacarlos parecidos y que tengan algo del carácter. O sea, no solo el parecido, sino qué me dice. No es que se me ocurrió, salió así. Como no tengo academia, me adentro en lo que me gusta mucho. Es más, si no tengo información de la persona no lo voy a poder hacer porque en realidad no me seduce. Necesito algo para contar. Cuando eso pasa por las manos del artista ya es algo único. Ennobleces la historia, como el que hace una película o un corto y cuenta algo muy pequeño de una historia muy perdida en algún lado. El tema siempre es ¿cómo lo contás? Yo hago lo mismo”, dice.
Y agrega: “La forma es el pretexto para contar el carácter y la humanidad del personaje que habita ese cuerpo y que vivió un tiempo. A mí me interesa esa parte. Yo siempre juego con eso, es mi material y si es alguien desconocido le invento una historia, me invento quién fue, qué hizo, qué pudo haber hecho. Es como escribir un libro o un cuento con personajes ficticios”.
El artista se mudó a Buenos Aires en 2011, “con una mano atrás y otra adelante” para probar suerte: “Me propuse tener una fundición de bronce. La tuve en Ingeniero Maschwitz y ahí hicimos el monumento a Perón que inauguró Macri, el de Alfonsín de La Plata, la Eva Perón para Los Toldos, el Astor Piazzola de Mar del Plata. Después nos separamos de mi socio, que era de la parte que fundían, y me vine a San Telmo”.
A lo largo de su carrera, Benavídez fue reconocido en 2019 por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires como Personalidad Destacada, un honor que también recibió en 2021 por parte de la provincia de Buenos Aires. Además, desde 2012, forma parte de la prestigiosa asociación Portrait Sculptors of The Americas.

— Empezaste con los bustos de la Serie Homenajes, ¿cómo fue el paso hacia la escultura monumental?
— Bueno, esa fue la carta de presentación. Adriana se encargó de toda la parte de venta y comercialización, ofreciendo personajes según los intereses de algunos posibles clientes. Después venía gente y veía una escultura, preguntaban por otro y así seguí. Me empezaron a encargar algunas piezas en Córdoba y después participé de la escultura de Mercedes Sosa, que fue el primer concurso que gané, desde Córdoba, para La Plata. Ahí ya empecé a tener una visualización. Como yo había tenido empresas, siempre me manejé con mi contador y mi abogado. Entonces cuando vine a Buenos Aires lo primero que hice fue inscribirme y me busqué un contador y un abogado para funcionar como empresa. Ahí me di cuenta de que los artistas eran todos unos bohemios, ninguno estaba inscripto legalmente. Cuando gané el concurso de Perón, éramos 15 y había uno solo que lo estaba y encima no era escultor, sino que tenía una empresa que hacía muñecos. Eso también me facilitó el camino.
— Hablabas sobre la importancia de capturar cierta esencia de la personalidad. ¿Eso entra en conflicto cuando, por ejemplo, te hacen pedidos que tienen que ver con personajes políticos? Imagino que no es lo mismo hacer a Roger Federer, que es un personaje pulcro, o a un ídolo popular como Maradona que a Néstor Kirchner o Javier Milei, a quienes hiciste y que despiertan amores y odios.
— Cuando viene el pedido siempre vas a tener una interpretación del personaje, vas a hacer una escena. Es como que tenés que escribir un libro, pero antes tenés que leer un libro sobre tal o cual. No vas a escribir igual sobre los dos. De uno vas a hablar maravillas y del otro vas a hacer una investigación muy seria, vas a contar también las cosas negras y las cosas que no te gustan. Ahí, se puede ser totalmente agresivo o muy sutil. Yo elijo poner alguna parte simbólica. Es sutil, no lo vas a percibir porque vas a ver al personaje. Hago una interpretación de artista. ¿Por qué le puso la mano en el bolsillo?, son detalles.
— En la historia del arte hay todo un simbolismo del uso de las manos, de hecho. Ahí vas a un lenguaje más academicista.
