INTERNACIONAL
El caso Lewinsky, el escándalo sexual que jaqueó la presidencia de Clinton en EE.UU. y tuvo en vilo al mundo

Primero, fue Paula Jones
El caso Mónica Lewinsky no comenzó con Mónica Lewinsky sino con otra chica llamada Paula Jones, y lo hizo en el estado de Arkansas y no en Washington. El apuntado fue siempre el mismo, William “Bill” Clinton, primero gobernador de Arkansas y luego presidente de los Estados Unidos. Bill no podía controlar siempre sus manos ni su lengua cuando una señorita lo atraía. Entonces, solía descender a la vulgaridad. Su posición política prominente lo protegía, pero la sangre acumulada en sus fondillos descorría (literal) el velo que cubría la concupiscencia.
En mayo de 1994, cuando Bill era gobernador de Arkansas, estado racista si los hay, Paula Jones, exempleada estatal, presentó una demanda. Alegó que el 8 de mayo de 1991, mientras colaboraba en una conferencia en el Hotel Excelsior de Little Rock, la capital del estado, Danny Ferguson, un policía que pertenecía al equipo de seguridad del gobernador, le dijo que Clinton la quería ver en la suite de su hotel.
Leé también: Diecinueve trompadas y un arrepentimiento que nadie creyó: el crimen de la actriz que conmovió a Francia
Paula entendió que era una ocasión para avanzar en su carrera. Fue. Cuando la vio, Clinton, cuenta Paula, hizo movimientos inesperados, agresivos, que terminaron cuando se bajó los pantalones. Paula dijo que Clinton le pidió que le besara el pene erecto. “No soy ese tipo de chica”, le respondió. El gobernador se la vio venir y replicó: “Sos una chica inteligente; no digas nada”.
Los abogados de Clinton argumentaron contra la demanda de Paula un dislate de grandes dimensiones, pero que en los Estados Unidos fue tomado como válido: el gobernador ya había accedido a la presidencia del país y no podía cumplir sus funciones de gobierno si le daba bolilla a denuncias de este tipo. ¡Que no lo embromen! Clinton pidió inmunidad y el caso lo resolvió la Corte Suprema. En 1997, permitió que la tareas de recolección de pruebas continuaran.
Con ese visto bueno, la jueza Susan Weber Wright dictaminó que los abogados de Jones, para ayudar a probar su denuncia de acoso sexual, podían indagar sobre cualquier relación sexual que Clinton pudiera haber tenido con subordinados, ya fuera como gobernador de Arkansas o como presidente del país. El 5 de diciembre de 1997, los abogados de Jones presentaron una lista de mujeres como testigos que incluía a Mónica Lewinsky.
Mónica Lewinsky
Mónica llegó a Washington en julio de 1995 para trabajar como becaria en la Casa Blanca. Tenía 21 años, recién recibida del Lewis and Clark College, de Portland. En sus primeros meses en el cargo, Lewinsky conoció al presidente, pero no surgieron oportunidades de contacto personal cercano. En noviembre de 1995, Lewinsky fue asignada al Ala Oeste, es decir donde está el despacho del presidente, el Despacho Oval. Pronto se encontró a solas con Clinton. Él le preguntó si la podía besar y ella le dijo que sí. Ese fue el primero de 10 encuentros sexuales a lo largo de 16 meses.
Bill Clinton y Monica Lewinsky. (Fotos: AFP).
Para abril de 1996, el presidente y la becaria ya se habían visto ocho veces. Fue entonces cuando reasignaron a Mónica a un puesto en el Departamento de Defensa, tal vez conscientes del peligro que representaban esos encuentros. En mayo de ese año, Clinton le dijo a Mónica que ya no quería seguir con la relación, pero siguieron viéndose a principios de 1997.
