Un testigo clave en el juicio penal contra Donald Trump abrió el telón este martes sobre lo que los fiscales dicen fue una conspiración para influir en las elecciones presidenciales de 2016, y describió cómo usó su periódico para encubrir al magnate. El testigo, David Pecker, el veterano editor de The National Enquirer, describió una reunión de 2015 con Trump y su mediador y asesor legal en ese momento, Michael Cohen. Los fiscales describieron la reunión, que tuvo lugar en la sede de Trump en Midtown Manhattan, como la “conspiración de la Torre Trump”.

Los fiscales dicen que en esa reunión el trío tramó su plan para ocultar varios escándalos sexuales durante la campaña de 2016. Una de esas estrategias, el pago de US$ 130.000 para comprar el silencio de la estrella porno y amante de Trump, Stormy Daniels, está en el centro del caso.

Antes de que el tribunal levantara la sesión del día, Pecker testificó que Cohen y Trump le habían preguntado qué podía hacer él y sus revistas “para ayudar a la campaña”, una declaración crucial que respalda el argumento de la fiscalía de que los hombres no eran justos. “Yo sería sus ojos y oídos”, recordó Pecker haberles dicho, mientras les explicaba la práctica sensacionalista de “atrapar y matar”, en la que un medio compraba los derechos de una historia, sólo para nunca publicarla. Se espera que Pecker regrese al estrado cuando se reanude el juicio el jueves.

Durante aproximadamente tres horas, el editor relató cómo Cohen se comunicaba con él para proteger a Trump de historias negativas, incluida la versión de que el magnate tenía un hijo fuera de su matrimonio. Según Pecker, Cohen le dijo que “el jefe estaría muy contento” de que se suprimiera esa historia.

Pecker también describió haber trabajado con Cohen para generar una cobertura negativa de los rivales políticos de Trump, diciendo que Cohen le proporcionaría información y que The National Enquirer la “embellecería” y la añadiría.

El editor señaló, además, que Cohen estaba “físicamente en todos los aspectos de cualquier cosa en la que estuviera trabajando la campaña”.

Trump, quien pagó a Cohen el dinero que se uso para mantener el silenciuo de la actriz porno, está acusado de 34 cargos de falsificación de registros comerciales. Cada cargo refleja un cheque, factura o libro de contabilidad que, según los fiscales, ocultó el verdadero propósito de los reembolsos a Cohen, quien se espera que sea un testigo clave en contra del ex presidente.

El testimonio de Pecker se produjo después de una audiencia contundente para Trump y su equipo legal, mientras los fiscales argumentaban que los ataques de el ex mandatario a testigos y jurados representaban una “amenaza” para el juicio.

En ese sentido, instaron al juez a declararlo culpable de desacato al tribunal por lo que dijeron eran 11 violaciones de la orden de silencio que le prohibía atacar a testigos, fiscales, jurados y personal del tribunal, así como a sus familiares.

Un fiscal, Christopher Conroy, recitó varias declaraciones de Trump que la oficina del fiscal de distrito cree que se pasaron de la raya, incluyendo llamar a Cohen y Daniels “sórdidos” y volver a publicar un ataque al grupo de jurados. “Lo que sucedió aquí fue exactamente lo que esta orden pretendía evitar, y al acusado no le importa”, dijo Conroy ofuscado.

El abogado de Trump, Todd Blanche, argumentó que las publicaciones de Trump eran de naturaleza política y dijo que no violaban la orden porque simplemente estaba respondiendo a “una avalancha de ataques políticos”, incluidos los de Cohen. El argumento del ex presidente es que todos los procesos en su contra son para intervenir en su campaña con la que intenta regresar a la Casa Blanca.

No obstante, se trata de casi un centenar de causas en otros tribunales, incluyendo el descuido de documentos de alto secreto para la seguridad nacional o el fraude con las cifras de sus empresas.