— Es que en realidad nos manejamos por símbolos. Tenemos un obelisco que es un símbolo, el falo de Osiris, y está en todos los países. Ahora, ¿qué hay detrás de eso? Bueno, lo tenés que investigar. Pero siempre hay una simbología. En la parte publicitaria se hacen grandes estudios para vender un producto, desde el color a la forma y atrás de eso hay algo que va a tu subconsciente. Bueno, nosotros en el arte lo podemos hacer. Son pequeñas sutilezas.

— Proponés lecturas ocultas, de alguna manera. Eso es muy del arte contemporáneo, aunque tu quehacer está más anclado en la figura, aunque simbólica, que en lo que no se dice.
— El filtro que completa una obra de arte es la contemplación de la persona que la observa. Yo tiro algo, trabajo con eso, cuando alguien lo ve, lo siente o no. Ahí se termina de completar. Y no hace falta que yo la explique. Porque si no, no tendría sentido. Si no, no sería plástica. Si no escribo un libro, claro, o hago un informe técnico de una escultura. Porque puede que esta pieza la veas de acá a 500 años y ni siquiera sepas quién la hizo. Sí va a haber una interpretación de esa persona de acuerdo a la experiencia que ha tenido en su vida. Hoy están mucho con el arte conceptual, explicando lo que hacen, a mí me hace ruido porque me estás tomando por boludo y estás tomando a la gente por tonta. Para ir a un museo, como te dicen muchos, hay que saber de arte y no, no tenés que saber de arte. Eso es una mentira total.
— ¿Cómo abordás la escultura contemporánea más objetual?
— Hoy hacen objetos y piensan que son esculturas. Los objetos son objetos. Alguien industrializó una botella para que vos la pintes de verde, eso no significa que sea una escultura. Hiciste un objeto gigante y lo pusiste ahí. Lo hace cualquiera. Levanta el teléfono, hablas con los pibes que hacen 3D y le decís “haceme esto en cinco metros y pintala de dorado y lo ponemos en la plaza”. Todo el mundo va a hablar de ella. Es lógico. Pero eso no es arte.
— Estás en conflicto con parte de lo que se llama arte contemporáneo, claramente, por lo menos, en lo escultórico.
— Yo creo que ellos están en conflicto con nosotros, con los que hacemos arte, porque nosotros estamos acá, en nuestro taller, produciendo obras y disfrutando de lo que hacemos. Ellos necesitan tener mucha gente detrás escribiendo y diciendo y tratando de promocionar lo que se hace. A nosotros vienen y nos buscan para que hagamos. Cuando quieren hacer un monumento me vienen a buscar a mí, porque quieren hacer un Belgrano. No quieren hacer un cubo y que se diga que es Belgrano.

— Bueno, por un lado, hay una lectura histórica sobre la transformación del objeto desde Duchamp para acá hasta el arte contemporáneo. Por otro lado, la escultura del personaje histórico comienza en la antiguedad y más acá en el tiempo con la creación de las naciones y la necesidad de un relato aglutinante, con la creación de ciertos símbolos, ideas, etcétera. Con el paso del tiempo y una separación del arte de la Iglesia, del Estado, aparecen las Mercedes Sosa, los Maradona. Ocurre una traspolación sobre lo que significa culturalmente un personaje que llegó a las masas, se produce una escisión.
— Acabás de usar la palabra “contemporáneo”, que fue apropiada y ¿qué somos todos nosotros? Todo los que estamos haciendo arte hoy somos contemporáneos. ¿Por qué lo dividieron? Ya lo tenés en la mente. Por una información que te bajan de que el arte contemporáneo es esa cosa que acabamos de decir que están poniendo. Y no, la figuración también es contemporánea. Como el hiperrealismo que se está haciendo hoy en la pintura, que es fantástico, que está retomando mucho del pasado, es contemporáneo. Pero te das cuenta de cómo se apropian de ciertas frases y ciertas palabras. Lo que pasa es que ahora están queriendo hacer que cualquiera sea un artista. Esa locura que alguien dijo que todo lo que pasa por la mano de un artista es una obra de arte, una mentira total. Es como que yo te doy un pedazo de arcilla a vos y decís “es una obra de arte”. No, no es una obra de arte, porque yo puedo hacer mierda, yo puedo agarrar la arcilla, hacer así y porque lo haya hecho Benavídez va a ser una obra de arte. No, no tiene nada que ver con eso. La obra de arte necesita poesía, formación, respeto por la materia que vas a trabajar, introspección, mostrar quién sos vos, cómo interpretas como artista, que no es la misma que la del público.