Por lo común se veían durante las mañanas de los fines de semana en el Despacho Oval o lugares cercanos como un estudio o un pasillo o un baño, cuando pocas personas, salvo la secretaria personal de Clinton, Betty Currie, se encontraban en el lugar. Aunque muchos encuentros privados no implicaban actividad sexual, cuando la había, generalmente se trataba de sexo oral al presidente y en tocamientos de los pechos y los genitales de la joven. En tres ocasiones, Lewinsky le practicó sexo oral mientras el presidente hablaba por teléfono. Lewinsky le dijo a Clinton que le gustaría tener relaciones sexuales, pero él se resistió. También interrumpió las sesiones de sexo oral antes de la eyaculación salvo sus dos últimos encuentros.
El silencio de Mónica
Cuando Clinton le volvió a decir a Lewinsky en mayo de 1997 que su relación sexual había terminado, ella redobló los esfuerzos iniciados el año anterior para conseguir la ayuda del presidente para encontrar empleo. Lewinsky recibió una oferta de trabajo del embajador ante la ONU, Bill Richardson, varios meses después, pero la rechazó. Prefirió las empresas privadas, recomendada por personajes influyentes cercanos al presidente.
Menos de dos semanas después de que el nombre de Lewinsky apareciera en la lista de testigos de Paula Jones, Clinton instruyó a Mónica sobre lo que tenía que decir: sus visitas al Despacho Oval eran para entregar documentos. Punto. La secretaria de Clinton, Betty Currie, fue hasta la casa de Lewinsky para llevarse los regalos que el presidente le había dado a la becaria. Currie los trasladó hasta su casa y los escondió debajo de su cama.
La foto que tenía Lewinsky como becaria de la Casa Blanca. (Reuters / Departamento de Defensa)
A principios de enero de 1998, Lewinsky firmó una declaración para presentar en la demanda de Paula Jones, donde decía que su relación con el presidente no había sido nunca sexual. Al día siguiente, consiguió trabajo en la firma Revlon.
¿Quién mencionó por primera vez a Mónica como una de las “chicas de Clinton”?
Fue Linda Tripp, que había trabajado en la Casa Blanca con el presidente George Bush padre y se mantuvo en su puesto cuando Clinton asumió la presidencia en 1993. A Tripp, no le gustaba Clinton y mucho menos su cercanía con las empleadas. En 1996, ya pensaba en denunciarlo pero no lo hizo. Un año después, contó en un artículo de Newsweek que una voluntaria de la Casa Blanca, Kathleen Willey, le contó a su vez que Bill la había besado y acariciado en su despacho privado.
Tripp tenía más para contar. Se enteró que su entonces amiga, Mónica Lewinsky, mantenía una aventura con el presidente. Tripp le contó al periodista de Newsweek, Michael Isikoff, que mejor que la historia de Kathleen Willey era la de Mónica. Hasta comenzó a grabar en secreto sus conversaciones con Lewinsky en noviembre de 1997.
El momento en el que el escándalo sale en la tapa de revistas y diarios noteamericanos. (Foto: Archivo)
En esas charlas grabadas, Tripp se enteró de que su amiga tenía en su armario un vestido azul que aún conservaba una mancha de semen de un encuentro sexual con el presidente ocurrido nueve meses antes. Tripp llamó a Isikoff y le contó. Hasta le sugirió que una prueba de ADN demostraría que era el semen del presidente. El periodista le dijo que no estaba en sus posibilidades conseguir una muestra del ADN de Clinton para hacer la comparación. Pero Tripp seguía obsesionada y buscó la forma dse convencer a su amiga Mónica de que no llevara el vestido azul a la tintorería.
El estallido del caso Lewinsky
A principios de enero de 1998, Linda Tripp se entrevistó con Kenneth Starr de la Oficina del Fiscal Independiente (OIC) y le contó todo el asunto Lewinsky-Clinton y dio las grabaciones privadas que había mantenido con Mónica. Entonces, todo estalló. Fue un escándalo y la fiscal General de los Estados Unidos, Janet Reno, autorizó investigar el caso Lewinsky.
El 16 de enero, Linda Tripp, en combinación con la fiscalía, fue a almorzar con Mónica al patio de comidas del centro comercial Pentagon City Mall. Allí la becaria fue arrestada por agentes del FBI que la llevaron hasta la habitación 1012 del Hotel Ritz-Carlton. La interrogaron durante 11 horas y la presionaron para que usara un micrófono y grabara sus conversaciones con el presidente Clinton. Le dijeron que si no lo hacía arriesgaba hasta 27 años de prisión por perjurio y obstrucción a la justicia. Lewinsky se negó.
Bill Clinton y Mónica Lewinski durante un acto del partido demócrata en 1996. (Foto: captura de video WTN/AFP)
Clinton estaba al tanto de lo que ocurría. El 17 de enero, en el Despacho Oval, le confesó a su secretaria Betty Currie de su relación con Lewinsky. Le dijo sin avergonzarse: «Nunca estuvimos realmente solos. Se podía ver y oír todo». Y agregó: «Mónica me insinuó, y yo nunca la toqué, ¿verdad?».
El problema se agravó cuando la relación Lewinsky-Clinton fue difundida por la prensa hacia fines de enero de 1998. Bill dijo públicamente: “No tuve relaciones sexuales con esa mujer, la señorita Lewinsky».
A mediados de ese año el presidente se enteró de que su mancha de semen seguía presente en el vestido azul que Mónica lució en el Despacho Oval en febrero de 1997, y de que Lewinsky había firmado un acuerdo de inmunidad con los fiscales. Mientras, se reunieron pruebas: se tomó declaración a los agentes del Servicio Secreto y a amigos de Mónica, se examinaron correos electrónicos y registros telefónicos de la Casa Blanca, y se escucharon horas de conversaciones grabadas entre la empleada Tripp y Lewinsky.
Clinton y una relación “inapropiada”
En medio de la crisis por los ataques terroristas del 7 de agosto de 1998 en las embajadas estadounidenses en Sudán y Tanzania, que causaron decenas de muertos, el día 17 el presidente se enfrentó a un gran jurado federal (instancia judicial que determina si hay motivo para avanzar a un juicio). Se debatió si había cometido perjurio (mentir bajo juramento) en el caso Lewinsky y obstrucción de justicia en caso de Paula Jones.
Bill Clinton y Mónica Lewinsky. (Foto: Archivo)
Clinton hizo algo extraño: declaró que no había mentido sobre su relación con Jones pero agregó que consideraba que el sexo oral no constituía “relaciones sexuales”. Y negó haberle tocado los pechos y los genitales en varias ocasiones a Mónica Lewinsky. A la noche, Clinton habló por televisión a todo el país y causó mucho desconcierto. No se refirió a las represalias por los ataques terroristas (represalias que se producirían el 20 de agosto) sino que afirmó: “Tuve una relación inapropiada con la señorita Lewinsky”. Luego se dedicó a criticar al fiscal Kenneth Starr por meterse en su vida privada.
En los días posteriores a su testimonio ante el gran jurado, aumentaron los pedidos de destitución. El jefe de la mayoría republicana de la Cámara de Representantes, Tom De Lay, aseguró que la destitución del presidente sería: “Lo más importante que haga en mi carrera política”. El presidente de la Cámara, Newt Gingrich, concluyó que sacar a Clinton de la presidencia era lo más justo.
36 cajas de pruebas
El 9 de septiembre, el fiscal Starr cargó en dos camionetas casi 36 cajas de pruebas sobre el escándalo Lewinsky y las llevó la Cámara de Representantes. Había un resumen de 453 páginas donde se describían once acusaciones contra el presidente. Los enemigos de Clinton disfrutaban, especialmente de los detalles explícitos (e innecesarios) del informe, desde que el presidente recibió llamadas oficiales mientras recibía sexo oral hasta un relato de cómo introdujo su cigarro en la vagina de Lewinsky.
Recomendar o no un juicio político recaía en el Comité Judicial de la Cámara de Representantes. El día 5 de octubre su presidente, Henry Hyde, luego de una votación de 21 a 16, autorizó una investigación completa para el “impeachment” o juicio político.