Un artista genuino lo va a contar a su modo y como considere que le guste, hay que hacerlo para uno primero. Después lo expongo o puedo guardarlo como han hecho muchos. Hay obras que no se hacen para vender, sino para mostrar. Y si me animo a exponerme puede haber una crítica, buena o mala. Todo eso puede pasar y te duele porque que salga una nota en un diario importante diciendo “la obra de Benavídez realmente es una basura”. Y te da ganas de contestarle. No le podés contestar porque ya te expusiste, ya no es tuyo. Por eso yo siempre digo que hay una valentía a la hora de mostrar, como un tipo que se sube a un escenario a hacer una obra de teatro, a hacer un monólogo. Porque la crítica después puede ser dura, que no quiere decir que sea objetiva, claro.
— ¿Cómo te llevás con las inauguraciones en una ciudad donde tenés una oferta cultural en el arte enorme?
— A mi me encontrás trabajando en mi taller o en un bar, en el bar más que nada, pero no en una exposición. Porque por ahí tengo que cortar muy temprano, porque las inauguraciones son a las seis. Voy a algunas, el finde de semana.
— A las de arte conceptual entiendo que no vas.
— Voy, veo. Mi hijo es curador de arte, aparte de estar trabajando en eso, es músico, y a veces tenemos estas charlas. Y voy porque no quiere decir que el tipo que esté detrás de esa obra, que por ahí a mi me parezca mala, no sea un buen artista. Lo que pasa es que a veces, por querer seguir la línea de lo que se está haciendo, terminan haciendo eso. Conozco a muchos que cuando ves sus trabajos anteriores decís “sos un dibujante de puta madre”, pero no es lo que se vende. Entonces, están pensando en la parte comercial, que puede pasar y no reniego de eso. Eso me parece correcto hacerlo. Es como ser músico y que te guste el rock y en los tiempos libres tocas en una bandita, que no pagan nada, y tenés que incluso pagar para tocar, pero a la vez hacés cumbia villera, que no te gusta, por que es donde sí pagan. Está bien, se pueden hacer las dos cosas. No está mal. En este punto no ataco a los artistas, pero estaría bueno que se fomente también que los artistas realmente puedan vivir del arte que quieren hacer.
— Entiendo que el pensamiento que construís tiene que ver con tu experiencia. De alguna manera te corrés de los centros de formación y pudiste, a partir de un talento que te es natural, ir trabajando y hacer una carrera. O sea, podés también pararte en un lugar que no es el de la carrera profesional del artista en general.
— Sin dudas. También es una decisión propia, y tiene que ver con la característica de cada uno, ¿no? Mi personalidad es ir siempre al frente, nunca me quedo. No importa en qué situación esté. Siempre trato de aprender de mis errores. No he dicho que gano, pero aprendo. Nunca pierdo. Yo creo que eso está bueno tomarlo, pero es mi característica. No puedo trasladarlo a otro porque no solo lo piensan distinto, quizá también lo sienten distinto. Pero sí está bueno poder transmitirlo. También acá han venido algunos artistas, pibes que a veces me dan una mano cuando yo tengo algún laburo grande y siempre les digo: “Mirá la técnica en un tutorial. Entrá a internet, tenés todos los tutoriales, aprende”. Yo te voy a contar la historia. Qué me pasó a mí con esta escultura. Cómo investigué el personaje, me pasaron muchas cosas hasta llegar a esa pieza o qué pasó en el medio. Pero a tu obra la tenés que hacer vos con lo que te pasa.
-
POLITICA2 días ago
Escándalo en EANA: Controladores denuncian abusos y amenazas de la PSA
-
ECONOMIA3 días ago
«El que apuesta al dólar pierde»: el precio al que apunta Milei para ganarle la pulseada al mercado
-
POLITICA3 días ago
La respuesta de Alfredo Leuco por el ataque de Milei, que lo trató de “imbécil”