Mónica Lewinsky abraza al expresidente norteamericano y su entonces amante, Bill Clinton. (Foto: Dirck Halstead)
El público en general, según se ha afirmado, interviene en política por medio del voto según el grosor de su bolsillo o la circunferencia de su abdomen. Pues las elecciones de medio término del 3 de noviembre trajeron buenas noticias para el presidente. La economía marchaba muy bien y el “affaire” Lewinsky no influyó en los votantes.
Clinton y Paula Jones finalmente acordaron resolver la demanda por acoso sexual que había causado todos los sufrimientos del presidente. Un problema menos. Quedaba Mónica.
La Cámara de Representantes aprobó el juicio político al presidente
Lo hizo con cargos que incluían perjurio y abuso de poder. Las encuestas realizadas a mediados de diciembre de 1998 indicaban que el público estadounidense apoyaba a Clinton, con un 60% en contra del juicio político.
“¡Escuchen! ¡Escuchen! ¡Escuchen!”, gritó el sargento de armas del Senado el 7 de enero de 1999. “Se ordena a todas las personas guardar silencio, bajo pena de prisión, mientras la Cámara de Representantes exhibe ante el Senado los artículos del juicio político contra William Jefferson Clinton, presidente de los Estados Unidos”.
El juicio comenzó el 14 de enero. Los alegatos iniciales se prolongaban hasta el día siguiente. Todo fue muy aburrido porque los senadores se empeñaban en explicar cuestiones de derecho procesal. Todo se desenvolvía en cámara lenta frente a la presidencia del juez de la Corte Suprema Robert Rhenquist.
ESCÁNDALO. La humillación de Mónica y el silencio de Hillary.
Charles Ruff, en silla de ruedas, comenzó a hablar en defensa de Clinton. Ya era el 19 de enero, pocas horas antes de que el propio Clinton pronunciara su discurso sobre el Estado de la Unión. Ruff criticó a la acusación por manipular los hechos para favorecer su caso. Concluyó sugiriendo que los senadores tenían la libertad de “considerar su conducta personal desagradable”, pero que deberían preguntarse si “por primera vez en nuestra historia, las acciones de un presidente han puesto en tal riesgo el gobierno que solo hay una solución”. La tarea de concluir los argumentos iniciales del equipo del presidente recayó en Daryl Bumpers, exsenador del estado natal de Clinton, Arkansas. Bumpers resumió: «Cuando escuchás a alguien decir: ‘Esto no se trata de sexo’, se trata de sexo». Seguía la línea de la defensa, es decir, las cuestiones sexuales no se arreglan con un juicio político.
Mónica Lewinsky había recibido la orden de concurrir a la Cámara de Representantes. Fue a regañadientes. Se alojo en el Hotel Mayflower y habló con tres congresistas. Tras recibir garantías de que sus respuestas estaban amparadas por su acuerdo de inmunidad, Lewinsky respondió a las preguntas de los representantes. Estas abarcaban desde por qué conservaba su vestido manchado hasta qué creía que debería sucederle a Clinton (“Creo que debería ser censurado, pero no destituido”).
La decisión
El 27 de enero, el Senado se reunió para votar sobre una moción del senador demócrata Harry Byrd, de Virginia Occidental, para desestimar el juicio político contra el presidente. La moción fue rechazada. Casi inmediatamente después, se realizó una segunda votación sobre la moción para permitir que los fiscales presentaran a sus testigos, la cual fue aprobada.
Durante los primeros tres días de febrero, los fiscales tomaron declaración a Lewinsky y otros dos testigos. La declaración de Mónica se realizó en la suite de un hotel ante una multitud de más de 40 abogados y asesores del Congreso. Describió sus sentimientos actuales hacia el presidente como “ambiguos” y al resto de las preguntas respondió con un seco “sí” o “no”. El caso pasó a decisión del Senado, donde se resolvería el destino del presidente.
Leé también: El Gran Dragón, el temible líder del racista y antisemita Ku Klux Klan condenado por violación y asesinato
Los alegatos comenzaron dos días después y los senadores se reunieron luego a puertas cerradas para considerar sus votos. Cada senador dispuso de quince minutos para hacer una declaración. La mayor atención se centró en un puñado de senadores cuyos votos no estaban claros. El republicano John McCain anunció que concluía que el presidente “subvirtió deliberadamente el estado de derecho” y que votaría culpable. El único demócrata cuyo voto estaba en duda, Russ Feingold, calificó el caso de “cerrado”, pero dijo: “Si debemos equivocarnos, optemos por evitar divisiones, optemos por respetar la voluntad popular”. Feingold votaría a favor de la absolución.
El viernes 12 de febrero de 1999, el presidente de la Corte Suprema, Rehnquist, declaró: «La pregunta es sobre el primer artículo del juicio político. Senadores, ¿qué opinan? ¿Es el acusado, William Jefferson Clinton, culpable o inocente?». Resultó ser inocente: 55 senadores, incluidos diez republicanos, votaron a favor de la absolución por perjurio. La votación sobre el segundo cargo, es decir el de obstrucción de justicia, fue empate, 50 a 50, pero aún muy lejos de los dos tercios necesarios para la condena.
Luego de estas votaciones, Clinton leyó una declaración durante dos horas. Expresó su esperanza de que «todos los estadounidenses nos dediquemos de nuevo a la labor de servir a nuestra nación y construir juntos nuestro futuro».
Bill Clinton, Monica Lewinsky
INTERNACIONAL
Congressman calls on Noem, Dr. Oz with plan to ‘swiftly remove’ 1.4 million illegal migrants on Medicaid

NEWYou can now listen to Fox News articles!
Wesley Hunt, R-Texas, sent letters to two key agency heads with a plan to «swiftly» remove roughly 1.4 million illegal immigrants currently receiving Medicaid in the US.
«While Democrats in Congress continue to peddle falsehoods and fear-mongering over so-called ‘Medicaid cuts,’ they conveniently ignore a staggering truth: over 1.4 million illegal aliens are receiving Medicaid benefits, an unsustainable burden on the American taxpayer,» Hunt told Fox News Digital.
Department of Homeland Security (DHS) Secretary Kristi Noem and Centers for Medicare and Medicaid Services (CMS) Administrator Dr. Mehmet Oz were both recipients of Rep. Hunt’s letter this week, which proposed a task force to «identify» and remove the illegal migrants on Medicaid.
Rep. Wesley Hunt joins Bill Maher on HBO, June 20, 2025.
TRUMP DHS SUES ENTIRE BENCH OF FEDERAL JUDGES IN MARYLAND DISTRICT COURT OVER AUTOMATIC INJUNCTIONS
«I’ve formally requested the Secretary of Homeland Security to establish a task force to identify those unlawfully exploiting our healthcare system and ensure they are swiftly removed from our country,» Hunt added.
The Texas Congressman’s comments come as President Donald Trump’s «One Big Beautiful Bill,» which includes a provision stripping illegal migrants from taxpayer-funded healthcare, faces last-minute changes in the Senate.
Fox News Digital obtained a document from the Congressional Budget Office sent to two GOP committee chairmen this week with information regarding the «One Big Beautiful Bill» that reads:
WHITE HOUSE SAYS CONGRESS DEBATING ‘FOOTNOTES’ ON ‘BIG BEAUTIFUL BILL,’ NOT EXPECTING MAJOR CHANGES
«About 1.4 million would be people who do not meet citizenship and immigration status requirements for Medicaid enrollment but who would be covered under current law in programs funded by the states.»

U.S. Senate Majority Leader John Thune (R-SD) speaks along Sen. Shelley Moore Capito (R-WV) during a news conference following the weekly Senate Republican policy luncheon at the U.S. Capitol on June 17, 2025 in Washington, DC. During the news conference Senate Republicans discussed progress with consideration of U.S. President Donald Trump’s «The One Big Beautiful Bill» budget and tax reconciliation bill. (Getty Images)
On Thursday, the Senate Parliamentarian moved to strike out current language in the legislation that would exclude illegal immigrants from Medicaid eligibility, but sources close to negotiations tell Fox News Digital that those portions of the bill are actively being re-drafted in an attempt to ensure they are included in the final draft of the bill.
Senate Majority Leader John Thune, R-South Dakota, also addressed the parliamentarian’s decision to remove the portions about Medicaid to reporters Thursday morning.
TRUMP PRESSURES CONGRESS TO PASS ‘BIG, BEAUTIFUL BILL,’ INSISTING ‘NO ONE GOES ON VACATION UNTIL IT’S DONE’
«These are speed bumps along the way. We anticipated those and so we have contingency plans,» Thune explained. «Obviously, you have to adjust the timing and schedule a little bit, but we’re moving forward.»
Regardless of whether Medicaid is removed from the «One Big Beautiful Bill,» Congressman Hunt says that being able to identify the free healthcare-receiving illegal migrants alone is enough reason to remove them from the US.

Newly sworn in Medicare and Medicaid Services Administrator Dr. Mehmet Oz speaks during a ceremony in the Oval Office at the White House on April 18, 2025 in Washington, DC. Oz spoke of a desire to provide America access to great care while reducing chronic disease and modernizing Medicare and Medicaid. (Andrew Harnik)
«Through coordinated efforts between DHS and CMS, we can develop an effective approach to identify people based on financial data, residence, or medical records, and then take appropriate action against those violating our immigration laws,» Hunt’s letter to Noem and Dr. Oz reads.
CLICK HERE TO GET THE FOX NEWS APP
«We must protect American resources for American citizens. End of discussion.»
Preston Mizell is a writer with Fox News Digital covering breaking news. Story tips can be sent to Preston.Mizell@fox.com and on X @MizellPreston
INTERNACIONAL
El jefe de la Agencia de Energía Atómica de la ONU, Rafael Grossi, dice que Irán debe mostrar sus instalaciones nucleares para evaluar el daño real

Qué dijo Rafael Grossi
La evaluación de la AIEA
¿Qué pasó con el uranio enriquecido?
Irán no tiene una bomba atómica
INTERNACIONAL
Belarusian dissident thanks Trump admin for his freedom, demands the UN act

NEWYou can now listen to Fox News articles!
EXCLUSIVE — Belarusian dissident Siarhei Tsikhanouski is free after spending more than five years as a political prisoner, and now he is calling for those still behind bars to be released.
In a video message played before the United Nations Human Rights Council in Geneva on Thursday, Tsikhanouski makes a desperate plea for international intervention.
«I was tortured, I was held in solitary confinement, I was frozen. I wasn’t even given a pen to write a few words. For years, I didn’t receive a single letter, not even from my daughter. They filled my ears with lies and propaganda. They tried to convince me that everyone had forgotten me. What is happening in Belarusian prisons is not law enforcement. It is torture, abuse, and the destruction of human beings. People are literally being killed behind bars,» Tsikhanouski said in the video, which was provided to Fox News Digital by UN Watch.
Siarhei Tsikhanouski calls for international action in his video message to the United Nations.
FREED AMERICAN HOSTAGE MARC FOGEL LANDS IN US AFTER YEARS IN RUSSIAN CAPTIVITY
Tsikhanouski credited the international community — especially the Trump administration — for his release, which was secured after U.S. Special Envoy on Ukraine and Russia Gen. Keith Kellogg met with Belarusian President Alexander Lukashenko. In addition to Tsikhanouski, 13 other political prisoners were released through U.S. mediation.
The Belarusian dissident said in the video that he would not have made it out alive if it were not for «international solidarity» and «the efforts of the USA administration.»

Belarus opposition leader Syarhei Tsikhanouski hugs his wife Sviatlana Tsikhanouskaya after he was released from prison, in this screengrab taken from a social media video released on June 21, 2025. (Sviatlana Tsikhanouskaya via X/via Reuters)
FREED HOSTAGE EDAN ALEXANDER THANKS TRUMP IN EMOTIONAL PHONE CALL: ‘YOU SAVED MY LIFE’
In his first address as U.N. special rapporteur on the situation of human rights in Belarus, Nils Muižnieks warned that, since Jan. 2025, the human rights situation has «continued to deteriorate.» He also noted that authorities in Belarus have abused «highly problematic» legislation, including a prohibition on insulting the president or other public officials.
«Belarus has a very large number of people behind bars who should not be there, including opposition politicians, human rights defenders, journalists, independent trade union activists, environmental defenders and lawyers,» Muižnieks said before Tsikhanouski’s video was played. He also described the ill-treatment of prisoners by Belarusian authorities.
After the council heard Tsikhanouski’s message, Muižnieks said that the recently-freed dissident’s words «carry extra weight.»
Following his release, Tsikhanouski was reunited with his wife, Sviatlana Tsikhanouskaya, and their children in Lithuania. Tsikhanouskaya is the exiled Belarusian opposition leader whom some countries recognize as the president-elect.
Tsikhanouskaya thanked President Donald Trump, Kellogg and the State Department for their efforts, which led to her husband’s freedom.
«My husband Siarhei is free! It’s hard to describe the joy in my heart,» Tsikhanouskaya wrote on X. «We’re not done. 1,150 political prisoners remain behind bars. All must be released.»

Siarhei Tsikhanouski, a Belarusian opposition activist released from a prison by Belarusian authorities, speaks during an interview with The Associated Press in Vilnius, Lithuania, on Sunday, June 22, 2025. (AP Photo/Mindaugas Kulbis)
UN Watch Executive Director Hillel Neuer joined the call to see the remaining 1,150 prisoners gain their freedom.
«Siarhei Tsikhanouski is a symbol of courage who paid a heavy price for daring to challenge Lukashenko’s dictatorship. United Nations Watch is honored to give him the floor at the UN Human Rights Council just days after his release from prison. His voice, silenced by the regime for more than five years as he was tortured in jail, now speaks for millions of Belarusians who continue to demand freedom and human rights,» Neuer told Fox News Digital.
Neuer said Tsikhanouski’s message to the U.N. was «a direct challenge to the regimes that continue to silence their critics.»

A freed Siarhei Tsikhanouski holds a photo of himself taken before he was held behind bars for more than five years. (Office of Sviatlana Tsikhanouskaya via X)
CLICK HERE TO GET THE FOX NEWS APP
Thursday, June 26, also marks the International Day in Support of Victims of Torture. Tsikhanouskaya wrote on X to mark the occasion and shared a photo illustrating the effects that five years in prison had on her husband.
«Today is the International Day in Support of Victims of Torture. My husband survived five years of isolation and cruelty in the Belarus regime’s prisons. Many others still endure it. If we had given up, Siarhei wouldn’t be free. That’s why we keep going—until everyone is home,» Tsikhanouskaya wrote.
According to NPR, Tsikhanouski lost more than 41% of his body weight. He went into prison weighing 298 pounds but weighed just 174 pounds when he was released on June 21.
In response to a request for comment on Tsikhanouski’s statement, UN Human Rights Council spokesperson Pascal Sim directed Fox News Digital to a recording of the hearing, particularly Muižnieks’ remarks.
The U.N. Human Rights Office also directed Fox News Digital to Muižnieks’ statement.
-
POLITICA3 días ago
La Justicia rechazó el pedido de Cristina Kirchner para recibir visitas sin solicitar autorización previa
-
INTERNACIONAL2 días ago
La guerra en Oriente Medio: el Pentágono contradice a Donald Trump y asegura que el bombardeo a Irán solo retrasó su plan nuclear un par de meses
-
POLITICA2 días ago
Con un desempate de Magario, el Senado bonaerense aprobó la reelección indefinida de los legisladores provinciales